Mi primera faena!

Hago de niñera en casa de una amiga de mi madre.

MI madre que siempre está por mí, había encontrado un trabajo para que me moviera de casa.

-Señorita, me he enterado que en la oficina hay una familia que necesita una canguro para su hijo de 2 años. Así que, aquí tienes su número de teléfono.

-Muchas gracias mama!

La verdad estaba genial en casa levantándome a las 10 desayunando algo, gym, cibersexo…pero las amigas ya habían concretado casi donde iríamos de vacaciones y no tenía ni un duro así que, no me quedaba otra que empezar a trabajar.

Cogí ese número de teléfono y llame...

-Hola buenas. Soy Lluna, Carmen, mi madre me paso vuestro contacto pq estáis buscando una canguro.

-AAAAH! Carmen!!! Que bien, no me imaginaba q llamarías tan rápido. Como lo tienes para pasarte esta tarde y hablamos, conoces al niño, a mi marido…

-Perfecto, sobre las 18h?

-Muy bien guapa. Chao!

Que bien, ya tenía casi un trabajo! Pero había una palabra que había inundado mi cabeza…         -marido-, joder que morbo!!

Así que no hice nada. Ni me fume nada hasta las 18h. Iba a intentar ser la mejor niña hasta el momento.

Me presente en ese pedazo de casa  5 minutos antes de las 18h. Y allí estaba ella.

-Hola guapísima. Muack, muack!! Pasa pasa, Lluna, no?

-Si!!!

-Que bien, Carmen, tu madre me ha hablado muy bien de ti. Vente que te voy enseñando la casa y te presentaré al peque, que ahora duerme.

-Perfecto.

Después de enseñarme el piso, cada detalle, cada cm, como escobas y demás. Llegamos a la cocina y justo entraba su marido por la puerta.

-Hola!!

-Hola cariño, estoy con Lluna, la canguro!

-AH!! Hola guapísima.

-Hola, contesté.

MUack muack!!

Allí todo era muy familiar, la verdad, me parecieron muy agradables y acogedores. Así que no podía dejar escapar la oportunidad. A demás era una casa de ensueño.

Pero había una cosa que sobretodo me llamaba la atención. Ese –marido-, jjiji, no podía pensar en el morbo que me daba eso.

-Bueno, pues eso. Nosotros necesitamos las tardes de 17 a 20 y algún fin de semana que trabajamos.

-Vale, yo ahora mismo no tengo nada que hacer. Así que, ¿firmamos?

-jajajaja. Claro. Estiró la mano el  marido. Habíamos pensado en pagar unos 500€ ya que los viernes no haría falta que vinieras.

-Perfecto. Cuando empiezo?

-Que bien, me gusta tu deposición. Dijo Sonia. ¿Qué tal si te quedas para conocer a Raúl?

-Me parece genial la idea.

Estuve un rato en la casa hasta que se despertó el pequeño. Sonia, me estuvo enseñando más cosillas, explicando cosas de él…pero yo no perdía de vista al –marido-.

Había visto como nos miraba mientras la mujer no paraba de hablar, menudo loro!!!

Con mis leegins ajustados y bien mona que me había pintado, seguramente ya me habría hecho un gran repaso. Jojojo.

Llego el primer día de trabajo. Cuando llegué el marido ya estaba preparado para salir. Pensé que llegaba tarde y pedí disculpas.

-Nada mujer, no te preocupes. Cuídamelo y cuídate ;). Me giño el ojo.

-No lo dudes. Sonreí.

El primer día estuve poco con el pequeño, ya que Sonia llego antes de hora.

-He venido antes por ser el primer día. Pero no te acostumbres. :P

-Muchas gracias. Hasta mañana.  Le hice una carantoña a Raúl y me fui.

Segundo día.

Llegue 5 minutos antes y pille al marido preparándose.

  • Vaya algún día me pillas sin vestir!

-Bueno no será culpa mía.

-JAjajaja. Aiixx..Esta juventud.

-Bueno pues me aprovecho de ti y salgo antes.

-Claro, claro. Aprovéchate. Jiji

Allí me quedé, cada día me hacía más con todo, el niño, la casa, los espacios, los tiempos.

Después de una semana.

La confianza tanto con la madre y el marido era muy buena, cuando recibí un mensaje de la madre.

(Guapa, puedes quedarte un rato, mas. Yo estoy en la oficina y tengo un rato y Juan está en un atasco, lleva parado 20’)

Le contesté que no había problema y me acomodé en el sofá. Pero cuando no me había dado un tiempo a estirarme se abría la puerta…

-Hola! Una voz seria..

-Buenas!!! Conteste alegre, como siempre.

-Serán para ti!

-Disculpe.

Me quede en el sofá, con las piernas recogidas. Esperando a que viniera para comentarle lo de Raúl.

-Perdona Lluna, un mal día.

-NO te preocupes. Mi novio esta todo el día así.

-Pues muy mal, pq una chica tan guapa no se merece q le hablen así.

-Bueno acostumbrada o que soy buena. Jeje

-que cómoda, no? Acerca su mano para hacerme cosquillas en los pies.

-Aix, que cosquillas.

Se sienta a mi lado…

-Bueno cuéntame.

Le empiezo a contar como había ido con el peque,  cuando con su dedo índice, me vuelve a hacer cosquillas.

-AAAAAAIIIX!!!!!!! Los dos reimos…

-Sigue sigue…perdón.

-Pues eso…y vuelve a hacerme cosquillas. Me pongo en posición de defensa.

