Mi primera experiencia con un cliente

Mi primer relato y mi primer encontronazo sexual con un cliente... y espero que no sea el último ;)

Esa mañana me levanté con el pié izquierdo, para colmo el día estaba nublado, lloviznaba, el frío y la humedad inundaban el ambiente, pero era consciente de que eso era lo único positivo del día, ya que cuando el clima estaba feo, tenía mas trabajo y con eso los beneficios aumentaban. Llevaba 4 años y dos meses conduciendo el Taxi de mi padre, bueno, no exactamente cuatro años enteros, porque en realidad me dedicaba 8 meses al año, luego durante tres meses viajaba y conocía mundo y el mes sobrante me lo pasaba en mi casa descansando y disfrutando de esa independencia que en realidad podía presumir de tener.

Tenía 29 años, vivía sola, de alquiler de momento podía permitírmelo porque no era la típica chica caprichosa que gastaba el dinero con tonterías, gastaba lo justo, mis viajes eran de mochila sobretodo visitaba lugares cálidos, lejanos paraísos exóticos, pero siempre países económicos. Era una chica segura de mi misma, no había tenido mucha suerte con los hombres, ya arrastraba cuatro relaciones supuestamente serias a mis espaldas, ya no me andaba con tonterías y cada vez me volvía mas exigente. Pero igualmente yo era feliz con mi vida, me sentía llena con ganas de adquirir mas conocimiento, de la vida, de la historia de las culturas, me interesaba todo, la psicología, cosa que me venía fenomenal en mi trabajo y aunque precisamente mi trabajo no era el mas bonito del mundo, a veces me encantaba, conocía a gente interesante, cada día era distinto, era un trabajo muy independiente, como mi espíritu supongo, pero como siempre no todo es oro lo que reluce y siempre existe un lado malo, no tenía mas que asumir y soportar las eternas jornadas que pasaba durante 8 meses al año en el taxi, prácticamente viviendo en el, convirtiendo de alguna manera ese pequeño habitáculo en mi segunda casa, pero como solía ser positiva, yo pensaba siempre en mi próximo viaje, y no precisamente con el taxi, fantaseaba que algún día, iba a conocer al hombre de mi vida en alguno de mis viajes por el mundo en alguna playa isleña o en un vuelo de 13 horas de duración.

Abrí el agua caliente de la ducha y me fui a quitar el camisón, al deslizarlo sobre mi cabeza sentí la tela sedosa rozar mis pechos, mis pezones se erigieron, dejé caer la tela sobre el piso mientras me miraba en el espejo. Me dije… la verdad que no estoy nada mal, muchas de mi edad están estropeadísimas, gordas y celulíticas. Media 1,68m y pesaba 58kg mi cuerpo estaba muy bien proporcionado, vamos, una morena con un lindo trasero, suave y respingón. Aunque mis pechos eran pequeños, estaban muy bien puestos, me los toqué y pellizqué suavemente mis pezones viéndome reflejada ante el espejo, ya una leve sonrisa dibujada en la cara y con otra visión del día.

Rápidamente me metí en la ducha, estaba hirviendo y cuando ya me había lavado el pelo y estaba enjabonándome por segunda vez, sentí unas ganas irremediables de bajar el chorro de la ducha hacía mi vagina, uhhhh sentí un inmenso placer al notar esa presión del agua sobre mi botoncito, con una mano abrí mis labios inferiores, mientras con la otra, sujetaba el teléfono de la ducha sosteniéndolo a la altura exacta de mi clítoris, mmmmm uhhhmm ahhh el placer era casi insoportable, en menos de un minuto sentí un calor sofocante recorrer todo mi cuerpo y un escalofrío a su vez me invadía hasta la punta de los pies, experimenté un orgasmo de lo mas intenso, me estremecí, encogiéndome casi retorciéndome en la bañera, grité uhhhh uhhhhhmmmm ahh…. Ufff eso estuvo genial, hacía tiempo que no sentía uno así, era de entender porque llevaba prácticamente 2 meses y medio sin follar, desde que lo dejé con mi última pareja. Para mí era mucho tiempo ya que estaba acostumbrada a tener una vida sexual bastante mas activa.

