Mi primera cruz
Fué con mi amiga Pilar que me inicié en el sexo, el sado y la crucifixión femenina.
Mi primera cruz
Fué en mi primer año de Universidad que fui expuesto por vez primera al sexo, el sado y la crucifixión femenina. Yo era virgen (con muchas ganas de dejar de serlo) y sí, siempre tuve fantasías de poder dominar completamente a una mujer, pero nunca había tenido pareja y honestamente no creía que me atrevería a contarle a alguien esos pensamientos extraños que tenía.
En el segundo semestre conocí a ésta chica de formas espectaculares, parecía dibujada por Vargas, tenía unas medidas de más ó menos 100-65-105, parecía una guitarra, pelo intensamente rojo, ojos verdes y una sonrisa que derrite, se llamaba Pilar.
Pilar estudiaba lo mismo que yo, historia y por lo que había escuchado era muy aplicada y conservadora. No hicimos amigos por que empezamos a estudiar aritmética juntos (¿Alguien sabe para que demonios sirve el álgebra?)pues era nuestra materia más floja. Nos pasábamos casi todo el tiempo juntos y yo estaba loco por insinuarle algo, necesitaba un rollito con una diosa como ella, me imaginaba acostado sobre sus tetas durmiendo plácidamente, teniéndola en cuatro entre sábanas follándola a cien Pero tenía entendido que tenía novio y me aguanté.
Un día me di cuenta de que tenía magulladuras en las muñecas, trataba de disimularlas con maquillaje y unos brazaletes anchos. Yo me preocupé, pensé que tal vez su novio la estaba maltratando. Al principio cuando le pregunté me ignoró pero yo insistí.
Hey, confía en mí, ¿Qué te está pasando?-le pregunté.
No quiero meterte en mi vida privada.
Si alguien te maltrata quiero saberlo.
No te preocupes, es un juego.
Yo no me creo eso. ¿Por qué las cubres entonces?
Para no tener que dar explicaciones. Yo sé que estas intrigado pero, créeme no es nada demasiado malo, es más puedes llegar a disfrutarlo.
¿De que rayos estás hablando?
Del sexo sado. ¿Me vas a decir que no sabes que es?
Yo en ése momento no sabía que decir, esa hembrota disfrutaba de lo que yo soñaba hacer. Tenía que cuidar bien de lo que iba a contestar.
Pues sí se lo que és pero yo nunca he hecho nada de eso. De hecho, nada de nada.
¿Qué tú eres virgen?- me preguntó incrédula.
Sí, no he hecho nada con nadie.- le contesté avergonzado.
Ah pues eso va a cambiar hoy. Te espero en mi apartamento hoy a las 7.
Pero, pero .¿de qué hablas?
Voy a enseñarte como se complace a una chica, es lo menos que puedo hacer después de toda tu ayuda.- me dijo sonriente.
Me dio su dirección y se fue a su clase, y me quedé pasmado, no me lo podía creer, mi primera vez sería con ese monumento de mujer llamado Pilar. Yo no pude pensar en otra cosa el resto del día. Ya en la tarde me dirigí a su apartamento, estaba súper nervioso, ¿Qué tal si no me funcionaba o me corría muy rápido?
Yo toqué a la puerta esperando que saliera en lencería ó mejor aún desnuda, pero estaba en una camiseta corta y un pantaloncito blanco que revelaba que no llevaba nada más debajo. Yo entré y me senté en el sofá, ella se me sentó al lado.
Haber, ¿Has visto una chica desnuda?
Pues claro, en revistas y pelí
No, no, yo digo frente a ti.
Así no.
Bueno, sé que debo ir poco a poco para que no te me asustes te voy a enseñar mis pechos primero, ¿OK?
Yo estaba anonadado. Sólo pude decir- Sí, lo que tú quieras Pilar.
Ella se quitó la camiseta, no tenía sostén. Sus tetas eran enormes y ovaladas, los pezones eran rosa claro y estirados. Ella se movía un poco y aquellas masas se sacudían como si tuvieran vida propia. Tenían algunas marcas pequeñas que luego averigüé eran de azotes.
