Mi primera vez

Mi primera experiencia fue con mi tio, 20 años mayor que yo.

Aquel iba a ser un dia inolvidable para mi, mucho antes de saber lo que realmente me iba a suceder. Para un chico como yo, de 15 años, salir por primera vez yo solo del pueblo para ir a la capital era toda una aventura. Y, aunque ya en la misma estación me recogería mi tio, tenía una sensacion de libertad que dificilmente puedo tener en un pueblo pequeño del norte de España como es el mio.

-”Que tal el viaje”- me dijo mi tio nada mas verme acompañando el saludo de un cariñoso beso. -”¡Estupendo!- casi le grité con entusiasmo.

Conocia a mi tio bastante bien. Era un hombre de unos 35 años, de cabello muy negro, ojos oscuros y piel tostada. Era tan guapo como su hermana, mi madre, de tipo mediterraneo tambien. Yo, en cambio, era de piel mucho mas blanca y de cabellos rubios. Los ojos azules y mi complexion delgada evidenciaban que habia salido mas bien como la familia de mi padre. Mi tio se habia casado joven, con una compañera de facultad, nada mas terminar Medicina ambos. Su mujer, mayor que él, ya tenia un hijo de una relación anterior, Oscar,  mas o menos de mi misma edad, y con el que compartia juegos en el pueblo desde pequeño cada verano que nos visitaban. Mi tio siempre se portaba bien conmigo, y me compraba regalos en cada visita. Se notaba que era su sobrino favorito desde que yo era muy pequeño, asi que cuando mi madre le pidió que me ayudara con “mi problema” no paró hasta buscar la mejor solucion.

Os preguntareis cual es “mi problema”. En realidad, ahora que han pasado unos meses desde que ocurrió aquello ya no lo veo tan problema como antes, pero bien es verdad que durante unos meses me mantuvo bastante preocupado. La cuestion es que en el pueblo donde vivo, muy cerca a la costa cantabrica, este año empezó a hacer calor desde principios de primavera. Un dia que decidimos ir a la playa acabamos todos mis amigos y yo en el agua, y entre juegos y risas nos quitamos los bañadores, pues apenas habia nadie en los alrededores y todos permaneciamos en el agua evitando los curiosos. Como os dije antes, mi piel es blanca, más en ciertas zonas, aqui que era inevitable que me quemase al no usar protección solar. El medico me hizo unas curas que no fueron muy complicadas, pero al verme desnudo avisó a mi madre que era necesario que me operase de fimosis. Como mi tio es cardiólogo, y trabaja en la capital, mi madre le pidió que buscara un compañero que me pudiera operar lo antes posible, y decidimos hacerlo nada mas terminar el curso escolar, a finales de junio de este verano.

-”¿Que te apetece hacer durante esta tarde? Hoy eres mi invitado” - me dijo mi tio con una sonrisa mientras agarraba mi mochila.

-”Ummm, en realidad no habia pensado nada. Me apetece dar una vuelta por el centro en el coche, si tu quieres” - le pedí

-”Estupendo, hombre. Si quieres podemos ir al cine. Tu tia y tu primo estan en Madrid en casa de sus abuelos, asi que nadie nos regañará si llegamos tarde “- me dijo entre risas.

-”Ja, ja, ja. No te preocupes, un simple paseo en coche será estupendo.” - le respondí.

Y la verdad es que lo fue. Como ya eran casi las nueve de la noche, decidimos ir a casa para no acostarnos muy tarde, pues al dia siguiente era la operacion.

-”Duchate si quieres. Puedes quedarte a dormir en el cuarto de Oscar”- me dijo mi tio mientras esperabamos el ascensor.

“!Genial! Siempre me pregunté como sería su cuarto” - le respondi.

Como ya no ibamos a salir, despues de ducharme me puse mis piratas blancos y una camiseta roja para estar en casa. Mi tio, que tambien se quitó los pantalones y se puso unas carzonas blancas como las que llevan los futbolistas, hacia la cena en la cocina.

-”Umm, deliciosas las croquetas, tito”- le dije en plan cariñoso. -”En realidad tienen trampa, la masa la preparó tu tia antes de irse” - confesó poniendo cara de inocente. “Tumbate en el sofa a ver la tele mientras recojo la mesa”.

Como me daba un poco de corte, simplemente me quité las zapatillas y me puse a la izquierda del sofa con los pies encogidos y el cuerpo de lado. Mi tio se sentó justo a la derecha del sofa despues de recoger la mesa. Como hacia una noche calurosa, se habia quitado la camiseta y sus brazos y torso lucia un vello abundante, pero bien cuidado que le daba un aire muy varonil a su cuerpo, que todavia conservaba el tono muscular de su juventud.

A los diez minutos de estar sentado mi tio me agarró el tobillo sin darme cuenta y lo estiró para apoyarlo sobre sus rodillas, para que estuviera mas comodo. Aquello me hizo dar un salto, que hizo reir a mi tio.

