Mi primera experiencia en una verdadera orgia.

Ocurrió en el mes de febrero de este año, para la semana de carnaval, antes de que comenzara todo este desastre del COVID. Ese fin de semana largo fue espectacular, mi marido se había ido a pescar con sus amigos y mis dos hijos estuvieron cinco días en casa de mi mama. Así que tuve desde el jueves hasta el lunes para mi solita, como en mis mejores épocas de soltera, aprovechando y disfrutando al máximo.

Hoy quiero compartir algo que fue lo mas loco que he hecho en mi vida, por lo menos hasta ahora.

Ocurrió en el mes de febrero de este año, para la semana de carnaval, antes de que comenzara todo este desastre del COVID.

Ese fin de semana largo fue espectacular, mi marido se había ido a pescar con sus amigos y mis dos hijos estuvieron cinco días en casa de mi mama.  Así que tuve desde el jueves hasta el lunes para mi solita, como en mis mejores épocas de soltera, aprovechando y disfrutando al máximo.

Jueves por la noche, viernes y sábado hice de las mías, pero eso es otra historia y se las contaré  en otro momento.

Todo comienza con una llamada telefónica que recibí el domingo, eran las 10 de la mañana, yo todavía estaba acostada, bastante cansada por la noche intensa que había tenido.

Hola…., dije entre dormida, Hola Vicky, soy Carlitos…, llamo para hacerte una invitación.  Carlitos es uno de mis “amigos” del gimnasio, me estaba invitando a un  asado que habían organizado entre varios chicos.  En un principio le dije que no……., estoy agotada le conteste, quiero dormir… me insistió, dale, no seas mala onda, vení que la vamos a pasar bien….. Y bueno, al final le dije que si.

Le pedí que cuando me venga a buscar, se estacione, como de costumbre, a la vuelta de mi casa y que me envíe un mensaje para que yo vaya, por más que no esté mi familia, vivo en un barrio en donde todo el mundo se conoce, así que tengo que ser muy discreta.

Me levanté, me metí a bañar y solo alcancé a tomar un café doble bien cargado para terminar de despertarme.

Cerca de las 11 de la mañana recibo un WhatsApp que decía; ya llegué.  Puse un par de cosas en la mochila y salí.  Ya estaba haciendo bastante calor, pintaba un día hermoso.

Doy la vuelta a la esquina y ahí estaba estacionado, miré para todos lados, verificando que no me viera nadie y me subí al auto.

Como dije antes, Carlitos es uno de los amigos del Gym, tiene 23 años y vive muy cerca de mi casa.  Con él, desde diciembre del año pasado, tenemos relaciones sexuales. Por lo general vamos a un hotel y cuando estoy sola por las mañanas, mi marido trabajando y mis hijos en la escuela, viene a casa.  Es uno de mis amigos con derecho a roce.

Ni bien me subí al auto, comenzó a reclamarme, diciendo que lo tenía abandonado, que hacía casi dos semanas que no nos veíamos a solas, que solo nos encontrábamos en el gimnasio y Bla, Bla, Bla……   es que, entre nosotros, Carlitos es un chico que tiene una buena cara, cuerpo bien marcado por el ejercicio, buena pija, me coje re bien, pero después de cojer me aburre, es bastante inmaduro, no se puede tener ningún tipo de conversación.  Cuando me deja satisfecha, ya quiero que se vaya, pero bueno, no le puedo decir eso porque si no, no me coje más…

Aparte de reclamarme porque lo tenía abandonado,  me preguntó lo que había echo el sábado, a lo que respondí que había estado todo el día limpiando la casa y que me había acostado temprano, pero la verdad, estaba agotada porque había estado con el papá de un compañerito de colegio de mis hijos, tiene 34 años, es divorciado y coje como los Dioses, vino a casa a las 10 de la noche y se fue a las 6 de la mañana, estaba casi sin dormir.

Bueno, después de casi una hora de viaje, llegamos a la quinta que queda cerca de Lujan, ya habían llegado todos, entre amigos y conocidos eran nueve en total.  Tres de ellos habían llevado a sus respectivas novias, a una de ellas la conocía porque también iba al gimnasio, pero a las otras dos, no.

Yo era la mas grande del grupo, la edad promedio de mis compañeros del gimnasio es de entre 20 y 26 años y aunque me digan que no aparento mi edad, que por mi cuerpo y por mi manera de ser, en ese momento tenía 38 años, fue unos días antes de cumplir los 39 que tengo ahora, así que les llevo unos cuantos añitos.

