Mi primer trío

Después de muchos años, mi esposa cumplió mis deseos y accedió a hacer un trío, pero ella lo supo el mismo día

Después de muchos años de no escribir nada, les voy a platicar una historia real que me sucedió con mi mujer y un amigo, donde por fin me cumplió mi esposa la fantasía de hacer un trío.

Tenía mucho tiempo con problemas en mi matrimonio, al grado de estar al borde del divorcio en varias ocasiones por que la falta de dinero, convivencia y sexo, llevan a cualquier relación al abismo. La cosa cambió, cuando mi mujer descubrió un mensaje en el celular que recibí de una mujer que había conocido un día antes en un viaje de trabajo y mi esposa me reclamó. Con la culpa, simplemente no le argumenté nada y tomé mis cosas para irme a buscar donde vivir e iniciar los trámites de mi divorcio. Pasaron los días y ella (mi esposa), me buscó para ver cómo quedaríamos y me dijo que ella nunca me corrió de la casa que si quería regresar sobre todo por nuestros hijos que lo hiciera. Así fue y con la relación muy tensa y solo para chingar, me dijo el día que regresé “ Hoy voy a salir y a coger con mi ex, estás de acuerdo? Por que tu ya lo hiciste y ahora me toca a mí”  Le contesté que adelante. Ella se fue y regresó hasta la mañana siguiente, me dijo que estábamos a mano. Ok le contesté. El sexo mejoró desde ese día, cogíamos como nunca, yo siempre andaba caliente y ella también y acordamos que no más engaños, que si alguno de los dos se le antojaba otra persona simplemente nos lo comunicábamos y listo.

Mientras cogíamos en las noches yo le empezaba a sobar el culo primero con un dedo mientras le metía la verga y ya cuando estaba a punto le preguntaba si se le antojaría estar cogiendo con dos al mismo tiempo y me contestaba inmediatamente que sí y eso me ponía más caliente. Cuando terminábamos de coger le volvía a hacer la misma pregunta y me contestaba algunas veces dudosa que si era lo que yo quería pues adelante y en otras ocasiones simplemente que sí.

Comenzamos a tomarnos las noches de los viernes para nosotros (dejando a los niños con la sirvienta), y nos íbamos a cenar para luego ir a bares sw. La primera experiencia en un local de estos, fue atractiva, pues no conocíamos nada y llegamos a un antro bastante grande (con pocas parejas en el interior). Hubo un espectáculo de stripers y para finalizar una pareja cogiendo en el escenario. Después informaron que los cuartos de arriba estaban disponibles para los asistentes. Ignorantes de todo, subimos mi esposa y yo a estos cuartos y ya estaban todos los presentes fajando o cogiendo. Nos introdujimos y confieso que a mí se me paró la verga inmediatamente y estaba como niño en juguetería y mi mujer simplemente a mi lado no me soltaba. Gente cogiendo por todos lados, mujeres mamando vergas a dos tipos al mismo tiempo y eso sí, un calor tremendo. Cuando salimos de ese cuarto, yo iba muy caliente y en uno de los sillones mi mujer me complació con una mamada en un rincón de ese salón. No nos metimos con nadie y nadie con nosotros. Salimos con dirección al hotel que nos habíamos alojado y nada más de entrar al cuarto preparamos el jacuzzi y empezamos a coger. No me cansé de besar los pezones de mi mujer y chuparle la concha o ella de mamármela hasta que le dije que se la quería meter por el culo. Aceptó de muy buena gana y primero le besé la cola para luego chuparle el culo (ella no se acuerda muy bien, pero yo sí porque gemí como loca cuando le metía la lengua por el chiquito, jajajajaja). Me coloqué detrás de ella, dirigí la punta hacia su culo y comencé a empujar. Ella se relajó y aunque nos costó trabajo, por fin se la metí toda. No se cuanto tiempo tardé en venirme, lo que si les digo es que ha sido de las mejores venidas en mi vida y aparte fue dentro del culo.

