Mi primera vez
De como empecé a ser infiel
Hola, tenia ganas de contar mi historia, para la gran mayoría será un relato aburrido y con poco contenido, pero es lo que me marcó.
Me haré llamar Ingrid, tengo 33 años, estoy casada desde hace 8 años, no tengo hijos y trabajo en la cadena de montaje de una fabrica. Me gusta describirme como chica y no como una mujer, siempre visto informal, con vaqueros y zapatillas, no suelo usar faldas ni mucho menos zapatos de tacón (por eso digo lo de chica y no lo de mujer) mido 1,56 m. pelo castaño corto, no destaco en nada, no tengo un par de tetas de escándalo ni tan siquiera un culo de infarto. Suelo salir una vez al mes de marcha, a mi pareja le gustan otros tipos de locales por lo que solemos salir casi siempre juntos pero acabamos por separado, reconozco que cuando salgo bebo quizás en exceso, pero no tengo ningún problema con la bebida. Hasta el verano pasado siempre le fui fiel a mi marido, así como creo que el también ha sido fiel conmigo, a día de hoy le he puesto los cuernos dos veces, os cuento como fue mi primera vez.
La historia comienza el año pasado con motivo de un famoso festival de música folk que se celebra cada año por mi tierra. Suelo ir con una buena amiga y con otra pareja (mi pareja no soporta esa clase de música) llevo asistiendo muchos años. Solemos ir el sábado, acampamos ese día y el domingo volvemos porque hay que ir a currar el lunes.
El año pasado no pudieron ir con nosotros, así que fuimos mi amiga y yo, aunque le conté a mi marido que habíamos ido los cuatro, para que se quedase más tranquilo.
Llegamos el sábado por la mañana, aparcamos y fuimos a buscar algún sitio para instalar la tienda de campaña, estaba todo saturadísimo, salvo una pequeña zona con unas diez tiendas, así que fuimos para allá y montamos en la tienda donde pudimos, salieron dos chavales de la tienda de al lado y nos ayudaron a montarla, les dimos las gracias y nos invitaron a cerveza, también nos dijeron que tenían porros (no soy consumidora habitual, pero si que tengo fumado)
Hacia calor, yo iba con unos pantalones piratas, una camiseta de tirantes, con la correspondiente ropa interior (nada de tangas de hilo dental, braguita pura y dura... jajaja) Nos prestaban mucha atención, seria porque alrededor no había ni rastro de mujeres solas. Estuvimos de paseo mirando el ambiente, bebiendo, escuchando los conciertos, todo genial. A las tres de la tarde ya me sobraba todo, hacia mucha calor, dentro de la tienda le dije a mi amiga que me quitaba el sostén, que si era muy escandaloso, me dijo que no, que apenas se notaba nada (tengo una 85 de pecho) así que me lo quite, y joder vaya diferencia, iba mas cómoda, no piensas en nada, solo en estar bien y divertirte.
Salimos y estuvimos allí sentadas oyendo la música y hablando de nuestras cosas, los chavales estaban también sentados cerca de nosotras a su rollo. Al rato me doy cuenta que están mas cerquita de nosotras, justo atrás de mi, les hicimos un hueco y bueno... se le notaba que entre tanto porro coordinaban poco, fue entonces que me acorde que no llevaba sujetador, alguien que estuviese detrás de mi podría verme las tetas a poco que moviese los brazos. Yo que en mi vida me he sentido deseada por nadie, me vino un sentimiento de excitación tremendo, me dio un subidón de autoestima (oye, tienes 32 años y mira esos crios como te miran, en realidad no se si me miraban, pero mi imaginación echo a correr de forma brutal) También pensé que estaba casada y que tenia que guardar las formas con mi amiga, aunque poca también tenia que guardar mi imagen. Al poco me di cuenta que si, me estaban mirando, no es que notase bultos en sus entrepiernas, pero cuando me giraba ellos también giraban las cabezas, síntoma que me estaban mirando.
Pasamos la tarde, me levantaba, andaba y cuando volvía pues intentaba agacharme o estar en una posición donde me pudiesen ver, siempre con la vista puesta en mi amiga, no hacia ningún movimiento descarado, quería dar a entender que era un descuido.
Sobre las siete empezaba nuestro plato fuerte del festival, nos acercamos a coger sitio para verlo bien. Tengo que reconocer que iba muy caliente, la calor, la bebida, el sentirme mirada y tal vez deseada, todo influía. Me iba el corazón a cien, la gente se iba agolpando y claro quedas con gente delante, gente a los lados y gente atrás de ti, complicado tener espacio libre, me sentía rozada, no se si con una señora mayor, si con un chico, si con un abuelo o si con un poste de la luz, lo cierto es que estaba en otra dimensión. Al rato dejamos la multitud, nos fuimos a los servicios. Allí nos encontramos a los chavales que también estaban usando el servicio, nos volvimos los cuatro otra vez para el escenario, ya era muy difícil coger buen sitio pues llegar a delante del escenario era complicado, así que nos quedamos mas o menos por en medio.
