Mi primera vez con el maduro de mi adolescencia II

Esta en la continuacion de mi relato: Mi primera vez y con el maduro de mi adolescencia, maduro que me hizo conocer el sexo mesclado con amor

Continuación del relato: Mi primera vez y con el maduro de mi adolescencia

Antes que otra cosa una disculpa por no haber continuado con este relato como prometí, pero por fuertes circunstancias no me había sido posible, así también gracias por sus comentarios a mi primer relato.

Después de haber sido suya, como tanto tiempo había deseado, y aun estando entre sus brazos, me confeso que siempre guardo el deseo por mi y que si no prosiguió a más fue por que consideraba que ella en ese entonces una niña para el y con el temor estar haciendo mal, guardo para si este deseo que finalmente pudimos hacer realidad. Agradeció con besos y caricias que le hubiera ofrecido mi primera vez, los cuales volvieron a ponerme a mil, prendiéndome  a su boca en la búsqueda de su lengua que hice mía hasta casi faltarme el aire, al desprenderme de su boca aproveche para irme deslizando por su cuerpo y entre breves besos fui bajando a su miembro, el cual yo desea disfrutar para que el a su vez disfrutara después de haberme regalado tan rica cogida. Encontrándome con su pene, el cual aun no cobraba toda su dureza, empecé por darle pequeños lengüetazos, sintiendo el sabor de mi propios jugos y la sangre de mi desfloración, para posteriormente introducirlo disfrutando de su sabor, debo confesar que en esto no me consideraba del todo inexperta ya que era hasta ese punto en el que comúnmente llegaba con mis noviecitos, haciendo que cobrara cierta experiencia en el arte de mamar verga.

El comenzó con unos ricos gemidos, lo cual indicaba que le estaba gustando y como no, si en cada metida, me introducía su miembro hasta la empuñadura, continúe con sus testículos que para ese entonces ya estaba duros como rocas, logrando poner su miembro a mil, continuando con la mamada fue girando mi cuerpo hasta queda a la altura de su boca, lo cual aprovecho para jalar suavemente mi cuerpo y poner mi vagina sobre su boca para así realizar el clásico 69, regalándome unos ricos lengüetazos a mi cosita, quien clamaba por más lengua, la cual introdujo lo más que pudo en mis entrañas. No pudiéndome resistir más me incorpore para montarlo de frente, introduciéndome esta vez de un golpe su miembro duro, explotando en un orgasmo tan delicioso que tuve que parar un instante para poder disfrutar de el en plenitud. Pasado un instante empecé a cabalgarlo a todo galope, como la hembra que yo, que requiere continuamente de verga.

  • Mi niña que rico te mueves, te imaginaba ya una mujer pero eres toda una delicia.

  • Soy toda tuya, papi, quiero ser tuya para siempre, que rico es tenerte dentro de mí

Continuaba con la cabalgata mientras el acariciaba mi culito, tratando de introducir uno de sus dedos, el cual mojo brevemente con mis propios jugos al tocar mi clítoris, con lo cual provoco unas ansias de ser penetrada por mi hoyito

  • Si papi, así, que ricooo!!

Tras introducir su dedo, no sin provocar un poco de dolor, por no haber sido nunca penetrada por mi culito, se prendió nuevamente a mis pechos, a lo cual pedí que me los mordiera, ya que me encanta sentir un poco de dolor con el placer de ser ensartada por un miembro tan viril.  Continuamos con el mete y saca, provocándonos a la par una sensación plena de pasión, de gozo, nuestros cuerpos comenzaron a sudar con el excitante contacto y todas las sensaciones que esta provocando esta entrega.

  • Mi niña eres una diosa, una puta de la pasión

Al escuchar estas palabras tan excitantes y a la vez con una sorpresa por no esperarme esta palabra sucia, con lo que posteriormente identificaría para siempre (el lenguaje sucio), exclame:

  • Papi dame todo tu lechita, lléname con tu ser, mi vagina arde de sentirse invadida por tus jugos

  • Espera quiero seguir disfrutando de tu cuerpo de diosa

Para lo cual me cambio de posición, poniéndome en cuatro e introduciendo su miembro al instante, me dio una sensación de gozo saber que podía provocar todo eso en mi maduro, el cual si no es tal vez el mayor amante que eh tenido, debido a mi falta de experiencia en ese entonces, si ha sido el más placentero, a que me entregue por primera vez y con el que disfrutaría de muchas noches de pasión, de completa entrega hasta poner en riesgo mi corazón.

  • Dame papi, dame todo, quiero sentir todo

  • Voy a hacerte mía para siempre, toma mi leche

En ese instante explotamos los dos en un riquísimo orgasmo, pleno como debía ser, echándome con esto su semen en lo más profundo de mis entrañas, mi cuerpo vibraba tras ser poseído, disfrutando la entrega mutua con mi maduro, el cual  me lleno de besos y caricias.

  • Mi niña creo que me he enamorado….

Agradeceré sus comentarios los cuales me inspiran a continuar con mis relatos, los cuales para algunos no parecerán intensos, pero con 100% reales, y me encanta la idea de contarlos en esta pagina, para que les muestres como me descubrí una adicta al sexo.