Mi primer trabajo.

La decision de dejar de estudiar siempre es dificil pero en mi caso tuvo su sorpresa...

No se como empezar a escribir una cosa de estas, pero la verdad es que no puedo dejar de resistirme a contar mi propia historia, no me da para una novela en anagrama, así que hay va un pequeño resumen de mi vida.

A lo que nos importa, cuando tras un mal año de estudios y no poder hacer la selectividad decidí ponerme a currar, así no aguantaba a mis padres y conseguía algo de pasta para poder hacerme cargo del verano, que siempre es algo caro y soñaba con poder irme hasta de vacaciones, pero aun no sabía lo poco que pagan de cajera. Así un día me vi echando mi primer curriculum en un supermercado y trabajando la misma tarde, todo demasiado deprisa, pero así es esto.

Cuando llegue la primera tarde estaba nerviosa, muy nerviosa, como la mayoría de la gente que llega a su primer trabajo, me dieron el uniforme y una taquilla donde dejar mi ropa, las instalaciones las conocía al haber entregado el curriculum, vi que había una ducha, me dijeron que no se usaba ya que en la caja no se suele sudar y las compañeras suelen ducharse en casa. El uniforme no era muy cómodo, pantalón azul marino ancho, zuecos y una camisa con el logo de la empresa para la que trabajábamos.

No conocía a nadie, estaban faltos de cajeras y se notaba, así que me pusieron a aprender un poco al lado de una chica de mi edad, me imagino que pensaron que tendría menos miedo a preguntarle y tendría más confianza, el trabajo de cajera no es muy difícil, mi compañera era maja, no la había visto nunca, así que primero decidí conocerla antes de entrar con la caja, me estuvo explicando que acababa de llegar, la habían trasladado por problemas con una encargada o eso me dijo, a la hora ya estaba llevando mi propia caja, yo estaba detrás de ella, veía su espalda, le pregunte un montón de cosas, casi la volví loca, pero siempre venia a mi caja con una sonrisa, escuchaba mi duda, miraba a la señora que en esos momentos estaba enfrente y le decía alguna frase sobre las primerizas, la cosa es que durante todo el día se porto fenomenal, hasta le pregunte si tenia plus por enseñarme, ella se rió y no dijo nada, aunque me miro de forma extraña.

Los días pasaban sin mas ni mas, cada día fuimos forjando una amistad entre Elena y yo, el verano fue una mierda ya que no tenia ni tiempo para ir a la piscina, ni salir a las noches a charlar y comentar los chismorreos con las amigas, el trabajo me absorbía, así que solo comentaba los chirriantes trajes de las señoras y ese tipo de cosas con Elena, las demás dependientas eran viejas, y no tenían sentido del humor, y para mas INRI a la otra dependienta que contrataron no me caía muy bien, es mas me caía bastante mal. Elena necesitaba amigas y yo también.

Nuestra semana laboral era distinta, ya que librábamos un día entre semana y trabajábamos todos los sábados. Así un miércoles nos coincidió nuestro día libre a las dos a la vez. Elena propuso que nos fuésemos a la playa, que era de por allí y conocía la zona, buenos restaurantes, playas escondidas, etc. No me lo pensé mucho, un día en la playa, agua, sufistas, comida buena.

Cuando llegamos a la playa, después de varios caminos impracticables, y dejar el coche a lo lejos, me desilusione, estábamos solas, la playa era preciosa, paradisíaca casi, pero sin surfistas, sin chiringuitos, no se, no estaba acostumbrada, yo entiendo que para los que viven por aquí pues disfrutan de la playa de otra manera, pero yo de secano, necesito algo mas, la verdad que cuando nos bajamos una cámara con agua, hielos y algo de comida me lo estaba temiendo, aunque no dije nada. Elena lo noto, no dijo nada pero lo noto, se comenzó a quitar la ropa y a extender su toalla, mi sorpresa fue, cuando se comenzó a quitar el sujetador y las bragas, y no se puso nada, la mire, la mire como nunca había mirado a nadie y me puse nerviosa, muy nerviosa, ella sabia que me había sorprendido, yo la miraba de reojo, mientras intentaba abrir mi mochila, pero con los nervios no había manera, tenia unas piernas largas, y muy bien depiladas, la verdad es que Elena era muy guapa, tenia una cintura extretxa, unas tetas pequeñas pero muy firmes, y un chochito muy llamativo, o eso me pareció. Me dijo a ver si necesitaba ayuda, y se reía, yo como una tonta seguía mirándola y empujando la argolla de la cremallera de mi mochila, estaba de pie, Elena, se reía, sabia que nunca había estado tan cerca de una mujer desnuda, por que eso me pareció Elena en ese momento, una mujer.

