Mi primera experiencia en un salón de masajes.
Me dispuse a disfrutar un buen rato en manos de una encantadora chica.
Mi primera experiencia en un salón de masajes.
Por principio me habían comentado acerca de los servicios de masajes que existen en la ciudad de México y creo que actualmente en todas las ciudades de mi país y de todo el mundo.
Sin embargo de acuerdo a lo que investigue existen varios tipos de servicios siendo los más importantes el que lo hacen con y sin desahogo y el de relación sexual; estos últimos varia el precio de acuerdo a la chica, o no tan chica.
Empieza uno por hacer la cita de preferencia como lo mencionan, para que estén preparadas en cuanto llegue uno.
Para esto escogí la opción de que me diera la chica el masaje completamente desnuda desde el inicio, con una motivación oral y el desahogo manual, ya sea en la camilla de masajes o en la regadera.
Llegué a la dirección que me indicaron alrededor de las 2 de la tarde, escogí esa hora ya que es cuando hace un poco de calor, debido a que soy un poco friolento; toque el timbre y me abre la puerta una chica como de 25 años, ni fea ni bonita, delgada y como de 1.55 mts.
En la recepción se encontraban otras dos chica jóvenes, después supe que una de ellas tenia 21 años y la otra 20, me presentaron y lógicamente escogí a la que me pareció más bonita con mejor cuerpo, que es la que tenia 20 años, era una chica también bajita como de 1.60 mts. Después comprobé que tenia un bonito cuerpo.
Me paso a un cuarto donde estaba la camilla de masajes, me ordeno que me desnudara por completo y me recostara boca abajo y que enseguida regresaba, procedió a desnudarme observando el cuarto, el cual era confortable, con una alfombra color claro un gran espejo en la pared y un par de bocinas, de donde un poco antes de que regresara Alejandra ( así me dijo que se llamaba ) se empezó a escuchar una melodía agradable, que ambientaba el cuarto.
Procedí a acostarme en la mesa esperando que regresara Alejandra, cinco minutos después regreso y con una sonrisa agradable me pregunta mi nombre, si era la primera vez que acudía y que servicio requería, así como si lo quería en seco, con talco o con aceite aromático, le conteste que con aceite.
Entonces procedió a quitarse toda la ropa, pero estaba atrás de mí por lo que aproveche para verla por medio del espejo que se encontraba a mi derecha, primero se quito el pantalón de mezclilla, después la blusa, posteriormente el sujetador y al final su tanga, tenia un cuerpo normal con los senos regulares, unos pezones pequeños, una bonita espalda la cual tenia un tatuaje como de 5 centímetro, el cual nunca le encontré que figura era; sus nalgas también eran regulares pero duras lo cual después lo comprobé. Y sus piernas un poco llenitas para su tamaño.
Procedió a untarse aceite en las manos y comenzó a darme masaje empezando por mis pies, tenía unas manos que aunque pequeñas eran suaves, me jalaba cada uno de mis dedos acariciando mi planta y el empeine, después subió por mis piernas esmerándose en mis pantorrillas, primero en una pierna y después en la otra; en un momento tomo mi pierna y sé la subió a su hombro continuando el masaje por todo lo largo de mi pierna llegando a mi rodilla, comencé a sentir una sensación agradable al estar en esa posición, imaginando que desde esa posición como ella estaba, me podía observar el culo y al levantarme la pierna parte de mis testículos y mi sexo, que en ese momento y debido a esta posición morbosa, empezaba a despertar, a través del espejo que estaba de forma lateral a mi cuerpo, pude observar como se esmeraba con mi cuerpo.
Posteriormente se subió a la mesa, quedando a horcajadas sobre mis piernas, procediendo a darme masaje en mis hombros, espalda y cintura, cabe mencionar que para ese momento sentí como su cuerpo desnudo se pegaba a mis piernas, nalgas y ocasionalmente sus senos en mi espalda, sintiendo sus pezones en la misma, así estuvo aproximadamente 5 minutos, que me parecieron muy agradables. En una momento sentí su sexo contra mi pierna y nalgas, al estarse estirando para masajear mi espalda, sintieron con agrado sus vellos púbicos que aunque pocos y finos era agradable sentirlos en mi piel, ya para ese momento me estaba saliendo algo de líquido seminal y mi sexo ya se encontraba excitado.
Nuevamente se bajo y se coloco a mi lado, para darme masaje en mis nalgas y la entrepierna, esmerándose en la entrepierna y discretamente aunque con algo de picardía rozaba ligeramente mis testículos y parte de mi pene y culo, al encontrarme boca abajo y con mis brazos extendidos a lo largo de la camilla, mis brazos y codos rozaban su vientre y un ombligo al inclinarse para masajear mi cuerpo, después se coloco al frente de mi, quedando su sexo exactamente frente a mis ojos, eso para darme masaje en el cuello y espalda nuevamente, al hacer esto ultimo se inclinaba un poco al frente por lo que su vientre chocaba con mi frente, cabe mencionar que de esa y todas las partes de su cuerpo despedía un aroma sumamente agradable; no me contuve más y separe mis brazos de la camilla para estirarlos al frente y tomarle las dos nalgas y empecé a acariciárcelas, ella solo sonreía, le trataba de abrir los dos bellos hemisferios sintiendo un calorcito agradable y un poco de sudor; se separo para colocarse nuevamente a lado mío y comenzó a hacer algo muy excitante con las yemas de los dedos de sus suaves manitas.
