Mi primer vez

Como un descubrimiento casual terminó con sexo con mi amigo

Hola todos y todas:

Soy Fer tengo 26 años, soy de un pueblo de Andalucía. Soy alto 1.86, moreno, 77kg, fornido, ojos miel claros.

Hoy les comentaré mi primera vez con un hombre.

Siempre estaba con mi mejor amigo Sergio. Siempre después de hacer los deberes iba a su casa a jugar. El era dos años mayor que él, nuestras tardes eran de play, música y pelis.

Empezamos a jugar al escondite con su hermano más pequeño (Óscar) a Tinieblas (un juego donde en una habitación se apaga la luz y uno se le tapan los ojos y en la habitación oscura tiene que encontrar a los otros). Los padres de Sergio y Óscar estaban separados, su madre se llama Luisa y se quedó traumada con la separación y le dio por beber, por lo que no estaba en casa o si estaba no estaba bien.

Un día jugamos a Tinieblas en la habitación de matrimonio, y en un lapsus Óscar, sacó un Consolador de unos 25cm, nos quedamos sorprendidos pero lo dejamos entre risas.

A las pocas partidas Óscar se fue con sus amigos y nos quedamos Sergio y yo. Y como buenos adolescentes descubrimos las pelis X del padre escondidas. Por lo que uno de nuestros pasatiempos era verlas y pajearnos.

La película empezó como todas, nosotros listos pero de repente todo cambiaría. La película era un trio, un trio donde a parte de recibir la mujer uno de los hombres también se la metían, un trio Bisexual.

Nos quedamos atónitos, no sabíamos que existía eso, nos dejamos de pajear, solo mirábamos como se la mamaba uno al otro, y después de la metía. No decíamos nada solo mirábamos.

Nosotros ya no éramos vírgenes, sabíamos que un hombre y una mujer podían follar pero dos hombres.... Éramos muy inocentes.

Sergio me miró yo estaba atontado con la película y todo cambió:

  • te gusta? Me preguntó

  • Es raro no había visto.

  • si, es raro, como lo harán?

  • Parece que les gusta.

  • si, le gusta mucho.

Se hizo un silencio...

Sergio y yo compartíamos todo, no había secretos ni nada, éramos como hermanos.

La peli siguió, finalizando cuando uno le hacía una manada y terminaba en la boca del tio.

-Oye, podemos... probar ha pajearnos uno al otro- dijo Sergio

+Claro, parece que disfrutaron...

Y así hicimos, Sergio cogió mi pene totalmente erecto y yo el suyo y empezamos a pajearnos. Continuamos y continuamos y no terminábamos, yo ya estaba cansado:

  • Cómo vas? Pregunté

  • no puedo terminar y tú?

  • Yo tampoco

  • Podemos hacer como la peli

  • Hacer que?

  • nos la metemos en la boca

  • ... No se yo

-venga empiezo yo

  • Esta bien.

Sergio se predispuso a mamarmela y de una se la metió. Torpe, sin saber pero me gustaba, no sabría que decir pero me gustaba.

Sólo me quedé quieto y me deje hacer, empezó a acompañar con la mano como en la película, y yo acabé terminando en la boca de Sergio y se lo tragó:

  • A qué sabe? Dije

  • es espesa y algo amarga

  • Te gustó?

  • la verdad es que sí.

Era mi turno, me predisponia a mamarsela, cuando me paró:

  • Oye y si probamos lo otro?

  • El qué?

  • meterla por detrás, parece que le gustaba.

  • Pero yo ya me corrí.

  • puedo metertela yo.

  • Me lo pensé dos segundos, vale respondí

Me puse como en la peli a 4, el se predispuso a metermela. No podía no entraba y empezaba ha hacerme daño.

Escupió en su pene y en mi culo (como en la peli) y lo volvió a intentar. Una entrando poco a poco, me hacía daño, pero no tanto y aguantaba mejor.

Dios dolía pero no sé que sentía, era una sensación rara... La noté que ya estaba entera y empezó poco a poco por petición mía a mover la cadera. Me sentía en la gloria, yo empecé a soltar algún que otro gemido, lo que le provocaba subir la intensidad de las embestidas. No había dolor ya, había placer que me recorría la espalda, sus 18cm estaban dentro de mi, perforándome, pero escuché como su respiración pasaron a ser soplidos de placer, mi pene empezó a reaccionar, se puso muy dura en poco tiempo. Él seguía con sus embestidas, me cogió por la cintura y empecé a sentir como sus huevos chocaban contra mi culo. Sólo se escuchaban nuestros gemidos que empezaron a unirse, no aguanté, me cogí mi pene y empecé a masturbarme. El placer era supremo, notaba como su pene se hacía más y más grande dentro mia. Sentía como mi pene palpitaba, estaba a punto de correrme de nuevo, hasta que derrepente paró en seco con su pene dentro de mi culo y empecé a sentir un líquido espeso que me llenaba mi ano. Se sentía tan rico que empecé a correrme en el sofá, eché más de lo que eché en su boca. La sacó y fui al baño a limpiarme, me senté en el retrete y notaba como su semen se escurría por mí culo. Al terminar solo nos miramos, y nos empezamos a reír. Pero no quedaría hay volveríamos ha hacerlo más a menudo, ya nuestra amistad era para hacer lo que aquel descubrimiento en la habitación de su madre nos abriera una puerta hacia un nuevo punto de vista de nuestra sexualidad, lo que más adelante comprendería que no fue casual, más adelante descubrí mi bisexualidad.