Ella se fue a bañar, así como vino al mundo, yo no sabia que hacer, me había dejado fuera de juego, me sentía rara, la situación no la controlaba, me controlaba a ella, me había cambiado y echado en mi toalla, llevaba un bikini, bastante bonito, muy sexy diría yo, Elena me llamaba con la mano, desde lo lejos, las tetitas le saltaban, las mías eran mas grandes, bastante mas grande y eso también me confundía, decidí ir al agua, al levantarme pensé en desnudarme, por un momento lo pensé, pero sabia que si argumentaba que al correr las tetas me hacían daño, lo tenia ganado, así que comencé a correr hacia el agua, estaba fría, los pezones se me pusieron erectos, lo note al momento de meter el pie. Fui muy despacio, mojándome solo lo necesario, Elena estaba totalmente mojada, el agua le corría por todo su cuerpo, goteaba, el sol brillaba con su piel junto al agua, me dio envidia, son cosas que recuerdo confusa, yo siempre me e considerado normal, no soy TOP model, me pensaba mas guapa que Elena, hasta ese momento y me hizo dudar, ella lo noto, noto que no estaba a gusto y se puso algo nerviosa, así que furfuro algo y se volvió a tirar de cabeza al agua y se fue buceando. Me quede allí de pie sola, de pie, me di cuenta de que estaba empezando a darle importancia a cosas que hace un par de horas, cuando me levantaba mismamente para ir a la playa hubiese dicho que eran chorradas, así que me arme de valor y me tire de cabeza, y fui nadando hasta ella. No tocábamos fondo, allí las dos sin decir nada, cogi y le tire agua, con la mano, lance un montón de agua directa a ella y comencé a nadar como un loca, no se, empecé a reírme y ella me siguió nadaba muy deprisa, se le notaba que había nacido por aquí, no le costo mucho cojerme, nos empezamos a reír.

Cuando salimos del agua, en la toalla, ella no hizo ningún gesto de ponerse ropa, saco una crema solar y comenzó a extendérsela por todo el cuerpo, pronto se puso de espaldas y me pidió que yo se la extendiese por la espalda, el culo y las piernas, mire a toda la playa y me di asegure de que estábamos solas, no se por que, pero darle crema solar por el culo a una compañera del curro es una tontería, pero mire y vi. Que estábamos solas.

Cuando acabe y las dos nos quedamos en las toallas tomando el sol, boca arriba, yo al principio me quede como estaba, estaba nerviosa, nunca había echo TOP less, siempre había ido a la playa con mi familia y eso no estaba permitido por dios.

El sol, Lorenzo, caía a plomo, pronto comencé a sudar, no llevaba crema solar así que Elena se ofreció a esparcirla por mi espalda me senté en mi toalla dándole la espalda sin responder, valía con el echo de colocarle la espalda en posición de recibir crema solar, ella se echo abundante crema en sus manos y comenzó a esparcirla por toda mi espalda, estaba fría, el contraste con el calor de mi piel me dio un pequeño escalofrió de placer, ella dijo algo, la verdad es que no lo recuerdo yo disfrutaba del medio masaje que comenzaba a darme, con los ojos cerrados y sujetándome mi melena larga para que no le molestase disfrutaba del momento, ella se detuvo en mis hombros, durante un rato mayor que en otras zonas de mi cuerpo, y pronto comenzó a extenderla por delante de mi espalda poco a poco amañando cada vez un poco de mi piel, yo pensaba que estaba jugando, a ver quien aguanta mas, ella seguía bajando, yo estaba tensa, ella lo notaba pero aguantaba, no se por que, ella seguía bajando, yo para mis adentros decía, ella parara, parara, pronto ello al principio de mis tetas, con las dos manos, aceitadas de la crema, bajaba ya acercándose muy peligrosamente a mis pezones, en un momento en que note que mis pezones se ponían nerviosos y me zarandee, tirándome hacia un lado y mirándola a la cara incrédula, ella se reía, y yo comencé a reírme.