OK, regla número uno, las tetas son delicadas y no bebes morderlas o golpearlas a menos que una chica te lo pida. Dos, a las chicas no les gusta que te desbordes en atención en sus tetas y te olvides del resto del cuerpo, no importa qué tan espectaculares sean y tres, no te corras en las tetas a menos que ella te lo pida o te dé permiso, hazme caso.
Yo la escuchaba hipnotizado, entre aquellos orbes preciosos y sus palabras estaba bajo un hechizo. Aquella criatura era digna de un mito griego, una Helena de Troya cualquiera.
¿Quieres chupármelas?
Yo gustoso dije que sí y ella me tomó la cabeza con las manos y me llevó a aquellas gloriosas montañas de placer. Tenían un olor delicioso y se sentían calientitas. Yo las besé tan delicadamente como pude y di ligeros cercos hasta llegar a los pezones. Pilar me decía como hacerlo y yo obedecía. Yo pensaba en cuantos tíos deseaban estar siendo instruidos por una chica así, seguramente si lo contara nadie me creería.
Luego de unos 5 minutos Pilar se levantó del sofá, se quitó el pantaloncito y se sentó completamente desnuda frente a mí.
Bien, puedo decir que ya tienes idea como manejar unas buenas tetas, ahora lo más importante -diciendo esto abrió las piernas dejando me ver su tesoro oculto. Estaba afeitada excepto por un triangulito de vello rojizo que indicaba como flecha su zona más importante y deseada- te enseñare como dar una buena comida a una rajita bien rica como ésta. Primero arrodíllate frente a mí y suavemente tócame.
Yo siempre obediente hice como pedía, toqué ligeramente los suaves vellos de su sexo. Sus labios eran un poco más oscuros que el resto de la piel, gruesos y blandos. Su coño tenía un aroma intoxicante que me estaba ya llevando a querer clavarla.
Ahora- me indicó- abre los labios con una mano y con la lengua pasa de arriba a bajo, lentamente, no tengas prisa. Luego mete la lengua y gírala.
Yo comencé a saborear aquel delicioso manjar y no tuvo que pasar mucho tiempo para que sus jugos amorosos llegaran a mi lengua. Sin que ella me lo dijera encontré su clítoris y lo estimulé, Pilar de inmediato se estremeció y comenzó a jadear y gemir. Tomó mi cabeza y la hundió en su sexo provocando que yo la quisiera estimular aún más. Yo pude notar que ella estaba cerca de un orgasmo y le di más fuerte pero me retiró y se puso de pié.
OK primerizo, eso estuvo muy bien para ser tu primer chochito, ahora vamos al cuarto.
Me tomó por el brazo y me llevó a su alcoba. Frente de de la cama, muy amplia y cómoda me quitó la ropa para luego sentarme en la esquina. Mi polla a medio parar era lo que ella miraba golosa. No había duda, se la quería tragar completa.
No te preocupes mi amor, de ésta parte me encargo yo.- me dijo tomando mi pene entre sus manos y llevándoselo a la boca.
Yo me acosté para atrás para disfrutar aquella sensación celestial. Me lamía todo el miembro desde las pelotas a la cabeza, con los dedos hacía un anillo y frotaba la punta según salía de su boca regando la saliva por todo su longitud. Estaba súper erecto, más que en medio de cualquier masturbada o fantasía que hubiera tenido. Aquello era incomparable. Ella continuó hasta que sintió que me corría y apretó con fuerza para detenerme. Se levantó, se tiró en la cama y separó sus hermosas piernas. Ella no tuvo que decir nada, yo me acosté sobre ella y la clavé poco a poco hasta ver mi hombría desaparecer en ella.
Describir la sensación sería difícil, es algo así como una mezcla de éxtasis y un tipo raro de soñolencia. Yo entraba y salía rápidamente, estaba desesperado por venirme y cada embestida me llevaba más cerca. Mientras se lo metía lamía a gusto sus tetas y la besaba en la boca en medio del jadeo y el sudor. Yo le daba y le daba hasta sentir que explotaba y grité .