-”Tranquilo, hombre, que no pasa nada” - me dijo riendose. -”Je, je, perdona tio, es que me asusté” - atiné a reponderle. -”Estas nervioso por la operación de mañana, ¿verdad?” - me dijo ya algo mas serio. -”Bueno, un poco, es normal que lo esté ¿no?” - le respondí -”Que va a ser normal, tonto, no te preocupes. Es una operacion de lo mas sencilla. Todos los dias operan en el hospital a 15 chavales como tu” - me dijo -”Ya, pero a mi es la primera vez que me van a operar de algo” -”Si, pero ya te digo que es una operacion muy sencilla. Yo apenas noté nada cuando me la hicieron” - me confesó. -”Ahh, ¿pero tu te has operado tambien?” -”Si, hace unos años. Por eso se que no tienes que preocuparte, y además ya veras como queda mucho mas bonito lo que tienes ahí abajo”- me dijo con una sonrisa. -”Jajaja, bueno, ahora a mi eso me da un poco igual. Lo que me interesa es que todo quede bien”- le dije cada vez mas nervioso. -”Claro que va a quedar bien. ¿Quieres ver como me quedó a mi para que veas que no hay problemas?” me preguntó. -”Vale” - le dije despues de pensarmelo durante unos segundos con un hilito de voz.

Entonces mi tio abrió un poco mas las piertas y sin quitarse las calzonas retiró la tela y la redecilla y dejó salir su miembro en plena erección apuntando hacia mi.

-”Acercate si quieres, veras como no se nota nada” - me pidió.

Sin levantarme del sofá me puse de rodillas sobre él, acercandome hacia su pene. Era la primera polla en erección que veía en mi vida y ciertamente no me hacia una idea lo grande que podia ser asi tan cerca. Mi tio la agarró con dos dedos y echó la poca piel que le habian dejado hacia abajo, de forma que pude contemplar todo el capullo totalmente liberado y las venas que recorrian todo su tronco. En la puntita, sobre la rajita del capullo se escapó una gotita de lubricante que mi tio extendió sobre todo el capullo al darse cuenta.

-”Fijate como queda de bien. Además puedes tocar el capullo con los dedos y estrujarlo sin que te moleste para nada. ¿Ves?”- me enseño mi tio mientras se agarraba aquel capullo, deformandolo entre sus dedos. Me dieron unas ganas horrorosas de tocarlo yo tambien, pero el pudor me tenia paralizado el cuerpo.

-”A ti te duele cuando intentas sacar el capullo asi, ¿verdad? Dejame ver como tienes la polla un momento”- me pidió sin esperar respuesta a su pregunta. Sin mucho pensarlo me puse de pie y al desabrochar el boton y el elastico que sujetaba mis piratas, lo dejé caer, bajando a continuacion mis boxers oscuros hasta las rodillas.

-”Je, je, pero hombre, ¿a ti no te han dicho que tienes que tenerla afeitada para la operacion?”- me dijo mi tio entre risas. Yo me moria de verguenza. Nunca me habia mostrado asi desnudo y excitado ante nadie y mi tio no se le ocurre nada mejor que reirse y mofarse de mi. Decidí que era el momento de volver a ponerme la ropa.

-”Que haces, espera hombre, no te enfades” - me pidio mi tio. “Además, lo que te he dicho de afeitarte alrededor de la polla es verdad, y ya que estamos asi, no voy a dejar que lo hagas solo, con lo incomodo que es. Quitate lo que te queda de ropa y tumbate en el sofa, que voy a buscar una cosa.” - me ordenó que hiciera.

Mi tió fue un momento a la cocina y al baño y trajo un pequeño barreño con agua, espuma de afeitar, unas tijeras y una maquinilla desechable. A mi me dio tiempo de quitarme la ropa, pero permanecia de pie sin saber muy bien que hacer y con la polla morcillona con todo lo que estaba sucediendo. Mi tió se sentó en el centro del sofá.

-”Ahora vas a tumbarte boca arriba y vas a colocar el “culito” sobre mis rodillas, de forma que me sea mas facil y no pueda cortarte por accidente.” Me pidió mas serio. Me hizo gracia como dijo la palabra culito. Hice todo lo que me habia pedido sin rechistar. Al colocarme asi, noté el pene duro de mi tio muy cerca de mis nalgas, aunque ya lo habia tapado de nuevo bajo sus calzonas.

Mi tio me cortó con mucho cuidado con las tijeras todo el pelo que sobresalia por encima de mi pene. El pelo de los huevos lo cortó casi uno por uno muy despacio, casi parecia que se recreaba en ello. Yo le ayudaba sujetando mi pene, de nuevo en ereccion, y moviendolo de un sitio a otro para que no le estorbase y pudiera cortar sin dificultad.

