Mi primera verga

La primera vez que probé la verga fue con José Luis, siete años de diferencia, él estaba ya casado y yo apenas era una estudiante soltera, apenas despertaba mi sexualidad con toda intensidad.

Estabamos en el patio de la escuela junto con otras compañeras cuando un amigo me lo presento, de inmediato lo vi interesado en mi, charlamos un rato, y quedamos de vernos después. En esa ocasión preparabamos un baile para un festival de la escuela y lo habían invitado para ayudarnos por lo que me tocó tenerlo como pareja y ahí empezó todo.

Nos vimos en otras ocasiones cerca de la escuela, José Luis tenía que trabajar y no era fácil vernos, hasta que pasaron unos meses y se dio la oportunidad de que me diera el primer beso y nos convirtieramos en novios, aunque no era fácil vernos.

Ya llevamos varios meses de novios, mis padres no me dejaban tener novios así que pocas veces nos veíamos,  perola situación se complicó porque alguien me dijo que ya estaba casado. Eso me enojo muchisimo y traté de dejarlo, pero ya estaba enganchada sentimentalmente.

A menudo discutiamos pero terminaba en sus brazos porque terminaba convencida que dejaría a su mujer quien ya comenzaba a verse gorda y eso, creía, me daba superioridad  porque hasta la fecha tengo buen cuerpo, cara bonita, un busto grande y una buenas piernas.

La situación empeoró porque mis padres se enteraron y casi no me dejaban salir lo que redujo  nuestros encuentrso: Para colmo, su esposa me fue a buscar al colegio y en la sallida me reclamo, diciendome que era una putita, que su marido estaba jugando conmigo, que solo me estaba usando, que solo quería mis nalgas para pasar un rato y que reaccionara, que sería diificil que le robara su verga porque su marido la quería mucho y que no me iba a cambiar por una putita y que si no me daba verguenza de ser reconocida como la amante, la puta y que estaba muy chica para ser ya una putita.

Eso me molestomucho porque simplemente no me estaba cogiendo y cuando me encontré con José Luis le reclame con rabia, discutimos y nuevamente creí que si iba a dejar a su mujer, que si bien no estaba fea, ya comenzaba a engordar y se veía descuidada, hecho que me motivo a competir con ella, aunque me sentía mal por realmente ser la amante, aún cuando no me había cogido.

Pasaron los díasm deje de verlo con la intención de no verlo más, pero dio la casualidad que tuvimos que ir a un desfile y como siempre me escogieron para estar al frente del contigente En ese entonces practicaba un deporte de conjunto que desde  luego, me había desarrollado ya como una mujer, tenía unos pechos grandes y unas piernas impresionantes.

Me puse uniforme deportivo, tobilleras  y un short rojos,  zapatos deportivos y una playera, realmente me veía bien, lo sabía porque muchos chicos me pretendían y me buscaban cuando jugabamos partidos.

Al termino del desfile me sorpredió verlo,  olía a alcohol y se puso más necio, diciendome que era el amor de su vida, que ya había dejado a su mujer y que quería algo serio conmigo.

Me convenció y nos fuimos ene l transporte donde no dejaba de mirame mis muslos desnudos; después llegamos cerca de la escuela, bajamos y me invito a caminar aya que alrededor de escuela, en esa época había tierras de cultivo, arboles, y caminos de tierra. Poca gente pasaba, eran casi pasado medio díía y no tenía mucho tiempo para estar en casa, acaso una hora para cumplir con el horario que me habían impuesto en casa.

Comenzamos con besos, se prendió de mis labios, yo mido 1 64 y el 1.74, lo que me obligaba a colgarme de su cuello, así estuvimos, hasta que comenzó a calentarse, porque me empezó a a tocar los pechos encima de la ropa,  nunca antes había sentido las manos de un hombre sombre mis pechos  y eso me encendio, luego, sus palabras: Te amo, te quiero mi niña preciosa, mi bonita, me fascinas, me gustas. Yo trataba de zafarme, de quitarle sus manos, pero también comenzaba a exitarme.

me tomó de la cintura y continuo besandome y una de sus manos llego a mis nalgas cubiertas y pretendió bajarme el shory y a la vez la tanga, busco los botones y quedo suelto mi short y mi tanga, Jugaba un poco ya en la piel,  me resistí un poco, diciendole que su mujer se iba a enojar mucho y que no quería ser la amante y que me dejara. El me dijo que no le intersaba la fea y gorda de su mujer, que había decidio slairse de su casa y que me amaba.

