Mi primera orgia. Parte 2
Nunca se olvida la primera orgia y menos si es con buenas amigas.
Tras la cena a todos los hombres nos sentaron en los sofás y las sillas desnudos mientras ellas se habían puesto la lencería y los zapatos y estaban de pie en el centro del salón. Nos vendaron los ojos y pusieron una música muy sensual. Nos dijeron que cada una de ellas iba a jugar con uno de nosotros, que no podíamos hablar, solo tocarlas y “jugar” y luego veríamos si acertábamos quien estaba con cada uno de nosotros.
Yo estaba en una silla. Comencé a notar una mano pasando por mi espalda e inmediatamente después una lengua me lamia el cuello. Eso me estaba poniendo a mil y mi polla comenzaba a endurecerse. La mujer que estaba conmigo me abrió las piernas y se colocó agachada entre ellas. Comenzó a pasar su lengua por ella mientras acariciaba mis huevos. Cuando agarro fuerte mi polla masturbándome y no paro de lamerme el glande mi polla se puso ya como una piedra. La mamada que siguió dejo mi polla bien empapada y dura para que entrara bien en su coño.
Ella se levantó y cogió mis manos poniéndolas en sus muslos. Las medias que llevaba acababan en ellos por lo que ya supe que Dilcia y Susana no podían ser. Al no notar el liguero, supe que Elena tampoco era. Tras acariciar bien sus piernas subí mis manos hasta su culo y entonces averigüe que era Raquel. Note un culotte, y eso solo lo llevaban ella y Vanesa, pero las medias de Vanesa eran solo hasta las rodillas por lo que no podía ser ella. Yo seguí como si nada y mientras la acariciaba el culo la besaba la tripa. Pase una de mis manos para delante y la metí por un lado del culotte. Metí mi dedo gordo por su coño y la empecé a masturbar.
El coño estaba empapadísimo cuando esta se alejó de mí. Al volver me hizo una mamada nuevamente hasta que me puso un condón. Puso mis manos en su cintura y me pidió que la quitara el culotte. Cuando lo hice Raquel se sentó encima de mí y empezamos a follar. La acariciaba los muslos y nos besábamos mientras lo hacíamos. Empecé a besarla el cuello y cuando subí a mordisquear su oreja la pregunte en bajito si era Raquel. Esta no respondió solo se rio y empezó a morderme el cuello.
Empecé a acariciar sus tetas tapadas por el sujetador hasta que se lo subí dejando sus pechitos al aire. Pellizque sus pezones y cuando los tuvo bien duros empecé a comérselos. Entonces Raquel me quito por fin la venda de los ojos. Tras decirla que sabía que era ella nos volvimos a besar mientras follábamos más rápido.
Al poco tiempo note como unas grandes tetas pasaban por la parte de atrás de mi cabeza. Gire mi cabeza y vi que era Silvia pasándome sus tetazas. Me empecé a besar con ella. Raquel se colocó dándome la espalda y se sentó encima de mí metiéndose mi polla por el culo. Esta se movía en círculos metiéndose bien dentro de su culo mi polla. Silvia se puso a nuestro lado, se inclinó para besarse con Raquel, mientras yo acariciaba con una mano todo su cuerpo, únicamente tapado por las medias, y con la otra el muslo de Raquel. Tras acariciar un poco su culazo, metí una mano por entre sus piernas por allí atrás y empecé a masturbarla con mi dedo gordo.
Cuando estaba a punto de correrme Raquel se bajó y se arrodillo. Me quito el condón y empezó a mamármela como una loca. Silvia se inclinó un poco para que yo pudiera comerla un pecho mientras seguía masturbándola. Me corrí dentro de la boca de Raquel que se tragó todo mi semen y paso su lengua por el glande dejándomelo limpito.
Silvia se arrodillo colocándose en el sitio de Raquel, que se fue a unirse con Elena y su hombre que estaban al lado nuestro.
