Mi primera vez como pasivo
Hay dudas que no pueden despejarse sin dar un paso, dicen que macho es el que la probo y no le gusto no conozco maricón arrepentido y sin embargo, una lección es muy clara como gay, para ser un buen activo, primero hay que haber sido un buen pasivo.
Cuando tenía 21 años me surgió una duda que debía responder, hasta ese día solo había sido activo en lo sexual, me había cogido a tantos machos que la verdad es que tenia clarísimo que era un buen amante, sin embargo, varias veces me había negado a que me penetrasen, la verdad es que nunca me considere mas macho por ser el que penetraba, ser gay es algo transversal a ello, ser pasivo, activo o versátil no es mas que distinguir un rol preferido en la cama, no se es mas o menos macho por ser el que encula o ser el enculado.
Con ese pensamiento claro y muy asimilado, me arme de valor y me propuse conseguir al macho adecuado para probar que tan rico era recibir una verga en el culo, solo sabia como me gustaba penetrar a mi, se que lo hacia con cuidado y hasta con cariño, pese a ser bien dotado, nunca había hecho sangrar a nadie, siempre he preferido ver un rostro de placer que ver un rostro con muecas de dolor al ser enculado, por lo mismo tenia claro que necesitaría a un macho cuidadoso en el arte de penetrar.
Cierto día, iba por un paseo peatonal céntrico y como en otras ocasiones, no me fue difícil encontrar a machos deseosos de sexo, rápidamente escogí a uno que me llamo la atención por su facha, alto, no tan fornido pero si bien definido y que al hablar con el, me genero cierto grado de confianza al no presentarse como un tipo tan apresurado, me comento que era versátil, le explique que era activo, y que algún día me gustaría probar ser pasivo, me explico que era un paso que debía dar con alguien de confianza y que me lo hiciese con cuidado. Compartimos un café y me invito a su casa, acepte la invitación y ya en su casa comprendí que el tipo intentaría lograr cumplir mi deseo.
Y vaya que lo intento... luego del primer polvo en que lo penetre hasta el fondo y lo hice acabar sin tocarse mientras se retorcía de placer bajo mi cuerpo, el tipo procedió a darme el beso negro mas rico que me hayan dado. Estaba tan rico que ni siquiera note cuando me metió un dedo y comenzó a dilatar mi estrecho y hasta ese momento virgen culito. Me lo dilato tan bien y me lo chupo tan rico que me hizo acabar en forma espontánea, luego y aprovechándose que aun estaba bajo los espasmos del orgasmo, procedió a ponerse tras de mi y comenzó a jugar con su herramienta en mi culo, la verdad es que a esas alturas estaba entregado a mi destino y a mis ganas de ser penetrado por primera vez.
No voy a mentir, me dolió un poco y cuando paso la cabeza comprendí por que mis amantes ocasionales intentaban levantar su espalda cuando comienza la penetración, la sensación de invasión es tal que no es posible dejar de intentar que el invasor se retire, pero mi amante sabia lo que hacia, me tomo de la cadera y me mantuvo con el intruso dentro hasta que me acostumbre a su tamaño, cuando la sensación de apuro paso, admito que un rico ardor se apodero de mi esfínter, luego mi amante comenzó a introducir el resto de su instrumento, la verdad es que el intruso no era gigante, unos 16 centímetros de largo y unos 3 y medio de ancho pero se sentía exquisito, no voy a mentir diciendo que fue lo mejor de mi vida, simplemente se sentía rico y lo disfrute, mi amante se movía suave y a un ritmo pausado que provocaba gran placer.
Esa fue la primera vez como pasivo, siempre lo he considerado de mal gusto, pero por primera y única vez agradecí un polvo, considero que es de mal gusto porque un polvo no se agradece, simplemente se disfruta.