Mi primera mamada

En venganza por la infidelidad de mi novia, salgo a prostituirme vestida de mujer.

La Primera Mamada.

Tengo 19 años, soy un chico de metro sesenta y cinco, cabello largo y rizado, labios carnosos y un buen culo. Me gusta vestirme de mujer e imaginarme que me follan mientras me masturbo. Realmente soy virgen, nunca he estado con un hombre aunque con mujeres si he estado. La siguiente historia es un producto de mi imaginación, todos los personajes son ficticios.

Vivía en el apartamento de mi novia, éramos felices hasta el día que me di cuenta que me engañaba. De casualidad la vi entrando a un motel con un conocido mío, un día que me escapé del trabajo para verla. Decepcionado, llegué al apartamento y decidí vengarme, dejar salir mi lado femenino y salir a venderme en la calle. Tomé prestadas algunas cosas del armario de mi novia y me dirigí a un hotel en el centro de la cuidad. Allí, en la habitación, empecé por afeitar mis piernas, mis axilas y mi barba también. Luego noté que aún tenía vello entre mis nalgas, así que lo fui depilando. Nunca antes me había depilado, pero de alguna manera lo pude hacer, mi culo quedó tan liso y suave que no podía dejar de acariciarlo, y pensar lo que me harían mas noche por ahí.

Me puse un hilo color rojo que acariciaba suavemente entre mis nalgas recién depiladas, un sostén también rojo al cual tuve que ponerle relleno ya que no tenía tetas. El vestido que había llevado era blanco de una pieza, sin tiras arriba y apenas terminaba de cubrir mis nalguitas. Finalmente unos zapatos blancos abiertos también de color blanco. Pensé: "Hasta esta noche soy como una chica virginal, inocente, y pura, el blanco reflejará eso, y por dentro mi ropa interior roja representará lo ardiente que estoy por deseo y por venganza".

Decidí maquillarme excesivamente, con mucho rubor y sombras, labias labial rojo pasión. Luego empecé a peinarme, con el cabello suelto llegando hasta los hombros. Me miré toda al espejo y no podía creerlo, estaba despampanante, el vestido realzaba mis piernas y mi trasero y el maquillaje me hacía verme muy femenina. Salí del hotel y veía como nadie me reconocía de los que me habían visto entrar, incluso recibí un par de piropos mientras salía para la calle, y paseaba mi culo de lado a lado a cada paso. Tomé un taxi y llegué a la avenida donde están los travestis, se acercaron pero vieron que era otra de ellas. –"Hola, ¿que tal como te llamas?". -Yo ya había pensado el nombre – "María Teresa, mucho gusto". Me presentaron y les pedí ayuda. Mónica, una tv muy linda se ofreció ayudarme. Le pedí que me enseñara a chupar un pene. –"Claro Tere, ven conmigo a donde no nos vean y te enseño".

Levantó su falda y sacó su pequeño miembro de su tanga. Me iba dando indicaciones y yo las seguía al pie de la letra. Primero lo tomé con mi mano, y lo acaricié un poco, luego puse mis labios alrededor del glande y apreté suavemente. Empezaba a ponerse duro. Luego lo acariciaba con mi lengua. Después, cuando estaba totalmente erguido, lo introduje todo dentro de mi boca y empecé a succionar y a acariciarlo. Jugueteaba con él, mientras Mónica daba unos pequeños suspiros de placer y acariciaba mi cabello. Lamí sus testículos y empecé a acariciar su ano con mi dedo mojado. Me pasaba todo su pene por mi cara y yo lo recibía gustosa, me estaba encantando chupar se verga. Finalmente terminó, me embarró la cara con su semen, yo intenté recogerlo todo y comérmelo, pero Mónica empezó a besarme y a lamer todo el semen que tenía en mi cara y en mi pecho.

-Lo haces bien –me dijo sonriendo.

-Gracias.

-Vas a tener buen futuro con esto.

-No creo que me vaya a dedicar por completo a esto, sabes, tambien tengo una vida.

-Pero tu quieres escapar, se te nota Tere.

-Creo que si.

-¿Entonces que dices? ¿Te vas a dedicar de lleno a esto?

-No lo sé, tengo que ver si me gusta prostituirme – Por el momento ya sabía que adoraba chupar vergas, y que nunca antes lo había hecho, pero ya estaba aprendiendo.

-Bueno, pues vas a ver preciosa –Me dijo Mónica – Que con el cuerpo que tienes, y esa cara de Ángel, pronto vas a hacer una fortuna, vas a ser muy cotizada entre los clientes.

-¿Y se hace buena plata con esto?

-Ya vas a ver Tere, ya vas a ver.

En el próximo relato les cuento como pierdo mi virginidad al prostituirme por primera vez y me siento realizada. Espero que les haya gustado, mi nombre es María Teresa y les mando muchos besos, donde mas les guste ;)

Por favor escribe tu opinión a materesadecabeza@hotmail.com