Silvia metió mi polla entre sus tetazas y me hizo una cubana para que mi polla siguiera durita. Cuando estuvo bien dura nuevamente, Silvia cogió mi polla y se la paso por sus gordos y puntiagudos pezones lo que me puso más cachondo aun.
Vanesa se nos acercó y nos dijo que fuéramos con ella. Nos levantamos y así hicimos. Nos volvió a llevar la habitación donde la vimos antes. Esta iba supersexy con el culotte y las medias hasta las rodillas toda de blanco. Nos empezamos a besar los 3 de pie mientras las acariciaba sus culos y ellas mi polla.
Silvia se arrodillo y empezó a hacerme una mamada. Yo seguí besándome y acariciando el culo de Vanesa con ese culotte tan sexy, hasta que me sentó en el borde de la cama. Silvia se colocó arrodillada entre mis piernas para seguir con la mamada y Vanesa se arrodillo encima la cama detrás de mí. Empezó a pasar sus manos por mi pecho mientras me besaba el cuello. Se colocó de pie en la cama y puso uno de sus pies en mi hombro. Con mi mano acaricie la media blanca tan sensual que la cubría hasta la rodilla, a la vez que besaba el trozo que estaba a la altura de mi boca.
Vanesa paso la pierna al otro lado dejando mi brazo en medio de ella. Volví a acariciar las piernas con esas sensuales medias con la mano que estaba entre sus piernas. Con la otra acariciaba su culo mientras la empujaba hacia mí para besar su coño tapado por el culotte. Vanesa se lo bajo hasta medio muslo y empecé a pasar mi lengua por su clítoris. Poco a poco fui metiendo la lengua en su coño comiéndoselo.
Silvia me puso un condón y se sentó encima de mí de espaldas metiéndose mi polla por el culo. Silvia se movía adelante y atrás con mi polla bien dentro y yo movía mi lengua en círculos dentro del coño de Vanesa. Cuando esta se corrió se bajó de la cama y se besó con Silvia hasta que esta se levantó. Entonces Vanesa se sentó encima de mí rodeándome con sus piernas. Metí mi polla en su coño y follamos. Silvia se colocó a nuestro lado sentada en el borde la cama. Estire una de mis manos y empecé a masturbarla.
Así estuve con ambas hasta que Silvia se levantó y salió de la habitación. Vanesa se bajó de mí y se colocó a gatas en el borde la cama ofreciéndome su culo. Me puse de pie tras ella y comencé a darla por el culo.
Silvia volvió a la habitación con los pechos llenos de nata y se sentó en medio la cama. Deje de encular a Vanesa y me puse de rodillas en la cama frente a Silvia. Empecé a besarme con ella y acariciar sus piernas. Esas tetazas tapadas por la nata me estaban poniendo a mil, así que me senté y Silvia lo hizo encima de mí. Nos rodeamos con las piernas y nos pusimos a follar como locos. Mi cabeza se agacho para devorar esas tetazas comiéndome la nata, mientras Vanesa y ella se besaban.
Entraron en la habitación Raquel y Dilcia con 2 hombres. Vanesa se juntó a ellos y yo me quede con Silvia follando, besándonos y comiéndola las tetazas. Raquel había traído el bote de nata y lleno nuevamente las tetas de Silvia de ella, y yo tan feliz comiéndoselas más rato.
Pare cuando Dilcia y un hombre se nos acercaron. Este se besó con Silvia y Dilcia conmigo. Silvia se bajó y Dilcia fue la que se sentó encima de mí metiéndose mi polla en su coño. Mientras nos besábamos, follábamos lentamente y acariciaba sus muslazos. Raquel se puso de rodillas en la cama a nuestro lado. Se echó nata en uno de sus pechitos y lo acerco a mi boca para que se la comiera. Cuando acabe de comérsela echo nata en los pechitos de Dilcia y, mientras seguíamos follando, agache la cabeza para limpiárselas con mi lengua. Raquel y Dilcia se besaban.