Sus manos lograron bajarme el short junto con la tanga, me tenía retrancada en un árbol,  me besaba con pasión, me metía su lengua, yo sentí como cayó el shory y mi tanga, él lo sabía y me jalo un poco para que mis pies permitieran la salida de esa ropa, solo me colgaba mi playera que cubría mis nalgas y llegaba a la mitad de los muslos, simulando un minivestido, Mis tobilleras rojas cubrían mis pies, casi hasta la rodilla con mis zapatos deportivos.

En ese escuchamos unas voces, rapidamente el tomó mis prendas que estaban en el suelo. se las metío en una de sus bolsas, las econdió y simplemente dejamos de besarnos.  Eran unos campesinos que iban con su burro cargado de alfalfa, saludaron y se fueron, creo que no se dieron cuenta que ya no traía ni short, ni tanga, mi playera larga lo ocultaba.

Le dije que nos fueramos, que además, no dejaría que me hiciera algo; sin embargo, delicadamente me llevo de la mano y nos alejamos del camino, atravezamos unos terrenos cultivados de maíz y llegamos a un espacio donde habia más pasto y al parecer no había nadie,

Le dije que nos fueramos y que me devolviera mi ropa, pero el optó por besarme y me recostó en el cesped, estaba boca arriba y sin saberlo a su disposicón, él estaba encimade mi y yme abrió las piernas, Nos en que momento, se había bajado el cierre, pero sentí por vez primera lo que era una verga, que tan luego sentí en mis labios vaginales me encontré por un lado, en correr, en escapar de ahí, en decirle que no lo hiciera, que no me hiciera nada; y por otro, en gritarle, ya por favor, cojeme, ensartame tu verga papacito.

Pasaron muchas ideas en mi mente y muchos deseos, aunque si le dije que no lo hciciera, que me iba a embarazar, que era solo su novia y quieno queria ser la amante; Pero José Luis estaba ya caliente y más cuando le dije que nunca había estado con un hombre, ni con nadie,eso,parece que lo volvio más loco de deseo y cuando menos sentí ya su verga estaba rozando mi vagina, mis piernas entre abiertas eran testigos de la entrada por vez primera de una verga que mis ojos no veían. Mis manos solo estaban atrapando el cuello de mi hombre y mi boca abierta recibia su lengua.

Así me quede, con mis brazos y manos acariciendo su cabello y mi boca pasiva sobre sobre su boca activa; mis pechos sintiendo una de sus manos estrujando por encima de la ropa mis pezones, mi bra, fuera de lugar y un seno apenas cubierto por la playera. Ni siquiera metió sus manos, una tocando los senos, jugando con ellos, la otra acariciandome mi rostro; mientras su verga bien dura supongo, entrando enmis labios vaginales y no se si será cierto o no, pero al sentir por primera vez la verga sentí un leve dolor, pero a lavez la sensación de placer, por un lado lo quise rechazar, sentí como si tuviera una leve herida y por otros, los deseos de que entrarára más, Si grite, gemí, y no se si fue poco a poco o rapido pero el pene estaba adentro haciendo su trabajai, friccionando, me causaba dolot, un leve dolor, pero también comence a sentir una gran placer.

No se si fue orgasmo, pero solo senti ganas de orinar, sensación que paso, y que me hizo gritar más cuando José Luis gritó a lo maximo, diciendome mi reina, mamacita, te amo, te quiero, eres mía solo mía mamita, mi niña bonita y dejó de moverse, Fueron otros minutos que se  quedó inmovil, yo sentía su pene, todavia duro, muy duro y eso me seguía dando placer.

Fueron unos minutos y sin sacarlo, nuevamente comenzó a moverse mas y mas, mientras seguía besandome y ahora sus manos acariciaban mis piernas.las subióun poco, tocaba mis nalgas, seguía besandome y luego se fue por debajo de mi playera a jugar conmis pechos. No se que tiempo, pero también estaba gozando hasta que llegó un momemto en que sentí mucho más placer y neuvamente escuche gritar a José Luis con toda intesidad y que decia te amo  mucho,, Sentí como su semen se derramaba en mi vagina.

Nos levantamos, solo me regreso mi short, me lo puse de inmediato, se quedó con mi tanga, no me la quiso dar, subió su cierre, se acomodó su pantalón y al retirarnos, escuchamos unos pasos, vimos unas siluetas corren entre las milpas. Sin duda, nos estuvieron espiando, ahora había testigos que era la puta de José Luis.