Vaya que desastre! entre una cosa y la otra ya eran un poco mas de las 11 de la mañana cuando arrancaba el coche, la verdad que no tenía un horario marcado, lo que me gustaba es que no usaba despertador, me levantaba y salía a trabajar hasta que la caja me permitía irme casa y aunque tenía a veces suerte en menos horas podía retirarme, eso sí generalmente cansada. Después de tres horas y media y con una mañana ajetreada entre tráfico y lluvia iba libre por la Avenida del centro financiero de mi ciudad, cuando veo que me levanta la mano un hombre de estatura media con una gabardina negra semi desabrochada . Aminoré la marcha y paré a su altura.

Se subió a mi taxi, era un hombre de unos 35 años, de pelo castaño clásicamente cortado, vestía unos vaqueros de calidad, azul oscuro, camisa de tono clarito con motivos modernos y corbata a juego. En ese mismo instante le empezó a sonar el móvil, se lo sacó del bolsillo izquierdo de la americana mientras intercambiamos miradas a través de espejo retrovisor, observó quién lo llamaba y seguidamente rechazó la llamada

-Buenas tardes, conoce un buen restaurante, si puede ser, cercano, donde sirvan pescado y marisco fresco?

Levanté la vista, y pensativa le contesté: -Pues veamos, mmm si, si creo que sé de uno, queda a tres manzanas de aquí, es un restaurante bastante selecto especializado en Pescado y mariscos. Eso sí, le aseguro que será de los mas caros de la zona.

-Perfecto, suena bien, ningún problema, lléveme allí porfavor.

Muy bien, le dije, puse primera y nos fuimos.

-Que tal la mañana?, supongo que ajetreada debido a la lluvia?

-Si, no ha estado mal la verdad, ha habido bastante trabajo, si no hablamos del tráfico claro, eso ha sido horrible, ya me disponía a retirarme a comer.

-Pues sí, ya es hora, es bastante tarde, yo vengo de una reunión y se ha hecho tardísimo quería aprovechar y comerme una buena parrillada de pescado antes de marcharme esta noche.

-Vaya, se marcha hoy?, de donde es?

-Soy Gallego pero vivo y trabajo en Suiza desde hace 7 años, precisamente hoy a las 20:30 tengo que marchar hacia el aeropuerto, por cierto no le interesaría a usted la carrera y llevarme verdad?

-Por favor no me llame de usted… sobre las 20:30?, bien no hay problema donde está alojado?

-Bueno vale, te tutearé pero por favor tu a mí tutéame también, que soy viejo pero no tanto,.. entre risas -Pues estoy en el Hotel Miramar.

-Ah genial, pues no hay ningún problema me va perfecto. Pero..que de viejo nada, tendrá un par de años mas que yo nada mas..

En ese mismo instante volví a mirarle a través del retrovisor mientras el tenía un gesto sonriente y la mirada pensativa observando la lluvia por la ventanilla. Le ví de otra manera, en ese momento me dí cuenta de que ese tío estaba como un queso, se había quitado el abrigo y tenía un torso aparentemente firme, era un chico fornido, guapito de cara con una piel bronceada y fina, la verdad es que me alegró el día.

Levantó la vista y me pilló mirándole a lo que me soltó:

-Por cierto, no es habitual encontrarse una taxista tan joven y atractiva como usted, y tan profesional, parece que lleva haciendo esto toda la vida

-Bueno cuatro años mas o menos, tampoco es tanto, lo suficiente, dije tímidamente.

Eran un poco mas de las 3 cuando llegamos al restaurante, tenía un buen aparcamiento propio así que entré hasta la puerta con el taxi. Cuando le di al total, el taxímetro marcaba 8,30€ , noté su mano agarrar mi sillón al inclinarse hacia delante para ver de cerca el importe de la carrera, ya que yo embobada, ni me digné a darle la tarifa, giré ligeramente la cabeza hacia el, sentí su aroma, era un perfume frecso y juvenil, no tenía mucho que ver con su aspecto, su respiración tras mi espalda consiguió erizar el fino vello de mis brazos.

Me dio 10€ y seguidamente me dijo: - Así está bien, quédate con el cambio, has sido muy amable, Por cierto, no me habías dicho que no habías comido? Por curiosidad, donde comen las chicas taxistas jóvenes y guapas?

Dejé sonar una estúpida risa hihi – Bueno teniendo en cuenta que es tarde comeré un menú en cualquier lugar.

-Aha… me estás diciendo que no tienes que ir a casa a hacer la comida ni ir al colegio a buscar a los críos?

-Afortunadamente no, no tengo que nada de eso, soy soltera y no tengo hijos así que buscaré cualquier cafetería para comer algo rapidito.