¡Me vengo, me vengoooo! ¡aaaaaaaahhhhhhhhhhh!
Eyaculé hasta vaciarme y nos quedamos ahí abrazados pegados por un rato. Ella me besó con ternura y me dijo.
No estuvo mal, nada mal, solo tienes que concentrarte más en la chica, recuerda a todas nos gusta una buena clavada pero muy pocos chicos saben dar una. No es solo cosa de meter y sacar.
Pero yo sentí que tú te ibas a venir pero no me dejaste seguir . ¿Por qué?
Por que no quise. A veces es mejor aguantarlo, retrazarlo para luego gozarlo más pero no te preocupes tú hiciste tu parte muy bien. ¿Te gustó?
Claro que sí y con una maestra como tú a quien no. Ehhh, Pilar, ¿con cuantos chicos lo has hecho? Digo si me puedes decir.
Aun que no me creas, contigo son 3. Mi primera vez fue a los 15 con un amigo del colegio, de hecho fue en los baños del colegio, recuerdo que me dolió tanto que cuando regresé al salón casi no me podía sentar. Luego estuve de novia con un chico por año y medio, era guapísimo y con un cuerpazo bárbaro. Con él aprendí todo sobre ustedes y sobre mí, como satisfacerme, que cosas me gustaban y cuales no.
Pero, ¿Y lo del sado?
Pues eso lo he hecho sola, no me he atrevido a compartir mis fantasías.
¿Qué fantasías?
¿De verdad quieres saber? Son algo raras y hmmmm, fuertes.
Enséñame.
Fue al tocador y abrió una gaveta del cual extrajo un cuaderno. Lo puso en la cama y lo abrió. Estaba lleno de pequeños dibujos de chicas casi o desnudas siendo violadas, esclavizadas y algunas crucificadas. Incluso tenía fotos de revistas porno alteradas para formar esas imágenes. También tenía escritos cortos, historias eróticas y de sado( mi relato "Crucificada"salió de esas historias cortas del cuaderno de Pilar) en las últimas páginas estaba ella en dibujos y fotos, azotada, atada y en una colgando de una cruz.
¿Esta es tu fantasía? ¿Ser crucificada?
Sí, incluso tengo una cruz que yo misma hice en el otro cuarto pero no es lo mismo hacerlo si nadie te ve. Por eso tengo las muñecas marcadas, es difícil atarse y soltarse una misma. Lo que me excita es que alguien me esté viendo.
¿Quieres que yo te ayude?
¿Tú? ¿Por qué?
Por que esa siempre ha sido una de mis fantasías y pensar en tenerte desnuda y atada en una cruz es más de lo que puedo pedir.
Pilar se levantó y me llevó al otro cuarto, allí tenía recostada de la pared una enorme cruz en forma de T mayúscula. Había rollos de soga, cadenas, látigos, fuetes y tela en retazos me imagino para vestir como una esclava.
¿Qué crees?
Pues la verdad estas muy bien equipada. ¿Quieres hacer esto ahora?
No, ahora no, estoy cansada, mejor lo dejamos para el fin de semana, tú sabes mientras más se espera más se desea.
Muy bien, entonces el viernes. Pero ahora, ¿Qué crees de otra folladita?
¿Todavía te quedan ganas? Bien, a mí también me apetece pero, ¿Qué tal si me das por el culo?
¿Por el culo?
Sí, no te extrañes, a muchas chicas les gusta. Ven, yo te digo como.
Se acostó boca abajo en la cama y abrió sus nalgas con las manos mostrándome su oscuro rotito. Se metió un dedo y empezó a tocarse.
Recuerda esto-me dijo- esta parte es muy delicada, si no lo haces bien puedes lastimar a la chica, esto no estira como un coño no importa que hallas visto en fotos ó películas.
Si hay algo que siempre me gustó y le agradezco a Pilar es su sinceridad, sé que soy un pervertido de primera pero con ella aprendí que hay cosas que es mejor dejar a la imaginación ó a personas mucho más trastornadas que uno.
