Mi primera experiencia con una sumisa

Esta es una historia real de como fue mi primera experiencia, cualquier cometario sera bien venido.

Mi primera experiencia como Amo

Buenas soy un hombre normal con gustos particulares, soy morboso por naturaleza y me gusta de todo, tengo una mente abierta y lujuriosa, soy Dominante por naturaleza, me gustan las mujeres sumisas y morbosas.

Iré contando poco a poco mis vivencias, algunas normales o vainilla y otras de experiencias bdsm, espero les guste a l@s lector@s y espero sus comentarios y quien sabe a lo mejor hacer realidad sus fantasías

Soy un hombre normal, mido 1,75 peso unos 70 kg, culto y con una mirada picara y obscena que a muchas mujeres incomoda y que da morbo, tengo buena conversación y como digo yo 21 dedos, una lengua, una boca y una nariz si hace falta. De dotación estoy bien, ninguna se ha quejado, jajajajaja.

Bueno comenzare mi primera historia para no entretenerme más.

Tenia yo en aquella época 26 años, lleva varios días hablando con ella por un chat, no había caras ni cuerpos, solo dos personas hablando de sus deseos y sus fantasías, los míos de usar a una mujer y ella ser usada y humillada, os daré su descripción, morena pelo largo (me encanta el pelo largo) delegadita, una 90 de pecho, con unos pezones grandes y marrones, un culito apetecible y un coñito limpio de pelos y sonrosado.

Después de muchas conversaciones y pactar limites y conocer sus gustos decidimos dar el paso de conocernos, así que quedamos en una cafetería del centro, era un miércoles y había poca gente, yo estaba sentado al fondo del local y nada mas verla entrar supe que era ella, venia con un top blanco realzando sus pechos y una mini falda también blanca, el pelo recogido y unas sandalias dejando sus pies desnudos a la vista, en cuanto la vi mi polla se empezó a poner dura de aquella magnifica visión que además iba a tener el placer de usar a mi antojo.

Me levante de la silla y ella buscando con su mirada al desconocido del chat me vio haciéndole señales y vino hacia a mí despacio con cierto resquemor, diciéndome:

Ella -  Eres Diabolo? (mi nick en el chat)

Yo- Tu debes de ser Melibea- Y nos dimos dos besos rozando las comisuras de los labios sabiendo que aquello acababa de empezar.

Estuvimos hablando unos diez minutos de cosas triviales para relajar el encuentro mientras mis ojos no dejaban de mirar sus abultados pechos bajo la tela y notando que sus pezones se iban endureciendo.

Yo- Bueno estas dispuesta a seguir a delante  - Ella mirando al suelo con vergüenza emitió un leve si de su boca, pero a la vez excitada por la situación – Â partir de ahora me llamaras Señor y tu serás mi puta, ves al baño y quítate las bragas y dámelas – le dije en tono firme y autoritario. Estuvo un par de segundos dudando de que hacer se levanto despacio, en ese momento pensaba que se iba a ir que solo era un calentón de mujer y que no era capaz de seguir, pero dando media vueltas se dirigió al baño, allí pude observar el pedazo de culo que tenia bajo la mini y que iba a disfrutar y a gozar como un cerdo. A los dos minutos apareció con el puño cerrado y abriéndolo ante mí me dio un tanga negro de encaje y transparencias diciéndome – Tenga Señor mis bragas – sentándose a mi lado con la mirada fija en mí.

Cogí las bragas y al tocarlas note que estaban empapadas, me las lleve a la nariz y olía a perra en celo, la mire con lujuria y dije – Estas mojada perra, toma y chupa tus jugos – lanzándole las bragas a las manos, las cuales cogió y se las llevo a la boca y empezó a lamer con devoción.

La quite las bragas de la boca y me las guarde en un bolsillo del pantalón y note que sus pezones querían atravesar la tela del top, acerque mi mano a su pierna y la fui acariciando despacio mientras mi polla quería escapar del pantalón, ella abrió sus piernas dejándose hacer y acercando mi mano a su coño notaba el calor que desprendía y al rozarlo soltó un gemido odio un saltito sobre la silla, metí mis dedos en su coño y estaba encharcado ella se mordía los labio y empecé a pajearla muy duro metiendo y sacando mis dedos de su mojado coño y mirando que nadie se diera cuenta de la situación.

Mientras jugaba con su coño ella no paraba de jadear y cogiéndola una mano la lleve a mi paquete y le dije – Si eres una buena puta tendrás tu recompensa- Nos tomamos las consumiciones saque mis dedos de su coño y los relamí ella me miraba con cara de vicio sabiendo lo que venia después. Se levanto se recompuso la mini y salimos del local yo agarrado a su cintura magreándola el culo delante de todos y ella con una sonrisa de oreja a oreja.

Fuimos a mi coche y nos metimos en él, al sentarse le dije –Puta levántate la mini quiero tu coño expuesto. Arranque el coche y ella se subió la mini hasta el ombligo dejando su coñito a la vista mojado y brillante por la excitación. Durante el trayecto le digo – Perra mastúrbate para mi te quiero bien caliente- y ella empezó a acariciarse para mi mirándome con vicio y mordiendo sus labios mientras sus dedos jugaban con su clítoris y los metía y sacaba de su coño – Puta no puedes correrte sino te castigare- Si mi Señor como usted desee – y allí seguía ella con sus gemidos y una visión espectacular de semejante paja en directo y yo con la polla a mil.

Salimos de la ciudad y nos dirigimos la casa de un amigo en la playa, justo llegando a nuestro destino oí un gemido ahogado y profundo, se había corrido sin mi autorización, la mire fijamente, ella agacho la cabeza y dijo en voz baja lo siento Señor, mi mirada lo decía todo y en un tono autoritario la mande bajarse la falta y bajar del coche, fui al maletero y saque una mochila con todo lo necesario para iniciar su y mi primera sesión, por el camino a la casa iba pensando en su castigo.

Subí las escaleras a la casa ella detrás ansiosa por ser sometida, se notaba sus jadeos en todo el edifico. Nada mas entrar nos dirigimos al salón allí la ordene ponerse en posición de espera, de pie, manos a la espalda y mirada al suelo, mientras yo me dirigí al dormitorio, y  prepare la habitación, velas, incienso, y música de fondo todo instrumental no quería mas voces que la mía y sus gritos de placer.

Llegue donde estaba ella impaciente por saber que ocurriría, mirando al suelo, nerviosa, me acerque y la bese la frente, cuando mis labios rozaron su piel fue como una descarga eléctrica y un leve suspiro salio de su labios, me separe unos metros de ella mirándola, me senté en un sofá enfrente de ella y la ordene que se desnudara despacio sin prisas. Se descalzo y levantando la mirada con ojos provocadores empezó a subirse el TOP, suave, despacio, casi eterno, dejando al descubierto un sujetador negro de encaje a juego con su tanga, muy despacio se bajo los tirantes del sujetador mimando su piel, desabrochándolo y dejándolo caer al suelo, pudiendo admirar esos pechos con esos pezones pidiendo ser mordidos y lamidos.

Acto seguido procedió a bajarse la mini falda, la dije PARA, date la vuelta inclina tu espalda quiero ver tu culo bien cuando te quites la minifalda, ella obediente se giro, se agacho y fue deslizando su mini despacio apareciendo un culo espectacular digno de la mas buena fusta que uno pudiera tener en ese momento, mis ojos no paraban de admirar esa belleza que era mía.

CONTINURA……