Mi Primer trio.

Mi nuevo relato. Espero os guste.

La gran sobreprotección que me ha brindado mi padre todos estos años, ha provocado en mi la desesperada necesidad que experimentar en lo “prohibido” y esto lo he logrado a hurtadillas y con ayuda de mis amigas, las vecinas de mi padre en su casa de Valencia.

Patricia, vive en la casa de al lado, no tengo claro a lo que se dedica, pero sé que tiene un gran número de conquistas, pues la ventana de mi habitación, da justo frente a la suya, han sido ya muchas las oportunidades en que me envía un texto, invitando a presenciar sus encuentros, los cuales generalmente son hombres distintos. Gracias a esto, he podido darme grandes autosatisfacciones, pues son muy aguerridos aquellos actos.

Mi vecina, es una mujer madura, de unos cuarenta y tantos los cuales no demuestra en lo absoluto, nunca se casó pero el número de amantes en amplio. Ella vive con su sobrina, Leticia. Ambas son polos opuestos en muchos sentidos: Patty (mi vecina) es alta, rubia, de ojos pardos, atlética, de senos grandes y culo firme sin dejar de lado lo sensual que es en todo aspecto. Leticia; es baja, de piel morena, cabello negro azabache completamente rizado y largo hasta los codos, es delgada, con senos pequeños y firmes, y culo respingón. Patty es extrovertida y Leti introvertida, sin embargo, la he visto participar en los encuentros de Patty y es muy fogosa, incluso ella y Patty, han tenido sus encuentros... Leticia y yo tenemos la misma edad, y Patty es el doble de la nuestra.

Aunque me gusta el Sexo, no tengo la oportunidad de hacerlo muy seguido, casi siempre se autosatisfago. Cierto día, muy entrada la noche, estaba en esos menesteres, cuando llegó un texto de Patty, en el que me decía que tenía que salir y que Leticia estaría sola, que por favor la acompañase.

Leticia y yo somos grandes amigas y no dude en hacerlo. Así que me vestí y fui a su casa. conversamos de una película cuando llamaron a la puerta, Leticia fue a recibir a un invitado de Patty, nunca supe su nombre, sólo sé que era un hombre mayor, como de unos 50 y tantos, delgado y muy alto, cabello gris y muy abundante, era corto y tenía los ojos negros. Llevaba un jean azul, una franela blanca y una chamarra negra. Le dijo algo a Leticia y ella le dejó pasar, Luego Leticia me explicaría que es un amigo de Patty y que las frecuenta mucho.

Él se sentó a hablar con nosotras de varias cosas, hasta que se tocó el tema del sexo, en donde le confesamos nuestras escasos encuentros, entre risas y bromas, me preguntó como excitaría a un maduro, porque yo era muy niña o inocente; a lo que yo respondí llevando mi mano a su miembro, que ya se veía muy erguido atrapado en el jean, y comencé a acariciarlo suavemente. Mientras le decía con voz melosa muy cerca del oído, “siendo complaciente”… desaté el cinturón de cuero y desabroche el botón para seguir con bajar la cremallera y liberar el pene del invitado. Tanto Leti, como yo reímos al verlo tan erguido, era un falo duro y completamente erecto, el hombre solo se acomodó en el sofá y comenzó a meter su mano bajo mi camiseta para tener contacto directo con la piel de mi espalda. Yo comprendí como mi maestro me enseñó, me acomode y me deje llevar.

Llevé mis labios a su capullo y comencé a lamerlo como si se tratara de una paleta. Mi amiga no se quedó atrás, y subió la franela del hombre y comenzó a acariciar con sus manos y lengua el torso y pecho, era muy velludo, pero lucía muy sexy, él respiraba profundo disfrutando de nuestras caricias,.

Yo sentía su mano recorriendo toda mi espalda, y poco a poco fue bajando hasta llegar a la línea de mi pantalón, y sin miramientos, sus dedos penetraron por debajo de la tela y acariciaba la línea entre mis nalgas con su dedo sobre mi panty.

Leticia, mordía y lamía aquel pecho y besar aquellos labios sabios... expertos. Yo me enderece y desabroché mi jean y me lo quite delante de él. Por lo que el visitante, extendió su mano y tocó mi tanguita corroborando lo mojada que estaba; Leticia por su parte se despojó de su camiseta dejando al descubierto sus pechos oscuros... a los que el visitante comenzó a apretujar con su mano libre, por lo que quedó con su falo erecto, que ya estaba rojo y ardiente, y una mano en mi concha y la otra en una teta de Leticia.