Esto consistía en recorre todo mi cuerpo desnudo desde la planta de los pies, hasta mí cuelo únicamente tocándolo con las yemas de sus dedos, haciendo el recorrido varias veces de arriba abajo, a lo que mi cuerpo reaccionaba temblando un poco y se me ponía la carne de gallina, sobre todo al pasarlos en mi cuello y mis nalgas y entrepierna.
Después de este último masaje me ordeno que me volteara, la hacerlo se me quedo viendo a mi pene el cual ya estaba excitado, si no al 100% si se notaba ya algo grande, nuevamente comenzó darme masaje desde mis pies, pierna, pasando de largo la zona de mi vientre y bajo vientre, continuando por mi pecho, esmerándose en mis pezones y alrededor de los mismos, me tomo un brazo y parecía que en lugar de estarme dando masaje me acariciaba, termino con uno y continuo con el otro; entonces fue cundo me dijo, ----ahora si le toca a nuestro amiguito--- procedió con una mano a acariciarme suavemente y con mucho cariño mis testículos, sopesándolos, sobándolos, acariciándolos y con la otra mano a subir y bajar por todo el tronco, mientras tanto yo me entretenía acariciándole con una mano sus pechos y pezones, y con la otra le acariciaba desde su cuello hasta sus nalgas, esto último lo hacia con toda suavidad esmerándome en la raja que divide sus nalgas, tratando de introducir mis dedos entre esta; opuso un poco de resistencia pero finalmente abrió un poco sus piernas permitiéndome introducir algunos de mis dedos, lo cual aproveche para levantarme un poco y con algo de esfuerzo estirar más mi mano y tocarle sus labios vaginales, sin embargo era un poco cansada esta posición por lo que le pedí que se separara un poco de la camilla para poder tocarle y acariciarle por el frente, también opuso un poco de resistencia argumentando, que la podía lastimar, yo le respondí que solo sería superficialmente, sin embargo en la primera oportunidad aproveche para introducirle el dedo medio, y alcanzar a sentir un poco su humedad, pero se hizo hacia atrás evitando que se lo metiera más, me dijo que podría lastimarla con las uñas, a lo cual se las mostré que las tenia recortadas, pero solo acepto que la sobara por encima, no quiere molestarla más en eso y solo la acariciaba con las yemas de tres de mis dedos pero calculando que fuera a la altura de su clítoris.
Así estuvimos un buen rato para lo que yo ya tenia mi pene al máximo, cabe recalcar que me estuve aguantando eyacular para disfrutar un poco más, pero ella trataba que me viniera ya, acelerando sus movimientos por todo el tronco de mi pene, y yo aguantándome.
Tenía ya mi cuerpo sudoroso y ella también, en un momento para que ya terminara ella acerco sus pechos a mi pene haciéndome una cubana, yo me aguante por que mi idea era terminar en la ducha y de ser posible rogarle un poco para que me permitiera penetrarla, total que le dije que quería acabar bañándonos.
Me dijo que esperara que iba a traer toallas limpias, después de que me coloque la toalla en la cintura y ella se cubrió, salimos por el pasillo para pasar a la regadera, nos vieron otras chicas que estaban ahí, pero como si nada.
Entramos al baño que aunque pequeño estaba decorado agradablemente, nos deshicimos inmediatamente de las toallas y procedió a abrir la regadera para mediar el agua, me acerque detrás de ella tocándole sus pechos y acercando mi pene a su espalda, por lo que me agache un poco para ponérselo en sus nalgas, únicamente sonrió, por lo que me anime a pedirle si podía penetrarla, me contesto que no tenían permitirlo hacerlo, entonces no metimos a la regadera y la abrace por el frente acariciando todo su cuerpecito desde el cuello hasta sus nalgas, empujándola hacia mi y sentir su vientre en mi pene, nuevamente le pedí penetrarla y me comento que no, pero que me tenia una sorpresa; la sorpresa consistió en separarse de mí y tomando un poco de jabón me empezó a acariciar y masturbarme con sus dos manitas, me pregunto que si ya iba a terminar por que ya nos habíamos tardado, le conteste que no por que se me había bajado un poco la excitación al desplazarnos del cuarto al baño, entonces me enjuago el jabón y se puso de rodillas in dejar de acariciarme, una vez que hubo lavado mi pene, se acerco y le dio un beso, para posteriormente introducirlo un poco en su boca y empezar a hacer un movimiento de vaivén, pero esto solo duro como 20 segundos, trate de detenerla la cabeza para que continuara, pero me dijo que no que eso era todo, y continuo tallándome todo el cuerpo con jabón, metiendo sus manitas en todas mis hendiduras, por el frente, por atrás, por los lados. En un momento que quedo de espaldas frente a mí, la abrace acariciándole sus pechos su vientre, le metía la mano en medio de sus piernas, me recordó que ya debería terminar por que ya se terminaba el tiempo, se volteo, la abrace y continué acariciándola; entonces nuevamente comenzó a masturbarme y ya no me pude contener, expulsando un chorro de semen el cual le cayo en su vientre y pierna, mientras yo emitía un ahhhh, y jalaba un poco de aire, quedando por un instante como petrificado.
Continuamos bañándonos rápidamente para quitarnos el jabón y ella además los restos de semen; después nos secamos mutuamente y salí al cuarto para vestirme; una vez vestidos los dos le pague y nos despedimos con un beso en la mejilla, no sin antes invitándome a acudir nuevamente.
Salí del edificio relajado y confortado sintiendo el aire caliente de la ciudad de México rumbo a mi carro para ir a comer y regresar a mi oficina.
Anexo una foto que no es de la chica del relato, solo es una que se parece a ella.
Espero les haya gustado así como sus comentarios.
Saludos cordiales,
Juan.