Mi Primera Experiencia Lésbica
Despues de disfrutar mi novio, disfruté algo mejor.
Primer Encuentro Lésbico
Esta vez tengo que contarles la historia de la primera vez que estuve con una mujer, no les voy a negar que las veces que tuve relaciones con hombres fueron satisfactorias (sobretodo con mi novio) pero desde muy pequeña soñaba con estar con una mujer...
Esto sucedió cuando tenía 19 años, a mi mejor amigo le conté mis deseos de estar con una mujer y mientras él soñaba con ver a dos mujeres haciendo el amor. Me comentó que su ex novia deseaba estar con una mujer para saber "qué se sentía"... yo, ni corta ni perezosa quise conocerla.
Pasaron varios días mientras nos conocíamos bien, salíamos a tomar unas cuantas cervezas, por supuesto siempre con mi amigo presente, un día algo pasadas de tragos comenzamos a hablar del tema: - ¿Sabes? me dijo ella... - Quisiera estar con una mujer
Con un tanto de temor le contesté: - ¿Estás segura de eso? -. - Por supuesto, y creo que la persona indicada eres tú, veo que eres bastante discreta -. Esa misma noches intercambiamos unos besos muy apasionados, cuadramos en salir ese fin de semana...
Mi amigo pasó buscándome por mi casa, él estaba sólo y le pregunté por Glay (Su ex), él de manera muy tranquila me dijo que estaba en su apartamento esperándonos. Al llegar a su casa ella estaba acostada en su cama escuchando música, llevamos unas cuantas cervezas y al cabo de un rato estábamos los tres acostados en la cama de él. Eran como las 3 de la tarde, en un momento se acabaron las bebidas y él salió a buscar más bebidas. Inmediatamente que vimos por la venta que él arrancaba en su carro, ella le pasó seguro a la puerta para que no nos molestaran y estuviéramos más tranquilas.
Se acercó a mí, que ya estada acostada en la cama, y comenzó a detallarme... comenzó a mirarme directamente a los ojos y yo me miraba en los ojos de ella. Pasé mi mano derecha por su espalda y la abracé hacia mí, quedó completamente recostada sobre mi pecho, pasé mi otra mano y comencé a acariciarle el cabello, atrayendo su rostro al mío y plantándole un beso en sus provocativos labios gruesos. Sin pensarlo dos veces ella me respondió y me abrazó... poco a poco comencé a subirle la camisa acariciando plenamente su espalda, podía sentir como se erizaba su cuerpo entero...
Le quité la camisa y pude ver sus espectaculares senos que sobresalían por su brasiere, no dudé ni un instante en quitarme mi franela y quedar a la par con ella... ella se levantó quedando sentada sobre mí y se desabrochó su jean y bajó el cierre, inmediatamente escurrí mis manos y la acosté en la cama para poderle quitar el pantalón, descubrí unas curvas inimaginables, un trasero espectacular y un jugoso secreto que escondía su ropa interior...
Ella volvió a sentarse sobre mí y desabrochó mi pantalón y comenzó a quitármelo, me sentía un poco incómoda pero sin embargo la dejé, me senté, la abracé y la traje hacia a mí para poder acostarme sobre ella. Comencé como una especie de ritual empezando a besar su frente..., luego sus ojos..., sus mejillas..., sus labios..., su cuello..., sus hombros..., su pecho..., sus senos: cada uno con mucho detenimiento, pasando mi lengua alrededor de ellos hasta llegar al pezón..., continué por su abdomen, pasando mi lengua levemente hasta llegar al ombligo..., seguí bajando y comencé a besar la parte baja del abdomen mientras con mis escurridizos dedos bajaba lo único que quedaba de su ropa interior..., para hacer más tortuosa la espera, después de quitarle sus panties continué besando sus piernas hasta los pies, poco a poco la acosté boca abajo y comencé a besarla por la parte de atrás de sus piernas, alternando el paso de mi lengua por su piel, paso por sus grandiosas nalgas y pasé mi lengua por el medio de ellas, las besé con afán sin perderme un solo centímetro de esa piel que era primera vez que probaba...
Continué subiendo su espalda hasta llegar a su cuello, lo mordí suavemente hasta ver como su piel se erizaba por completo, bajé de nuevo besando los costados de su espalda hasta llegar a sus nalgas, poco a poco abrí sus piernas..., dándome cuenta que estaba tan húmeda que había comenzado a mojar la cama, la boca se me hizo agua al percibir su aroma y tomándola por las caderas la hice girar para que quedara de nuevo sobre su espalda, metí mi cara en su entrepierna y lo primero que me provocó fue pasar mi lengua entera por ese jugoso secreto..., abrí mi boca, saqué mi lengua y la puse en la parte más baja de su entrepierna y comencé a subirla poco a poco hasta llegar al clítoris, mi lengua quedó bañada de su humedad, y comencé a saborearla... miento si digo que no me gustó! De ahí en adelante comencé a explorar ese lugar con mucho detenimiento, pasé mi lengua por cada rincón... hasta darme cuenta que ella no aguantaba más, así que con sus manos me colocó donde más le gustaba (sobre su clítoris) y me pidió que sólo pasara la lengua completamente plana sobre ese lugar en específico...
