Mi primera vez
Nunca imaginé que esto fuera a pasar, pero pasó.
Hola, les cuento que este es mi primer relato. Mi nombre es Nicolás, soy de Buenos Aires, Argentina y quiero compartir con ustedes mi primera experiencia sexual, la cual ocurrió cuando yo tenía 18 años (hoy tengo 36). Solo como introducción les cuento que mido 1.75 cm., soy de piel blanca (con bastantes lunares) y casi lampiño.
Durante mi juventud tuve un grupo de amigos con los cuales éramos compañeros de secundaria y hacíamos deporte juntos. Con algunos de ellos éramos vecinos. Mi mejor amigo dentro de ese grupo era Diego, quien era compañero de clase y su casa quedaba casi en frente de la mía. Nosotros teníamos una relación normal de amistad en la cual generalmente por la tarde nos juntábamos a perder el tiempo en alguna de nuestras casas y por las noches jugábamos al fútbol con otros amigos del barrio.
En un momento Diego, otro amigo llamado Gabriel y yo comenzamos a ir a un club a hacer fútbol y piscina. La verdad disfrutábamos mucho esas actividades. La rutina en general era que llegábamos y hacíamos fútbol y algo de aparatos para luego ir a hacer un rato de piscina. Después de eso una ducha y a nuestras casas. Justamente ahí fue que empezó a cambiar algo en mi. Para mi sorpresa (vale decir que yo en ese momento ni me imaginaba que me pueda atraer un chico) Diego me empezó a llamar cada vez más la atención en los vestuarios. Las duchas eran esas típicas de los clubes en las cuales hay entre 10 y 12 duchas juntas sin separación, por lo que obviamente compartíamos ese espacio. Diego era alto (un poco más que yo), lampiño, tenía una linda cola pero lo que más me llamaba la atención eran sus partes (bastante más grandes que las mías). Tenía una buena verga con una cabeza bastante marcada y unos huevos de buen tamaño. A mi me generaba un poco de admiración (por así decirlo).
Con el paso del tiempo esa dinámica pasó de "llamarme la atención" a directamente calentarme. Para mi era algo totalmente nuevo e inimaginable, pero cada vez que terminábamos el fútbol e íbamos a cambiarnos para hacer piscina me empezaba a calentar más. Lo que más morbo me daba era cuando salíamos de la piscina e íbamos a bañarnos. Verlo desvestirse, bañarse y luego volver a vestirse definitivamente me estaba generando cosas. Me empezó a pasar que el olor a cloro de la piscina y los vestuarios me comenzó a excitar. Más allá de esto que cuento, realmente en ese momento no le dí demasiada importancia en el sentido de que nunca imaginé que yo fuera a estar con el, sino que lo tomé como algo puramente de imaginación. Asimismo, tampoco imaginé que el pudiera estar con un chico. Con el correr del tiempo esa dinámica definitivamente me empezó a calentar y cada vez tenía más fantasías con el (incluso cuando llegaba a mi casa después del club).
Uno de nuestros pasatiempos favoritos era juntarnos en alguna de nuestras casas a jugar juegos de compu (generalmente de fútbol). Realmente pasábamos horas con eso.
Un día me invitó a quedarme a dormir en su casa (era algo que hacíamos a menudo por lo cual no me llamó la atención), ya que sus padres se irían a una casa que tenían en la provincia y se quedaría solo. Yo acepté ya que me divertía mucho quedarme en su casa. Realmente no imaginaba que fuera a pasar nada, sino que iba ya que la pasábamos bien, aunque obviamente me daba algo de morbo. Cuando llegué esa noche me esperaba con un pack de 6 cervezas de 600 cc. A mi me llamó mucho la atención ya que ni el ni yo bebíamos habitualmente. Me las mostró con una gran sonrisa y yo no le di importancia ya que me pareció divertido. El tenía la PC en su cuarto, pero la llevamos al living asi estábamos más cómodos en el sofá. Por como venía la cosa íbamos a estar jugando toda la noche. Empezamos a jugar y a tomar cerveza. Luego de que terminamos la primera, realmente me pareció que ambos sufrimos algún efecto por el alcohol, pero la verdad es que nos estábamos divirtiendo mucho. Luego de un rato más y de que los partidos se comenzaron a poner más disputados me propuso como jugando:
"Vamos a darle un poco más de emoción. Qué te parece si jugamos por prendas?"