Veo como me hace un repaso a mi parte baja del cuerpo…

-No te pongas roja.

  • Es que tengo muchas cosquillas.

-ya veo ya. Dicen que las mujeres, en tu caso chicas, que tiene muchas cosquillas son más sensibles.

-Bueno depende en que temas quizá sí, pero no soy una sensiblera.

-Bueno en otros sentidos…

Intente decir algo pero no me salieron las palabras…

-jajaja, yo también soy muy sensible.

-¿Así? Cerré mi boca, abrí mis ojos…se me escapaba una sonrisilla…y una acción totalmente involuntaria…llevo mi mirada a su paquete.

-Correcto!

Se nos escapó la risa. Y a mí se me escapo la mano hasta su paquete. Palpe su paquete, y sorprendida, le dije:

-Pues sí, eres un sensible.

-Te lo dije.

No quite la mano. Entonces él dijo:

-¿Yo también puedo?

-Tú sabrás.

Su mano se deslizó por mi espalda que estaba al descubierto y puso su mano en mi nalga por debajo del leegin. Agarró primero una nalga, seguidamente la otra…sentí como le molestaba el tanga que llevaba y sacó para volver a  meter la mano por debajo del hilo del tanga también. Su mano apretaba mis nalgas y las separaba justo por la raja abriendo mi ano…su polla estaba durísima debajo del pantalón. Con la misma mano que me tocaba, decidió bajar el leegin y  dejar mi culo al aire libre y hacia el mismo gesto, pero sin pantalón.

Pero parecía que esto iba a ir a más y no sería yo quien lo iba a detener. Se levantó bajo su pantalón y volvió a sentarse, ahora con la polla al aire. Volví a agarrarla y comencé a pajearla. Juan no paraba de apretar mis nalgas y ahora también pasaba su mano por mi rajita, sin ningún pudor. Su mano hacia todo lo posible para llegar a mi coñito.

-Jugamos? Dijo después de unos minutos en silencio.

-eehhmm…Sigamos mejor no?

Se puso de pie y rodeo el sofá hasta colocarse en un latera. Allí solo tuve que inclinar mi cabeza para llegar a meter tu polla en mi boca. Empecé metiéndome solo su capullo, que era bastante generoso. Jugando lentamente con mi lengua. Pero tuve que detenerme solo empezar pq decidió quitarme los leegins. Cuando ya los tenia fuera, volví a meter la polla en mi boca y Juan no paraba de meterme mano en mi coño. Pero parecía tener prisa, seguramente no quería perder la oportunidad de llegar lo más lejos posible, ya que sabía que su mujer tampoco tardaría mucho.

Entonces se separó de mi… le miré…

-¿Te voy a follar vale?

-OK! Respondí sin moverme ni un cm…mm….hagamos una promesa no?

Extendí mi  dedo meñique…

-Tranquila, no se enterará nadie, yo soy el q más me la juego. Mientras  hablaba me iba colocando en la posición que pretendía follarme…

-Vale, esa será tu promesa, pero yo quiero q me prometas que no será la última.

-Menuda guarrilla. En vez de canguro deberías llamarte coneja.

Colocó su dedo meñique con el mío.

-NO lo dudes pequeña coneja!

Estirada boca abajo, abrió mis piernas y metió su polla entre mis labios vaginales bastante húmedos. Refregando su polla para hidratarla. Y así empezó nuestro primer polvo, el encima de mí yo con las piernas abiertas y totalmente estirada. No tardé en incorporar mi pelvis, ya que no podía hacer bien el movimiento. Cuando conseguí colocar mis rodillas en el sofá, fui yo la que hacia el movimiento.

-JODER!!! Así cualquiera arregla el día de mierda que tenía.

Con la cabeza apoyada en el sofá y moviendo mis caderas, follándome a ese madurito sonreía como una cría al ver un espectáculo!

-UUFF, me voy a correr!!!

Me detuve al instante, no quería acabar tan rápido. Me levanté y lo hice sentar en el sofá. Le rodeé con mis piernas y entre los dos hicimos coincidir su polla con mi agujero. Mientras no nos quitábamos la mirada directa a los ojos. Y sonreímos congeniando muy, muy bien!

Sus manos ahora me rodeaban y los dos nos movíamos al unísono. La follada estaba siendo muy buena, para lo improvisada que había sido.

Estuvimos un buen rato en esa posición, me hacía parar cuando le daba un poco más de caña, pq estaba a punto de correrse. Quedábamos con su polla completamente metida en mi coño.

-Te voy a rellenar toda, ¿puedo?

-Sin problema, tomo anticonceptivas.

Puso las manos en mis tetas, aún con el sujetador y camiseta, habían estado intactas y las apretó justo en mis pezones…eso hizo que activara todos mis puntos débiles…y empecé a correrme a la vez que él gemía profundamente llenándome toda de su leche calentita.

Unos pocos segundos y no tardamos en ponernos en marcha. El tiempo corría en nuestra contra.

Sacó su polla de mi coño. Puse la mano para que nada cayera, mientras buscaba mis braguitas. Las puse en mi coñito mientras Juan me traía un poco de papel. Me aseé y me puse rápidamente los leegins sin braguitas. Todo era con prisa. Juan abrió las ventanas para no sospechar con los olores, yo volando guardé las braguitas en el bolso y me acicalaba con la pantalla del móvil.

-Juan, necesitas algo más?

-Nada tranquila, has hecho bastante.

Se acercó a mí, me agarró del brazo y me acercó hasta su boca.

-Vente preparada. Esto solo acaba de empezar.

Sonreí y salí de casa.