Por que no haces nudismo me dijo. así las dos mirando al sol con nuestras gafas de sol y con ellos cerrados, me sorprendió, levante mi cabeza solo para poder mirarla, ella seguía hay inmóvil, tomando el sol, con sus tetitas al aire y con esos pezones rojos, tan rojos que yo no había visto nunca, la verdad es que tampoco había visto muchos pezones, levante mis gafas y la mire, ella sabia que la estaba mirando y sonrió, deja de mirarme el chumino y quítate el bañador de una vez, lo estas deseando. La verdad tenia razón, quería probarlo pero me jodia que alguien me lo tendría que decir, le conteste algo enfadada, quítamelo tu si tantas ganas tienes de verme desnuda, y me senté a tomar el sol.

Al minuto note unas manos sobre la parte baja de mi bikini, y comenzó a intentar bajarlo. No dijo nada, yo me levante solo para mirarla estaba hay intentado quitármelo, puso una mano a cada lado de mi cartucheras y me miraba como desafiándome, sin chulerías pero en desafió, yo me estaba muriendo pero no dije nada, hasta levante un poco el culito para que saliese mas fácil, una brisilla de increíble paser se paso por mis partes, fue una liberación. Estaba como ella, como nos trajeron al mundo, su cara de la mía en estos momentos no nos sepaba mas de 20 centímetros, en un momento ella me dio un beso en los labios, así rápido, casi invisible pero que en mis labios reboto una y mil veces. Me quede helada, no dije nada pero Elena me había besado. Lo volvió a intentar pero me aparte, no se por que fue un acto reflejo, ella se retiro sin ni siquiera abrir la boca, se puso a tomar el sol, yo estaba ahí con su beso todavía en mis labios, sellados, sin poder decir nada, Salí corriendo hacia la playa desnuda, corrí como nunca lo había echo y me metí profunda en el agua.

Al rato cuando Salí del agua no sabia como comportarme, es mas, me quede un rato pensativa en el agua, pensé que debería de portarme de manera natural, no fue fácil, Elena no dijo nada en todo el rato, seguía desnuda, yo pretendía decirle algo sobre lo ocurrido, que no pasaba nada, que no me importaba que fuera lesbiana, y aunque no lo fuera y fuese un acto de amistad, no me importaba, es mas me había gustado, quería decirle todo eso pero ella estaba impasible, sin moverse, mientras yo de pie me secaba, cuando termine me dijo a ver si nos íbamos, le dije que si y sin decirnos palabra alguna recogimos nos montamos en el coche y pusimos rumbo a casa.

Ella seguía sin decirme nada, no me hablaba en el curro, se hacia la loca no me miraba, toda nuestra amistad se había terminado, así por un beso me solía repetir mientras me lo tocaba con el dedo índice recordando aquella sensación en mi estomago.

