Mi primer salida y valla sorpresa

Escuche el típico “psstt, ppsstt” gire mi cabeza en uno de los pasillos entre las jardineras, se encontraba un tipo desaliñado, un tanto gordo y sucio, de aspecto vagabundezco. tenia su miembro de fuera y pajeandose, hacia señales de que fuera a su lado.

Hola, esta experiencia que a continuación les cuento me sucedió hace unos años atrás cuando tenia recién mis 18 años cumplidos. Yo soy delgado, 1.70 de estatura. tes morena y ojo cafe claro. ya hace tiempo que descubrí mi excitación por parecer toda una mujer. Cada que tenia oportunidad, que encontraba la casa sola. aprovechaba para transformarme lo mas o lo poco que podía. siempre limitado, por los pocos ratos de soledad en casa, ya que mis padres o al menos uno siempre asistía en casa. Generalmente era antes de bañarme aprovechaba para probarme esas mallas blancas.. cubriendo toda la piel de mis piernas y sintiéndome una inocente mujer.

Poco tiempo después, fuí atreviéndome mas, usando vestido. Por la noche cuando todos se encontraban dormidos. Era la única oportunidad de liberarme. Usaba los chats eróticos, pero aun así no me llenaban. no era suficiente. llegue a mostrarme por cam, lo mejor que pude. Pero no pasaba de ser una fantasía. solo eso.

Al paso de los años, casualmente se me brindo la oportunidad de estudiar a unas muchas horas de mi natal residencia. valla oportunidad. al fin estaba lejos de casa y en una ciudad grande, lejos de juzgarme. fue donde aproveche al máximo el tiempo.

Deje crecer mi cabello y al principio me costo mucho trabajo, pero poco a poco me fuí haciendo de ropa, mini vestidos, lencería, zapatillas, y maquillaje, la cual no era necesario mantener muy oculta ya que rentaba un pequeño departamento únicamente mapa mi. Seguía perfeccionando mis hábitos de maquillaje, así como tucos para parecer mas mujer y el tono de voz. frecuentaba mas los chats, pero aun no me animaba a salir al mundo real, tenia pavor a ser reconocido y posteriormente puesto en evidencia.

Hasta que un día, y ayudado por un par de copas conseguí el valor para caminar por las calles, aprovechando las altas horas de la madrugada. afinando todos los detalles, usando un vestido a media pierna y entallado, me dispuse a salir. El sentir la poca brisa fría en mis piernas,  hombros y espalda descubierta, me hacia sentir de lo mas placentero.

Nunca faltan los piropos de los hombres que transitaban en el poco trafico de aquella noche, a los que yo ignoraba, por miedo a coquetear de mas.

llegue a el centro de la ciudad. al llegar al jardín principal de la ciudad, solo pensé en dar una vuelta y regresar a casa para dar por terminada mi primera aventura, este se encontraba completamente solo, o eso creía yo hasta que escuche el típico “psstt, ppsstt” gire mi cabeza en uno de los pasillos entre las jardineras, se encontraba un tipo desaliñado, un tanto gordo y sucio, de aspecto vagabundezco. tenia su miembro de fuera y pajeandose, hacia señales de que fuera a su lado.

Sentí una tremenda excitación recorrer todo mi cuerpo. Al ver a ese tipo que en su vida podría disponer a placer de una mujer del porte a lo que yo quería llegar. Quise darle el regalo de su vida, ademas que podía perder, me acerque y senté junto a el, tenia dificultades del habla y solo entendí que quería que le ayudara, tomo mi mano y la coloco en su miembro el cual no era nada grande, lo seguí pajeando y el acariciaba mi pierna y de vez en cuando mi culo.

Unos minutos después, se puso de pie y guardo su miembro, invitándome a seguirlo. Así lo hice. Caminamos unas cuantas cuadras hasta llegar a un gran parque, nos perdimos entre los arboles hasta llegar a la parte baja de un puente, donde por fin se detuvo, giro y volvió a sacar su miembro el cual tome y volví a pajear. el solo atino a darme a entender que se lo chupara, entre asco, excitación y miedo, me arrodille frente a el y sin pensarlo lo metí en mi boca.

El olor era muy fuerte, y ni se diga del sabor, solo atine tragarme la saliva. asi estuve mamando un rato, y el sujetaba fuertemente mi cabeza presionandome contra su cuerpo para que tragara toda su verga.

De pronto sentí unos espasmos en su cuerpo y corriendose dentro de mi boquita, trague todo lo que pude, el sabor era salado y muy espesos, tal vez tenia algún tiempo con ese semen guardado. Inesperadamente, me separo de su miembro aun erecto y me levanto, volteandome contra la pared y enpinandome un poco, Sabia que no me iba a dejar ir viva con tan solo una mamada. Luego seguido de esto me levanto el vestido, haciéndome a un lado el hilo dental y comencé a sentir su lengua por mi ojete y cada vez metiéndola un poco, teniendo esa sensación tan placentera que en mi vida había sentido jamas. Tuve las ganas de gritar de placer pero me contuve al recordar que estábamos en un parque publico.

se incorporo y sentí su miembro entre mis nalgas, sabiendo que el momento estaba a punto de llegar, el día que tendría la primera verga dentro. Me nalgueaba y sin imaginarlo, me di cuenta que me encantaba sentirme una perrita.

De pronto, de un solo golpe, la metió hasta donde pudo, sentí un dolor enorme que me arranco unas lagrimas e instintivamente intente sacarlo pero el con todas sus fuerzas, me sujeto impidiendo que lograra quitarme y empezó a bombear una y otra y otra vez, hasta que el dolor fue desapareciendo y se transformaba en placer que me hacia gemir y gemir. estando en ese éxtasis y sin darme cuenta de pronto yacía en el suelo a cuatro patas y el follandome como un desesperado, de vez en cuando se recargaba sobre mi para morderme el cuello y la espalda, dejándome varias marcas.

Estuvimos pegados al rededor de 15 minutos hasta que en un momento me sujeto fuertemente del vientre y sentí toda su leche caliente inundando mi interior, enseguida se desplomo sobre de mi apenas pudiendo yo con todo su peso pero aun sentía su verga palpitar en mi interior.

Cuando pudo recuperarse la saco poco a poco y se recostó frente a mi, tome su miembro y lo chupe hasta dejarlo limpiecito y perdía su erección.

Me puse de pie, acomode el vestido y me di media vuelta dejándolo ahí sin decir una sola palabra.

Camine hasta mi casa mientras sentía sus líquidos salir de mi interior, resbalando unos pocos por mis piernas.

Al llegar a casa me bañe y recosté en mi cama, con un dolor un tanto intenso, pero una sonrisa en el rostro por que por fin y sorpresivamente, había tenido lo que tanto anhelaba.