Yo me masturbaba mientras observaba el precioso culo de Pilar, poco a poco mi pequeño amigo despertó y se puso listo para la faena. Siguiendo sus instrucciones de ella abrí una gaveta de su cómoda y saqué una crema lubricante con la que cubrí mi miembro. Luego llevé la punta a la entrada.
Bien ahora mételo poco a poco, se va sentir diferente, más apretado pero se irá dilatando, entonces podrás penetrar mas fácil y cambiar de posición.
Yo hice como me dijo y en pocos segundos estaba completamente adentro. Ver mi miembro salir y entrar de en medio de sus redondas nalgas me llenaba de orgullo, estaba clavando a una diosa terrenal. Cuando se dilató nos acostamos de lado mientras yo le aguantaba las piernas por las rodillas, así pude penetrarla más suavemente y sin prisa. Pilar estaba bañada de sudor y el contacto con su piel húmeda y olorosa me enloquecía.
Nos besábamos y acariciábamos como tortolitos. El acto continuó hasta la lógica conclusión y me corrí dentro de ella.
Después de un rato me di una ducha y me fui dejándola dormida desnuda en su cama goteando mi semen de su coño y culo penetrados. Nos veríamos otra vez el viernes (era martes) para su "crucifixión".
El viernes a las 7 en punto estaba yo tocando a la puerta de su apartamento. Ella abrió vestida con una sabana gris a modo de túnica. Se había maquillado moretones, golpes y cortadas pequeñas. Debajo llevaba un minúsculo taparrabo blanco sostenido por un cordón (por eso las chicas en mis historias llevan taparrabos), su larga y rizada cabellera estaba adornada con trenzas, cintas y el resto recogido atrás. Tenía una apariencia exótica que ya me excitaba.
¿Estas lista?
Sí.
Yo me puse un disfraz de soldado romano que ella había hecho, siendo estudiante de historia hizo una reproducción bastante buena aunque algo incómoda. Fuimos a su cuarto que sería una especie de pretorio donde la castigaría., lo había preparado con sogas y cadenas por todos lados para facilitar su inmovilización.
La llevé hasta la cama y la encadené a los esquineros estirando bien los brazos, ella estaba de espaldas a mí. Agarré fuertemente la tela de la sábana y halé hacia abajo rasgándola hasta develar su tersa espalda. Tomé uno de los látigos y lo pase por su cuello, hombros y costados lentamente. Me alejé unos 5 pasos y me volví para descargar el primer golpe. Nunca me había excitado tanto que como en el momento que vi aquel surco rojizo en la espalda de Pilar acompañado por ese lloroso quejido.
¡Aaahhh! ¡Aaayyy! ¡Aaayyy!- sus gemidos llenaban la habitación. No habíamos acordado cuantos azotes serían pero quería que quedara marcada uniformemente. Así poco a poco los latigazos siguieron y con ellos fui removiéndole la ropa hasta que sólo quedó su pequeño taparrabos. Aquel pedazo de tela de no más de unos 10 cm. de ancho colgaba abandonado entre sus nalgas marcadas por el látigo. Por al frente colgaba hasta la mitad de los muslos, por detrás apenas pasaba de los glúteos. Honestamente paré porque ya me dolía el brazo. La desencadené y la dejé descansar en el suelo por unos minutos, luego até sus brazos a la espalda y encadené sus pies, la halé por ellos dejándola de cabeza y la aseguré a un gran gancho en el techo, su cabeza a unos 30 cm. del piso.
Ahora azoté sus piernas, abdomen y tetas. Ella se revolcaba adolorida con cada impacto. Cerraba los ojos al ver el duro cuero del látigo acercarse con furia antes de chocar brutalmente contra su piel. Las lágrimas cubrían su rostro y sollozaba sin parar, ella sabía bien que si me decía que no soportaba más yo pararía pero no se rindió.
Castigué sus tetas tal y como aparecía en su cuaderno, crucé los pezones tantas veces como pude acertarles. Tras unos 30 azotes en la espalda y otros 40 al frente decidí que eran suficientes. Estaba seguro que Pilar no iría por la universidad en un par de semanas después de esto.
