Mi Primera Sumisa

Aun no me acostumbro a este nuevo rol de amo

Sábado por la mañana, es rico despertar con mi sumisa haciéndome una mamada, asi da gusto despertar, la mira, le levanto la cabeza desde su cabellera larga y oscura, esos ojazos brillosos me cautivan, le guiño un ojo, estoy a punto de acabar en su boca y ella lo sabe, me mira con ojos suplicantes, conozco esa mirada, quiere que la suelte, aun no se acostumbra a beber mi semen, quiere que la deje, para sacar su boca, pero hoy amanecí un poco malvado, debe tragar toda mi leche.

Luego de un despertar de los dioses, una perfecta mamada nos vamos junto a la ducha, ella aun hace arcadas por haber trabado mi leche, la miro con enojo, estas juntado puntos le digo, eso hace que sus arcadas se calmen, será el temor al castigo o el temor que la deje sin orgasmos aun no se, estoy recién conociendo a mi sumisa, llevamos tan solo un mes de esta relación. Nos hemos duchado juntos, pero no la he tocado, es solo por ahorrar agua, salgo de la ducha y me visto rápido, un sábado no hay que desperdiciarlo menos si esta soleado como es el de hoy.

Estoy metido en mis pensamientos, en todo lo que hare hoy con mi sumisa, cuando tocan el timbre, espero un poco si tocan de nuevo iré, para mi malestar así lo hacen, me levanto de mala gana abro la puerta, para mi sorpresa es mi prima Angelica, viene vestida como una putilla la miro de pies a cabeza y sonrió, desde que es sumisa de su esposo, la veo siempre vestida así, antes de entrar a casa se desabrocha la blusa y en uno de sus senos prendido con una pinza de ropa esta una carta.

-Mi Amo le manda recado con su Perra Angélica, pide que la lea antes que me reciba en su casa.

Saco con fuerza la pinza la que provoca inmenso dolor en el pecho de mi prima, desdoblo la nota y leo.

Joaquín.

Estimado amigo, te quiero pedir un gran favor cuida de esta perra por el fin de semana, yo tuve que realizar un viaje relámpago fuera de la ciudad, lo que no me permitió llevarla, vuelvo el domingo en la noche, por lo cual es solo un día que pido tu ayuda, si te causa alguna molestia castígala, no hay problemas en ello. Si no puedes cuidar de ella, déjala atada en tu cobertizo.

Atentamente

Osvaldo.

-Angélica, ¿sabes el contenido de esta carta?

  • No, mi amo no permite que me meta en sus asuntos.

-Está bien entra y deja tus cosas por ahí, después veré cual será tu pieza.

Me dirijo a la pieza, le digo a mi sumisa que prepare desayuno pues tenemos visita, mientras pienso la mala suerte que tengo, este fin de semana no podré gozar con mi  perra.

Aun no me acostumbro a este nuevo rol de amo , Osvaldo en cambio él es un verdadero Amo, el es capaz de dominar y mantener a dos o tres sumisas a la vez, yo en cambio apenas me animo con mi sumisa, y esto de tener la oportunidad de tener dos sumisas… no me siento preparado.

Al sentarme en la mesa, Angélica queda de pie hasta que le indico que puede sentarse, en tanto Laura, ella se sienta sin problemas, en eso se nota la diferencia de adiestramiento de cada sumisa.

-Esta perra se sienta sin pedir permiso a su Amo, que mal educada esta- Dice Angélica.

Frente a esta provocación Laura se levanta con furia de la mesa para ir a su pieza, quedo mirando con enojo a Angélica, le increpo s e supone que nadie sabía que nuestra relación es de D/s, solo tu amo lo sabía, acaso te autorizo a decirlo PERRA!!!-

-Perdón Joaquín no sabía, dice ella con una sonrisa de malicia.

Me levanto de la mesa en busca de mi única primer sumisa, pensaba ir a pedir disculpas, pero al llegar a la habitación cambie de plan, debía demostrarle a ella y a mí que era un AMO.

-       A ti que te pasa,¡¡ como se te ocurre dejarme plantado en la mesa!!.

-       Se supone que nadie sabia que yo era tu sumisa.. dice entre lagrimas.

-       Acaso es mentira… si no quieres serlo puedes irte ahora mismo- le señalo la puerta.

-       No es eso…

-       Decídete ahora, te vas o te quedas

-       Me quedo.

-       Debes pagar esta insolencia de sentarte y abandonar la mesa sin MI permiso. Ponte en cuatro patas sobre la cama tu osadía será castigada con quince nalgadas, mereces mas pero serán suficientes por ahora, pero si escucho un simple quejido te daré la ración completa 30.

La nalgueo cada vez más fuerte, alternando cada cachete, le dejo rojo su culo redondo, pero en la nalgada 14 escucho un quejido lo que hace que cumpla su cuota completa. Le indico que se levante de la cama y se quede de pie al lado de ella sin tocarse su parte castigada, la observo miro su rostro acongojado de dolor, me acerco para acariciarle su cuerpo, ella reacciona a mis caricias, pero no la dejo que tome iniciativa, aun estas castigada- le susurró al oído, paso mi mano por su sexo, el cual esta ricamente húmedo mi polla esta lista, la inclino hasta que se apoya al respaldo de la cama, saco mi miembro erecto lo dejo que busque la entrada a su desahogo, tanto castigo lo ha despertado, entra sin dificultad y de golpe, escucho un quejido- no podrás correrte-susurro, empiezo con un rítmico mete y saca, hasta explotar dentro de ella, retiro inmediatamente mi miembro de ella, dejándola con frustración.

-Perra, vístete sin asearte y ve a ordenar… tienes prohibido masturbarte.

-Si Amo

Escuchar esa palabra de mi sumisa me ha hecho sentir el hombre más poderoso….