Cuando termine de comerla la nata de los pechitos, coloque a Dilcia a gatas y yo me puse detrás suya. Empecé a darla por culo, mientras la cogí de su larga melena morena y tire de su pelo hacia mi suavemente para envestirla más fuerte. La encule hasta que corrí con mi polla dentro de su culo. Cuando saque mi polla del culo de Dilcia, Raquel apareció nuevamente a mi lado. Se puso a gatas y me quito el condón. Paso su lengua por mi polla limpiándomela, para inmediatamente hacerme una mamada de lujo, nuevamente, con su gran boca.
Elena, que había entrado en la habitación, sin yo enterarme, se nos acercó y tras besarme me dijo bajito al oído que fuera con ella, que allí había demasiada gente para un cuarto tan pequeño. Saque mi polla de la boca de Raquel y me fui con Elena. Entramos en una habitación, que al ver mi mochila allí supe que era la de Silvia y mía. Nos empezamos a besar de pie. Acaricie el culo de Elena que ya solo llevaba puestas las medias y el liguero.
Elena se arrodillo y comenzó a hacerme una mamada. Esos carnosos labios me ponían mucho al sentirlos por mi dura polla. Me senté en la cama apoyado en el cabecero, Elena a gatas a mi lado siguiendo con la mamada y mi mano acariciaba sus piernas y su culo que quedaron a mi lado.
Silvia entro en el cuarto y se sorprendió al vernos. Dijo que había ido a la habitación porque quería dormir, pero lógicamente tuvo que unirse a nosotros. Se colocó al otro lado mío y nos empezamos a besar. Mientras con una mano seguía acariciando a Elena, la otra lo hacía con las tetazas de Silvia. Tetazas que no tarde en comenzar a comer nuevamente, poniendo mucho énfasis en morder sus gorditos pezones.
Silvia se colocó en la misma posición que Elena para comerme la polla junto a ella, así que mi mano también pudo ponerse a acariciar sus piernas y su culo. Mi polla estaba bien dura cuando Silvia se sentó en la cama y comenzó a masturbarme con sus pies. El tacto de esas finas medias me ponía loco. Elena, tras besarse un poco conmigo, también se sentó y me masturbo con sus pies. Se iban turnando, e incluso lo hacían con un pie cada una.
Mi polla estaba muy erecta nuevamente. Me levante de la cama y me puse un condón. Tumbe a Elena cerca del borde de la cama. La eleve las piernas poniéndoselas contra mi pecho y comenzamos a follar. Mientras lo hacíamos, acariciaba sus piernas y la lamia y mordía los dedos gordos de sus pies, que tanto me ponían con esas medias y las uñas pintadas de rosa.
Silvia se tumbó al lado de Elena y mientras esperaba se masturbaba. Cuando me fui a por ella, también la coloque las piernas contra mi pecho comenzando a follar así. A Silvia también la acariciaba sus piernas y la lamia y mordía los dedos gordos de sus pies, tan sexys tapados por las medias y con las uñas pintadas de rojo.
No pare de follar a Silvia hasta que esta me dijo que se corrió. Entonces volví con Elena que estaba masturbándose. Me tumbe encima suya y volvimos a follar. Nos besábamos y la acaricie las piernas. De vez en cuando agachaba la cabeza para comerla sus tetitas carnositas.
Al levantarme vi que Silvia se había quedado dormida. Me tumbe al lado de Elena y ambos nos pusimos de forma lateral, ella dándome la espalda. Levante un poco su pierna y metí mi polla por su culo. Se lo folle despacito mientras la acariciaba la pierna y las tetitas y nos besábamos. No pare de encularla hasta que me corrí. Entonces coloque mi cabeza entre sus piernas y la comí el coño hasta que ella fue la que se corrió.
Cuando volvimos del baño de asearnos un poco, nos tumbamos en la cama y entre besos y caricias nos quedamos dormidos.