Mi primera infidelidad 2

Seguimos con el relato de mi infidelidad convertida en orgía

Continuación de mi anterior relato: Mi primera infidelidad.

Tras hacer ese comentario a sus compañeros, me pidió que me sentara en una de las sillas metálicas que allí había, junto a la mesa donde hacia un rato, entre otras cosas, me había masturbado para ellos.

Al sentarme desnuda, pude notar el frio del asiento y el respaldo, con restos aún de semen en mis tetas, que habían caído de mi boca, mezclados con mi propia saliva, con las medias, liguero y mis zapatos de tacón como única ropa. Tremendamente excitada a la espera de lo que querrían hacer conmigo sus 12 compañeros.

Estando en esa posición, Miguel se situó detrás mío, y de nuevo, susurrándome al oído, muy cerca (había comprobado que era algo que me calienta especialmente), me pidió que pasara mis manos por detrás del respaldo de la silla y me puso sus esposas. Eso fue algo que me dejo helada, ya que durante todo el tiempo, yo había tenido la libertad de hacer y actuar, siguiendo solo mis instintos (gracias a “la droga”) aun atendiendo sus órdenes, pero ahora estaba totalmente expuesta y con una merma en mi capacidad de decidir… pero no protesté, en el fondo sentirme así de dominada, aunque era algo extraño para mí, también me excitaba. Tras eso paso a vendarme los ojos con una especie de pañuelo o trapo que le presto uno de sus compañeros.

Ahora ya si que estaba totalmente expuesta, nerviosa, excitada. A los pocos segundos de quedarme en esa posición y sin visión, escuche como se acercaban varias personas. Escuchaba sus pasos acercarse y sus voces, y cual fue mi sorpresa, cuando entre las voces, de al menos 5 personas más, había ¡¡1 voz femenina¡¡. Antes de que entraran en la sala en la que yo estaba, le pregunte a Miguel:

-      ¿Pero no me has dicho que quedaban 12 hombres más en el edificio?

-      NO. Te he dicho que quedaban 12 compañeros y por supuesto que hay mujeres entre ellos. Y ahora cállate, y cuando entren atiende sus órdenes y hazles disfrutar pedazo de Puta¡¡¡

Y en ese momento entraron estos 5 compañeros. Al entrar, le dijeron a Miguel:

-      Esta es la Puta de este mes??. Joder si que esta buena¡¡¡ Madre mía que cuerpazo tiene y que guapa es¡¡¡. Desde luego Miguel, eres un genio, no se te escapa ninguna de estas calentonas. Que ojo tienes¡¡¡

En ese momento, reconozco que me sentí extraña, en el fondo no me gusto pensar que yo no era nada especial para Miguel, sino una más. Pero este sentimiento, enseguida quedo atrás cuando note la primera mano de uno de sus nuevos compañeros encima de mi cuerpo.

Otro de los nuevos compañeros, me magreo las tetas con cierta rudeza desde la parte posterior de la silla donde yo estaba, pero nada desagradable, mientras le decía a Miguel:

-      Madre mía, que tetas tiene¡¡¡ y encima naturales, nada de silicona como las 2 últimas.

Y la chica le decía:

-      Parece que las pastillas y tu palique siguen funcionando, jejeje. Bueno, vamos al tema, que yo también estoy caliente como una perra. He estado viendo el video que se está grabando de esta noche y no he parado de masturbarme todo el rato, mientras se la comía a Alberto.

Estaba claro que en esa comisaria el tema del sexo era algo que vivían plenamente y les gustaba compartirlo.

Tras eso, la chica, me quito la venda de los ojos lentamente y así pude ver, como los 4 nuevos compañeros, ya se estaban desnudando, mientras Miguel y sus 2 compañeros que me habían estado follando antes, se disponían a salir de la sala, casi sin dirigirme la mirada, en especial Miguel, al que yo quería por lo menos, volver a mirar y ver algo en sus ojos, pero no lo pude conseguir. De ese modo, me quede sentida y esposada en la silla, con 4 hombres que me estaban empezando a mostrar sus musculados cuerpos, sus pollas de diversos tamaños y grosores, ya con una erección evidente y con una mujer policía, que también se estaba desnudando, justo delante de mi.

