Mi primera película porno

Candela llega a una productora para hacer un casting de una película de adultos

Era mi primer video porno. Estaba temblando. Yo allí sola ante aquellos tíos que desnuda sentada en aquel sofá de cuero del piso bajo. Pero necesitaba el dinero. Es alucinante lo que podemos llegar a hacer cuando estamos desesperadas.

-Traquila Candela, ¿quiere beber algo? -Me dijo el gordo feo de gafas que se llamaba Chema.

Le debí mirar con unos ojos, o con una expresión que le hizo empezar a reír.

-A todas os pasa igual el primer día.

-¿Cuántas actrices han pasado por aquí?

-¿Por Madrid o por Santander?

-Joder esta gente tenía dos sucursales o qué, -pensé.

Miré a mi alrededor estudiando el lugar. El sitio era bonito, bueno y no te digo nada la planta de arriba con esa enorme pantalla nada mas entrar. No parecía una productora porno si no mas bien una agencia de una empresa importante. -Que cojones, ajaja, tenían la sede en Serrano, a saber lo que costaba alquilar aquello. Hipermedia se lo tenía bien montado, se notaba que les iba bien en el mundo del porno.

-El gordo estaba desnudo y tenía la polla mas tiesa. Debía tener unos cincuenta y algo años. Pensar que me tenía que follar a eso y que iba a quedar grabado. Puta coca, ahí creo que fue la primera vez que empecé a arrepentirme de la vida loca que llevaba.

Tenía delante de mi dos cámaras grandes que no se bien que marca eran, creo que Sony o algo así, soy bastante curiosa y tengo una memoria que no cuadra con mi perfil del fiestera, jajajaja.

Nos estaban grabando unos becarios muy jovencitos que no paraban de lanzarse miradas, se estarían meando de la risa viéndome abierta de piernas y tocándome delante de ellos.

Luego apareció una chica de pelo largo y muy maquillada que me quitó unos brillos. La llamaban Sofia, lo recuerdo perfectamente.

-Venga va, voy a concentrarme, -me dije varias veces y entonces empecé a tocarme. NO sé como todavía pero empecé a excitarme bastante y mi conejo se puso húmedo. Le miré a Chema mientras mi cuerpo se retorcía de placer a través de mis ojos entre abiertos y mi sensual boca con los labios separados.

Lancé un gemido, y luego otro, y mis dedos que acariciaban mis labios húmedos de abajo empezaron a acelerarse.

-Muy bien Candela, así sigue así.

Entonces me puso su miembro ardiente en la boca inocentemente, muy despacio fue empujándolo para que la abriera y lo chupara con ansia.

El muy cabrón la había restregado  en cocaina y en cuanto la chupé sentí su amargo sabor que mi sangre agradeció llevando una descarga a todos los músculos dude mi sangre. Impotente le observé desde abajo como se reía y me miraba al igual que un cerdo en celo.

La introduje hasta dentro ayudado por sus manos que empujaban con ansia mi cabeza hacia él. Casi me ahogo y encima le olía fatal. Intenté retirarme pero sujeto con rabia mi cabeza para que o pudiera echarme atrás. No podía respirar ys solo le oía gruñir y reírse. -Puto cerdo gordo salido.

Me tapó la nariz y estuve si n respirar no sé el tiempo hasta que pude sacármela de labora y vomitar saliva que cayó densa de mis labios al suelo, tosí varias veces y el me abofeteó dos veces con la mano abierta.

-Puta cerda, la chupas como una diosa hija de puta. -Volvió a abofetearme y antes de que pudiera recriminarle nada me levantó en el aire al igual que un juguete, me agarró por detrás inmovilizando para clavármela por el culo a lo bestia.

Grité de dolor. Sentí mi ano abrirse bruscamente con su mole húmeda. Aquello quemó como el fuego y todo mi cuerpo sufrió una descarga. Necesitaba quitármelo de encima pero estaba inmovilizada. Solo veía a los cámaras acercarse y grabarme y a otro con pinta de científico loco en pelotas manejar la pértiga del audio para grabar mis aullidos y los gemidos de placer del puto gordo de Chema.

-¿Te gusta Candela como te la meto por el culo, cerda?

-Ahhhhh, jodderrrrr, mas despacioso. ¡¡¡¡Dios!!!! ¡Ahhhh, uffff!! -No podía articular una sola frase lógica, entre la coca y lo cachonda que estaba sol me caían balbuceos. Parecía subnormal.

El gordo la sacaba y la metía sin piedad la vez que me abofeteaba. Yo no podía verle sujeta en el aire como estaba. Tenía los hombros bloqueados y mis piernas colgaban en el aire como dos palos de un títere cuyo azar era el sello anal y el deseo. Estaba grabando mi primera película porno de las muchas que terminaría grabando con aquella productora.

Al sentirme tan humillada empecé a correrme, quería mas, y mas. Entonces el otro que parecí mas mayor me penetró por delante con un consolador enorme mientras me besaba y escupía.

-Leo clávaselo hasta dentro, -le ordenó Sofia y este obedeció entre risas diabólicas.

Si me viera mi padre o mis amigos, que supongo que ahora que estoy confesando esto ya me habrán visto cientos de veces en mis vídeos que rulen por toda la red.

Esa escena quedó grabado para toda mi vida por que sentí como mi cuerpo se descargaba a base de espasmos intermitentes corriendo una y otra vez como buena multiorgasmica que soy.

Sudaba a raudales y el gordo cada vez olía mas a semen y sudor, una mezcla muy animal.

Gemidos, gruñidos, risas, alguna bofetada de vez en cuando, ese fue mi primer encuentro entre drogas y pornografía.

Mas tarde grabaría con ellos durante tres años pero lo dejaría para grabar los mios propios que ya andan por las redes.