-Vaya, pues no lo hagas mujer, no te molestes en moverte, porque no te quedas a comer conmigo, te gusta el pescado? Te invito, si te apetece claro

-Me encanta el pescado, gracias pero no puedo aceptar la invitación de verdad que es un sitio muy caro y no le conozco de nada

  • Vamos mujer, si eso es lo de menos, me encantaría invitarte no sabes lo que odio comer solo además tu también vas a comer sola, me caes simpática, no me dirás que eres capaz de rechazar un manjar así?

-Mmm está bien, pero… no puedo entrar a este restaurante así con estás pintas!

-No seas boba, estás muy guapa, esa camisa es muy bonita, si…total aquí seguro que viene mucha gente vestida informalmente

  • Vaaale, me has convencido, déjame aparcar el coche.

Dimos una vuelta al parking privado del restaurante que estaba prácticamente desértico, había apenas cuatro coches que seguramente eran del personal, coloqué la marcha atrás y con un habilidad natural mas que demostrable, lo aparqué en la plaza mas próxima a la puerta dejándolo con el morro mirando hacia afuera, apagué el motor y el taxímetro y los dos salimos del coche por mi lado. Cuando me bajé note como sus pupilas fulminaban mi trasero, con una mirada entre asombro y deseo me dijo: -Además esos vaqueros te quedan de lujo.

Le miré a los ojos y le di las gracias, con una leve sonrisa en la mirada. Cerré el Taxi y entramos al restaurante.

El metre nos recibió amablemente y nos sentó en una mesa para dos en un rincón acogedor al lado de un pecera enorme llena de langostas, miré alrededor y observé la decoración, un poco cargada para mi gusto pero en la pared había agradables cuadros, aparentemente caros, de arte abstracto y peces de colores con aires cubistas. De lo que me fijé también era de que estábamos completamente solos en ese comedor, el jazz sonaba de fondo y mientras el metre abría la botella de vino que previamente había encargado…. Uy, vaya, estaba sentada en un restaurante pijo apunto de zamparme una parrillada de pescado fresco con un tío que está de vicio y todavía no sabía ni su nombre, ni él, el mío. –Oye, le dije. -Yo no puedo tomar vino, tengo que salir a trabajar después de comer, están muy estrictos últimamente con los controles de alcoholemia y no puedo arriesgarme a que me quiten el carné.

-Tranquila…, y como te llamas?, es gracioso llevamos mas de media hora hablando y todavía no nos hemos presentado, discúlpame de verdad, he sido un poco grosero por no presentarme siquiera, me llamo Emilio.

Me ruboricé un poco, ese chico me imponía, su voz era tan aterciopelada y era tan atento, educado y bien hablado que balbuceé: -Me llamo Maya, encantada. En ese momento extendí torpemente mi brazo para darle mi mano que temblaba ligeramente, él, no sólo me agarro de la mano si no que se levantó de su silla inclinándose hacia mi para plantarme dos besos uno en cada mejilla, el segundo mas próximo a la comisura de mis labios.

–Es un placer Maya disfrutar contigo de esta deliciosa comida. A eso que llegó el camarero con una inmensa bandeja y empezamos a devorar todo ese pescado y el marisco con las manos que había en ella, no pude evitar tomarme un par de copitas de ese vino blanco gallego que repetidamente Emilio me servía. Cuando quedaban raspas y patas de cangrejo medio mordisqueadas me dijo: -Y vas a poder ir a trabajar ahora después de ese par de copitas?,

Ahí me enfurecí un poquito conmigo misma por ser tan irresponsable pero por otro lado me apetecía pasar toda la tarde con él, hasta que se me bajara el alcohol y lo llevara personalmente al aeropuerto, gratis por supuesto, era lo mínimo que podía hacer después del banquete al que me había invitado. – Pues sabes que estoy pensando… creo que me voy a tomar la tarde libre para que se me baje el alcohol y luego te acerco al aeropuerto. Que te parece?

-Me parece una idea estupenda. Pero antes tengo que ir al hotel a buscar mi equipaje.

-Claro no hay problema eso haremos, te llevaré también al hotel.

