Mi primera penetración vaginal.
Como iba narrando mis aventuras desde la pubertad, ahora llegando a la adolescencia, tuve la fortuna (o desafortuna para los mojigatos) de vivir y gozar mi experiencia sexual más seguido. Y creo que a muchos, comienzan desde aquí, desde los 12 años en adelante, como lo he narrado anteriormente, mi vida fue más de lo que comúnmente llaman aquí en México, una vida precoz.
¡Hola de nuevo!
Como iba narrando mis aventuras desde la pubertad, ahora llegando a la adolescencia, tuve la fortuna (o desafortuna para los mojigatos) de vivir y gozar mi experiencia sexual más seguido. Y creo que a muchos, comienzan desde aquí, desde los 12 años en adelante, como lo he narrado anteriormente, mi vida fue más de lo que comúnmente llaman aquí en México, una vida precoz.
Ya entrando en la secundaria, en los primeros días de la misma, nos dieron la oportunidad de irnos sin el uniforme de la escuela, a la cual aproveché con gusto. Llevaba mis top's primaverales, top's tipo shoulder o de playeritas. Mis Jeans ajustados, los clásicos Levi's deslavados. Y eso me favoreció en cierta manera para atraer a los hombres más guapos. Después nos tuvimos que irnos ya con uniforme, la escuela a la que asistí era una técnica y era conocida como "la ruta 100" (en aquella época existía un sistema de transporte público cuyo color era amarillo y café) por su uniforme. Una blusa y calcetas blancas, zapatos negros, suéter de color café y la falda de color beige (y para los hombres, con el pantalón del mismo color que de nuestras faldas). Tuve 3 tipos de faldas para evitar usarlas todo el tiempo: una de tipo tubo con la abertura abajo y detrás para poder caminar, y que me llegará por la altura de la rodilla; la otra de tipo ajustada pero corta que me llegará entre la rodilla y la mitad de muslo; y la última era una falda tableadas también a la misma altura que la anterior.
En una ocasión, la maestra de Ciencias Sociales nos pidió que en una hoja nos expresáramos lo que tenía que decirle a una persona que nosotros escogiéramos sin anotar el nombre nuestro pero sí de la persona a la cual destinada el mensaje. Obvio, muchos escribimos cartas con nuestros nombre jijijiji Éramos 49 alumnos, en las cuales 37 éramos niñas, ya que estábamos en el taller de secretariado, anteriormente no existía como "computación" que en lo personal, yo quería saber de éso, y a lo que más llegaramos era a máquinas de escribir. Entonces, los recados en su mayoría era de agradecimiento de amistad, otros sí de quejas y hasta retos de peleas entre nosotras, y también de propuestas amorosas.
Mi amiga Aura obtuvo más recados, después Ivon, ambas eran bastante guapas y güeritas. Después Janeth, luego fui yo, al tener 4 recados, y lo más impresionante, eran de los chicos que me gustaban: Sergio, José Luis y Apolinar. A los tres los tuve de novia durante mi estadía de los 3 años de secundaria. Pero fue Sergio el primero que anduve con él, y fue el que me desvirginó vaginalmente.
Cuando leía los mensajes, en particular la de Sergio, literalmente me llamó la atención, porque era más vulgar pero más corto y directo: "Te voy a coger, PUTA". En vez de molestarme, me intrigó mucho, ya que él era el que más me gustaba, aunque era el tipo guapo, pero para mí era el chico que me atraía más. Quizás su tipo de mensaje se debía que cuando él se iba a su casa, quedaba en el mismo trayecto a la mía, y es que lo seguía, aunque algunas veces me desviaba de mi trayecto hacia mi casa para pasar a la suya. Y es porque antes, también vivía por ahí mis tios y primos, con el pretextos de visitarlos, y así aprovechaba para verlo llegar a su casa. Entonces, sentía que lo acosaba de mala gana. En una de esas, me confrontó y me encaró diciendo que "es lo que tramaba" y bueno, aproveché y tomé valor, y le dije que "quería andar con él", pensé que me iba a rechazar pero no fue así, y me plantó un beso. Y de inmediato, me fuí así, recordando su beso.
