Mi primera vez con mi hermano mayor.
Les cuento mi primer experiencia de incesto con mi hermano, que me lleva varios años.
Había pasado unos meses de que había vendido mi cuerpo por dinero. Y debo reconocer que esa experiencia me abrió mucho en lo sexual. Nunca fui una santa, pero era otra, no me importaba con quien cogía o quien no, estaba mucho mas abierta a experimentar cosas nuevas.
Una tarde estaba viendo mi página de mi red social, y ví que mi hermano había subido unas fotos de cuando había estado en Brasil. Estaba con cinco amigos, todos chicos lindos, pero no se porqué solo miraba a mi hermano, me hipnotizaba su cuerpo, su cara, todo.
Me sentí acalorada y me dí cuenta. Me calienta mi hermano. Me daba algo de pudor pensar en eso, pero desde ese entonces no dejaba de pensar en el. No se cuantas pajas me hice pensando en el, pero fueron muchas.
Desde ese entonces empecé a ser mas provocativa con el. Lo besaba mucho en sus mejillas, lo abrazaba, apretaba mi cuerpo con el de el, lo tocaba, aprovechaba cada ocasión. Pero nada resultaba. La situación me bajoneaba mucho. Era el hombre que mas deseaba en la vida, y sentía que solo me miraría como su hermanita.
En mi busqueda, comencé a leer relatos de incesto, sobre todo de hermanos. Las lecturas me hacían mojar tanto que solo lograban excitarme mas y más con mi hermano.
Uno de esos relatos que leí, era de una hermana que descubrió a su hermano como se pajeaba con sus tangas. Por suerte la autora dejó el mail y me contacté con ella.
Al cabo de unos 4 días, que fueron muy largos esperando su respuesta, me contestó. Le agradecí su respuesta y pregunté si se conectaba al messanger para chatear que necesitaba su ayuda.
Me dijo un día y horario y quedamos. Ella me llevaba unos años. Y me contó detalles del relato, que me mojaban mas y mas. Me decía que había cogido con muchos tipos, pero que nunca la habían cogido como lo hacía su hermano. No se trataba del tamaño del pene, del ritmo, era el morbo que significaba.
Tuvimos varios chat, y me incentivaba para que me animase. Me dijo que era bastante común el incesto, y que los hermanos mayores suelen fantasear mucho con las hermanas menores. Me insistía que me anime, que en el peor de los casos me diría que no y como era menor que el lo tomaría como de una chica que quería tener relaciones. Me decía que los hombres son menos complicados que las mujeres, no le daría importancia al asunto.
No se si me lo creí o quería creerlo, que me decidí a hacerlo.
Mi hermano vivía solo en un departamento con un amigo. Pero ese fin de semana se quedaba solo, porque su amigo visitaba a su familia en el interior del país.
Al enterarme, le pregunté si el sábado después del boliche podía quedarme en su casa, que quedaba cerca, así no lo molestaba a papá para que pase a buscarme.
Me dijo que sí, sin problemas.
Ese sábado fue tremendo para mí, pocas veces había estado tan nerviosa. Recuerdo que fui a comprarme una minifalda negra, bien corta y ajustada a mi cuerpo, me compré ropa interior de color roja, la tanga era bastante pequeña y se me metía bien en la raya de mi culo. Me depilé mi concha, la dejé sin pelitos, supuse que le gustaría así.
Esa noche fuí a bailar con mis amigas. Trancé con un par de flacos, aunque mientras los besaba solo pensaba en mi hermano y en las cosas que me haría. Bebí un poco de más esa noche, mas que nada para tomar coraje.
Eso de las 3 a.m., el padre de mi amiga pasó por nosotras, y me alcanzó hasta la casa de mi hermano. Cuando llegué el ya estaba acostado. Fui directamente al baño, y me mojé la cara. Me miré en el espejo un buen rato y reuní el coraje necesario.
Entré a su habitación. Estaba todo muy oscuro, solo entraba la poca luz que provenía del baño, no era mucho pero por lo menos permitía ver algo. Mi hermano estaba dormido boca arriba. Solo usaba un boxer de color blanco.
Me arrodillé junto a el. Y metí mi mano derecha por debajo del boxer y empecé a amasar su pija. Acerqué mi cara a su pecho y comencé a besarlo, mientras acariciaba su pija por debajo del boxer. Mi hermano empezó a gemir muy despacio y comencé a sentir su pene crecer en mi mano. Me alegró, tanto, tanto problema me había hecho y ya estaba, estaba pajeando a mi hermano.
Pero la alegría me duro poco. Prendió la luz del velador, y se alejó de mi, apoyando su espalda contra el respaldo de la cama.
Con cara de dormido y de loco me dijo:
-Que carajo haces boluda, estás loca?
No pude responder nada. Solo recuerdo que mi cara estaba por explotar de la verguenza. Estuve a punto de llorar. Cuando dijo:
-Disculpá, reaccioné mal. No sabía que hacer y me puse loco.
