Mi primera vez♥

Hola bebés, espero estén pasando un lindo día. Este será el primero de muchos relatos que quisiera compartirles sobre mi vida privada y sexual. Me gustaría comenzar esta serie de relatos contándoles cómo fue que perdí mi virginidad.

Hace algunos años, solía ser una chica tímida, no era muy social y no tenía muchos amigos; ya que todos en mi escuela disfrutaban de ir a fiestas, tomar y tener sexo desde muy jóvenes y yo sentía miedo por intentarlo. La única experiencia que tenía era masturbarme, ya que solía hacerlo seguido, bueno, sigo haciéndolo. En ese entonces tenía un dildo que una amiga me regaló de juego pero le agarré mucho cariño, se sentía increíble.

Desde que soy muy joven tengo bonito cuerpo, mis senos me crecieron a una temprana edad, son firmes, de buen tamaño y tienen dos lindos pezones rosas respingados. Siempre he sido de abdomen plano y con unas nalguitas no enormes pero bonitas. Lo tenía todo para ser una chica "popular" entre mis compañeros, era divertida, bonita y tenía un cuerpo que muchas chicas envidiarían.

Recuerdo el día como si hubiera sido ayer, estaban mis compañeros en el salón de clases hablando sobre una fiesta que habría el Sábado por la noche y tenían una lista con los invitados para que confirmaran su asistencia; cuando llegaron a mi nombre, la chica con la lista dijo: "Pff, pondré que Karla no irá de una vez, no sé para qué la seguimos tomando en cuenta.". Eso me hirió un poco y sólo por querer hacerla ver como una idiota me paré y dije: "Pues estás mal, porque sí iré.". Todos se asombraron y me dijeron que me verían el Sábado.

Llegó el día y yo estaba que me moría de los nervios, no sabía que me iba a poner ya que quería ir vestida de manera casual pero al mismo tiempo quería probarle a todos que podía ser sexy y que no me importaba lo que pensaran de mí. Después de batallar un rato con la indecisión, decidí llamar a una amiga para que me ayudara, me dijo que fuera a su casa y que de ahí nos íbamos a la fiesta.

Antes de irme obviamente tenía que darme un baño, me quité la ropa y me vi en el espejo, noté que llevaba ya algo de tiempo que no me rasuraba el área púbica pero no pensé que fuera necesario, "No tiene caso que me rasure, no es como que voy a tener sexo o algo así, aunque quizás pueda rebajarlo un poco por cualquier cosa", pensé. Tome la rasuradora y comencé a quitarme algo de vello púbico, no me deje mucho pero no quería quitármelo por completo, siempre me ha gustado tener aunque sea un poco.

Llegué a casa de mi amiga y comenzamos a ver su ropa para ver qué podía usar, ella y yo tenemos una figura muy parecida. Después de ver algunos vestidos y faldas, decidí llevar una blusa pegadita blanca que terminaba justo debajo de mis senos y una minifalda que cubría muy apenas mis nalgas. Decidí no llevar sostén ya que para ser honesta no lo necesito, mis senos son bastante firmes, y decidí llevarme una tanga negra que hacía que mis nalgas se vieran preciosas. Finalicé con un bolso negro pequeño pero bonito que combinaba con mi tanga y estábamos listas para irnos. Tengo que admitir que me sentía bastante sexy en ese atuendo, ya que resaltaba bastante mi figura aunque también me sentía algo nerviosa al no saber como iban a reaccionar mis compañeros, ya que ellos estaban acostumbrados a verme sólo en suéteres y pantalones.

Llegó la hora de la fiesta, así que mi amiga y yo nos subimos a su coche y mientras íbamos en camino me dijo que quería pasar a la farmacia, le dije que no había problema. Nos bajamos en una farmacia local a comprar unos cigarrillos para mi amiga y unos chicles de menta para lidiar con el aliento alcohólico. Desde que entré a la farmacia podía sentir las miradas de los hombres que habían en los pasillos. El atuendo funcionaba, por alguna razón no me sentí incómoda de que me observaran. Me gustaba. Cuando llegamos a la caja, podía ver de reojo cómo el chico que atendía "disimuladamente" volteaba a ver mis senos, ya que mis pezones se notaban a través de la blusa. Me encantaba que me observara con esa lascivia. Mi amiga le dijo al chico que le diera una caja de condones y me preguntó si yo quería una caja, le dije que no ya que ella sabía que nunca lo había hecho y que no planeaba hacerlo esa noche. Le dijo al chico que echara otra caja y me dijo: "Mira, guárdalos en tu bolso y si no los usas me los das, es mejor tenerlos y no necesitarlos, que necesitarlos y no tenerlos.". Los guardé en mi bolso y salimos enseguida a la fiesta.