La descolgué y la tiré en la cama. Le levanté las caderas y saqué el taparrabo del medio, tomé un dildo plástico que encontré sobre la mesa de noche y se lo metí por el culo completo, sólo la base sobresalía. Pilar chilló al sentirlo entrar de golpe. Yo ya tenía una erección titánica y quería follarla. Me saqué la polla y la introduje en su coño caliente de un empujón. Empecé con el mete y saca halándola por sus brazos atados forzándola a levantarse sostenida en mi miembro que la poseía una y otra vez. Pilar hundía su cara en las almohadas para gritar, sentía que la desgarraba. Pero esa era su fantasía, ser violada, humillada y crucificada.
Yo me vine muy rápido tal vez por lo excitado que estaba. Le tire mi leche entre los muslos y luego se los cerré para que se regara bien. Le desaté los brazos y fui al otro cuarto por el madero.
La pieza era sólida y bastante pesada, de un metro y medio de largo y unos 12 cm. de espesor. Saqué a Pilar de la cama y la arrodillé en el suelo, le puse el madero sobre los hombros y ella pasó sus brazos por detrás para sostenerlo. Yo até sus brazos desde las muñecas hasta los hombros. Ella se levantó encorvada por el peso y avanzó hasta el cuarto del lado.
El poste vertical medía un poco menos de 2 metros y como a la mitad tenía otra pieza vertical de unos 45 cm. donde se colocarían los pies. Arriba el poste tenía unos soportes de acero que encajaban en el vertical, Pilar lo había preparado todo muy bien. Ella entró al cuarto y vio el poste inclinado en la pared, se colocó de espaldas a él mientras yo aseguraba las piezas. Luego levanté sus piernas, las flexione hacia atrás y las puse con la parte superior del pie hacia la madera como si estuviera arrodillada, las piernas no la sostendrían. Até con numerosas vueltas a la pieza horizontal y al poste. Pilar lloraba con la posición de su cuerpo, no podía moverse, su cuerpo estaba forzado hacía el frente. Yo empujé la cruz hacia al frente y ésta cayo en una base metálica.
Pilar me había pedido que la azotara mientras estuviera en la cruz. Ya le había dado 70, así que completaría los 100 con 30 más. Uno sobre otro fueron cayendo marcando su escultural anatomía, y a cada uno los acompañaba un grito ahogado. Cuando terminé encendí sobre ella 2 focos incandescentes para hacerla sudar aún más. Los chorros bajaban acelerados por sus monumentales curvas. 3 pequeños charcos se formaron bajo ella, 2 de las líneas de copiosa transpiración que bajaban por sus muslos y goteaban por sus arqueadas rodillas. El otro se formaba de las gotas que caían de su taparrabos que recogiendo todo el sudor de sus tetas y torso ya aparecía transparente.
No teníamos una cámara de video en cassette(mucho menos digital) pero sí una fotográfica, así que a petición de ella le tomé fotos de todos sus ángulos. Dejé pasar una hora y la bajé.
Pilar estaba exhausta y la verdad me asusté de con débil que estaba así que pasé la noche en su apartamento. Ya al otro día estaba mejor aunque obviamente súper resentida de cada parte de su cuerpo. Tenía una sonrisa extraña.
¿De qué te ríes?- le pregunté.
Es que no puedo creer que hice esto, me veo las marcas por todos lados y aún no lo creo.
Pues créelo, a mi me duele el brazo de tanto pegarte. Hey, ¿Lo harías otra vez?
No, esto era una fantasía y ya la cumplí. Ahora creo que puedo escribir una mejor historia basada en lo que pasé. Tengo muchas empezadas, vamos a ver si por fin termino alguna.
Pilar y yo continuamos como "sex partners" toda la universidad. Hicimos de todo, dándome muchas, muchas ideas. Pero cuando nos graduamos tuvimos que separarnos. Yo estaba muy triste, uno se acostumbra a tener unas tetitas y culito que te esperen cada noche. Afortunadamente apareció Sandra en el horizonte y como ya saben es más degenerada que yo, además de bono apareció Lily, su prima. ¿No es la vida grandiosa?