Apoyé mi barbilla en la entrada de su vagina y comencé a subir y a bajar mi cabeza suavemente sin dejar de pasar mi lengua por ese punto de placer, al cabo de unos pocos minutos, subí la mirada para darme cuenta como el rostro Glay se iba colorando, comenzó a quejarse con mucha intensidad... agarró mi cabeza con sus dos manos..., ella levantaba y bajaba su cadera con mucha velocidad..., gemía..., se retorcía..., jadeaba..., murmuraba..., hasta que se desplomó...
Por mi parte me había gustado aquello que acababa de presenciar, así que no dejé de hacerle sexo oral, primero muy suave por lo sensible que estaba, pero ella sola aumentó la intensidad de la fricción de mi lengua sobre su parte para venirse de nuevo...
La dejé descansar, puesto que respiraba muy rápido y con algo de dificultad..., su cuerpo estaba bañado en sudor, las gotas se escurrían por su rostro aún enrojecido, por el pecho..., por el abdomen..., por las piernas..., me acerqué y comencé a besarla suavemente y a quitarle el sudor con la punta de la lengua.
Me acosté a un costado suyo dándole respiro, por un instante pensé que se había quedado dormida por el cansancio, así que cerré mis ojos y coloqué mi antebrazo sobre mis ojos, ella no sé en qué momento se dio cuenta de mi descuido y se levantó sigilosamente, sentándose sobre mi pelvis..., sentí cómo un escalofrío me recorrió el cuerpo entero al sentir la humedad de su entrepierna y que comenzaba a escurrirse sobre mí...
Quité el brazo de mi rostro y al verla a la cara, me di cuenta que aún ardía de deseo, comenzó a moverse suavemente rozando fuertemente su parte contra la mía haciéndome perder el sentido... pasaba mis manos por sus caderas, sintiendo su sensual movimiento, las subí por el abdomen y la espalda, sintiendo escurrir su sudor, llegué a sus pechos coloqué levemente las palmas de mis manos sobre ellos quedando sus pezones en el centro de mis manos..., y apretándolas ligeramente sentía cómo se iban endureciendo en señal de placer...
En un momento sentí como sus movimientos se hicieron más rápidos, advirtiéndome que estaba por venirse, bajé mis manos hasta sus caderas para sentir nuevamente sus rítmicos movimientos, a través de mis manos posadas sobre sus caderas sentí como su piel se erizaba, comenzó a gemir de nuevo y a agitarse, se quejaba, jadeaba..., la halé para que quedara acostada sobre mí, la abracé y comenzó a gemir de una manera muy tierna cerca de mi oído haciéndome excitar de sobremanera...
Después de haberse venido y aún agotada, me besó y me pidió que me desahogara, me acosté sobre ella, colocando una de mis piernas entre las de ellas, haciendo que mi parte rozara con su pierna, la abracé por completo, comencé a besarla mientras empezaba a mover mis caderas sobre ella..., al poco tiempo, todo mi cuerpo comenzó a temblar, un hormigueo que comenzó desde mi vagina terminó recorriendo mi cuerpo entero erizándolo por completo, comencé a sudar en cantidades exageradas hasta que... una explosión en mi pecho y mi entrepierna me hicieron moverme con tal velocidad que no me quería detener, perdí el control de mi misma, gemía con tal intensidad que era probable que alguien más me oyera fuera de aquella habitación (aunque no había nadie más), le rogué que pasara sus uñas por mi espalda de una manera un tanto fuerte, que pudiera sentir un rasguño con algo de dolor..., así lo hizo, comenzó a arañar mi espalda de una manera que mi orgasmo se hizo largo e intenso, acabé como tres veces seguidas sin detenerme y ella, por supuesto, con el roce de mi pierna en su parte, tuvo otro orgasmo muy intenso...
Perdí el sentido y caí desplomada sobre ella, con un resto de fuerza me quité y me acosté a un lado de ella abrazándola y posando una pierna sobre las de ellas... mi cabello completamente mojado me caía sobre la cara y respiraba con mucha dificultad, ella se quedó dormida y yo también, no sé cuánto tiempo pasó hasta que llegó mi amigo y trató de abrir la puerta, tocó varias veces hasta que nos despertamos y preguntamos quién era, al escuchar su voz, nos paramos corriendo y nos vestimos (¡aunque nos costó encontrar la ropa!), le dije a ella que se quedara acostada que yo abriría la puerta, al abrirla mi amigo se me quedó viendo con una cara muy pícara y me preguntó que estábamos haciendo, le dije con un tono tranquilo que nada, pero los colores se me subieron al rostro y evidentemente me delató.
Él sólo se rió y me dio una cerveza muy helada (que de verdad necesitaba), me abrazó y me dio un beso en la mejilla me dijo que me acostara en la cama y se sentó en una silla, nos preguntó como nos sentíamos y ella contestó luego de un gran suspiro: ¡BIEN!
Nos reímos un buen rato, él preguntó qué había pasado entre nosotras, qué habíamos hecho, pero solo quedó entre nosotras, ahora aprovecho para contárselo a ustedes y me dirán sus opiniones al que correo que ya saben. Historias aún quedan, avísenme si quieren más!