Mi primera Mujer
Ella nunca pasaba desapercibida por el largo cabello rizado rojizo y su piel de porcelana...
Mi primera mujer
Todo empezó sin buscarlo Doris es una chica que vivía a unas cuantas casas de la mía de cabellos largos rizados rojizos, piel blanca ojos marrones, ella se encontraba en una mesa con sus hermanas en la discoteca que por casualidad yo estaba, me encontraba con algunos amigos de mi universidad, bebíamos y bailábamos y yo con la cabeza caliente la saqué a bailar e iniciamos una conversación amena que me llevó a terminar tomando en la mesa con ellas y entre copa y copa los márgenes de confianza se fueron acortando.
Al pasar algunas horas mis amigos se despidieron yo muy caballeroso decidí acompañarla a su casa, comprendan amigos que era de noche un viernes y yo tenía varias cervezas dentro. Llegando a la casa las hermanas alcahuetas me dejaron con ella a solas en la puerta de su casa. Y entonces sucedió le imprimí un largo beso que me descontroló y desconcertó porque ella me abrazó como si me amara de mucho tiempo y yo recién la conocía esa noche, feo no soy pero tampoco soy un cuero.
A partir de allí empecé a salir con ella al cine de compras a bailar se comportó conmigo de lo mejor, me hacía sentir bien me llenaba, porque conforme la veía descubrí que tenía un buen par de tetas y unas caderas bien puestas mas el cabello rizado suelto y rojizo hacían de ella una mujer exótica de buena presencia.
Conforme pasaban los días mis manos jugaban con su cuerpo me gusta tocar y acariciar más de lo debido, ella no ponía reparos porque le gustaba cómo era tocada imaginen que cuando me iba a mi casa las despedidas duraban como 40 minutos y sólo viviendo a unas casas.
En el año nuevo de 1999 la pasamos juntos estuve en la discoteca donde nos conocimos hasta el amanecer ella parecía dispuesta a todo y siendo las 7 de la mañana tomamos un taxi rumbo a una casa que tenemos desocupada al cual yo limpiaba dejándola lista para cualquier apuro.
Ella se dejó llevar por el deseo entramos a la casa, subimos al segundo piso donde estaban los dormitorios se recostó en la cama nos besamos con pasión era la primera vez que estábamos a solas, era de día en pleno verano en Lima un primero de enero de 1999 la empecé a desnudar por primera vez para mi. Ella se sacó su vestido luego su brasier dejando al descubierto sus increíbles pechos con aureola rosada yo los empecé a besar y lamer como se me antojó, yo también me disponía a sacarme la ropa aunque en ese momento no se sacaba su calzón creo que por un poco de vergüenza así que para quitarle la vergüenza me saqué la trusa yo dejándole ver mi intimidad que por cierto se encontraba en su máxima expresión, ella se sonrió dejándose sacar su calzón y al fin la tenía sólo para mi como Dios la trajo al mundo sus bellos pubianos debidamente cortados besándoselos.
Fue maratónico tuve 5 orgasmos ya mi bomberito no daba pero había cumplido con ella de la mejor forma entre ducha y ducha volvíamos a tener relaciones sin parar yo observándola a través de los espejos del tocador que daba a la cama miraba como sus curvas me aplastaban ¡Qué rica experiencia¡ a partir de ese momento Doris se convirtió en mi mujer, era la primera vez que una mujer me susurraba al oído que me amaba y los próximos 4 días siguientes hicimos el amor sin parar esa semana fue mágica y me siento agradecido de haber tenido una experiencia con ella, la disfruté como seguro ustedes disfrutaron su primera mujer eso es inolvidable