Mi primera vez con dos pollas
Cruising con dos desconocidos que me dan su leche en la boca
Cuando me acerqué a la tienda en la que había quedado, pude ver un chaval bastante jovencito fumando fuera. Hacía escasos minutos que me había puesto en contacto con ellos a través de una web de cruising. En principio, yo iba a comerme una sola polla, pero cuando el de la tienda me dijo "Oye... ¿Te importa que venga un amigo y nos la comes a los dos?", me puse a 100. No tengo mucha experiencia, pero lo de comerme dos pollas diferentes me excitaba mucho.
Un rápido cruce de miradas me hizo saber que él era el otro. Comprobé que dentro de la tienda había un cliente y entendí por qué esperaba fuera. Yo entré y me esperé mi turno. Cuando el dependiente, un hombre maduro de unos 45 años, con un poco de tripa y barba me preguntó que quería, con una cara de sospechar quién era yo, le contesté algo nervioso que era "el de la web".
Entendió y se asomó a la puerta de la tienda. "Pasa", le dijo al de fuera.
Entró y esperamos a que el de la tienda cerrara la puerta y pusiera el cartel de "cerrado". Nos pidió que bajáramos con él a una especie de sótano antiguo. El sitio era bastante sórdido, muy húmedo y oscuro, lleno de trasto y polvo. Me excité mucho, no sé, el morbo de estar en un sitio así, sabiendo que me iba a comer dos pollas.
No dije nada, me puse de rodillas y se acercaron los dos. Ellos se pusieron a besarse mientras yo desabrochaba un pantalón y luego el otro. Ante mí, dos hermosas pollas, una más gorda, la otra más larga.
Tomé ambas con mis manos y las puses frente a mi, disfrutando del momento. Las dos estaban ya "morcillonas", así que las junté y jugué con la lengua, recorriendo sus capullos, lamiendo, haciendo círculos en su punta. Tuve el placer de sentir cómo las dos se ponían duras frente a mí.
Llegó el momento de comérmelas bien comidas, arriba los dos seguían besándose así que elegí la del tendero, que tenía en mi mano derecha y decidí darle un buen gustazo para empezar. Me la metí entera, hasta los huevos, dentro de la boca, con mi nariz chocando su vientre, notándola en el fondo de mi garganta, aguantando una naúsea mientras movía la lengua. Repetí ese movimiento varias veces, sacándola entera para volver a metérmela en la boca hasta el fondo. Escuchaba los gemidos del tendero y, mientras, para no dejar que el chico se enfriara, le hacía una paja con la mano al compás de mi cabeza.
Decidí cambiar y dije "Ahora te toca a ti un poquito". Agarré la polla del tendero con la mano y solté la del chico e hice lo mismo con ella, hasta el fondo de mi garganta, moviendo la lengua.
Seguí mamando alternativamente. Cuando no mamaba, pajeaba. Estuve así unos minutos hasta que miré hacia arriba y ví que los dos me miraban. Me saqué la polla de la boca y les miré con la mayor cara de zorra que sé poner y les dije "Quiero la leche de los dos... ¿Me la váis a dar?". Los dos me dijeron que sí, que me la iban a dar toda. Mientras, yo me pasaba sus pollas por la cara, mientras les pajeaba, saqué la lengua y junté la dos pollas con las manos. Intenté meterme las dos a la vez en la boca, abriéndola todo lo que podía. Apenas me entraban en la boca, pero apreté hasta lograr tener bastante dentro.
Volví a mamar de uno en uno. Noté que el chico empezaba a gemir más mientras me decía "Si sigues me corro..." Yo le dije "Hazlo, por favor, no te aguantes, dame tu leche". Saqué mi lengua todo lo que pude y comencé a pajearle más rápido, con su polla apoyada en mi lengua. El tendero decía "Joder..." mientras nos veía y se masturbaba.
Miré a los ojos al chico, mientras mis gemidos se mezclaban con lo suyos. Noté el primer chorro de semen en mi lengua, salado y, entonces, volví a meterme la polla bien dentro, hasta el fondo y ahí la dejé, notando sus chorros de semen bien adentro. Me lo tragué todo gustoso mientras el chico tenía espasmos de placer. Me saqué su polla de la boca y me la volví a meter, absorviendo bien para sacarle hasta la última gota de sus semen.
Entonces, el tendero, que debía estar apunto, me hizo girarme, con su polla en la mano. Yo iba a hacer lo mismo pero no me dejó. Agarrándome de la cabeza por ambas mejillas, me metió su polla de golpe en la boca, hasta el fondo y empezó a descargar entre gemidos, mientras me follaba la boca con fuerza. Nuevamente noté semen en mi boca y volví a tragar gustoso toda su corrida, que fue bastante.
Terminó de correrse y, claro, yo estaba a cien. Yo me iba a hacer una paja ahí mismo, pero el tendero me dijo "Ponte a cuatro patas". Yo no sabía qué iba a hacer, le había dicho que yo sólo chupaba, pero excitado como estaba, le hice caso. El tío se puso detrás mío y me escupió al culo. Se acababa de correr, así que no sabía qué iba a hacer. De repente, noté un dedo jugando en mi ano. Dios, qué gusto... Me metió el dedo hasta el fondo y allí empezó a jugar, moviéndolo dentro de mi culo. Me puse a pajearme cuando el chico se tumbó delante mío, levantó las piernas y me ofreció todo su ojete. "Lámemem el culo, mete la lengua bien dentro" me dijo... Aquello era nuevo para mí. El olor a culo, los pelos... extrañamente, me excitaba, así que saqué la lengua y me puse a comerle el culo como un loco, haciendo fuerza para meter la lengua lo más adentro que podía. Mientras, él se masturbaba y ya se había vuelto a poner erecto.
El dedo en mi ano, el culo en mi boca... Fué demasiado y me corrí vivo, echándolo todo en el suelo, entre gemidos. El chico comenzó a masturbarse más rápido y llegó un momento que apartó mi boca de su culo y dirigió su polla a mis labios. Entendí lo que quería así que se la mamé con ganas, recibiendo su segunda corrida en la boca.
Nos vestimos y nos despedimos. Intercambiamos teléfonos para quedar otro día. Pero eso... Otro día.