Ella era espectacular, grandes pechos también naturales, un cuerpo de gimnasio esculpido al milímetro, unos ojos verdes grandes y super expresivos y un pelo negro recogido en una cola de caballo… Y además tenía el mismo gusto en lo que a ropa íntima sexy se refiere, porque también se quedó solo con un liguero y unas medias y en este caso las botas del traje de policía. Nunca me han llamado la atención las mujeres en un sentido sexual, pero ella lo estaba consiguiendo.

Tras ese striptease grupal, la chica se arrodillo delante mío y tras abrirme las piernas delicadamente, se acercó, me beso en la boca y acto seguido recorrió su lengua por mis tetas y siguió bajando hasta llegar a mi chocho, donde empezó a hacerme un cunnilingus espectacular. Que solo paro, al inicio, para decir:

-      Joder, este chocho esta empapado y en su punto.

Y siguió chupando y subcionando mis labios vaginales y mi clítoris con maestria, mientras sus 4 compañeros se acercaban a nosotras 2.

Los 4 fueron sobándome las tetas y ofreciéndome sus pollas para que las chupara. Les encantaba que me las metiera hasta la garganta, parando solo de empujar si notaban que me daban arcadas y mis ojos lloraban con la sensación. En el fondo me encantaba hacerles disfrutar, escuchar sus gemidos, con cada una de mis mamadas.

Al cabo de unos minutos así, donde yo estaba en el cielo, uno de ellos se tumbo debajo de su compañera y esta lo empezó a cabalgar salvajemente, mientras otro, situaba la polla a la altura de su culo y tras colocar la punta de su polla en la entrada de su ano, de una embestida se lo metio, mientras la polla de su compañero seguía dentro del coño de su compañera. La estaban haciendo una doble penetración, mientras me comía el coño y yo seguía ocupada con las pollas de los 2 compañeros, que no dejaban de taladrarme la boca a su antojo, pellizcando y magreando mis tetas sin parar, ya que yo seguía con las manos detrás de la silla esposada.

Al cabo de unos minutos los 4 hombres intercambiaron las posiciones y de ese modo, la policía seguía sodomizada por sus compañeros y yo no dejaba mi boca libre de pollas y con mis tetas totalmente coloradas y ardiendo, fruto de tantos pequeños azotes y pellizcos que me estaban dando.

Pasados otros minutos, esta secuencia se terminó, cuando la mujer policía decidió que ella ya había tenido orgasmos para 2 días y que ahora solo quería ver cómo me destrozaban a pollazos a mi sus 4 compañeros, hasta el momento donde se fueran a correr, ya que ella compartiría conmigo toda su leche.

Tras decir, eso, se levantó, se fue detrás de mi, me quito las esposas y agarrándome del pelo, suave pero firmemente me levanto y como si entregase a una pieza de caza a unos leones, me empujo hacia sus compañeros, que por supuesto no perdieron oportunidad de taladrarme durante al menos 1 hora, ocupando en todo momento mis agujeros, llegando a hacerme una triple penetración en sus 2 versiones, con 2 pollas en mi coño y 1 en mi culo al mismo tiempo, y con 2 pollas en mi culo y 1 en mi coño al mismo tiempo, por supuesto con una polla en mi boca en todo momento. No se ni cuantos orgasmos pude tener.

No pensaba, no razonaba, solo sentía, solo gozaba… pero tanto orgasmo, tanto ejercicio físico me estaba dejando prácticamente sin fuerzas, y ya casi al final, cuando se acercaba el momento en el que estos 4 sementales, se querían correr, solo podía mantenerme de rodillas, sentada o tumbada.

En ese momento, la mujer policía, dejo de masturbarse viendo el espectáculo que le estábamos dando, se arrodillo a mi lado y se dispuso a recibir las corridas de sus 4 compañeros junto a mi, ayudándome a chupar sus pollas para dejarlas bien limpias.

Cuando sus compañeros terminaron y después de dejar sus capullos limpios de semen, me ayudo a levantarme junto con los 4 policías y me llevaron a la mesa, donde me tumbaron boca abajo, y ataron mis piernas a las patas de la mesa, dejando mi culo y mi coño totalmente expuesto y aprovechando que mi cuerpo estaba tumbado en la mesa, cogieron mis brazos y también los ataron a las otras patas de la mesa.

Yo no podía ya ni protestar, ni quejarme, las fuerzas me fallaban totalmente, estaba a punto de desmayarme.

Los 5 se vistieron, y al salir, la mujer policía me dijo:

-      Descansa un poquito zorra, ya solo te falta la traca final… jajaaja