Mi primer trío
Ya sabía que era una putita, nunca pensé que hasta para hacer un trío.
Hola buenas noches, mi nombre es Angie y tengo 23 años de edad, vivo en México, mido 1.52 y aunque no tengo un muy buen cuerpo, debo admitir que mis pechos y nalgas si hacen que se queden mirando tanto hombres como mujeres.
El siguiente relato es acerca de mi primer trío y como mi esposo me convenció de ello.
Él es mayor que yo casi por 12 años, fue amor a primera vista y siempre fue muy cachondo, con el simple hecho de imaginarse que yo fuera más joven él, me veía como una presa para un lobo hambriento, esa será otra historia.
Hace muchos años un chico (le llamaremos Paco) fuimos amigos desde niños, y siempre nos gustamos mucho, anduvimos en la primaria como noviecillos de la mano pero no pasó nada interesante, hace apenas unos dos años, donde nos encontramos en redes sociales y empezamos a platicar de como nos trataba la vida. Él ya había unas fotos mías y se atrevió a decirme que me veía muy bien y me confesó que quería una aventura conmigo a pesar de estar ya casada.
Durante un tiempo, mi esposo me confesaba que quería que hicieramos un trío, aunque a mí no me agradaba la idea, en cuanto Paco me confeso de la aventura, le pregunte con tanta confianza como siempre habíamos tenido, que si teníamos pensado hace run trío él estaría disponible. Rápidamente me contesto que sí, y solo quedó en veremos.
Un día mi esposo y yo hacíamos el amor y me preguntaba si haciamos ese trío, yo me detuve y le conté tal cual pasaron las cosas, diciéndole que era una persona de confianza ya que obviamente confiaba en él.
Mi esposo pidió su teléfono y yo con gusto se lo di. Así pasaron meses, decidiendo, jamás le di mucha importancia.
Una noche reciente me pidió que lo hicieramos, le hablaría para invitarlo a la casa y tratarme como la puta que quería ser.
Mi esposo me pidió que me pusiera un vestido negro de encaje, se transparentaban mis pezones grandes y redonditos, apenas alcanzaba a cubrir mis muslos, me hice una coleta y pinte mis labios color rojo.
Era algo tarde y llegó, tenía mucho tiempo que no lo veía.
Tenía condones y lubricante, nosotros una verga de plástico que me encantaba usar, mi esposo explico las reglas y ambos empezaron a besarme por el cuello, sentía una corriente eléctrica en todo el cuerpo, sin perder el tiempo quitaron mi vestido y Paco empezó a abrir mis labios, acarició el clítoris y metió dos dedos, se sentía riquísimo, mientras mi esposo abría mis nalgas y metía el dedo en mi culito.
Me pusieron en cuatro, Paco me penetró, se notaba que ya tenía ganas, mi esposo solo miraba, yo le chupaba la verga, era jugosa y grande solo para mí, la de Paco también me volvía loca, era una sensación de infidelidad, sin embargo, me sentía la más puta esposa de todas. Despues intercambiaron mi esposo me cogía y yo se la chupaba a Paco, él tocaba mis pezones, yo estaba apunto de venirme, cuando volvieron a intercambiar. De repente solo sentí un poco de dolor, Paco había metido el juguete en mi culo, ni siquiera me había dado cuenta, y después me penetró, fue doble y una sensación extremadamente excitante, quería explotar...
Como estabamos en casa no me dejaban gritar, los vecinos son muy observadores. Mi esposo metió la verga en mi boca y empezo a cogerme por ahí, estaba muy excitado, y eso me gustaba aún más, toda su cara era la de un lobo hambriento... Ambos usaron condón, Paco se corrió dentro de mi primero, y se sentó a observar como mi esposo me cogía, al parecer quería presumir como la mayoría de las noches montaba a su esposa y la hacía gemir, lo hizo tan fuerte y rápido, que tuve que terminar, fue un orgasmo súper rico que todo lo que hice fue salirme y recostarme, aún tenía el juguete de plástico, no me di cuenta cuando Paco se fue, pero pasé una noche extraordinaria, había probado algo nuevo y a mi esposo le había encantado. Espero que la próxima vez sea en un motel donde tenga la libertad de gritar como toda una puta.
Gracias por leer y espero les haya gustado. Los leo en los comentarios. :)