Se paró y me abrazo. Me pedía disculpas. Yo no quería levantar la vista. En un momento sentí su pija dejabo del boxer que tocaba mi abdomen. Estaba re parada. Eso fue lo que necesitaba para tomar confianza de vuelta y me arrodillé delante de el y le bajé el boxer hasta el piso. Con mi mano derecha, tomé su pija y me la metí en la boca. No le dí tiempo a nada que ya tenía toda su pija dentro mio.
-Para, para, no sigas.....
Pero no se movía, solo lo escuchaba gemir. Me metía y sacaba toda su pija dentro de mi boca, la tragaba hasta el fondo de mi garganta, era deliciosa. Con mis manos acariciaba sus nalgas, sus muslos. Le encantaba eso. Yo sentía como mojaba toda mi tanga, la tenía empapada con mis jugos. En un momento siento que con sus manos me toma de mi cabeza y empieza a hundirme su pija hasta el fondo de mi garganta. Sentía como se me imfamaba el cuello. Era la putita de mi hermano mayor y me encantaba. En un momento, me hunde mi cara contra su cuerpo, con la pija en mi boca, no me dejaba respirar. Lo sentí gritar:
-Ahhh ahhhh ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
Y largó toda su leche dentro mio. Fue un caudal inmenso de semen que me hizo atragantar. Cuando descargó todo, libero mi cabeza. Tosí por unos cuantos segundos. Me levanté. Y lo bese en su boca. Nos abrazamos y besamos con nuestras lenguas un buen rato, a los minutos sentí su pija dura contra me cuerpo. Con sus manos levantó mi minifalda, y emepzó a meter mano en mi culo, lo violó con sus manos, le desesperaban mis nalgas, las acariciaba, apretaba, pasaba sus dedos por debajo de mi tanga, y los metía en mi ano. En es momento, me empujó contra la cama, quedé boca arriba, metió su mano por debajo de la minifalda, y me quiso sacar la tanga, le costo un poco y terminó rompiendola. Hundió su cara contra mi concha y la devoró, me chupó como si su vida dependiese de eso. Su lengua recorría mis labios, clítoris, me penetraba con su lengua. Yo chorreaba de lo excitada que estaba. Mi cuerpo se contorsionaba de placer, me retorcía, sentía que estaba a punto de acabar en su boca.
Se tiró sobre mi, se acomodó y me penetró mi concha de una, la hundió hasta el fondo, pude sentir su pedazo de carne como me lleno por dentro. Recuerdo sentir espasmos. Con mis manos tomé las nalgas de mi hermano y lo hundía contra mi para sentirlo mas adentro.
Me cogió en esa posición por varios minutos.
-Siempre le quise hacer el orto a una nena, me dijo.
-Es tuyo, le dije.
Apenás lo dije. Se levantó. Me dió vuelta, me dejó boca abajo y con sus manos separó mis nalgas. Me lamió bien duro el ano, lo penetró con su lengua, sentí sus dedos dentro de mi culo.
Cuando pensé que me iba a coger ahí mismo, me tomó del brazo con fuerza y me puso contra el placard dandole la espalda, sentí un ardor en mi nalga junto con un plaf, luego le siguió otro, empezó a nalguearme con fuerza.
-Ahhhh ahhhhh ahhhhhh
-Te gusta perrita, me dejó la nalga derecha ardiendo.
Me habrá dado cerca de 10 o 12 nalgadas. Hasta que se acomodó por detras, y sentí la cabeza de su pija entre mis nalgas. Busco la entrada de mi ano y la hundió, logró meterme la cabeza y parte del tronco.
Con su mano izquierda sujetó mi teta izquierda y con su mano derecha sujetó unos mechones de mi cabello y los jalaba hacia atrás, tirando mi cabeza hacia el, mientras con su pija seguía embistiendome, y entraba cada vez mas dentro mio. Le gustaba darme duro, no era un mete saca rápido, era mas metermela de golpe y sacarla despacio, para volver a meterla de golpe, cada vez que me embestía mi cuerpo chocaba contra la puerta del placard de manera brusca, a la vez que el jalaba de mis cabellos hacia atras, su pijaba estaba bien adentro de mi culo. Sin sacarmela, me llevo hacia la cama, me tiro y el aun dentro de mi culo, y caímos, yo boca abajo contra el colchón y el sobre mi cuerpo sin sacarla de mi. Cuando cayó sobre mi, sentí que su pija me lastimó por dentro, y grité de dolor. Eso pareció excitarlo, y empezó a cogerme el culo sin parar, me dió bien duro. Su pelvis chocaba contra mis nalgas. Me dolía la cola, pero gritaba de placer. Me sentía la mas putita. Era tan morboso todo.
Al final sacó su pija de mi culo, me dio vuelta y largó su semen contra mi cara, sobre todo en mi boca y mentón, me esparció la leche con la cbeza de su pija por toda mi cara, y me la metió en la boca para que se la chupe, la lamí hasta que se puso flácida.
Quedamos muertos los dos, nos dormimos abrazados un par de horas y cuando despertamos seguimos cogiendo.