Mi primer relato CUARTA PARTE

Seguid leyéndome, seguid sintiéndome, les recomiendo leer los anteriores...

Continuo compartiendo esa semana épica que viví en 1996..

El placer que estoy disfrutando al recordarla y escribirla para ustedes es inmenso, gracias por ir conmigo a esos momentos únicos e irrepetibles, gracias por quizás mimetizarse en alguno de mis amantes extraordinarios y gozar conmigo, espero que puedan disfrutar de mi como ellos lo hicieron aunque sea de manera trascendental, recuerden que el alma y la conciencia son capaces de eso y mucho más…

Les suplico que lean todos los anteriores y así esté, que ha sido muy especial para mí revivirlo, tanto que a veces tuve que dejar de escribir para poderme transportar por completo y satisfacer mi cuerpo y mi alma retrocediendo en el tiempo.

Sus comentarios bien pueden ser la guinda de este pastel de placer…

Disfrútame mucho…

Besos…

Siendocasi las 9 de la noche…

Sentía como si las horas nos hubiesen comido, ya era de noche, estaba desnuda en mi cama con tan solo la fina tela del camisón cubriendo mi espalda… la luz del baño estaba encendida, me levanté en silencio y me lo puse, fui al baño y allí estaba el, con toda su inmensidad y que al verme, abriendo los brazos me recogía en un abrazo…

- Gus : dormías tan rico que no te quise molestar…

- Yo : tu no me molestas… ya te vas? Hace rato que tu turno debió comenzar, no?

- Gus : Si, me tengo que ir, pero no a trabajar, hoy no haré el turno, salgo para el interior, mi hijo mayor me necesita para un asunto legal, así que me voy a verle, mi autobús sale a media noche.

- Yo : y cuando regresas?...

- Gus : en dos días… no te preocupes que te veré antes de tu partida, así como vine hoy solo a verte…

Bajando su brazo por mi espalda me tomó mi nalga con su enorme mano maravillosa y dejando que el dedo índice rozara mi huequito me besó y me dijo;

- Gus : te vas a portar bien? Sonriendo pícaramente…

- Yo : por supuesto que no, jajajaja quien te manda a marcharte, pero eso sí, estaré esperándote con los brazos abiertos… entré otras cosas… quieres que te lleve a la estación?

- Gus : No quédate tranquila acá, descansa…

- Yo : y quien hará el turno de la noche hoy, mañana y pasado?

- Gus : hoy lo hace Don Luis y las otras noches Alfredo el supervisor, por eso te digo que hoy descanses… insinuó de manera morbosa…

“Descansa" así me dijo el muy cornudo, con esa mirada pícara de quien se sabe cómplice, mientras me miraba así y mis pensamientos a mil por hora viajando en el futuro, de puntillas me comí su boca y con mi mano hice que su mano me penetrara mejor…

Al día siguiente…

Abriendo mis ojos saliendo de un profundo y reparador sueño vi que apenas eran las 7:30 am…hasta me le adelanté a mi despertador. Perfecto.

Me había dormido muy temprano, Gus salió de casa antes de las 11 pm y casi media hora después Yo ya había caído en mi cama…gracias a eso es que estaba despierta y lista para mi día de hoy desde tan temprano.

Ya lo había decidido todo, mi día de hoy será de investigación y preparación, mordiendo mi labio me sonreí allí sola…

Me di una ducha fría y puse a hacer café, mientras decidía que me pondría…

Pensaba ir a la panadería de la calle de atrás, la cual está muy buena y mejor aun queda justo en frente del edificio de mi admirador lejano, así que debía ponerme algo sexy, rico y que no sea obvio… Mientras pensaba, salí a la terraza con mi taza de café, fue imposible no recordar los momentos que viví apenas hace unas horas en esa terraza… mientras recordaba y disfrutaba de mi café miré hacia la azotea de mi admirador… no vi a nadie, pero solo pensar en el y su invasión visual, me ponía como loca, recordaba como se tocaba ayer esa enorme obra maestra mientras me pensaba y no me veía, me fascina que me deseen, ya lo sabéis, pero saberlo y verlo sin ser vista es lo máximo, recordaba como se tocaba ese hombre pensando en mi cola… ya desde tan temprano estaba colocada, lista para la faena, definitivamente esta semana está siendo épica y podría ir a más… Volví al cuarto.