Como el día estaba espectacular, mucho sol, mucho calor y había pileta, todos comenzaron a meterse al agua, menos yo.  Como una tonta y por el apuro me olvidé el traje de baño, así que mientras todos andaban en short y las chicas en bikini, yo con un vestido blanco, amplio y corto, bien de verano.

Mientras uno de los chicos hacía el asado, el resto estábamos conversando cerca de la pileta, debajo de unos árboles y sentados en esas camas con colchoneta en donde se toma el sol.  Bromeando, riendo y contando anécdotas del gimnasio.  En fin, la estábamos pasando muy bien y por supuesto tomando cerveza bien fría.  Yo apenas había tomado un café, tenía el estómago vacío, por eso, no quería tomar mucho, ya me estaba mareando, pero bueno, no podía despreciar sobe todo porque todos estaban tomando.

Empezamos a comer cerca de la una y estuvimos haciendo sobremesa hasta las tres más o menos.   La verdad estábamos todos bastante alegres, yo ya llevaba cinco cervezas y dos copas de vino tinto, no paraba de reírme por cualquier cosa, honestamente se me había subido a la cabeza y estaba muy mareada.

Después de las cinco de la tarde, empezaron a irse los tres chicos que habían ido con sus novias, así que quedamos solo seis, Carlos cuatro chicos y yo.

Cada quien con su lata de cerveza en la mano, nos fuimos acercando otra vez a la pileta, cuatro de ellos se metieron al agua, yo me quedé sentada conversando con Carlitos.

Seguíamos tomando y los que estaban dentro del agua me empezaron a insistir para que me metiera también.

Ahí comencé a notar algo raro, porque no paraban de mirarme, hablaban entre ellos en voz baja y se reían mucho.

Les respondí que no había traído traje de baño y que por eso no me iba a meter a la pileta.

La respuesta de ellos entre risas fue que me metiera de todas formas, que no sea aguafiestas y cosas así.

Carlitos, como tiene confianza conmigo, me empezó a pedir que me quitara el vestido y que me metiera en ropa interior, a lo que le respondí, pero Carlos, ni siquiera traigo corpiño y lo primero que me dijo, ya se, ya me di cuenta y era lógico que se diera cuenta, la situación me había excitado y todos se habían dado cuenta que no traía corpiño, mis pezones estaban hinchados y se notaba a través el vestido blanco, que si bien no era transparente, se marcaba todo.

En un momento les dije, ya no insistan, no me voy a meter, ni siquiera traigo corpiño y al unísono, entre risas respondieron, ya nos dimos cuenta Vicky, se te nota, que te pasa tenes frío..... y comenzaron a salpicarme.

Los cuatro que estaban dentro del agua y hasta ese momento apoyados en la orilla en donde estaba yo, se fueron nadando para el otro lado de la pile.

Ya cuando ellos estaban en la otra punta, Carlitos comenzó a convencerme para que me quitara el vestido, que me metiera al agua y que no tuviera vergüenza.

Mi respuesta me salió del alma, vergüenza yo ¿?, por que habría de tener vergüenza, entonces ante esa respuesta lo que hizo Carlos fue besarme y muy despacio me desabrochó y quito el vestido, quedé totalmente desnuda, solo con mi diminuta tanga blanca.

Al darse cuenta que yo estaba sin ropa, los chicos que estaban dentro de la pile, se vinieron para el lado en donde estábamos nosotros y comenzaron a decirle a Carlos…. Tenías razón, está divina….

En ese momento, comprendí que Carlitos les había contado a ellos lo nuestro, les había dicho que manteníamos relaciones.

En definitiva les había contado todo acerca de mi y sobre todo, me di cuenta que todo lo que estaba ocurriendo había sido planeado por ellos.

Carlos había arreglado con sus amigos algo de lo cual yo no sabía absolutamente nada, pero ya me lo estaba imaginando.

No había vuelta atrás, ya estaba desnuda frente a cinco chicos que sabían perfectamente como soy, lo que me gusta y que me devoraban con la mirada, cosa que me había excitado al máximo, tenía los pechos que parecían dos rocas.  Así que para adelante, me metí a la pileta con ellos.

Era yo en medio de los cinco dentro del agua.  Carlos se pegó a mí y comenzó a besarme mientras los otros cuatro miraban en silencio. Observé como uno a uno se iba quitando el short y comenzaron a decir ….  EEE  no seas egoísta y nosotros que ¿???.