Seguimos disfrutando del pescado, yo no tomé mas vino claro, pero cuando llegaron los postres, no sé, noté una sensación muy placentera que recorría todo mi cuerpo, no sabía si era el marisco o que era, pero había escuchado que era afrodisíaco, desde luego era la primera vez que me atiborraba tanto y tan variado de una sola vez de marisco y encima sentada delante de un mozo que en ese momento me dejaba sin aliento, estaba excitada, la situación me avergonzaba un poco, pero no podía negarlo, mi cuerpo estaba ardiendo, mis pechos estaban firmes y mis pezones comenzaban a endurecerse por momentos hasta el punto que observé como Emilio se fijaba en el relieve de mi camisa de algodón blanco, ahí estaban, se dejaban ver duritos debajo de la tela, le miré a los ojos y el se mordió levemente los labios, asomando su dentadura blanca y casi perfecta, para después sonreírme. Seguimos intercambiando confidencias, él era Un hombre de negocios, trabajaba para un banco suizo y venía a menudo a nuestra ciudad para tratar asuntos en la sucursal que tenían aquí. Yo cada vez me encontraba mas cómoda con el y mas suelta, tenía ya el pelo medio alborotado de tanto tocármelo, mi camisa lucía un botón más desabrochado, en pocas palabras, un filtreo en toda regla, Emilio había pedido ya la cuenta, el camarero no tardó nada en prepararla ya que habían pasado 2 horas y tenían ganas de cerrar. Nos terminamos los cafés, Pagó y nos levantamos, mientras andábamos hacia la puerta, parándonos para despedir al personal que estaba ya por fin comiendo en una mesa amplia cerca de la cocina, sentí su brazo rodear mi cintura, y con la mano levemente apoyada sobre mi cadera, me acompañó hasta la puerta.

-Salimos afuera y había parado de llover, le pregunté si quería que le llevase ya a su hotel y me dijo que porque no?, aunque le quedarán 3 horas para ir al aeropuerto le apetecía tomarse otro café en el hotel y descansar un poco, -Maya, no te apetece venir y así luego me llevas directamente al aeropuerto?

-Pues…mmm.. bueno veras es que yo no quiero molestar, a lo mejor quieres echarte un a siesta y descansar.

-Siesta yo? Para nada, no puedo dormir por las tardes, además esas costumbres las he perdido, recuerda llevo 7 años en Suiza,

Esa frase la dijo sonriéndome y ya al lado de mi taxi, me cogió tiernamente de la barbilla y me dijo: -Me ha encantado comer contigo y para nada me molestas, al contrario sería un verdadero placer pasar el resto de la tarde contigo.

Ahí, casi me desmayo, sentí unas ganas terribles de besarle pero entre que el notó mi timidez y el corte del momento, bajó la mano.. yo le dije, -Vamos?

El pretendía subir detrás del vehículo, pero en seguida le dije, que haces tonto, ven a sentarte a mi lado que ahora no eres un cliente, el con aire divertido saltó un poco sobre el capó dio la vuelta y se subió como copiloto.

De camino al hotel, seguíamos hablando, la verdad que Emilio era un tipo muy divertido y parecía un poco pillo, nada que ver con esa apariencia formal que presentaba al principio, además ya había mas confianza entre nosotros, era evidente después de dos horas compartiendo mantel y confidencias.

Llegamos al hotel, tenía una recepción muy amplia, y una decoración muy lujosa, el ambiente era mas bien de negocios, carteles de conferencias adornaban los pasillos, se veían ejecutivos ataviados con maletines correteando por todas partes hablando por sus celulares sin rumbo alguno. Pedimos la llave a la recepcionista y Emilio encargó que nos subieran una merienda Primavera. Cosa que yo no me explicaba, porque estábamos absolutamente atiborrados de comida. Nos dirigimos hacia el ascensor, menos mal que tuvimos que compartir con un señor que parecía mas bien un físico chiflado con barba desaliñada y traje de los años 80, porque yo ya no podía resistirme más, estaba deseando abalanzarme sobre el, aunque el no me correspondiera, pero dentro de mí sabía que él estaba deseando follarme.

