Mi primer trio y mi primera experiencia les
Nunca pense que el sexo entre chicas fuera a ser tan rico, aunque lo imaginaba.
Bi-love, tri-sex
Ella abrió la puerta tras nuestro llamado. Al verla, muchos temores que me aturdían minutos antes desaparecieron, aunque los cosquilleos en el estómago y la sensación de inquietud aún prevalecían, pero me sentí bien, cada día que pasa me siento mas dueña de mi ansiedad y nerviosismo y si todavía se me escapan de vez en cuando ya les voy estrechando mas las bridas y al menos ya voy logrando disimular todos sus efectos secundarios a favor de lograr mis objetivos, lo cual me hace sentir cierto orgullo personal como cuando alguien logra surfear con una ola gigante o tirarse por primera vez al abismo en paracaídas. Ya se que lo mío no es ninguna hazaña pero para mi, controlar mis nervios sigue siendo algo muy importante de lo cual dependen resultados posteriores.
Ella era de tez blanca, cabellos castaños semiondulados, sueltos y disparejos, rostro tranquilo que exhiben las mujeres que se saben hermosas aunque no lo sean tanto, aunque le noté cierta deliciosa timidez que de seguro ella notó también en mi, mejor así porque la vulgaridad y desfachatez me son intolerables en cualquier circunstancia y siempre he pensado que cierto recato puede dar mas morbo a la situación, al menos en mi caso es así. Me gustó.
Conversamos un poco de cosas triviales, de cómo habíamos dado con ella, de que era mi primera vez, en su caso no, aunque según ella misma no podía alardear de una vasta experiencia; mejor para mi, me emociona contribuir un poco a su historia: "no todo sabido, no todo experimentado". Aunque me parece que en este tema del sexo a pesar de todos pertenecer a la misma especie cada uno tiene una forma de expresarlo muy peculiar de su personalidad e inspiración entre otros factores influyentes. Muchos me acusarán de querer complejizar lo sencillo, pero no es acaso en la variedad donde está el encanto?.
Nos preparamos un poco de bebida que habíamos traído. Así sentado los tres, yo en medio, ella a un lado y el amor de mi vida al otro no parecía que la situación avanzara a lo que habíamos ido allí. De pronto, ella comenzó a a juguetear con mi cabello y sin apenas darme tiempo a reaccionar me besó en los labios. Fue un beso lento y húmedo, aunque me resultó un poco extraño no sentí rechazo. Nuestros cuerpos se entregaron a las caricias y a desnudarnos. Pude ver como él se sentaba enfrente para no perder ninguna escena del espectáculo. Sentí sus pechos, tan blancos como los míos y cuatro pezones rosados que se rozaban, para luego yo sentir su lengua en los míos y ella mis manos en los suyos hasta llegar mas abajo entre sus piernas y tocar la piel de sus labios vaginales. Con besos y lamidas llegué hasta allí y con sus piernas abiertas frente a mi cara, me limité a acariciar su sexo exterior con mis dedos muy suavemente como quien descubre algo totalmente nuevo, que percibiera solo de mi rostro la respiración de tan cerca que estaba, para hacerla desear mucho mas y luego en un arrebato de locura recorrer con toda mi lengua y de una sola vez desde abajo hasta el mismo clítoris rosado para hacerla gemir de placer, a la vez que lo miraba a él sonriente como quien hace una maldad. Después, continué dejando mi lengua allí con el mayor contacto entre los dos labios vaginales, muy suavemente, sin brusquedad para acariciar su clítoris con mis labios y con movimiento circulares de mi lengua mientras mis manos acarician sus muslos, sus nalgas. Ella toma mis cabellos entre sus manos, como para facilitarme el trabajo y se regodea en mirar mi rostro allí perdido en su sexo, la miro a los ojos y aprovecho para aprisionar su clítoris entre mis labios y chuparlo con más fuerza, lo que la hace retorcer de placer.
A todas estas mi marido se había desnudado también y se tocaba el pene todo erecto y delicioso, a tal punto que no pude evitar al verlo ir hacia él a tocarlo y lamerlo también. Solo yo sé como me gusta ese pene, a veces llego a concentrarme tanto en él cuando lo acaricio con mi boca y manos que me parece que llega ser independiente de mi marido y lo idolatro tanto que hasta cariño le he cogido como si fuera un ser viviente individual. Es tanto el gusto que siento por él que cuando me lleno la boca con su carne siento un calor entre las piernas y una excitación muy placentera. Es un olor y un sabor tan deliciosos que me pasaría todo el tiempo del mundo allí tocando y lamiendo sus muslos, sus testículos, todo lo largo de su pene para juguetear con mi lengua en toda la cabeza y sentir la puntita para saborear todo el glande en mi boca hasta meterme de nuevo todo el cuerpo en mi boca casi hasta atragantarme.