Empezamos a bailar y bueno, rápidamente note el roce, los chavales que tontos no eran también aprovechaban para echarse encima de mi. Notaba manos en mi culo, notaba dedos traviesos, vamos que estaba pidiendo a gritos que me follase alguien, mas señales no podía hacer. Mi amiga estaba como yo, toda ida, dando botes. Pero como la cosa se podría desmadrar por la gente que estaba alrededor nuestra que se sentían automáticamente invitados a venir a rozarse conmigo o con mi amiga. Así decidimos retirarnos, veía a mi amiga y sabia que seguramente buscaba lo mismo que yo (estaba soltera, sin novio) no estábamos para debates filosóficos ya que entre el alcohol, el cansancio y algún que otro porro íbamos a piñón. Íbamos camino de las tiendas y empezó a no gustarme la cosa, los dos chicos iban mas pendientes de mi amiga que de mi, llegamos a la tienda y me metí en la nuestra, a los tres o cuatro minutos entro uno de ellos, así que supuse que mi amiga estaría con el otro en su tienda, nada más entrar ya se tiró encima de mi, me quito la camiseta y empezó a chuparme las tetas, todo con movimientos agresivos, yo me dejaba hacer, se desnudo y le pude ver la polla, pequeñita y delgada, vamos la de un chico de su edad. Improvisamos un 69, me planto su polla en mi cara mientras buscaba mi coño, la sensación fue terrible, intenté chupársela, pero la olor a sudor, orín y vete a saber que más era insoportable, fue como si me hubiesen sacudido con una maza, le chupaba la puntita y pero no podía, el supongo que debía sentir algo parecido, ya que entre mi sudor y lo mojada que estaba tampoco debía oler a rosas mi coño, lo cierto es que me giré con todas mis fuerzas, busqué la bolsa de la basura y vomité , me pregunto si estaba bien y le dije que si, que estaba algo mareada. Rápidamente volvió a lo suyo, se colocó otra vez en la misma postura y empezó a darme besitos en mi coño, realmente toda mi calentura se fue dentro de la bolsa con el vómito, tenia plantada su polla en la cara, gracias a dios que con el vómito dejo de olerme mal, tenia la boca como sedada, empecé a chupársela, el dejó mi coño tranquilo, no le debía convencer mi forma de chupar y hacia más fuerza para que me la tragase entera, sentía que en cualquier momento se iba a correr y decidí volver a girarme con fuerza, se puso un preservativo y se colocó encima de mi a peso y empezó a bombear con fuerza, me agarraba una teta y era un animalico, todo fuerza, de repente la saco y vi que se había corrido en el preservativo, nos fumamos un porro y acto seguido ya tenia otra vez la polla a punto, hicimos el perrito, lo pase mucho mejor, tenia más aguante, me metía un dedo por el culo mientras me penetraba por el coño con su polla, llegue a tener un orgasmo (cosa muy rara en mi, ya que me cuesta llegar) empecé a gemir y eso fue el final, al oírme gemir el chico se vino enseguida.
Notaba durante la noche que me volvía a penetrar pero no estaba en condiciones, era como si follase con una muerta.
Desperté a las dos del mediodía, estaba desnuda dentro de la tienda, con un escozor en mi coño, lo tenia bastante irritado, me reincorporé y entro el otro chico, el que había estado con mi amiga, me dio un beso suave en la boca y me dio los buenos días, busque mi sujetador, mi camiseta, no encontraba mis bragas así que salí con el pantalón puesto pero sin bragas, fui a buscar a mi amiga y le dije que nos íbamos, ella asintió, nos fuimos a los aseos a lavarnos algo, desprendíamos un olor brutal. Recogimos y el chico con el que había follado se acercó a despedirse de mí y me dijo que tenía mis bragas y si se las podía quedar a modo de recuerdo, asentí con la cabeza y le sonreí.
Antes de llegar a casa paramos en una estación de servicio, compramos listerine y un gel, nos conseguimos lavar y quitar algo la olor. Tuve la gran suerte de que me vino la regla, supongo mi coño no estaba preparado para tanto stress, fue la excusa perfecta para no follar con mi marido y que no notase el estado de mi coño.
Un saludo a todos, mi segunda vez no tiene tanta chicha como esta, es más bien aburrida, por lo que de momento acaba aquí mi historia.
Besos