Mi Primer Trío

Con mi vecina y su hija.

Caminaba por las calles, eran como las 11 horas 42 segundos y 13 milésimas cuando la vi venir en su auto, mi vecina Gladis, que si bien algo excedida de peso, pues tenía algo así como 79 kilos y 452 gramos, esparcidos en unas medidas de 99, 2 cm, 70,3 cm y 97,1 cm... (aproximadamente, claro) siempre me inspiraba un morbazo de aquellos.

Se bajó del auto, el vestido que tenía le escotaba sus dos senos y revelaba bastante piel de sus dos piernas, sus dos ojos se cruzaron con mis dos ojos y ella me sonrió con su boca mientras me seguía mirando con ambos ojos.

Le saludé como correspondía, con mi mano. Pregunté cortésmente si le podía ayudar a bajar los bolsos que traía del supermercado donde ella fue a hacer sus compras con el dinero que ganaba su esposo trabajando en una empresa cuyo dueño es el padre de la nena que está enamorada de un conocido que tiene una perra que está embarazada del perro de mi mejor amigo.

  • ¡Por supuesto!- me dijo ella. Su llave resbaló de una de sus dos manos, y cuando ella se agachó a recogerla no pude evitar ver aquel trasero que se enmarcaba en su vestido.

"¡Pero qué puta más buenorra!" pensé.

  • ¿Qué me dijiste?

  • ¿Yo?

  • ¿Me dijiste puta?

  • ¿He?

  • Muchacho, ¿acabas de pensar en voz alta?

  • ¿Yo?

  • Nada, nada... cárgame los bolsos hasta la cocina si puedes.

Entramos en su casa, allí charlamos y empezamos a conocernos poco a poco. Tal vez éstas conversaciones se pudieran volverse más intimas con el paso del tiempo, y así, con suerte poder tener sexo con esta madurita. Conocer sus secretos, compartir momentos y ganarme su confianza.

Pero como todo relato, eso lo pasamos de largo...

Mis 73, 2 centímetros de carne de primera estaban desplegados mientras yo estaba sentado en la cama, a lo lejos, en el otro extremo de la habitación, la señora Gladis me la chupaba con su lengua viboreando el glande y sus manos haciendo movimientos horizontales de paja, luego continuó con movimientos verticales, tangentes y diagonales.

Y con su lengua recorrió en cuclillas mis 79,2 centímetros de verga, hasta que, tras varios minutos de maratón, pudo llegar a mis huevos y los estrujó con sus dos manos.

  • ¡¡¡¡¡AGHHZZHXXX!!!!!!- ¡qué experta la señora!

Me susurraba que le encantaba saciar su morbo con jóvenes mientras empezaba a pajear con sus manos a la velocidad de la luz en mis 82,2 centímetros de polla.

  • ¡¡¡¡¡¡AGH&&&&&$$$$!!!!11111

Ella corrió nuevamente al otro extremo de la habitación para meter la punta de mi pene en su boca, y allí descargué toda mi leche, también café y algo de jugo de limón, creo que ésto último fue la causa de que Gladis corriera a su baño para escupir todo, seguro sintió muy amargo mi semen cafeinado y limonado.

Cuando volvió, sus dos ojos me miraron con lujuria, luego uno de sus ojos me miró con morbo y el otro ojo me miró con pasión. Se abalanzó hacia mí y empezamos a hacer un diabólico 69, Gladis chillaba como cerda cuando mordía su clítoris, luego chilló como yegua, luego como cabra, y así tuvo variedad de animalescos chillidos.

Y en medio de nuestro desenfrenado desenfreno de desenfrenos, la puerta de la habitación se abrió y vi a su hija que venía del colegio, totalmente sorprendida. Ella no era nada especial, el rostro de Jennifer Aniston, el cuerpo de Angelina Jolie, las tetas de Pamela Anderson, y más tarde descubriría que era tan puta como la Hilton. De vista pude ponerle aproximadamente unos 18 años, 7 meses y 13 días...

" Wow, que putita más caliente " pensé mientras estaba estático en el 69.

  • ¿A quién le dices puta, puto? – dijo la muchacha.

  • ¿He? Yo no dije nada...

  • Sí, dijiste que mi hija es una putita caliente...

  • Sho no dije nada, che – dije con chulería argentina.

  • Pues coño chaval, yo creo pues que sueles pensar en voz alta pues. –dijo Gladis con chulería española.

  • Pero mamá, no mames, ¿¡qué hace este wuey contigo!? – dijo la muchacha con chulería mexicana.

Aunque obviamente, como todo relato erótico, la nena, como por arte de magia, decidió abalanzarse hacia nosotros porque las muchachas son putas y ya, todas deseosas de tener relaciones lésbicas e incestuosas y no debemos desperdiciar renglones para explicar el proceso mental de ella. Para nada.

