Mi primera vez con mi Negro

Esta es mi historia de mi primera vez haciendo el amor con mi perro y de lo que se viene para después

Cuando tenía 18 años, despertó mi curiosidad por los animales ya que yo ya era una chica que sabía de sexualidad desde muy joven y una vez investigando en internet vi a una mujer teniendo relaciones con un perro, lo cual llamo mucha mi atención y me excito un poco.

Como ya había contado en un relato anterior mido 1,73 cms, soy de piel canela, tengo ojos marrones, unos senos bastante apreciables y apetecibles no muy grandes, un trasero con forma de corazón muy lindo, en si mis medidas serían 85-65-93, mi cabello es lacio y un poco largo por lo que me encanta ser coqueta, me encanta el morbo, amo la lencería con encaje, comprar vestidos atrevido y coquetos aunque muy raras veces suelo utilizarlas.

Yo vivía en una casa de 4 departamentos, y en el último piso vivía un hermano el cual se fue del país a trabajar a otro, y su departamento quedo vacío por lo cual yo aprovechaba en irme sola a descansar, leer o dormir ya que me sentía relajada ahí al estar sola, y nadie venía a molestarme por lo que era un lugar perfecto para mí.

A veces subía a descansar con mi perro un mestizo negrito y mediano, lo amaba tanto…

Después de ver videos y curiosear acerca del tema un día me dije “si no hago esto no lo aprenderé nunca y me arrepentiré.”, por lo que ya tenía planeada toda la tarde con él, mis padres no estaban en casa e incluso al yo estar en otro departamento nadie sabría nada y menos escucharían algo.

Fui con mi amante a nuestro departamento,  y yo me comencé a alistar mientras el me esperaba en la sala sin saber lo que pasaría luego, antes me bañe y me arregle el cabello lo deje ondulado, me puse un vestido de colegiala a cuadros rojo con azul, un top blanco de seda cortito donde se exhiban mis senos, un cachetero rojito, un liguero blanco en mi muslo, sin medias y con zapatos de colegiala, me sentía tan excitada tan solo verme en el espejo y esperando el ansiado momento de estar con mi Negro…

Abrí la puerta y lo hice entrar a mi Negrito, como siempre moviéndome la cola, tierno y feliz. Comencé a hacerle caricias y baje a su pene, lo frote de arriba abajo suavemente y se fue poniendo duro y asomando su punta roja, luego estuvo goteando poco a poco y me puse a lamerle la puntita para sentir el sabor lo cual no se sentía mal y así al estar excitada me estaba mojando más y más por lo que me puse de perrito y puse a un costado mi cachetero, así mi Negro me lamio y estaba tan rico sentir como metía su lengua y saboreaba, sentía como hasta sus dientes trataban de morder un poco tanto mi culo como, mi vagina. Todo era tan rico me di la vuelta y me destape los pechos sacándolos del top, empezó a lamerlos y morderlos como si supiera que era lo que yo quería mientras el hacía eso yo manoseaba mi clítoris para sentir más placer y el cada que lamia mis pechos me besaba la cara por lo que yo igual chupaba su lengua como mi amante que era… y así pasaron unos 15 minutos entre besos toqueteos y estar ambos excitados para comenzar a hacer el amor, me saque el cachetero y me puse sobre al borde de la cama ya que vi que es más cómodo hacerlo de misionero para que tenga más fácil control de su pene y no me lastime tanto al ser la primera vez que lo intentaba.

Me subí y le dije mi amor ya estoy mojada y lista para que me hagas tu perra, me quiero sentir tuya, se subió y empezó a montarme y tratar de clavarme su grande y rojo pene, veía como goteaba y me sentía tan mojada, agarre su miembro y empecé a rozarlo contra mi vagina y después lo ayude a meterlo y ahí sentí como lo clavo todito y me hizo gemir y gritar “ay mi amor sigue, nunca sentí esto!!!”. Él estaba frente a mi moviéndose y clavándome su rico pene, y jadeando en mi pecho, con esa baba que soltaba comencé a frotarme las tetas y a besarme con él, a chuparle su larga lengua y ambos nos excitamos mucho más, el comenzó a bombear su semen en mi cuerpo y yo sentía como se desparramaba por mi vagina y soltaba todo el semen que estaba por demás, era calientito lo expulsaba con fuerza y lo sentía en mis paredes adentro de mi vagina, no quería que acabe, sentía como se abrazaba a mi espalda y yo levantaba mis piernas detrás de su lomo, miraba como se veía mi liguero y mis muslos colgando al ritmo de lo que me hacia el amor, en eso se soltó y salió su rica verga de mi vagina, y yo me dije no puede ser tan rápido, no quiero que acabe esto así, quería que se abotonara como había visto en algunos videos.

En eso se sentó y empezó a lamerse su pene el cual seguía chorreando semen, lo hice acostarse en la cama, y se lo empecé a chupar con cuidado, lo agarre desde la base y me lo metí a la boca y sentí como bombeaba, se sentía como se hinchaba y hacia presión dentro de mis labios y me lo trague todo lo que soltó, ahí creí que lo deje listo para descansar y nos echamos abrazados por unos 20 minutos, y yo sentía como se salía poco a poco su semen de mi vagina a lo que me puse mi calzoncito nuevamente porque no quería que se escape todo.

“Descansemos un rato mi amor, quiero que hagas sentirme tu perra nuevamente”, le dije.

Así paso el tiempo, me levante y me puse de perrito, el al ver eso se levantó emocionado y vino a lamerme el culito y mi vagina nuevamente, me baje nuevamente mi calzón e hice que se ponga tras mío para que me clave su pene nuevamente, en eso sentí como de golpe y sin necesidad de acomodar entro a mi vagina, mis pechos estaban desnudos rozando las sabanas y el seguía metiéndomelo, ahí en esa posición pude tocarme mi clítoris para más placer.

Me excitaba tanto sentir sus jadeos en mi espalda, al ritmo del mete saca de mi Negrito, y sus garras en mis muslos, cada vez me hacía gemir más y más, y lo más rico era que no había nadie en casa o más bien nadie escucharía mis gemidos al estar en el último piso, nadie sospecharía ni se enteraría de nada.

En eso sentí como se agrando su miembro y paso lo que tanto deseaba me abotono mi perro, mi amante, mi amor, sentí como esa bola se quedó estancada en mi vagina y mis labios se hinchaban, sentía como el empujaba para no salirse de mi cuerpo, y después se dio la vuelta y me arrastro hacia el centro de la cama y se pudo oír como se destapo al salir su pene de mi vagina, y le dije “Te gusto mi amor, te gusto como hiciste de tu perra a tu mami?”, me di la vuelta exhausta y el empezó a lamer mi vagina, era una sensación tan rica lo que el lamia todo lo que soltó dentro de mí, y sentí como mis sabanas estaban tan húmedas habíamos hecho el amor por casi una hora y algo más, me sentí enamorada de la sensación, y así que tenía que volver a repetirlo.

Ese día al terminar todo descansamos un rato más y cada uno se fue a su lugar el a su casa y yo a mi cuarto como si nada hubiera pasado. Lo saque del departamento y yo me di una ducha para no oler al sexo que habíamos tenido, me puse mi ropa de cama, deje las cosas en el departamento de arriba, me fui a descansar a mi cuarto y a seguir pensando en cómo sería la siguiente vez que haría el amor con mi amante y que ponerme para él. Y eso lo dejo para el próximo relato.