Desde ése día que se me declaró, al día siguiente, me encontré con él en el camino a la escuela, yo feliz lo saludé con un beso coqueto, así llegando a él, abrazarlo fuerte y darle un beso, poniéndome de puntita de los pies, y creo recordar que alzé algún pie, como la clásica pose de la chica besando alzada con un pie. Y nos fuimos a la escuela agarrados de la mano, y al llegar, obvio mis amigas me comenzaron a hacer algo de bullying sobre nuestro noviazgo. Durante las horas de clase, incluso en el recreo, tan sólo nos envíamos miradas complices entre nosotros. Ya en la salida, acordamos estar juntos e irnos a su casa, para pasarla mejor en la intimidad. Ese día tuvimos la suerte de que mi suegra y mi cuñada, a la cual se me hacía la hermosa que había conocido, estuviera ahí. Y ahí, me la pase bien, a pesar de que en el fondo quería estar con mi amado, ¡a solas!
No fue muchos días que tuvimos esa mala suerte, aunque en el momento se nos hacía mucho tiempo. Cuando tuvimos la primera oportunidad, no la desaprovechamos para nada. Ese día tuvimos educación física, entonces ambos íbamos del conjunto de pans. Durante camino a su casa, platicábamos de cosas irrelevantes, así llegando a su casa, nos percatamos que no estaba mi suegra ni mi cuñada (que por cierto, ya me había hecho su mejor amiga, ella iba en sexto, así que la platica entre ella no era tan dispareja). Entonces, yo de forma coqueta que propuse irme a su cuarto, yo hasta ese momento, sólo sabía de sexo oral y anal, entonces ha eso iba, no me imaginar que mi Sergio se sabía la otra forma sexual.
Al entrar en su cuarto, al cerrar la puerta, lo agarro y lo aviento en la cama, de tal forma que se quedará sentado al filo de la misma. En eso, me pongo enfrente de él, me inclino, le planto un beso con la boca abierta y metiendo mi lengua, y luego le beso en la barbilla, en el cuello, y le susurro que le voy a agradecerle de que me aceptaba a ser su novia, en eso me voy hacia su abdomen, le levanto su playera, comienzo a darle besos, al parecer era muy cosquilluro en esa parte de su cuerpo, ya que trató de quitarme mi cabeza ahí. En eso, me doy de valor, y le comienzo a bajarle el pants junto con su calzón, y ví que ya su pene estaba grande. Con la experiencia que tuve el año pasado, me dispuse a lamerle todo su verga, de arriba y hacia abajo, y viceversa, después dándole mordisco pequeño a su pene, después lamerle su puntita con la punta de mi lengua. Y al final se lo chupaba la puntita, varías veces. Ya estaba pensando en metermela toda, en eso, me jalo, alejándose de su pene, y me dice: "mi amor, ya te la quiero meter, desde que te conocí con esas mezclillas que te llevabas a la escuela, y luego con esa faldita que que al ponerte en cuclillas, se forma en la falda como un tubito"; al oir esto, se me estremeció mi pussy, a lo cual todavía porque tenía esa sensación, pero la duda termino momento después.
Yo dispuesta, me bajo el pants, mi short y mi chon. Pensando que me iba a meterme su pene en mi ano; pero craso error, no imaginaba lo que iba a pasar, me dispuse a montarme encima de él, con él sentado en la cama, el me comienza a agarrame las nalgas, y éso se agarra su pene, y lo pone en mi vagina. Comienza a metermelo, muy lentamente pero con fuerza, al tan sólo entro la puntita, pero él quería metermela toda, yo no sabía si quejarme o disfrutarla, tan sólo emitía sonidos de guturales de "ah" larga. Y así, me la metió hasta que entró toda su verga. Aguardó un momento, para que se adaptará su pene en mí, y luego sentí el mete-saca. Y así, estuvimos varios minutos, o eso creo.
En eso, escuchamos que alguien llegaba, nos incorporamos, o sea, me la sacó y noté en su pene que tenía sangre, yo al momento de agacharme para recoger rápido mi ropa y ponermela, también que tenía sangre en mi vágina, obvio ustedes ya sabe a lo pasó, pero en su momento yo no lo sabía que había pasado. Y ya listo, salimos del cuarto y vimos ver a mi suegra y mi cuñada. Nos preguntó que hacíamos, obvio le mentí y le dije que estábamos estudiando, hasta le recité un tema de Ciencias Naturales pero no me creyó o simplemente dudó, porque como fui muy convicente en el tema.
A pesar de que no terminó en mí, tuvimos ya después varias oportunidad de repetirlo, y terminarlo bien. De hecho, fue mi primera pareja de hacerlo más de una vez, o sea varías veces. En pocas palabras fue mi primer amor, mi primer novio de a verdad. Yo me sentía bien enamorada de él, incluso cuando rompimos, yo seguía enamorada de él. Ahora, en la actualidad tan sólo pienso esas veces que tuvímos sexo.