Pero no demoré mucho, en continuar con mi labor, por lo que continúe dando con mi lengua a su falo. El me tomo por el cabello y comenzó a guiarme la mamada, yo solo me dejaba guiar. En un momento que abrí los ojos, vi que Leticia hacía lo propio con las bolas que colgaban a orillas del sofá. Leticia estaba tumbada en el suelo como perra en celo y también se había despojado de su pantalón y solo estaba en braguitas de algodón y conejos, y lamia aquellos huevos como helado en verano.

El visitante, hizo un moño con mi cabello rojo y me tomó por el cuello y comenzó a mover mi cabeza de modo que su falo entrara y saliera de mi boca, yo solo me dedique a chupar, me follaba como quería, yo me sostuve del sofá, para no caerme pues estaba muy inestable y ya comenzaba a temblar. Leticia me vio y se excitó mucho más pues se esmeró tragando aquellos huevos, el visitante respiraba profundo para drenar toda sus excitación. hasta que decidió correrse, o simplemente no pudo más, y hundió su falo hasta lo más que podría meterse en mi garganta con un empujón preciso y descargo todo su semen dentro de mí.

Leticia se arrodilló y comenzó a limpiar el falo del visitante una vez que mi boca lo abandonó y comencé a comerme los labios de aquel hombre. Su lengua experta recorre cada rincón de mi boca mientras mis manos exploraban aquel pecho canoso.

Leticia consiguió, erguir nuevamente ese delicioso pene y el visitante la apartó para acomodarme sobre su falo y me levantó por completo mi franela de modo que pudiera admirar mis senos, pequeños y erguidos, y los comenzó a magrear, a chupar y a morder, así que me distrajo mientras sus manos paseaban por mi cintura y caderas y me empujo de modo de quedar sentada sobre su pene , clavándomelo sin piedad en mi estrecha vagina, un grito de placer salió de mi boca y Leticia se abalanzó sobre la boca del hombre; una nalgada que me propinó fue mi señal para comenzar a mover mis caderas, mis manos las apoye en sus rodillas para poder moverme mejor, Leticia lo devoraba con su boca y mientras yo follaba él la acariciaba a su antojo, le quitó su franela y sostén y comenzó a jugar con sus pechos. Verlos me excitaba muchísimo y pensé que no soportaría mucho y me correría mucho antes que él.

Pero antes de poder llegar a mi orgasmo Leticia me aparto y se fue hacia el pene y comenzó a follarlo con la boca, lo hacía como una experta, lo follaba con esmero yo estaba sorprendida y no supe que hacer, el visitante estaba en otro lugar transportado por su excitación, hasta que atinó a hacerle a Leticia lo mismo que a mí, tomó su cabeza y hundió su falo dentro de su garganta , hasta lo más profundo que podía llegar este y descargó toda su leche caliente dentro de mi amiga, ella la recibía con un orgasmo y casi se ahoga, pero cuando acabó se levantó sonreía y le besó con mucho esmero agradeciendo la experiencia.

Yo quedé muy cachonda y sin orgasmo, el me miró y me acostó en el sofá, llevo una de mis piernas al piso y la ora la montó en el espaldar del sofá y metió su lengua en mi chocha, paseo y lleno con espesa saliva mi conejito, al tiempo que Leticia comenzó a jugar con mis senos y su boca. El visitante, llevó incluso su lengua hasta mis adentros y su pulgar estimulaba mi clítoris. Leticia lamía mis pechos como cachorro hambriento y él comenzó a morder mi clítoris y lo masajeaba con su lengua, mis jugos comenzaron a correr fuera de mí y llegaban a mi ano, en donde el comenzó a meter un dedo.

Luego se sentó y comenzó a follarme con dos dedos , aquellos dedos los sentía acariciar mis paredes , eran largos y gruesos, así que cada vez que los metía era como si el falo me acariciaba por dentro, poco a poco fue aumentando sus movimientos, los metía y los sacaba hasta cada vez con mayor facilidad ya que estaba muy mojada hasta que conseguí correrme con sus dedos dentro, fue tanta la descarga que apreté su mano con mis muslos y él comenzó a intensificar mi orgasmo haciendo movimientos con sus dedos como cosquillas en mi interior.

Sacó su mano y me llevó hacia él para besarme después se vistió y se despidió de nosotras.

Excelente anochecer aquel. Memorable sin duda!

Espero sus comentarios, siempre son recibidos a fin de mejorar!!!

Gracias.-