Mi primera experiencia

Siempre he sido una chica bastante tímida con las personas, pero me he sentido muy segura con los animales, los cuales siempre han sido una parte muy importante para mí y me han acompañado en toda mi vida. Como mascota he tenido un perrito y un conejito, pero también he cuidado de caballos.

Cuando mi instinto empezó a despertar, y mis hormonas se empezaron a alborotar, no podía evitar fijarme un poco más en cosas que no eran tan ''normales''. Cuando iba a hípica, siempre me ofrecía para cuidar de los caballos, peinándolos y dándoles un baño. Era muy cercana a la dueña del lugar porque su hija era mi mejor amiga, así que muchas veces me quedaba a dormir en el centro, porque ellas vivían allí. Me llenaba de paz montar a caballo por las noches, era increíble la sensación.

Mi caballo favorito se llama Cascabel (es muy alto y robusto, pero es muy amable y cariñoso a pesar de su apariencia). Tenemos una relación de confianza, lo he cuidado desde hace mucho tiempo y le tengo muchísimo cariño; por ello, una noche en la que había terminado mi sesión nocturna de montarlo y luego de limpiarlo un poco, no tuve problema en quedarme en su caballeriza, que era muy amplia. Muchas veces se tumbaba en la paja y yo no me quedaba atrás apoyándome en él y así nos quedábamos por varios minutos, casi horas. En ese momento, como mis hormonas estaban alocadas, no dudé en sacar mi móvil y ver algo que me ayudase a calmarme un poco, porque me encontraba caliente y no podía aguantar mucho más. Y allí mismo, con mi espalda apoyada en el caballo, empecé a frotarme sobre el pantalón que tenía. Al momento noté la curiosidad de Cascabel, quien me miraba girando su cuello.

Supongo que los caballos sienten cuando las personas están cachondas, porque me dejó hacer lo mío, y yo me corrí bajo su mirada tan curiosa. Eso no fue suficiente para saciarme, pero no podía seguir ahí por si alguien venía y me descubría. Cuando me levanté, vi como Cascabel también lo hizo, y se pegó más de lo normal a mí. Me sorprendí un poquito, mirándolo y observando con ayuda de la poca luz que había de la luna que su miembro estaba fuera. Nunca antes había visto en persona algo tan grande, pero mi curiosidad me pudo y acerqué mi mano a su miembro, tratando de rodearlo con mi mano, pero casi no podía, era muy grande. Mordí mi labio inferior, sintiendo un cosquilleo en mi vientre bajo, sabía que no era algo que tendría que estar haciendo, mas no podía parar, y a Cascabel parecía no molestarle lo que estaba haciendo.

Como si estuviera poseída, seguí moviendo mi mano arriba y abajo de su miembro, era lo único que sabía, pero parecía que era suficiente porque Cascabel terminó relinchando bajo, sentí como su gran miembro se tensó y terminó por correrse con mi ayuda. Noté enseguida el olor fuerte y característico de su semen, dejé ir su miembro y miré al caballo, el cual parecía tranquilo. Me dio algo de cosita seguir en su establo, así que con una pequeña caricia y un hasta mañana me fui de ahí, yendo a la habitación de la casa donde yo me quedaba. Una vez allí, me fui a dar una ducha, y ahí aproveche para volver a masturbarme de nuevo, sintiendo como me corría con fuerza, recordando en mi cabeza lo que había sucedido, y de la misma manera me fui a la cama, sin poder de dejar de pensar en eso.

Y bueno, esa fue la primera experiencia que tuve con un animal. Tengo más, con Cascabel y también con Thor, mi perrito, un pastor alemán muy protector. Espero que comenten si quieren saber más o pueden contactar conmigo por correo si les apetece jaja. ¡Un placer! y besitos para todos <3