Ascendimos a la 5ª planta y caminamos a lo largo de un amplio pasillo, muy bien iluminado hasta llegar a la habitación nº 5045, abrió la puerta y me dejó pasar, apenas dí tres pasos cuando sentí su mano agarrándome elegantemente la cintura, me giró con fuerza sosteniendo mi cara y empezó a comerme la boca con ansia, yo no me esperaba en ese instante su reacción, era salvaje, sentí su lengua casi al fondo de mi garganta, me morreaba y me chupaba toda la cara, empezó a lamer mi lengua y a agarrarme del pelo, mientras con la otra mano me manoseaba los pechos y las deslizaba por mi escote, cubría mis pequeñas tetas con una sola mano, me pellizcaba los pezones, para seguidamente arrancarme la camisa importándole dos cojones mis botones, me bajó el sujetador, haciendo que mis tetitas asomaran por encima, me comía todo el cuello, me chupaba hasta las orejas, note su paquete clavándose en mi vaquero, los suyos estaban apunto de reventar, bajó su cara hacia mis senos, rechupeteándolos, ocupando toda su boca, hacía círculos con su lengua alrededor de mis pezones, mientras seguía pellizcándolos con frenesí, yo tenía las bragas empapadas, solo le seguía el rollo y me limité a disfrutar de cómo me chupaba toda, y recorría mi cuerpo con su lengua, gemía de gusto uhhhhh mmmm, estaba excitadísima. Se arrancó la corbata y yo le ayude a desabrocharse la camisa, me seguía chupando toda la cara, las tetas, el escote, me agarró del culo, y empezó a frotar su pene duro contra mi vientre, mientras me seguía comiendo la boca, mis manos nos pudieron resistir dirigirse hacia su paquete, las deslicé despacito y comencé a desabrocharle los pantalones, mi mano se perdió en su bragueta, y palpé un enorme miembro calentito, apunto de caramelo, se lo saqué y flexionando ligeramente las rodillas me agaché para verlo de cerca. Mmm, miré hacía arriba para encontrarme con sus ojos, el mientras me observaba me acariciaba el cabello, revolviéndomelo un poco, con mi mano derecha agarré ese tronco duro y le metí un lengüetazo, entreabrí la boca y saboreé la puntita de su gruesa verga, que ya estaba mojadita, oouhhhmm -me encanta tu polla, le dije y me la metí entera en la boca, masajeándola haciendo un juego de muñeca, después la lamía de arriba abajo sujetándola desde arriba y viceversa, mmm me encantaba esa polla perfecta, era bonita, rosadita y considerablemente grande, seguí comiéndosela, mientras le miraba de tanto en tanto a los ojos, -Me encanta cuando me miras con esa cara de guarra, me decía, te gusta verdad comerme la polla?

-Me chifla, la adoró, uuhh sii, la tragaba con ansía, hasta el fondo de mi garganta, la chupaba cada vez mas rápido y con mas ganas, agarré uno de sus huevitos y lo comencé a chupar también, después el otro y me la volví a meter en la boca

-Uhhhh siiiii como la comes.. sii sigue. Me empujaba la cabeza, quería que me la tragase entera, haciendo que me entraran arcadas, de echo me entraban pero a mi no me importaba, cada vez que me empujaba mi coño mas se mojaba.

-Ven aquí, me dijo sujetándome la cabeza ayudándome a que me incorporará, para luego inmovilizar mis brazos y empujarme hasta la sala, estando detrás del sofá, me apoyó boca abajo sobre el respaldo sin soltarme las manos, cuando me soltó los brazos, fue para bajarme los pantalones bruscamente dejando mis bragas a medio camino, se puso de cuclillas separó mis piernas y abriendo mis firmes nalgas, se dispuso a chuparme toda, solía rasurarme el chochito así que estaba más que apetitoso, note su lengua recorrer desde mi clítoris hasta mi ano y viceversa, el placer me inundaba, estaba loca por sentir como me penetraba, -mmm uhhh que coñito que tienes… mmm me encanta saborear tus jugos, giré mi cabeza y me ví reflejada en un espejo grande que había en la mini sala, al ver la escena, yo agachada sobre el respaldo del sofá achancada de patas y con una cabeza entre las piernas chupándome hasta las entrañas, pues me excité aún más y le dije: -Fóllame ya!!

-Ahh eso quieres, que te folle ya!.. eh guarra, pues ahora verás..