Yo me quedé un poco descolocado, ya que no entendí por donde venía la mano. Le pregunté: "Y cómo sería eso?" y el me respondió, "El que pierde se saca una prenda de ropa". Me quedé helado, ya que obviamente en mi cabeza empezaron a dar vuelta mil ideas. De todas formas pensé que era algo típico de tonterías de amigos y que no pasaría de ahí. Aparte de ello realmente yo creía que no estaría dispuesto a hacer nada con el y mucho menos pensar que el estaría dispuesto a hacer algo conmigo. Con bastante nervios adentro mío acepté la propuesta.
Seguimos jugando y tomando cerveza.
El siguiente partido lo gané yo. Al principio no sabía si pedirle que se saque algo o no, pero el rápidamente me preguntó que prenda escogía, a lo que le dije que se saque la remera. El lo hizo ni bien se lo pedí. Me empecé a poner más nervioso, pero animado por la cerveza empecé a disfrutar el asunto.
Seguimos jugando un rato hasta que se nos acabó la cerveza. El me pidió que esperara un segundo y fue hasta la cocina. Trajo un vino de sus padres y lo abrió. Seguimos tomando ya francamente cerca de la borrachera. Al rato llegamos a una situación en la que ambos estábamos en calzones y ahí me entraron las dudas de como seguiría la cosa, pero el no planteó dejar de jugar, sino que me invitó a jugar otro partido. La idea de que eso iba tomando un rumbo sexual cada vez más empezaba a pasar por mi cabeza. Pero decidí seguir. El siguiente partido lo gané yo. Ante mis nervios el (luego del algún titubeo) se bajó los calzones. La tenía dormida, pero inmediatamente vinieron a mi todos los recuerdos de las duchas del club y me dio mucho morbo. Me dijo de seguir jugando a lo que yo le dije que el no tenía mas prendas que apostar y me respondió "después vemos eso". El siguiente partido ganó el y yo muy nervioso y con algo de vergüenza me quité los calzones. Era una situación muy surrealista, ya que ambos estábamos desnudos. Lo pregunté: "Y ahora qué?" Y me dijo que en lugar de prendas de ropa podríamos jugar a prendas en el sentido que el otro deba hacer algo. Y me dijo, "el que pierde le debe dar un beso en la verga al otro", como jugando, pero mi corazón casi se detuvo. Realmente no sabía que hacer ya que no tenía claro donde terminaría eso y si yo estaba dispuesto a que llegue a ese punto. Pero un poco por el morbo y otro por el alcohol acepté. Me tocó perder el siguiente partido.
Yo no sabía que hacer. No tenía claro si el estaba dispuesto a seguir el juego, pero ahí me preguntó: "Vas a cumplir tu prenda?" Con el corazón a punto de explotarme de los nervios le dije que si (a ver como reaccionaba) pero el me respondió "OK, adelante". En eso me agaché, le agarré la verga y le di un beso, pero inmediatamente me la metí en la boca. Yo no sabía como reaccionaría (quizás se pudiera enojar), pero eso le calentó muchísimo y se le paró enseguida. Luego de no más de 30 segundos de chupársela empezó a hacer movimientos y quejidos que indicaban claramente que iba a acabar. Ahí decidí seguir chupándosela y efectivamente acabó. Ni bien empezó a salir el semen me quedé quieto como para recibirlo, pero no seguí haciendo movimientos (fue como un instinto). El dio cortas embestidas y los chorros empezaron a salir. Fue una sensación muy extraña sentir el semen caliente en mi boca. Acabó muchísimo y empecé a dejarlo caer ya que sentía que me atragantaría. Tragué algo y otro tanto se cayó. En ese momento me dio mucho asco ese sabor entre salado y agrio. También me daba desagrado la textura.
Ni bien acabó ambos nos sentimos como con vergüenza. El me dijo que iba al baño y yo fui a la cocina a enjuagarme la boca. Todo parecía irreal. CONTINUARÁ.-