Mi primera infidelidad (con dos hombres) 2

Les voy seguir contando mi relato a partir de cómo lo deje en "Mi primera infidelidad (con dos hombres)"

Sobre las 13 horas y después de haber almorzado salimos hacia el local que regentan Raúl y Ángel, ya en el trayecto iba con una sensación rara, por un lado estaba con estos dos hombres como si les conociese de toda la vida y por otro lada tenia un poco de miedo por la situación que pudiese darse. Pero el morbo me podía y tenia en la mente todavía la noche de placer y lujuria que había pasado, es mas todavía tenia día y medio hasta que mi José regresase de su guardia.

Llegamos al edificio en cuestión, subimos a la primera planta y al abrir la puerta había un pequeño recibidor donde al parecer esperaba el cliente hasta que las chicas estaban dispuestas para hacer un pase y que se escogiese la que le apetecía en una habitación contigua.

Pasamos a la sala donde había tres chicas sentadas en unos sillones ( las cuales no me miraron con una cara demasiado agradable) y seguimos hasta el despacho. Esto si me impresiono nada mas entrar pude ver cinco pantallas que controlaban cuatro habitaciones y la sala donde había visto a las chicas. Según me apuntaron era una medida de seguridad. En dos de las pantallas sé podía ver a dos de las chicas que estaban en plena faena.

Mientras los chicos estaban con los papeles del escritorio, yo permanecía atontada delante de los monitores observando lo que estaba sucediendo en las habitaciones. Pronto con lo que estaba viendo empecé a excitarme.

Raúl dijo que tenia que ausentarse durante un rato pero que volvería pronto Nos dimos un beso y salio del piso.

Poco después entro un señor, de unos 60 años que Ángel me presento como Eduardo, al parecer un colega de ellos. Yo seguía con mi tarea mientras ellos discutían sus temas de los cuales no me enteraba hasta que una mano me soba el culo. Mi reacción como una señora que soy fue de darme la vuelta y soltarle un trotazo, pero mientras me daba la vuelta y con la excitación que ya llevaba solo me quede mirando fijamente. Era Eduardo un tipo de 1,85 y bastante gordo vestido elegantemente el que me había tocado el culo. Seguramente debió que era una de las chicas que allí trabajaban. Me di la vuelta y me seguí recreando en los monitores.

Unos minutos después desde atrás me cogió los senos y me apretujo el paquete en mi culo, hice para liberarme pero el tipo me tenia bien sujeta, incluso me estaba haciendo daño en mis senos. Le dije que me soltase pero el tipo dijo que ya había tenido suficiente espectáculo y que ahora me tocaba a mí. La verdad estaba excitada, con un movimiento de cabeza buque a Ángel por la habitación pero debía de haber salido sin yo darme cuenta.

Abandone mi escasa resistencia y el tipo me levanta él top y sujetador y procede a lamerme los pezones.

Ahora ya no podía abandonar, volvía a sentirme otra, realmente no era el tipo de hombre con el que una imaginaria engañar a su esposo pero yo estaba ardiendo y necesitaba sexo y en este momento era el que me lo podía dar.

Me quito la ropa y él sé desprendió de sus pantalones y bóxer. Con su mano me indico que me agachase y le chupase la polla era tan pequeña que en otra situación me hubiese provocado risa. Mientras le comía el falo el tipo sé retorcía de gusto y emitía toda clase de sonidos.

Me coge del pelo me levanta y me dice: quiero que sepas puta que te voy a follar cuantas veces quiera.

Me coloco con los codos apoyados en el escritorio, me separo muy bien las piernas y me bajo la cadera, con lo cual se podía ver mi culo bien abierto y mi coño que estaba deliciosamente húmedo.

Se coloco tras de mi y me restregaba su miembro por el culo mientras con una mano me acariciaba el clítoris que ya estaba empapado con mi calentura. Lubrificaba su mano con mis jugos y me empezó a meter un dedo en el culo, luego dos y seguidamente con dulces empujones metió la cabeza en mi culo, empujando mas fuerte la fue metiendo adentro del todo. Entonces comenzó un mete y saca muy lento, su cara mostraba como disfrutaba de mi culo.

Con cada centímetro que la metía y la sacaba la cara de Eduardo se transformaba.

Yo ya estaba apunto del éxtasis, y le gritaba:

Si me encanta, métemela mas fuerte!, Métemela hasta el fondo, me voy a correr.

No pude mas y con un grito de placer tuve un orgasmo fabuloso.

De repente me miro y me dijo –Que buena puta eres - estas disfrutando?.

En un arranque de lujuria desesperada él me cachetea una nalga con mucha fuerza dejándomela marcada, y lanzo un grito y digo quiero mas!

Acelero el ritmo mucho más, y no tarde en tener un segundo orgasmo.

Sintiéndose en el ambiente únicamente el Plof, Plof, Pof, Plof, característico y con un grito ahogado me descargo varios chorros de leche en el culo.

Saco su polla de mi culo y me indico que se la limpiase y se la dejase reluciente, cosa que hice muy agradecida por el gozo que me había dado.

Saco una billetera y me tiro 300 euros en el suelo junto con una tarjeta de visita y me dijo:

Buen trabajo putita, llámame. Me asee un poco y salí de allí sin decir nada a nadie, cogí un taxi y me dirigí a mi casa.

Estuve dos horas dentro de la bañera recapacitando sobre todo lo que había pasado y que y como iba a ser mi vida ahora.

La noche siguiente cuando regreso José estuvimos haciendo el amor y cuando me dijo como siempre fantaseando:

Quiero que lo hagas con otros hombres, le conteste que ya lo he hecho

Volvió a repetir – Quiero que te folle otro

Le respondí – la otra noche me follaron dos y la mañana siguiente me follo un viejo gordo.

No lo creyó pero al parecer escuchar esto lo excito mucho y me deleito con el mejor polvo que nunca me había pegado.

Después le estuve contando con pelos y señales todo lo ocurrido y volvimos a echar otro polvazo.

José dice que cuando quiera que llame al viejo de la polla pequeña que seguro me puede enseñar muchas cosas.

No se creo que ahora que me he lanzado y con el consentimiento de mi marido puedo acostarme con otros hombres más apetecibles. Mi marido solo quiere que en alguna de mis infidelidades lo incluya a el.

Bueno ya os cuento

Gracias a todos lo que me habéis mandado emilios animándome a seguir contando mis infidelidades

Un besito para todos y todas las lectoras

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