Mi primera experiencia homesexual.
Relato de como viví mi experiencia gay a pesar de ser heteroseuxal y estar casado.
Hola a todos,
Soy Mario, tengo 39 años y estoy casado. Con una chica. Si, con una chica. A pesar de ello, desde muy temprana edad tuve mucha curiosidad por el sexo masculino. Recuerdo que mis primeras masturbaciones iban acompañadas con fantasías sexuales con chicos. Después de mucho tiempo de reprimir mis deseos, a los 20 años me atreví a hacerlo.
Al chico en cuestión le conocí en clases de baile. Bailo fatal y pensé que apuntarme a un curso me ayudaría mucho. No fue así, sigo bailando fatal, pero en fin, esa es otra historia.
Recuerdo que se llamaba Julio, era moreno, 1,70 de estatura de complexión atlética. Era muy divertido, gran conversador. Al conocernos quedamos un día para tomar unas cervezas, me caía realmente bien. Nuestra amistad fue creciendo y un día me invito a su casa a ver una peli. Hasta el momento nunca me había planteado que pasara nada. Él sí que lo tenía más claro.
Aquella tarde me presente en su casa, yo iba vestido de vaqueros y polo el al estar en su casa estaba más cómodo con un pantalón corto y una camiseta blanca.
Charlamos amenamente durante un rato hasta que decimos poner la película. Recuerdo que estábamos en su sofá frente a la tele y en un momento de la conversación mientras comentábamos la película poso su mano sobre mi pierna derecha. No le di importancia. Pero me excito de manera instantánea. Él lo percibió al instante y sin dudarlo y con mucha decisión la subió directamente hasta mi polla. Me la masajeaba suavemente cuando de repente se acercó del todo y me besó. Mientras me besaba no paraba de frotar mi polla. Se me puso dura al instante, se puso de rodillas, bajo la cremallera de mi pantalón sacó mi polla y empezó a lamerla desde la base hasta la cabeza con una pasión que ninguna chica había mostrado nunca antes.
Lo hacía genial, trago mi polla hasta el final y subía y bajaba, en dos minutos estaba a punto de correrme. Le pedí que esperase. Se puso de pie bajé su pantalón corto rápidamente y salto su polla de manera instantánea, no llevaba bóxer. Con su polla en mi cara intenté imitar lo que él me había hecho. Nunca antes había comido una polla pero me encanto. Se la lamía mientras con mis manos acariciaba sus huevos a los que también comí con mucho cuidado.
En un momento me detuvo, me empujo de golpe al sofá y levanto mis piernas con sus brazos. Se detuvo un instante solo para buscar un condón que previamente había escondido bajo el sofá. Se lo puso de inmediato, volvió a sujetar mis piernas hacia arriba y se empezó a acercar despacio para evitar hacerme daño. Sabía que era mi primera vez. Puso la punta de su polla justo en mi ano, yo le ayude con mi mano y con un pequeño empujón entro casi de golpe. Yo estaba muy excitado quería que me follara. Empezó a bombear con suavidad mientras me pajeaba con su mano derecha. Era genial verle poseerme con tanta pasión y ver su clara de placer. Me aviso que se quería correr y me empecé a masturbar para terminar juntos. Así fue. Su pene bombeaba dentro de mi ano mientras se dejó caer sobre mí para besarme.