Así fueron mejorando nuestras relaciones y un día después de tanto insistir en lo del trío, me contestó que con quién y yo le dije que con un amigo que ella conocía desde que nos casamos. Me contestó que estaba loco pero que cómo le diríamos y luego que no sabía si aceptaría. Yo me encargué de eso y un viernes le dije que nos fuéramos a cenar como ya empezaba a ser costumbre y cuando nos estábamos arreglando para salir le dije que mi amigo iba a estar. Hubieran visto la cara de mi mujer, se puso muy nerviosa y la tranquilicé diciendo que él tampoco sabía de mis intenciones, así que se vistió ella como a mi me gusta y salimos. Pasamos por mi amigo donde habíamos acordado para luego dirigirnos a cenar. Mi esposa se le notaban los nervios pero a mi amigo no, pues no sabía nada. Durante la cena entre trivialidades le dije a mi amigo que nuestra relación había mejorado mucho, lo que pasó del mensaje que me descubrieron y dirigiendo la charla hacia lo sexual. El por su parte dijo que con su esposa las cosas mal y que inclusive estaba consiente de que su señora cogía con otros cabrones y que como quien dice lo traían a dieta (cosa que benefició en mucho tanto para mi esposa como para mis intenciones). Antes de terminar en el restaurante y ya con unas copas encima, le pedí a mi amigo que saliéramos a fumar y después de estar platicando pendejadas le pregunté que desde cuando no cogía y me contestó que desde hacía varias semanas. Entonces le dije que a lo mejor esa noche pasaría algo. Como si lo hubiera intuido inmediatamente me dijo que a que me refería. Le contesté que no se hiciera pendejo, que hace muchos años habíamos platicado el tema de hacer un trío con cualquiera de nuestras esposas y hoy yo se lo proponía a él con la mía. No me creyó y me insistió en que si era broma era de mal gusto y que si no ya se le había parado la verga (jajajaja). Le insistí en que era verdad y que sólo sería coger y nada más, que no cambiaría nuestra amistad y que estaba seguro de lo que le dije.

Salimos del restaurante y ya enterados los tres, nos fuimos a bailar. Confieso que al principio no sabíamos ninguno cómo comportarnos pues era la primera vez para todos. Alternábamos para bailar con mi esposa y mientras seguía el alcohol corriendo yo le decía que la abrazara y que la besara. Parecían niños de secundaria por que lo hacían con mucho temor, pero al salir del lugar (ya bastante ebrios los tres) nos dirigimos al hotel. Una vez instalados, pedí las últimas copas de la noche y mientras se llenaba el jacuzzi de la habitación mi mujer se metió a la regadera, luego se lo pidió a mi amigo y por último yo. Cuando salí de la ducha, ellos ya estaban en la tina abrazados pero viéndome. Les dije que se besaran y acariciaran, que por mi no se detuvieran. Así fue. Luego yo intenté meterme a la tina pero no era lo suficientemente amplia como para estar a gusto en grupo, así que me retiré y me tomé una copa. Mi mujer y mi amigo se besaban con libertad mientras el amasaba sus pechos y pellizcaba los pezones rosados de mi esposa (y seguramente le metía el dedo por debajo del agua). Esa imagen me calentó sobremanera y después de un rato, salieron del agua, se secaron y se acostaron en una cama muy grande y cómoda donde siguieron fajando. Me acerqué a ellos y sobé una de la chichis de ella y en eso voltea para decirme que me acercara. Tomó mi verga con una de sus manos y se la llevó a la boca, mi amigo cuando vio eso, se bajó para abrirle las piernas a mi mujer y hacerle una mamada bastante larga. Yo estaba feliz, pensé que mi reacción sería de incomodidad o de celos, pero no fue así, y quería disfrutarlo al máximo.

Mi amigo dejó de mamarle la concha a mi mujer y se dispuso a metérsela mientras ella continuaba chupándomela a mí. Luego cambiamos y yo me la cogí mientras ella le mamaba la verga a mi amigo. En eso, luego de tanto esperar, por fin mi amigo abajo lamiendo las chichis de ella, mi esposa arriba de el con su verga bien metida y yo por detrás le ensalivé el culo y se la metí. Nos estábamos cogiendo a mi esposa entre dos. No saben que cosa más rica significa hacer eso. Moviéndonos lentamente sin poder llevar un ritmo pero que al final de cuentas escuchaba que ella disfrutó el momento pues gemía bastante fuerte, luego cambiamos de posición y yo se la metí por adelante y mi amigo por atrás.

Que manera de venirme, pocas veces sentí que descargaba tanto como esa noche. En fin, lo recuerdo como si fuera ayer y nada más de escribirlo me volví a poner tan caliente como ese día.

Una vez en casa después de haber despedido a mi amigo, no lo hemos vuelto a ver, solamente el y yo nos hablamos por teléfono y mi esposa me pidió no volver a repetir el trío (por lo menos con el, jajajajaja), por que yo si quiero repetir la experiencia y me encantaría que ahora ella escogiera el otro.

Días más adelante, una noche al terminar de hacer el amor, mi esposa me confesó que me había sido infiel bastante tiempo antes de que yo lo hiciera. Le dije (como ya lo había hecho  hace tiempo), que es mejor hacerlo de esta manera y no cada quien por su lado, que cuesta estar comiendo todos los días el mismo menú, pero si se hace con variantes y con aceptación, creo resulta mejor.