Mi primera penetración
Expectativa vs realidad, sexo en pareja
hola de nuevo
Vengo a contarte otra historia.
Mi exnovio, es unos 4 años mayor que yo.
Nos conocimos cuando yo tenia 18, a esa edad yo tenia otro novio, del cual me enamoré, pero con el que nunca pasó nada interesante pero vaya que besaba muy rico... uuufff bueno… me estoy yendo por las ramas.
La cosa es que con mi ex y yo nos hemos conocido desde entonces, entre que nos vemos por temporadas y entre que desaparece del radar. En una de esas idas y venidas... jejeje sorry fue sin segundas intenciones. La cosa es que nos reencontramos, empezamos a salir como novios. Él fue mi primer hombre, digámoslo así. Él fue quien técnicamente me desvirgo… aunque ya sabemos que me había encargado personalmente y sin querer de ese detalle… jajajaja.
En esa época, no estaba bien emocionalmente, fue cuando tuve una perdida personal muy fuerte, en parte eso influyo en mi relación puesto que mi ex, estuvo conmigo en eso momentos…
Un día me llamó y me invitó a salir, muy sencillo todo, una ida a un parque muy famoso en mi ciudad, comer esquites y sentarnos a platicar, yo solo podía mirarlo y sentir maripositas por dentro, quería besarlo, recorrer su mandíbula con mis labios, morder su barbilla… si me encanta morder jajaja. Hice todo lo anterior.
Platicamos de todo un poco hasta que se hizo tarde, él había quedado en llevarme a casa, no tenía medio de trasporte por lo que tomamos un taxi, pero justo antes me pregunto si quería ir a su casa, yo sabía que en mi casa no me esperaba nadie, mi hermano pasaba la noche fuera, en esa época solo estábamos mi hermano y yo viviendo en el departamento. así que acepté.
Una vez en el lugar, nos sentamos a escuchar música, podía sentirlo mirándome, observándome, en determinado momento me pregunto si esta nerviosa, yo le conteste que no (¡¡mentira!!) y me preguntó de vuelta entonces porque me latía tanto la vena yugular jajaja yo muy desatendidamente volví a negarlo jajaja. Si, estaba nerviosa, nunca me había quedado a dormir con un hombre antes, si, soy, bueno, era una buena niña de casa, obediente. Jejeje excepto cuando me portaba mal.
Ya sabes algunos de mis secretos.
De repente terminamos en su habitación, una cama baja de tamaño matrimonial con un cabecero empotrado de madera color claro. Me acerque a la orilla y el vino tras de mí, me tomo por el hombro y me giro hacia él. El movió el dorso de su mano con sus dedos acariciando por mi brazo, hacia abajo a mi mano, para tomarla después y depositar un beso en ella. Muy educado y caballero jajaja.
Me sonrió y poco a poco se acercó a mi, mirando entre mis ojos y mis labios, yo respiraba un poco rápido en anticipación, bajó su cabeza y depositó un beso en mi boca.
Al sentir el beso, me acerque mas a él, pegando mi pecho al suyo, poniendo mis manos en su cintura, y abriendo un poco la boca para tomar su labio inferior entre los míos. El me devolvió el beso, haciendo lo mismo con mi labio superior. Nos separamos un poco y pude sentir sus manos en mis caderas pegándome más a él, dejándome sentir su erección y soltando un gemido. subí mis manos por su pecho hasta llegar a su cuello y rodearlo con mis brazos.
En ese momento todo cambio de intensidad, esta vez el metió su lengua en mi boca y yo le devolví el favor. nos besábamos explorando con nuestras lenguas, enredándose entre ellas, esa suavidad, esa humedad, ese place. Respirando fuerte por la nariz por no querer terminar con el goce.
Acarició mi espalda sobre la ropa, y con una mano en mi espalda y la otra en la curva de mi espalda baja me pego a él, yo moví mis caderas, frotándome contra él. Enredé mis dedos en su cabello, puse su labio inferior entre los míos, chupándolo un poco para morderlo ligeramente a continuación y dejar mis dientes rasparlo al hacerme hacia atrás y soltarlo lentamente.
Nos separamos y comenzamos a desnudarnos. Tenia un poco de pena, nunca había mostrado mi cuerpo completamente desnudo a nadie. Al terminar me empujó hacía la cama acostándonos lentamente, me acomodé en el centro y el se puso sobre mí, me beso de nuevo mientras sus manos acariciaban mi cuerpo desnudo, recorro mi mandíbula beso el lóbulo de mi oreja, bajó lentamente con besos húmedos en mi cuello, mi clavícula, el centro de mi pecho para a continuación besar uno de mis pezones, pude sentir una descarga de placer, sentí que mi coño empezaba a despertar.
Subí mi pierna sobre su cadera, mis manos viajaban por su espalda, su nuca, enredando mis dedos en su cabello, el tiene el cabello chino y lo lleva corto por lo que no había mucho de donde agarrar, por eso los prefiero de cabello más lacio, esa es otra confesión, me gusta jalar el cabello de la parte posterior de la cabeza de un hombre, fuerte.
Podía sentir su erección por momentos en la parte interna de mis muslos, piel caliente y carne dura y una ligera humedad. El besaba mis pezones, una de sus manos recorría mi cintura, mi cadera, mi nalga, mi pierna y de regreso. Hay una zona hipersensible, no me gusta que me toquen mucho ahí porque es una sensación que no termina de gustarme demasiado. Me hacía tener escalofríos cada vez que sentía que pasaba por ahí.