Cuando llegamos al patio de la chica donde era la fiesta, instantáneamente noté como todas las miradas estaban en mí. Era la primera vez que mis compañeros me veían fuera de la escuela y mejor aún, en un atuendo tan sexy. Saludé a mis compañeros y en menos de cinco minutos se me acercó un chico ofreciéndome una bebida. Le dije que no tomaba y mi amiga al escuchar eso me dijo: "Sólo por hoy déjate llevar, mírate, terminando la fiesta nos vamos a mi casa y ahí puedes dormir, para que regreses ya sobria a tu casa.". Lo pensé por un minuto y decidí aceptar esa bebida. Tengo que admitir que me la estaba pasando increíble, estaba rodeada de chicos y yo sabía perfectamente que todos tenían lo mismo en mente. Querían coger conmigo. Por alguna razón el sólo pensar que tantos chicos querían intimar conmigo me excitaba muchísimo.

Pasan algunas horas y estoy algo alcoholizada, me encontraba bailando con un chico que era amigo de una compañera, lo conocí ese mismo día. Bailábamos muy pegaditos y podía sentir cómo me repegaba su verga mientras me agarraba de la cintura. El sólo sentir cómo la movía entre mis nalgas me prendía bastante, me volteo para verlo cara a cara y me da un beso. Me sorprendió un poco pero me dejé llevar y se lo correspondí. Estábamos besándonos a media pista de baile cuando se detiene y me dice al oído: "¿Te gustaría ir a un lugar más privado?". No sé si fue el alcohol o lo cachonda que estaba pero le dije que sí enseguida. Me tomó de la mano y me llevó dentro de la casa a la habitación de huéspedes de la chica.

Cerró la puerta, le puso seguro, nos acostamos en la cama y comenzamos a besarnos, sentía cómo me agarraba las nalgas y eso me calentaba aún más. Tomé su mano y la metí por arriba de mi falda, quería que sintiera lo firme que era mi abdomen y que notara lo mojada que estaba. Movió mi tanga con dos dedos y comenzó lentamente a meterlos en mi vagina. Era una sensación increíble, poco a poco comenzó a tomar velocidad y cada vez sentía que me mojaba más. Metí mi mano en su pantalón y tomé su verga, tenía un buen tamaño y era larga, yo estaba fascinada. Estuvimos masturbándonos un rato mientras nos besábamos y le susurré al oído: "Quiero que me la metas.". Me miró a los ojos algo apenado y me dijo: "Créeme que me encantaría pero no tengo condones conmigo.". Saqué los míos de mi bolsa y el chico sonrió de oreja a oreja.

Metió sus manos por debajo de mi blusa y comenzó a levantarla para quitármela. Al ver mis senos podía notar como su verga palpitaba a través de su pantalón. Se quitó su playera y me asombró lo bien tonificado que estaba su cuerpo. Desabroché su pantalón y comencé a bajarlo con todo y ropa interior dejando libre esa verga que estuve masturbando por unos quince minutos. No podía creerlo, se veía enorme, mucho más grande que el dildo con el que me masturbaba en mi habitación mientras todos dormían. Me quité la falda con mi tanga y me dijo que le gustaba cómo lucía mi vello púbico. Todo salía a la perfección.