La respuesta de Carlitos fue……., esperen, no sean desesperados.  Carlos me tenía abrazada y los demás ya sin nada de ropa se fueron acercando hasta estar todos encimados.

Yo estaba que volaba, Carlitos me dice, te animas a darles un beso  ¿?? Y sin dar ningún tipo de respuesta, los empecé a besar a cada uno de ellos,  mientras los besaba, comenzaron a acariciarme y a tocarme, uno de ellos me agarró la mano pidiéndome que le tocara la pija y por supuesto que lo hice. Comencé a acariciarlos a ellos, todos tenían la pija hasta el tope y que pijas, estaban muy bien dotados, sobre todo uno de ellos.

Después de un rato de estar besándonos y tocándonos dentro del agua, Carlos me tomo de la mano, me sacó de la pileta y me llevó a un costado, en donde estaban las camas para tomar sol,  donde habíamos estado sentados antes, yo ya estaba totalmente desnuda, durante todo ese manoseo me habían quitado la tanga también.

Me recostó y comenzó a besarme muy suave, diciendo… Tranquila, te va a gustar, no te preocupes que no te va a pasar nada que no quieras, yo estoy para cuidarte.

Los otros cuatro, no tardaron en seguirnos, comenzaron a acariciarme y a tocarme muy suavemente, hasta que de repente me agarraron las manos y las piernas pero ya de una manera más brusca, vi que uno de ellos traía una soga, con la que comenzaron a atarme a la cama de pies y manos.

Quedé acostada, boca arriba con las manos atadas hacia atrás y con las piernas abiertas, también atadas a la cama solar.

Carlitos no dejaba de acariciarme la cabeza y decirme, tranquila, tranquila, cerra los ojos y disfruta.

Trajeron mas colchonetas de las otras camas y las pusieron alrededor de donde yo estaba, se arrodillaron y empezaron a tocarme, chuparme las tetas, la concha, las piernas y me empezaron a decir cosas como.....; Así que tu marido está muy viejito y ya no te coje porque no se le para ¿??  Ahora vas a ver lo que es una verga bien dura, bien parada, esto es lo que te gusta puta ¿??, te vamos a coger entre todos….

Vas a sentir como te rompemos el culo, vas a ver lo que es una buena cojida, te vamos a partir al medio y no paraban de decirme puta, cosa que me excitaba cada vez más.

Y ahí estaba yo, sin poder moverme, con las piernas abiertas mientras los cinco me tocaban, me metían los dedos, me chupaban……  Al principio y yo creo que por instinto, forcejeaba, cosa que me estaba lastimando, por eso dejé de hacerlo y bueno comencé a disfrutar a pleno aunque ya lo estaba disfrutando desde el principio.

Se iban turnando para meterme la pija en la boca mientras otro me chupaba la concha y  no dejaban de tocarme, chupa puta, chupa me decían, ahí ya no aguanté mas y comencé a explotar en orgasmos, comencé a acabar una tras otra, no paraba de temblar.

El primero en penetrarme fue Carlitos, me estuvo cojiendo un rato largo, salió él y me la metió otro, habremos estado en esas casi media hora. Me cojía un rato cada uno y no paraban de decirme cosas, algo que reitero,  me calentaba aún mas.

Luego uno de ellos,  un tal Mario, el nombre no lo recuerdo bien pero lo que si recuerdo es que era el que tenía la verga mas grande, a pesar de que era el mas chico, 20 años recien cumplidos, me desató, me levantó y se acostó en donde yo estaba.  Me pidió que me pusiera arriba de él para que yo lo cojiera.

Me subí, agarré esa pija descomunal que tenía, me la metí hasta el fondo y comencé a cabalgarlo, con la pija bien adentro y frotando el clítoris bien fuerte.

Los otros seguían a mi alrededor, mirando, tocando y diciéndome las cosas que me excitaban cada vez mas…. Te gusta puta, estas disfrutando, como te gusta la pija mami, te vamos a llenar de leche…..

En esas, Mario pone sus manos en mis nalgas, las abre y le pide a uno de ellos que me la metiera por el culo, dijo vamos a coger a esta puta entre todos al mismo tiempo.

Después de esas palabras, se pusieron en fila y me empezaron a penetrar por el culo, a la vez que yo tenía a Mario adentro de mi concha, eso es algo que me provocaba orgasmos múltiples, si hay algo que me fascina es que me la metan por el culo.

En un momento y la verdad no se como hicieron, porque yo estaba con los ojos cerrados muy concentrada disfrutando con dos pijas adentro, que siento un dolor muy intenso, comencé a gritar, espera, exclamé,  me duele mucho.

