Mi primer trio

Como al insistir mis dos amigos por separado acabo teniendo sexo con los dos juntitos

Buenas a todos los lectores. Soy Amaya, tengo 39 años, soy pelirroja, ojos marrones, 1.69, 66kg y una 105B.

Soy una mujer divorciada con un hijo de 20 y una hija de 18

Este relato os contaré mi primer trio:

Como ya os conté soy una mujer muy sexualmente activa, muy joven ya me dervirgaron y desde entonces veo un pene y me vuelve loca, más tarde era un pene o una vagina, ya os lo contaré.

Estábamos en un local de copas mis amigos y yo tomando unas copas. A lo lo largo de la noche mi amigo David y Javier estaban tentado por separado para acostarse conmigo, y yo como soy así les seguía el juego.

Me fui a fuera a fumar con Javier y aprovechó para besarme a lo que yo le respondí tocándole su pene por fuera de los pantalones. Seguimos ahí un rato y salió David y como había estado también tonteando conmigo, esta vez fue yo quien le besó y también toqué su pene:

Javier: Por qué no vamos los 3 a mi casa?

David: Eso lo decide Amaya, por mí si

Yo: mmmmm, vale siempre quise probar.

Fuimos los tres y cogimos un taxi, os podéis imaginar el espectáculo al taxista, yo pensaba que al final se uniría pero no.

Llegamos a casa de Javier y al cerrar la puerta ya casi estaba desnuda, no tardaron nada en desnudarme, a lo que yo correspondí en el mismo hall de la casa, poniéndome de rodillas y sacar aquellos pedazo de carne (Javier unos 20cm David 22) y mientras con mi lengua lamía una, la otra la pajeaba. Así, hasta que decidí meterme las dos vergas en la boca, no daba más de sí, pero su insistencia acabo por llenar mi boca de esos dos trozos de carne, mi baba chorreaba, pero que bien me sentía (eso me llevo a una experiencia extrema).

Pasamos al salón yo no aguantaba más en el hall, necesitaba esas vergas dentro de mí, lo que no sabía era lo que me esperaba.

Fuimos al salón y antes de acomodarme David me empujó hacia el sofá, caí y golpee con mi cara el sofá, menos mal que había cojines.

Javier se tiró en el sofá y yo de una estacada me metí su verga hasta lo más profundo de mi ser, no me dio tiempo ha abrir la boca y ya tenía la verga de David clavada hasta mi garganta, una gran arcada me recorrió todo mi cuerpo, pero la aguanté y él siguió follandome la boca mientras Javier me empalaba.

David se fue hacia mi culo a lo que me cogió de la cintura y me escupió en mi ano para poder penetrarlo, la posición era muy incómoda, y sabiendo sus intenciones, me levanté, y medio recosté para dejar mi culo empompa y el coño a disposición de Javier, la posición era incómoda, MUY incómoda pero la recompensa que me esperaba lo merecía, sacó media verga Javi y David puso la suya a la entrada de mi ano y sin compasión la metió hasta dentro, chille de dolor que se escucharía en todo el vecindario, poco a poco y con sus movimientos casi perfectamente coordinados el intenso dolor pasó a ser intenso placer, dios, que placer, David y Javier eran algo un poco sádicos, pero sus folladas y ese puntito merecían la pena, Javier empezó a retorcer, pellizcar y retorcer mis pezones y David dando fuertes y secos golpes en mis nalgas, la sensación de placer y dolor me encantaba, innumerables orgasmos venían uno tras otro, notaba como me chorreaba mi flujos y caían en el sofá, David cada vez le daba nalgadas más fuertes por la excitación de la situación, mis ojos se llenaban de lágrimas, pero de verdad, el placer era inmenso.

Noté como la polla de David, se hinchaba y subía la intensidad de sus movimientos, me la hincó hasta el intestino y noté como mi culo se llenaba del semen de David, me dió dos fuertes nalgadas una en cada nalga y la sacó, acto seguido se dirigió hacia mi con su verga y me la puso a la altura de mi boca, yo la abrí, la incrustó y con la lengua se la limpié.

Al tiempo Javier sacó su verga de mi coño, y yo instintivamente fui a chuparsela pero él quería follarme el culo y correrse en él. Y así hizo, ya lo tenía bastante dilatado y la insertó de una sola vez, un escalofrío recorrió mi cuerpo y sus embestidas empezaron a subir la intensidad, al poco se vino en mi culo, al sacarla notaba como ambas lefadas, recorrían mis muslos y caían al suelo. Javier se puso de pie, y me dio su polla para limpiarla y así hice, pasando mi lengua por su capullo muy lentamente y despacio, la metí en mi boca y la repase con impetud.

Al estar de rodillas el semen cayó al suelo, y Javier me dijo que lo lamiera. No sé por qué, sin dudarlo fui ha hacerlo y vi que el semen tenía como un tinte rojo, y supe rápidamente que mi culo estaba completamente roto, saqué mi lengua y lo lamí, sabía rico muy rico.

Nada más terminar, me tiraron mi ropa y me dijeron:

Ya te puedes ir putita.

Me vestí salí y pedí un taxi, al llegar a mi casa mis bragas seguían empapadas de semen, mis flujos y sangre. Al llegar a la cama, pensé en lo que ocurrió y mi imaginación al volar, mi mano actuó haciendo que casi mi puño entrara en mi vagina y fue uno de mis mejores deseos que me hice, nada más terminar caí redonda de sueño.

Muchas gracias por leerme, espero sus comentarios y valoraciones

Besos