En consecuente, el 69 se convirtió en 696, y con la posterior unión de Zarro ( era la hormiga-mascota de la familia... ) formamos un fantástico 6961 (Zarro es el 1, por cierto, yo soy ese 9, el primer 6 es Gladis, y el otro 6 es su hija)

Pues eso, pues nada, luego la hija y la madre se arrodillaron frente a mis 93,2 centímetros de carne y luchaban por quién se metía más en la boca, la hija escupía para marcar territorio, la madre no se inmutó y se la metió (también en su boca) para demostrar que un escupitajo no era obstáculo.

Mientras eso sucedía a lo lejos, yo y Zarro jugábamos "Solitario" en el Pleisteischon 4 que él había comprado en una tienda, cuyo dueño es padre del compañero de la prima de la hija del Presidente de Arzebaijhan, por cierto.

Sus dos bocas recorrían el largor con gran empeño, Zarro estaba sorprendido por lo putas que eran sus dueñas, por lo que dejó el juego y fue a metérsela por el culo de la hija.

En el otro lado del mundo, un chino corría por las calles, no vio una piedra en el camino, y cayó tropezado burdamente.

Volviendo a la acción, ya me estaba follando a la señora, gritaba y se convulsionaba como loca, pues la estaba desvirgando, así es, ella tenía casi cincuenta años y una hija, pero era virgen. Mientras mis 97,2 centímetros la atravesaban completamente, la hija se inclinaba a chuparme las pelotas mientras Zarro seguía enculándola.

La hija se hartó de lamerme, arrancó mi pene del coño de su madre, y lo llevó a la herrería para marcar su nombre a fuego (con Zarro aún en su culo), y así demostrarle a Gladis, que la polla no era de nadie sino de ella. Claro, Gladis no se quedó atrás, agarró mi verga y se la llevó a una tienda de grabados, donde tatuó su nombre.

-¡¡¡¡¡¡¡¡

AGH%%%%%&&&&$$$$$!

!!!!1111112222222

Al final no pude aguantar y mis 107,3 centímetros de chorizo inundaron la habitación con mi leche, con mi café y mi jugo de limón. Los cuatro estábamos realmente agotados.

Sonó imprevistamente la puerta, giré mi cabeza 360 grados y me di cuenta de que la puerta siempre estuvo frente a mí. Era el esposo de Gladis quien trabajaba en una empresa cuyo dueño tiene una amiga que conoce a un muchacho que tiene relaciones con una gata que está embarazada de Zarro.

Se acercó rápido y furioso hacia mí, por suerte, su hija tomó un trozo de mi semen-cafeinado-limonado del suelo y se lo lanzó a los ojos;

  • ¡Escápate! – me dijo con lágrimas. Miré a Gladis y prometí volver, luego a su hija, y juré amor... miré a Zarro... y simplemente no pude evitar derramar 0, 27 cc de lágrimas. Salté por la ventana y corrí, corrí como si mi vida fuera en ello, corrí como el Forrest Gump... 2 minutos y 13 segundos después me di cuenta que estaba corriendo desnudo por las calles. Y ahí me corrí.

Ya han pasado 2 meses, 4 días, 13 horas, 4 minutos y 23 segundos de mi primer trío. Si bien nos solíamos topar de vez en cuando por las arterias de la ciudad, ya no era lo mismo pues la incomodidad era tremenda, y así que como todas las cosas de la vida, esa relación quedó atrás y en el olvido por toda la eternidad.

Bueno, así de mucho no, de hecho hace días estaba caminando por las calles, cuando por puro accidente encontré a Zarro que venía con una minifalda roja y un top blanco... le sonreí con mi boca, a decir verdad se veía bien con el conjunto. Le invité a tomar algo en una cafetería cercana para actualizarnos un poco, pero definitivamente ya no era lo mismo. Intercambiamos unos mails y nos despedimos.

Hasta hoy día no sé nada de la cachonda Gladis y su hija, a quien por cierto todavía amo, pese a no saber cómo se llama. Así que si cualquiera de las dos está leyendo esto, por favor, quiero que sepan que dejé mi billetera en mi jean, hay documentos muy importantes y necesito recuperarlos.

Ah, y aún sigo en contacto vía MSN con la hormiga Zarro... es buena onda, a decir verdad... tengo sus fotos, si quieren. (Las de Zarro)

NOTA DEL GÛESMASTER: Me ha encantado este relato, ojalá la gente comente, luego llegue al top y se mantenga por varios años, tenga sus esbirros y cause varias quejas de manipulaciones.

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VERDADERA NOTA DEL WEBMASTER: Yo no dije eso, pero sí, es gracioso el relato.