Comenzó a bajar por lo que moví mi pierna, quedando con las rodillas levantadas y abierta por el ancho de su cuerpo. Beso mi estomago y su camino abajo hacia mi vientre, mi pubis. Al llegar ahí, lo escuche tomar una respiración profunda y gemir. Me miro y me dijo que olía delicioso.
Acerco su boca y plato un beso ahí. Con su lengua comento a jugar, estaba besándome justo sobre mi clítoris, era fantástico sentirlo. Yo comencé a gemir más seguido y mover mis caderas al ritmo de su boca.
Con sus manos empujó mis piernas a los costados, dejándome expuesta para él y comenzó a pasar su boca por toda mi vagina, lamiendo mi coño. El gemía y yo también. Tome mis senos, amasándolos y pellizcando mis pezones. Jadeando. De repente sentí que me penetraba con un dedo y comenzaba a hurgar en mi interior y yo me perdí en la sensación. La estimulación era maravillosa, me excito mucho pero nunca alcance un orgasmo con solo su boca. Después de un rato él se levantó, podía ver su barbilla y el contorno de su boca cubierta de mis flujos, con una mano se limpio y bajo su cuerpo sobre el mío. Quedando pegados, cadera con cadera, sus brazos a cada lado mío, con los músculos marcados y unas venas dilatadas por la fuerza... eso me gusta mucho en un hombre. No necesita ser excesivamente musculoso solo que se vea la fuerza de la que es capaz. Mmmmmmm ay, que de acordarme me estremezco en anticipación de nuevo.
Me miró y acercó su erección a la entrada de mi coño, por sí solo no lograba entrar así que se acomodo y con ayuda de su mano se posiciono y comenzó a entrar. No sé como describirte lo que sentí. No hay nada igual. Una ligera presión, algo suave, liso, caliente entrando. Mi coño estaba apretado, pero muy mojado, empujo un poco más, yo estaba mirándolo, podía ver su boca abierta, mientras me sentía también. Llegó un momento en que me quería echar hacia atrás, se sentía muy raro. Pero el me sujetó y me penetró completamente.
Solté un gemido por la sensación mientras el apretó los dientes y gimió. Sentí incomodidad, un poco de ardor, no estaba segura de que me gustara, pero después de un par de movimientos por su parte fue mas fácil
Nuestra piel estaba caliente, se pegaba con nuestro sudor. Él se movía y yo me envolví a su alrededor. Movía mis caderas al encuentro de las suyas. Sentí mi coño lleno. Algo duro y suave entrando y saliendo. Por momentos tocando partes mas sensibles. Mis gemidos ya eran mas audibles. Lo apretaba entre mis brazos y mis piernas. Mordía su hombro, su cuello. Nos besábamos y mordía sus labios. Duro. Cuando lo hacia el aceleraba sus embestidas. Yo gemía mas y más.
Sentí mi coño con mas humedad.
Nuestros cuerpos chocando.
Me gustaba sentirlo dentro. Entrar y salir. En dado momento hice un movimiento de contraer mis músculos internos y el gimió aun mas fuerte y acelero más. El cabecero hacía ruido con el golpeteo y yo jadeaba y gemía. Sentía mi cuerpo sudado y mi coño más apretado cada vez. Me sentía en necesidad de alcanzar mi orgasmo. Yo sabia lo que buscaba puesto que me he masturbado desde que tenia como 18 años.
Por algún motivo no podía, algo falaba. Algo faltó. Me avisó que iba a venirse y se salió, para eyacular fuera de mi. Yo no tomaba anticonceptivos y el no quiso usar condón, mie error haberlo permitido. Me quedé a nada de lo mejor cuando él se salió, solo pude verlo masturbándose, sacando su carga.
Mi respiración jadeante, mi cuerpo sensible. No llegue a mi orgasmo. Me quede con ganas… él se acercó de nuevo y me ofreció con que limpiarme, yo solo podía mirarlo pensando ¿eso fue todo? Me limpie y oh sorpresa, había un poco de sangre ahí, me acomode bajo las sabanas. El estaba encantado, me dijo que le había gustado mucho. Ni siquiera me pregunto si llegué también. Pero me ofreció repetición, solo me aclaró que debíamos esperar un poco. Yo muy cortada, le dije que mejor no. No sabía que pensar.
Nos acomodamos y el se quedo dormido, yo no pude dormir.
A la mañana siguiente, lo intenté de nuevo. De nuevo me quede a unos pasos de la meta.
Después de eso, no dure mucho con él. Repetimos un par de veces más, pero todo fue una repetición de lo mismo. Cada vez que llegaba a casa me masturbaba para terminar lo que él no pudo. Me decepcionó mucho. Nunca le dije nada. No sabia como tocar el tema. Él se veía muy orgullosos y complacido cada vez que teníamos sexo.
¿tu qué crees que falto? ¿tú que habrías hecho diferente?
Yo diría que le faltó imaginación y a mí me faltó valor para pedir más. Pero de los errores se aprende… bueno, casi siempre
Esta historia no tiene final feliz. Ups, jajaja
¿Confesión? Creo que el tamaño si importa (mi amo cree que no debería importar, bueno, él no tiene de que quejarse en ese departamento, la verdad). Y si no quieres que importe, aprende trucos, tantos como puedas. Jajaja
Nos vemos pronto