Me puse una tanga blanca muy chiquitica con un triangulito atrás que es muy cómoda, unos pantalones peruanos indígenas que me quedan a la cintura y mi sudadera vieja que me queda grande y a la que amo con locura. Terminé de vestirme, me puse un toque de perfume y a la calle.

Al salir me di cuenta que tenía un hambre atroz, me hizo más feliz ir a esa panadería, hacen unas empanadas  magníficas.

Bajé en el ascensor y decidí salir por el portón del parking, al salir caminé calle arriba para darle la vuelta a la manzana y llegar a la calle del edificio sin habitar de mi admirador y por supuesto la calle de esa panadería que ya desde media cuadra emanaba sus magníficos aromas a horno y pan .

Era pequeña en su interior pero disponía de una gran terraza llena de mesas, entré y pedí una empanada de carne, un zumo de naranja y un café, pagué y me fui a la terraza. Desde allí podía ver a la perfección lo que sería el lobby de este elegante y vacío edificio, vi que tenía una especie de mesa solitaria en el final del lobby a modo de oficina temporal, tenía papeles y una especie de pantalla que podría ser de un televisor.

Mi empanada estaba perfecta, exquisita, creo que al terminar volvería a por otra, mientras disfrutaba de mi empanada vi a alguien en el lobby, fue hacia la mesa al final y luego de recoger algo caminó hacia la puerta de salida del edificio, era él,  mi admirador secreto.

Ya solo verlo y aceptándolo en mi propio plano hizo que me mojara, saber que estábamos cerca me puso a respirar más fuerte. Para mayor sorpresa venía hacia la panadería, cruzó la calle y subió las escaleras hacia la terraza, yo voltee hacia otra parte de manera disimulada, pero sentí que se detuvo un par de segundos antes de entrar a la panadería, me había visto.

Yo ya me había terminado mi empanada y quería otra, que haré? Voy ahora? O espero que salga… decidí ir. Al entrar me dirigí al mostrador y pedí la otra empanada, pero no lo vi, se había esfumado… fui a la caja a pagar y allí sentí a alguien haciendo fila detrás de mi, más cerca de lo normal, era él. Me puse súper nerviosa y al recibir mi cambio se me cayeron varias monedas al suelo, me agaché, se me veía la tanga, el se agachó para ayudarme y me vio con unos ojos llenos de deseo casi animal…

Me levanté agradeciéndole con una sonrisa y caminando muy rico regresé a mi mesa en la terraza, solo que esta vez si le miré sin disimulo y abiertamente mientras comía, el terminó de pagar, recogió su pedido y salió de la panadería, pero no fue hacia la salida, vino hacia mi, se me acercó y me dijo: cuando termines ven al edificio y… te lo muestro…

Casi me atraganté, asentí con mi cabeza de una forma muy sumisa y sonriéndole le dije; “vale ahora al terminar iré, gracias"

Siguió su camino, abrió la puerta del lobby del edificio dejándola abierta y se sentó en la mesa a comer su desayuno… mirándome y mirándome… no se cortaba al mirar hacia mí…

Acababa de ser invitada a algo desconocido, a tan sólo las 8 y 30 de la mañana, definitivamente esta semana quedará para siempre en los anales de mi historia personal…. “Anales”… me reí sola.

Terminé de comer esa segunda y maravillosa empanada y comencé mi show, tomé todos los desperdicios y me levanté a llevarlos al bote de basura, sabía y sentía que me miraba cada movimiento, regresé a la mesa y antes de sentarme de nuevo me agaché para arreglarme las trenzas de mis zapatos, dándole la mejor vista del triangulito de mi tanga blanca que al contraste con mi bronceado debía verse suculenta, me levanté y así de espaldas encendí un cigarrillo y caminé hacia el edificio, pero no entré, comencé a ver sus instalaciones desde afuera, caminé como inspeccionando todo, mientras él, que se había levantado, me miraba desde dentro del lobby.

Nuestras miradas se cruzaron y pude ver el bulto de bienvenida que me daba mientras me veía como águila que ya escogió su presa… entonces entré y a mi paso el cerró con llave el portón principal, diciéndome;

- Freddy : hola, bienvenida, me llamo Freddy, creo que tienes una cita para conocer las instalaciones?