A los días, después de haberla visto de espaldas durante toda la jornada laboral. Fui a cambiarme, algo mas tarde ya que la ultima clienta había sido mi madre y había estado hablando con ella mas de lo debido, en términos laborales claro, cuando entre en los vestuarios, pronto hoy la ducha, era extraño no la había oído nunca, dentro estaba Elena, lo supe por que era la única taquilla que estaba abierta, no quedaba nadie en los vestuarios, ni en todo el supermercado, solo las jefas en la oficina, y no se cambiaban ni aquí, estaba nerviosa y la banda sonora de la ducha me ponía en jaque, me acerque a mi taquilla, que quite mi ropa sin hacer ruido y me acerque a la ducha, mire por encima de la puerta, hay estaba Elena bajo el agua, hermosa, corriendo el agua por sus tetillas de forma mágica, abrí la puerta y entre sin decir nada, ella me miro y se asusto, en un momento hizo el gesto de taparse aunque solo fue la intención, comencé a entrar despacio, desnuda en toda mi intensidad, y con el dedo anular haciendo el gesto de silencio, ella sonrió, como hacia muchos días que yo no le veía hacerlo, me acerque hasta que estuve a tan solo unos centímetros de su cuerpo, le di un beso calido, y me separe solo para pode ver su cara de felicidad, ella irradiaba felicidad, esta vez me acerque a sus labios y le di un beso mas profundo, hasta que le metí la lengua en su interior, ella comenzó a reaccionar y contraataco, estaba disfrutando del momento, mientras con mi mano se hundía en su cabello, ella comenzó a recorrer los recovecos de mi cuerpo con sus manos libres, pronto llego a mis pechos, era la primera mujer que los tocaba, los tocaba con dulzura, pasando las puntas de sus dedos por toda mi zona, haciendo círculos concéntricos, acercándose a mis erectos pezones, pronto separo sus labios de los míos, me acerco hacia una de las paredes de la ducha, y comenzó a saborear mis pezones con su lengua, un leve quejido de placer salio de mis labios, algo que hasta ahora no había echo, mientras succionaba mis pezones, con una mano comenzó a tocar mis partes bajas, en principio desde lejos, por los muslos, a mi me recorría una ola de placer nunca antes experimentada, cerré los ojos y me deje llevar, pronto sus dedos encontraban a milímetros de mi clítoris, no te el primer empujón, ella me miro a los ojos, mientras metía su dedo en mis entrañas, yo disfrutaba un montón, hacia tiempos en que no tenia tal oleada de placer, ella me beso, apasionadamente , mientras su dedo salía y entraba de mi cueva, pronto fueron dos, y yo me volvía loca, estaba disfrutando, cada vez era mas deprisa, cada vez me estaba hundiendo en un placer loco, no sabia que hacer con las manos, con los ojos cerrados. De pronto deje de notar sus dedos en mi interior abrí los ojos de golpe, y vi. Como Elena se estaba colocando de rodillas, sin decir nada abrí mis piernas, ella lo agradeció, pronto note sus caricias sobre mi clítoris con su increíble lengua, el placer que estaba sintiendo ni con el mejor chico, comencé a gemir como en tiempos, aunque el miedo a que nos pillaran las jefas me hizo ponerme una mano en la boca y la otra en la cabeza de Elena.

Cuando salimos de la ducha yo llevaba de mi mano a Elena, la tumbe en el banco, ella sabia lo que había, se coloco con las piernas abiertas en el banco, yo la bese con pasión y me baje con la intención de violar su intimidad de la misma manera que hace unos minutos ella lo hizo. comencé despacio, le di un beso en todo el centro, el sabor era intenso, me lubrique uno de los dedos y lo metí de golpe, sintiendo todas sus paredes en las miles de células de mi cuerpo, comencé deprisa a sacarlo y a meterlo, tampoco teníamos mucho tiempo y quería acabar lo que habíamos empezado, pronto fueron dos dedos y mas tarde tres, cuando todo estaba dilatado y a punto, pase mi lengua por todo su centro de sensaciones, pronto empecé a repetir lo que ella me había echo, sabia que la experiencia era un punto pero pronto la oí gemir y eso me relajo.

Sin decirnos una palabra nos miramos, nos sonreímos y nos fuimos vestidas, salimos del vestuario corriendo, solo quedaba una de la jefas en la puerta ya para irse, nos dijo algo, íbamos corriendo, las dos una detrás de la otra, las dos sabíamos que íbamos a seguir con todo esto así que no había tiempo que perder.