Mi primera mamada
Necesito decir algo más?
Visito la página desde que tenía 15 años, y aunque mis inicios sexuales fueron algo "tardíos", prometí que cuando tuviera algo que escribir, lo haría. Por fin ha llegado la momento.
Yo vivo en casa de una tía y aunque tengo 18 años me considero (y me considera) bastante madura, así que cuando tuvieron que salir de viaje no dudaron en encargarme la casa aún sabiendo que me quedaría completamente sola durante días. Siempre me he considerado una chica caliente; me encanta masturbarme y ver películas porno, y por supuesto TODORELATOS; pero había algo que me detenía... un miedo que desapareció cierta noche que estaba viendo la tele y de repente alguien tocó a la puerta. Era un muchacho con el que estaba saliendo; él tiene 25 años y es muy guapo, rubio, alto, ojos verdes, esa mirada de perversión que a las mujeres nos encanta... Me comentó que sabía que mi familia había salido porque su primo es muy amigo de mi primo y le había dicho que no regresarían hasta dentro de días. Yo comencé a ponerme muy nerviosa cuando me preguntó si podía entrar a ver la televisión conmigo; accedí y estuvimos sentados durante un largo rato.
De repente me tocaba la cara o me besaba y comentaba que estaba muy caliente, la verdad yo ya me imaginaba lo que sucedería más tarde pero sólo atinaba a decir que tenía algo de calor. Comenzó a hacerse más tarde y el ambiente comenzó a calentarse. Sus besos ya no eran tiernos sino llenos de pasión, buscaba mi lengua con desesperación mientras que con sus manos recorría mis firmes senos, sentía su respiración agitarse mientras intentaba recostarse encima mio. Lo dejé pero sus manos comenzaron a bajar por mi vientre intentando desabrochar mi pantalón, fuera de mi le dije que sería mejor ir a mi recámara. Me cargó y me fue besando mientras mis nervios estaban a mil.
Ya en mi cuarto me recostó y se puso encima mió, besándome y desabrochándome lentamente la blusa... siguió recorriendo con su boca mi cuello hasta llegar a mis senos; comenzó a succionar mis pezones y a trazar pequeños círculos alrededor de mis aureolas... yo sólo daba pequeños gemidos de placer, el miedo se había convertido en deseo. Pronto comenzó a bajar por mi estómago, desabrochando mi pantalón y bajando mi pequeña tanga. Sin decir nada me abrió las piernas y vi cómo su cara se hundió en mi vagina, comenzó a hacerme una mamada riquísima, mientras lamía mi clítoris sus dedos jugaban con mis labios y lentamente se iban introduciendo a mi vagina que estaba muy mojada. Me dolió mucho cuando me metió un dedo, le pedí que parara y se concentró en mi clítoris. Después de juguetear un rato me vino un orgasmo increíble, nunca había sentido eso masturbándome, fue una sensación riquísima que de sólo pensar empiezo a sentir cosquillas en el vientre...
Yo estaba cansada de las piernas ya que no estoy acostumbrada a tenerlas en esa posición y me senté y le dije que se recostara, que iba a hacerle mi primera mamada, que me fuera indicando cómo hacerlo porque era nueva en esto, a lo que sonrió y asentó gustoso (quién no...). He de decirles que tampoco había visto un pene en toda mi vida, sólo en la tele pero eso no cuenta. Cuando se sacó ese pene grueso y rosado me pareció hermoso, lo tomé con la mano izquierda y empecé a masturbarlo suavemente. Él sólo daba pequeños gemidos hasta que me animé y poco a poco me fui acercando. No olía a nada, el liquido preseminal tiene un sabor curioso aunque no desagradable. Comencé a darle tiernos besos en el glande mientras que con mi lengua jugueteaba con la punta, me la fui metiendo poco a poco a la boca y empecé a succionar y a apretar con mis labios el tronco, mi lengua seguía jugueteando, conociendo.
Pronto comencé el movimiento mete-saca, teniendo mucho cuidado con los dientes mientras que mi amor sólo gemía y se movía rítmicamente. Súbitamente me indicó que me la sacara de la boca lo cual fue bueno pues mi mandíbula dolía y seguí masturbándolo hasta que salió un chorro de leche, manchándole la playera y mi mano. Antes de pararme probé un poco y estuve jugando con el semen, mi niña interior quedó también satisfecha, y los dos nos cambiamos y fuimos a la sala para seguir viendo televisión. Antes de irse me dijo "la próxima vez no te salvas" Y creo que fue lo mejor, hoy tengo ganas de más.
Gracias por leerme, agradeceré sus comentarios y sugerencias y prometo platicarles mi PRIMERA vez ahora sí! Besos.