-”Extiendo una mano hacia mi” me pidió para aplicar un poco de espuma de afeitar sobre ella. “Extiende bien la espuma por todos los sitios donde veas pelo, aunque solo sea un poquito, y asi aprovechamos y te queda todo rasurado”

Despues de aplicar la espuma por mi sexo y los muslos, me entregó un poco de papel de cocina para que me limpiara las manos. Con el mismo cuidado o mas incluso que antes empezó a afeitarme por todas las zonas donde yo habia aplicado la espuma. Como yo tenia las manos ocupadas con el papel de cocina para limpiarme, no esperó mas y me agarró suavemente el pene con dos dedos para retirarlo antes de pasar la cuchilla. Era la primera vez que alguien me tocaba la polla y me sentia super excitado.

-”A ver hasta donde descapulla mi sobrino favorito” - dijo mi tio al acabar de afeitarme los muslos, al ver que yo me habia dejado tocar el pene durante todo el tiempo que duró el afeitado. Agarró la piel del pene entre los dedos corazon y pulgar y la echó hacia abajo con suavidad hasta donde dio de si. Una vez abajo, empezó a acariciar la rajita de la punta con el dedo indice, extendiendo las gotas de lubricacion haciendo circulos. Aquello me hizo dar un escalofrio de placer. No se si intencionadamente o no, apoyé mi mano bajo el ombligo de mi tio, sintiendo su polla dura bajo sus calzonas. Mi tio, al notar la presion de mi mano, decidió liberarla por encima del elastico de la prenda, bajando las calzonas un poco para que no le molestase la presion.

-”Agarramé la parte del capullo sin miedo, sobrino, ya veras como no me haces daño ni me dan escalofrios como a ti” - me pidió visiblemente excitado. Mientras yo le obedecia, él me limpiaba los restos de espuma de afeitar con una toalla, acariciandome con ella tambien el pene ya sin temor a que yo le rechazara. Luego refrescó sus manos con un poco de agua tibia y me acarició el cuerpo con ellas como si fuera aftershave, pasando sus manos tambien por los muslos. Incluso noté como algunos de sus dedos me acaricieron ligeramente el trasero.

-”Por aqui tambien tienes un poco de pelo, sobrino. Esto lo dejaremos para otro dia si quieres” me dijo con una sonrisa mientras tocaba alrededor del orificio de mi “culito”, como él decía. Yo seguia tocandole el pene con un movimiento mas o menos ritmico, casi como si le masturbase, aunque él preferia no centrarse en mi pene exclusivamente y tocaba todo mi cuerpo con suavidad desde los tobillos hasta las axilas, seguramente adivinando que me correria enseguida si no lo hacia asi. El pecho era otra de sus zonas favoritas, pasando sus dedos magicos por mis pezones muy suavemente. Finalmente, agarró mi pene y con apenas unos pocos de movimientos acabé corriendome sobre su mano. Yo intenté que él se corriese tambien, pero al correrme paré el ritmo casi sin darme cuenta y él prefirió guardar su pene sin correrse.

-”¿No quieres que siga tocandote, tito?- le pregunté. -”No te preocupes por mi, yo estoy de puta madre. Supongo que ahora no te olvidarás de la ultima vez que te corristes con tu “antigua” polla”- me dijo sonriendo. -”No creo que pueda llegar a olvidar esto, jeje” - le dije dandole un beso en la cara.

Me duché de nuevo, esta vez acompañado de mi tio. Mi tio me invitó a dormir con él en la cama de matrimonio, y asi lo hicimos los dos desnudos. Al dia siguiente no pasó nada cuando nos levantamos, nos vestimos entre risas, y mi tio me acompañó durante toda la operacion esperandome en la sala de espera. La tarde la pasé solo, porque mi tio tenia que trabajar, asi que me fui al cine. Al dia siguiente, despues de las curas, volví en autobus a mi pueblo. No volví a ver a mi tio hasta mediados de Agosto, esta vez acompañado de mi primo y su mujer. Me hubiera gustado haber estado a solas con él tambien en Agosto, pero no coincidió que se diera la circunstancia y siempre habia alguien cerca.

Desde que estuve con mi tio a finales de Junio no he podido dejar de pensar en él. No se si estoy enamorado o no, pero me hubiera gustado haber echo mas cosas con él, tocarle todo el cuerpo como él hizo conmigo, saber a que sabe su polla, o incluso dejar que me penetrase, aunque esto me da un poco de miedo. De todas formas viendo como me trató la otra vez, pienso que nadie me iniciaria en la penetracion con tanto cuidado y dedicacion como él lo haria conmigo. Tampoco sé si mi tio ha echo esto con mas gente, incluso con mi primo, que tiene casi mi misma edad, y aunque me moria de ganas de preguntarselo, al final decidí ser mas prudente.

Ahora estoy empezando a salir con una chica. Se llama Olga, y me trata muy bien, es una chica de toda la vida del pueblo. Aun no hemos hecho nada, pero realmente no me excita demasiado hacer nada con esta chica y en cambio me pongo a cien cada vez que pienso en las cosas que hicimos mi tio y yo y en todo lo que podriamos llegar a hacer. Espero que os gustara mi primera experiencia. Un beso a todos.

Un chico del norte.