Mi primera vez (2)
Sigue la historia de mi primera experiencia sexual con mi primo
A los dos días siguiente, quede con mi primo como todas la tardes para subirnos a la planta alta de su casa en la hora de la siesta, mi tío estaba durmiendo la siesta y mi tía estaba en el patio detrás de la casa tendiendo ropa, nosotros la observábamos desde un ventanuco del “doblao” que es como le llaman a esa planta en la zona de mi pueblo.
He de decir que yo a mi tía siempre la miraba con deseo pues era una mujer más bien bajita pero con un culo que le sobresalía bastante, unas tetas bastante generosas que se le disimulan mucho con la ropa ancha y negra que usaba por estar de luto de su padre.
Pero yo me hacía buenas pajas después de mirarla cuando se agachaba para lavar la ropa en el patio y dejaba ver unos muslos blancos y gordos y como se le movían la tetas con el movimiento de lavar la ropa.
Esa tarde estaba tendiendo la ropa y como no llegaba bien a las cuerdas se alzaba todo lo que podía y la bata que llevaba se le subía hasta medio muslo y desde el ventanuco estaba mirándola, mi primo me pregunto que miraba tanto y le dije que nada, pero ya tenía yo la polla que me abultaba debajo del pantalón corto que usábamos en verano.
Nos tumbamos en el colchón y recordando lo que paso hacia dos días le dije a mi primo que si nos hacíamos otra paja, el no dijo nada pero yo ya estaba muy excitado y me la saque del pantalón y empecé a meneármela, él no le quitaba ojo y se animó también y se quitó su pantalón para tocarse su pollita que se le puso dura también.
Así estábamos los dos acariciando nuestras pollas pero él no dejaba de mirar la mía hasta que le dije que si no prefería hacérmela el, no lo dudó ni un momento y enseguida me la cogió y empezó a subir y bajar su mano sobre mi rabo que ya si se puso duro como una piedra, el seguía meneándomela pero yo sabía que estaba deseando que yo lo animara para llevársela a la boca cosa que hice y no tardo ni un segundo en metérsela y empezar a chuparla, yo estaba en la gloria viendo con que gusto la saboreaba, como estábamos echados en el colchón tenía su culo desnudo al alcance de mi mano y le empecé acariciar sus nalgas blancas, el al sentirlo dio un respingo y dejo la mamada pero le sujete la cabeza con la otra mano y se la baje para que continuara cosa que hizo y yo continúe pasándole la mano por sus nalgas al principio sobre ellas pero poco a poco fui metiendo un dedo entre ellas y rozarle la entrada de su ano.
A el parece que le gusto porque alzo su culo un poco hacia mi como para facilitarme que siguiera haciéndoselo y empezó a dar pequeños gemidos mientras se tragaba mi polla todo lo que le daba de si su boca, a mí también me calentó esto más y seguí pasando mi dedo por la entrada de su culo y presionándolo para tratar de meterlo un poco pero no conseguía meterlo porque lo tenía muy apretado, me lleve el dedo a mi boca y lo chupe con un poco de asco al pensar que lo había pasado por su culo, pero la calentura me podía y lleve otra vez mi dedo chupado y lleno de saliva a la entrada de su culo y conseguí que le entrara una falange, poco a poco se lo fui metiendo y sacando y cada vez entraba un poquito más y sentía como mi primo cada vez gemía más y dejaba de chupar mi polla, le pregunte que si le gustaba y con la cabeza y los ojos cerrados me dijo que si, seguí metiendo mi dedo y ya se lo metía todo , mi calentura estaba al máximo y el ya no me la mamaba con la intensidad del principio debido al gusto que estaba experimentando con mi dedo dentro de él, le pedí que me dejara poner mi polla entre sus nalgas, el no dijo nada y yo me di la vuelta y me coloque detrás de él y empecé a restregar mi rabo por la raja de su culo haciéndome la paja con sus nalgas, pero yo lo que ya quería era intentar metérsela y la puse en su entrada y empecé a presionar él se asustó y dijo que no se la metiera porque era muy gorda y le iba hacer mucho daño, trate de calmarlo y le dije que no le haría daño que empujara su culo para abrírselo como si quisiera hacer caca, yo me escupí en la mano y le restregué la saliva por la entrada de su culo y la cabeza de mi polla para lubricarla y a continuación intente metérsela otra vez, pero por más que lo intentaba no conseguía que le entrara nada y él se quejaba que le hacía daño, pero mi calentura no me dejaba que desistiera y volvía a intentarlo y viendo que no lo conseguía le pasaba la polla por las nalgas y se la metí entre las piernas y hacia como que me lo estaba follando hasta que me corrí echándole toda la leche, que como la tarde anterior fue muy abundante, entre sus nalgas y en la entrada de su culo.
Aunque había disfrutado mucho con la paja entre sus nalgas me sentía un poco frustrado por no haber conseguido perforar ese culo, que yo sabía que él estaba deseando que lo hiciera por como gemía cuando estaba intentándolo, pero yo sabía que seguiríamos intentándolo hasta que lo consiguiera, le limpie el culo y las piernas que habían quedado todas llenas de semen con el trapo que por allí había y que habíamos ocultado la otra tarde y vi que su culo se veía muy irritado y colorado pero se le veía un poco dilatado, él decía que le escocia un poco pero yo le dije que no era nada que ya se le pasaría y así nos quedamos echados y yo me volví a quedar dormido y en sueños solo veía a mi tía y ese culo que me volvía loco y soñaba con poder meter mi polla en él.
Lo que ocurrió en las siguientes tarde será en la próxima historia