Se levantó, y mientras me agarraba del cabello consiguiendo arquear mi cuerpo, con la otra mano me azotó el culo…Plass –Ahhh,.. siii, . Grité

-Te gusta verdad perra?.. plasss. Otro azote que me dio, mi culo enrojecido emblanqueció al sentir la presión de sus dedos al abrírmelo para luego empujar y penetrarme con su enorme polla, -ahhhh uuhhhhhhhh siii,

Mi vagina cerrada sintió casi como la desgarraban, después de tanto tiempo sin follar estaba desentrenada, -Uuhmmmm, que cerradita estas, que coño tienes..uhhmmm me encanta

Me empezó a follar salvajemente, dándome algún que otro azote de vez en cuando, no podía resistir ver como ese maravilloso culo se movía frente sus ojos como si de gelatina se tratase, me siguió penetrando cada vez más rápido, yo gemía como una loca, me moría de placer al sentir como me follaba por detrás, de repente, paró sacó la polla y me hizo saltar sobre el sofá para después sentarme sobre el y cabalgarle, me besaba, me metía lengua por toda la cara, mientras me agarraba las nalgas ayudándome a follarle la polla. En ese momento al controlar yo el movimiento, empecé a sentir que…joder…Me estaba viniendo lentamente un orgasmo inmenso, mejor que el de la mañana en la ducha, bueno quizá diferente, era como si todo mi cuerpo flotase de repente, y meneando mi cadera y mi culo contra su polla, después de un intenso grito me corrí, ohhh siiiiii uuhhhh mmm siii, seguí con el ritmo, mientras le cogía del pelo, su cara lo decía todo, estaba disfrutando como un loco,

-Sigue asi.. mmm lo estás haciendo muy bien Maya, me encanta como me follas

-Mmmm te gusta eh,le dije, mientras meneaba aún mas la cadera y agitaba mi culo cabalgándole como si de un potro se tratase. Metió su dedo índice en mi boca para luego bajarlo hasta mi ano, estimulándolo y penetrándome la colita con su dedito –Quiero follarte el culo, me dijo

-Yo con una sonrisa mas que notoria, no opuse resistencia ya que las circunstancias eran las ideales, estaba absolutamente excitada, el sexo anal solo lo había practicado con mi último novio, únicamente los días que estaba tan excitada como en ese momento claro.., así que me tumbé de lado, espaldas hacia el, sintiendo su aliento en mi cuello, tumbados los dos en el sofá, me empezó a estimular el ano con la punta de su polla, mientras yo me acariciaba el clítoris y mordía mis labios, muy despacito, fue introduciendo su glande hinchado previamente empapado en saliva y poco a poco mi ano se fue dilatando hasta que estuvo preparado para recibir ese pollazo, me penetró, ahhh grite, uhhhh era una sensación entre dolor y placer, quería que me rompiese el culo, y ahí empezó con el movimiento suave pero constante de vaivén hasta que mi culo recibiera todo su precioso miembro, le miré a la cara, mientras el me metía sus dedos en mi boca, estaba disfrutando como un loco, me manoseaba las tetas, me frotaba el clítoris, me decía toda clase de guarradas al oído, en definitiva me tenía absolutamente extasiada, yo no podía parar de gemir, de quejarme y jadear de gozar como una zorra, a la que le gustaba que le follasen el culo. –Te gusta eh, que te folle el culo así eh… mmmm siii correte..mmmm me decía, yo ya no podía más estaba en el séptimo cielo, empecé a jadear cada vez más fuerte más rápido –Si fóllame más siii, me encanta que me folles el culo,, sii, mas rápido,,mmm mas, oho hoohoo que me corrooooo, siii oojhhhhhhh uhhhhhhhhohhhhhhhhmmmuhhhhhhhmmmmmmm

Y mientras yo gritaba y me estaba corriendo y derramando lágrimas el me seguía follando el culo a toda prisa,, ohhh siiiii ven ven aquí…, sacó su enorme polla y me la metió delante de la cara.. ooohhhhhh ohhhhh si cometela sii, . Seguidamente me la metí entera en la boca absorbiéndola y meneándola con todas mis fuerzas, el se retorció hacia atrás sentí su miembro palpitar en mi boca, ahhhhhh gritó sisiiiiiiii, ohhhhh siii, dejé mi boca abierta con mi lengua afuera esperando con ansía ver salir disparado ese líquido cremoso y cálido, ahí estaba.. mmmmm comiéndome todo ese mejunje que su polla había acabado de echar por toda mi cara y mis tetas, él sujetándola y dando golpecitos contra mi lengua mientras me acariciaba el pelo y me miraba todavía con una sonrisa perversa en la cara.

Ya con una carita mas dulce, me dijo: -Te gustó la tarde guapa?,

-Me encantó la tarde guapo, le dije mirándolo a los ojos mientras rechupeteaba la punta de su pene limpiándole el semen.

Era tardísimo, en 20 minutos Emilio tenía que salir para el aeropuerto, así que nos duchamos juntos y lo llevé sin cobrarle la carrera claro