La invité a ella a hacerlo junto conmigo, porque me parece que esa parte deliciosa de él se ha ganado el derecho a disfrutar también de otra boquita, otra lengüita. Además sé que una fantasía de mi esposo es tener dos mujeres dedicadas a darle placer a su pene, porque no darle ese gusto?. Así nos turnamos su miembro, cuando me toca a mi ella se pone detrás de mí y con una mano me acaricia un seno, me para un pezón y con la otra me masajea el clítoris con un dedo, sintiendo así su cuerpo pegado detrás mío mientras se la mamo a mi marido me pongo tan caliente que me dan ganas de tragármelo todo así tan rico como es. Ella se incorpora a nuestra faena conjunta y le recorremos todo el pene a la vez con una lengua a cada lado sintiendo la lengua de ella en mi boca, el sabor de él, en fin, todos sabores mezclados y se lo dejo a ella para yo besarlo en la boca en un beso morboso y risueño de placer. El no aguanta tantas ganas y eyacula en nuestras caras, en nuestros pechos, en nuestras bocas, nos encargamos de limpiar con la boca cada gota de su semen tanto en su pene como en nuestros cuerpos.
Ella aprovecha para tumbarme en el sofá y seguir con sus caricias en mi sexo, las que comienza más suaves y se tornan un poco más salvajes. Siento su lengua y sus chupetones entre mis labios vaginales y como con un dedo me toquetea allí donde mas me gusta. La tomo por los cabellos y muevo mi pelvis para sentir su boca en todo mi sexo a mi antojo, mientras mi marido me acaricia y me lame los pezones. Después la tomo a ella y poniéndola a gatas en el piso, junto sus nalgas e introduzco mis dedos en su vagina, le doy una cachetada en sus labios, a la vez que le mamo el pene a él hasta endurecérselo nuevamente y se lo introduzco en el huequito caliente de ella. Mientras él se mueve dentro de ella, acaricio las nalgas de mi marido y paseo mi mano entre ellas, toqueteando con mis dedos y mi lengua su ano, sus testículos y lo beso con pasión en la boca hasta sentirlo eyacular nuevamente y sacar su pene para introducirlo nuevamente en mi boca por unos instantes.
Como estoy tan excitada y caliente me siento en el mueble con las piernas bien abiertas y con una mano me toco los senos y con la otra me comienzo a masturbar en el clítoris, esto es algo muy excitante para mi y si lo hago delante de mi esposo me hace sentir la mas puta del mundo. Ella hace lo mismo a mi lado y así nos masturbamos nosotras mismas y una a la otra a la vez. Entonces él comienza a darme lametones en mi sexo abierto y alterna con el de ella también. Con esta escena de dos vaginas abiertas no tarda en tener otra erección que aprovecho para acostarlo y sentarme a horcajadas sobre ese miembro delicioso y meterlo en mi vagina de un golpe para, apoyándome en una pierna, mover mi pelvis sintiéndolo entra y salir, mientras ella me toca por todas partes. Después cambiamos de posición, yo me pongo a gatas mientas él me penetra por detrás y ella debajo mío me da lengüetazas en el clítoris y es algo maravilloso sentirme penetrada y a la vez excitada con una boquita femenina en mi sexo y tocándome los pechos ondulantes por el movimiento, el la saca por un instante y lo introduce en la boca de ella, volviendo a penetrarme después. Cuando él vierte toda su descarga en mi interior y sale me toca toda entre las piernas con la mano abierta y me da golpecitos en mi sexo caliente. Nos damos un besito cariñosos, ya es hora de irnos.
Momentos después nos despedimos y nos vamos de la mano como los más tiernos enamorados que en realidad somos y que nos adoramos. Un poco de diversión no le viene mal a la pareja, quizás no seamos muy convencionales pero, quien nos tirará la primera piedra?
Si les gusta el cuento o quieren conocer mas de mi escribir a bettinazx@yahoo.com .