Mi primera experiencia como voyeur

Mi primera experiencia como voyeur:

Todo ocurrió una noche de un fin de semana haya por Febrero. Me encontraba en mi habitación sin poder conciliar el sueño, aquella tarde me había echado una siesta y mi cabeza no paraba de dar vueltas; el resto de la casa estaba tranquilo, mi hermano dormía en su cuarto y mis padres estaban en su dormitorio viendo la televisión, pero un extraño ruido en su habitación me llamo la atención, como yo soy un poco fisgón me levante de la cama y con mucho cuidado me acerqué al lugar del sonido.

La puerta de mis padres estaba entreabierta y se podía apreciar una luz perteneciente a la tele, con mucho cuidado abrí un poco la puerta, introduje mi cabeza dentro de la habitación y agudice el oído:

-¿Te gusta así? ¿Te gusta cómo te la toco?

-Ss, siii así cariño.

Al parecer mis padres estaban a punto de pasar una gran noche y yo, tuve el honor de asistir a ese ritual. Le eche un par y me adentre por completo en el cuarto escondiéndome detrás de un mueble, allí me encontraba yo, viéndolo todo y sin ser visto; la descripción de la escena sería la siguiente: mi padre y mi madre se encontraban debajo de las sábanas, mi progenitor se encontraba encima de su mujer besándola y frotando su miembro contra ella cuando… el corazón me dio un vuelco al ver como las sabanas se retiraban de sus cuerpos, al parecer tendrían calor y preferían no taparse con ellas.

Mi padre se quito el pantalón del pijama y empezó a tocársela y a decir:

-¿Te gusta esto mi amor?¿Te apetece que te la meta?

A lo que mi madre respondió:

-Claro cielo pero antes ¿por qué no…?

Entonces mi padre asintió y rápidamente le quito el pantalón del pijama a mi madre y su tanga negro, por fin pude ver el poblado coño de mi madre, tenía bastante vello y no había señales de que antes de lo hubiese depilado. Mi padre se puso manos a la obra, abrió los labios de mamá y comenzó a lamerlo todo:

-¡Así cari, así amor, sigue, no pares!

Entonces este se dispuso a meterle, primero, un dedo y después dos.

-¡Ahhhhh! ¡Por Dios qué bien! Sigue un poquito más por favor.-decía mamá.

Se notaba que a mi madre le estaba gustando y aunque cuando se corrió estaba cansada, ella se cambió de postura, le dijo a mi padre que se relajara y comenzó un gran trabajo oral: primero mamá comenzó por chuparle un poco los huevos a papa, después le dio unos lametones al tallo, seguido por el capullo, y para terminar se lo metía todo en la boca; esto duró unos cinco minutos.

La siguiente fase consistió en la postura del misionero, mi padre encima de mi madre metiéndole todo su miembro hasta el fondo.

-¿Te gusta esto eh?-preguntaba mi padre.

-¡Ahhhh, joder si, necesitaba tu polla dentro, que bien lo haces amor!.

Mi madre le agarraba las nalgas a mi padre y este a ella le besaba por el cuello, boca y senos, menudos pechos, una 95 B creo que eran. Después de un largo rato en esa postura mi padre se colocó debajo y mi madre se quedaba encima tomando las riendas, no hacían más que gemir y gemir, mi madre le metió uno de sus pechos en la boca a mi padre:

-¿Qué, te gustan?

-Sí.

-Están ricos ¿verdad? Pues son para ti.

Mi madre desaceleró el ritmo y pude ver perfectamente como entraba y salía el pene de la vagina ; cambiaron de postura , ahora tocaba el perrito, menudo culazo que tenía la jefa, los testículos de mi padre chocaban contra este en repetidas ocasiones.

-¡Carii me voy a iiir yaaa!-gritó mi madre.

Entonces mi padre sacó la polla de su coño, se puso frente a ella y se corrió en su cara sin decir nada. Tras esa última escena yo me corrí también, y sigilosamente volví a mi cuarto sin hacer ruido.

Nota: Este es mi primer relato, se que a muchos no les parecerá que este muy bien pero necesitaba contarles este suceso de alguna forma. Me gustaría ponerme en contacto con mujeres maduras, ya que este tipo de damas me fascina. Un saludo cordial a todos los lectores.

Agréguenme si quieren hablar: marcos_hkjl@hotmail.com