De lo cachonda que estaba no lo pensé dos veces y poco a poco me fui acercando a su verga. La tenía frente a mi y sin pensarlo pasé mi lengua por ella. Comencé desde sus testículos hasta la punta de su verga, de arriba a abajo varias veces. Sentía como palpitaba su verga y sin avisar metí su verga en mi boca. Levantó mi cabello y echaba su cabeza hacia atrás, mientras yo demostraba lo que había practicado con mi dildo. Para ser honesta era difícil meterme toda su verga en la boca de lo grande que era, pero de lo caliente que estaba no lo vería como un problema. Después de unos minutos haciéndole garganta profunda me sujetó fuerte de la cabeza y comenzó a penetrarme la boca con un poco de fuerza. Aunque me dolió un poco, tengo que admitir que me encantó.

Después de un tiempo, los roles cambiaron y él comenzó a hacerme sexo oral. Se notaba que disfrutaba lamer mi vagina, metía su lengua muy profundo y eso me hacía mojarme demasiado. Lo acerqué conmigo, continuamos besándonos, saqué un condón y se lo puse. Él jugueteaba con su verga en mi vagina, se sentía delicioso pero moría porque me la metiera. Agarré su verga y la metí despacio, era una sensación increíble. Se dio la vuelta y se acostó sobre mí, comenzó a tomar un poco de velocidad y era una sensación muy rica. Metía toda su verga dentro de mí con una fuerza que me hacía sentir en el cielo. Pasaron unos diez minutos y le dije que quería montarlo, lo acosté y lentamente me senté en su verga hasta que la tenía completamente dentro de mí. Comencé a tomar velocidad y podía notar como su mirada estaba enfocada en mis senos que rebotaban de arriba a abajo. Agarré mi cabello y lo sostenía por arriba de mi cabeza con mis manos y me dijo que le encantaba lo suave que era mi piel. Me abrazó y me dio la vuelta para acostarme y poderme coger estilo misionero. Tomó mis dos manos con una mano y las puso por encima de mi cabeza mientras que con la otra me tomaba del cuello mientras me penetraba fuertísimo.

Nunca había sentido tanto placer como aquel día. Pasaron quizás unos treinta minutos cuando me comentó que estaba cerca de terminar. De nuevo no sé si culpar al alcohol o a lo caliente que estaba pero le dije que quería que terminara en mi cara. Unos dos minutos más transcurrieron cuando me dijo que estaba listo, me puse de rodillas en el piso y abrí la boca, se quitó el condón, me tomó de la cabeza con una mano mientras se masturbaba con la otra y al pasar unos cinco segundos dejó salir todo el semen que traía guardado. Era bastante y me cubría toda la cara, una parte entro a mi boca, otra sobre mis ojos, lo demás en mi frente y mis mejillas. Se sentía caliente sobre mi piel, y tenía un sabor extraño, aunque mentiría si dijera que no me agradó el sabor.

Limpié lo que quedaba de semen en su verga con mi boca y terminé por tragarme lo que traía dentro. Estábamos bastante sudados así que nos quedamos platicando unos minutos de lo rico que estuvo y cuando ya estábamos en mejores condiciones, se vistió y fue al baño para traerme papel y poder limpiarme. Me limpié, saqué un cepillo de mi bolso para peinarme y diez minutos después salimos a la fiesta como si nada. Algunos me preguntaron que donde estaba, les dije que estaba platicando con él nada más, nadie sospechó nada porque ninguno se imaginaba lo putita que podía llegar a ser, otros ni cuenta se dieron que desaparecimos casi una hora.

Pasaron algunos días y en la escuela, la dueña de la casa se acercó a mí y me dijo: "Encontré un condón usado en el cuarto de huéspedes, ¿no que no pasó nada? Jajaja.". No pude evitar reírme y contarle toda la experiencia, después de eso nos volvimos amigas cercanas. A partir de esa fiesta comencé a salir más y dejé de ser esa chica sin amigos. Al chico lo seguí viendo en fiestas y tengan por seguro que cogíamos cada oportunidad que teníamos.

Espero que les haya gustado mi primer relato, me gustó bastante escribirlo y tengan por seguro que pronto les contaré más y mejores experiencias. Si les gustó dejen un comentario y díganme qué les gustaría saber sobre mi vida sexual, soy un libro abierto♥

Nos vemos en el siguiente relato, bebés. ¡Los amo!

-Karla (

@kmatilde3

)

Pueden seguirme en mi blog donde estaré subiendo los relatos con algunas fotitos♥

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