Me agarraron otra vez para que no pudiera moverme y uno de ellos me tapó la boca.

Lo que estaba pasando era que además de la pija de Mario dentro de mi concha, una pija en el culo, me habían metido otra pija más dentro de mi concha.

Yo ya había estado cojiendo con dos a la vez, pero con tres al mismo tiempo, jamás.  El dolor y el ardor me duraron un rato largo, hasta que lo empecé a disfrutar.  Cuando dejé de gritar, comenzaron a soltarme y el que me estaba tapando la boca para que no gritara, sacó la mano y me metió la pija, así que aunque quisiera, tampoco podía gritar.

Después de un rato de estar así, me dieron vuelta, me pusieron boca arriba y seguían cojiendome de a dos y de a tres a la vez.

No se cuanto tiempo pasó, perdí la noción.  Ya no podía mas, nunca había tenido tantos orgasmos y tan intensos, hasta que ellos comenzaron a acabar, uno tras otro.

El primero en acabar fue Mario, me llenó la concha de leche, se salió y me la metió en la boca.  Siguió Carlos, también me acabó en la concha, todos los demás, me fueron acabando en el culo, de tanta leche que tenía adentro, las pijas entraban y salían como si nada y cada vez que acababan, me metían la pija en la boca, incluso algunos volvían a acabarme en mi boca.

Estaba exhausta, nunca me habían cojido así……….  Después que quedaron satisfechos, me cargaron entre todos, me tiraron a la pileta y se metieron ellos también.

Estuvimos dentro del agua, no se despegaban de mi lado, me seguían tocando y me decían, estas divina, que buena cojida te dimos, como gritabas puta, te gusto ¿??. Ni tiempo tuve de responder cuando Carlitos dice, mira que ahora viene la segunda vuelta….. y así fue.

Salimos del agua, pero esta vez fuimos adentro de la casa en donde había una galería que tiene varios sillones de mimbre con almohadones.

Cuando llegamos ahí, les dije….. Bueno, ahora me toca a mí tomar la iniciativa, ustedes hicieron conmigo lo que quisieron, ahora yo les voy a hacer cosas a ustedes.

Les pedí que se sentaran y a uno por uno se las empecé a chupar, cuando la tenían bien parada y dura, me les subía y me los cojia hasta hacerlos acabar adentro.

Terminaba con uno y seguía con otro, así hasta terminar con los cinco, el último fue Carlitos.

Ya se había echo de noche y nosotros seguíamos desnudos dentro de la pileta y tomando cerveza…. Mario se sentó en la orilla y me dice, vení mami, me la chupas, quiero que me hagas acabar y que te tragues la leche.

Por supuesto que los otros pidieron lo mismo, haciendo apuestas, a ver quien duraba mas sin acabar y si yo era capas de tragarme la leche de todos y por supuesto que lo hice, uno a uno los hice acabar, justo a mi me fueron a apostar, con lo que me gusta chupar pija y tragarme la leche.

Ya para terminar y porque la verdad estaba muy pero muy cansada, les dije bueno, ya basta por hoy, les voy a pedir a los cinco que se vayan turnando para chuparme la concha, pero bien suave y bien despacio, hasta hacerme acabar mientras yo me relajo. Uno a uno lo fue haciendo.   Me recosté en un sillón, abrí las piernas, cerré los ojos estiré los brazos hacia atrás y uno a uno me fue chupando la concha hasta hacerme llegar al orgasmo, mientras los otros miraban, me acariciaban y me besaban.

Nos quedamos un rato largo dormitando hasta que me desperté sobresaltada por la hora, ya era muy tarde, tenía que regresar a mi casa. Me levanté, me vestí, sin la tanga, ya que nunca la encontré y le pedí a Carlitos que me llevara a mi casa.

Quedamos que lo íbamos a repetir, que los iba a invitar a casa cuando esté sola, algo que lamentablemente nunca ocurrió por el inicio de la pandemia.

Ya era la madrugada del lunes, de mas está decir que llegué a mi casa, me acosté así vestida como estaba y dormí hasta el medio día. Me desperté porque sonó el teléfono… era mi mamá avisándome que ya estaban por traer a mis hijos.

Pasé espectacular, lo único que me preocupa hasta el día de hoy, es que uno de los chicos, estuvo tomando fotos con su celular y como son tan inmaduros todavía, me da cierto temor por lo que puedan hacer con esas fotos.

Y esto fue lo más loco que hice en mi vida, sexualmente hablando claro.