Me llamó la atención y de manera divina dos cosas, una; que me tratará como su fuera una chica, la otra; que él siguiera con una especie de juego de rol play, eso ya hizo que me entregará a lo que fuese que viniese…

Le extendí mi mano dándole un nombre, en ese momento solo se me ocurrió decir cualquier ruido que medio sonara a nombre.

Su mano tomó la mía y la sentí toda tibia, fuerte y áspera, tres cosas que me desatan rápidamente. Su mano era grande y creo que el apretón de manos se extendió más de lo normal.

Me indicó que le acompañará al ascensor, que me quería enseñar la oficina modelo, luego la terraza, que está en oferta para arrendar y poner un bar con vistas y luego me enseñaría el apartamento tipo modelo, el cual estaba amueblado y decorado para su presentación.

Entré al ascensor y el pasando después de mi y sin dejar de mirarme le indicó al ascensor el piso 9. Durante el recorrido, disimuladamente me ajuste mi tanga y bajé de la cintura un poco más el pantalón, de manera de poder mostrar un poco más de mi. Bien sabía que era un juego de roles, y bien que me sabía mi parte a la perfección, veremos quien aguanta menos y da un paso directo antes.

Adelantándose tomó sus llaves y abrió la puerta de la oficina modelo, la cual era espaciosa y rodeada de ventanales de piso a techo… era una oficina como para una gran empresa. Dándole las gracias caminé a través de ella viendo todo y acercándome al gran ventanal disfrute de la vista del sur de la ciudad mientras el disfrutaba de las vistas del sur de mi cuerpo.

Una vez habiendo visitado la oficina me invitó de nuevo a tomar el ascensor, pero esta vez vino el otro ascensor, al llegar me percaté que estaba la mitad lleno con unas cajas y el espacio para ambos era muy reducido, me vio a la cara y me dijo después de ti, pasé y me quedé dándole la espalda, el entró y apretó el PH y las puertas del ascensor comenzaron a cerrarse, el espacio era muy reducido y pidiendo disculpas por ese hecho se me pegó a mi espalda, donde yo inmediatamente levanté mi colita retadora mientras me apoyaba en las cajas como haciéndole lugar. Sentí su temperatura, estaba caliente y su bulto se posó suavemente entre mis nalgas. A los que no los conocen, los pantalones indígenas del Perú, son como de una tela parecida al lino pero un poco más tosca al roce, así que cuando me pego su bulto, el pantalón permitía que yo sintiera bien su temperatura y dureza casi como si no llevara nada más que mi tanguita.

Al llegar al PH puso su mano en mi cintura, que debido a mi postura parte de mi piel estaba al aire libre, justo allí me puso su mano, al yo sentirla acerqué más mis nalgas a su bulto, después de unos segundos se separó y me indicó que habíamos llegado, salió del ascensor y de mi salió una exhalación de placer… lo seguí afuera.

Habíamos llegado a la terraza, se veía toda la ciudad y por supuesto la terraza del ático de mi mamá a la perfección, habíamos llegado a su guarida de observación. Caminé hacia el borde y pegado justo en la veranda le dije que viniera, el se puso en mi espalda pero sin tocarme, muy cerca y yo le dije, señalando hacia mi tumbona en la terraza, que allí era donde yo vivía… la vista me encendió al recordar a Gus, la tarde que pasamos ayer y teniendo a este negro caliente a mi espalda quizá regodeándose que esa ninfa loca por la que ayer se masturbó,  estaba hoy apenas un palmo de el.

Me hice para atrás permitiendo que mis nalgas se re encontrarán con su bulto, sintiendo como a cámara lenta se iban abriendo paso entre ellas para pegarse a mi ano. El no se movió y yo solté un pequeño, casi inaudible gemido… y le dije;

-Yo: este lugar es magnífico y las vistas son más que excitantes, cierto? Esta terraza es perfecta para tomar el sol, no te parece? Me provoca quitarme la ropa y dejar que el sol me posea…

El puso sus manos en mi cintura y me dijo , el sol es tuyo, la terraza por hoy también, así que si quieres te puedo ayudar con esto, comenzando a subirme la sudadera..

Yo le tomé sus manos y lo detuve, diciéndole que lo había dicho en modo figurado, que quería ver el apartamento modelo…

Pensando para mis adentros, amigo mío sé que me vas a comer completita, pero será cuando yo lo decida… el juego me tenía más y más cachonda, ese morbo sublime de ser seguida por un perro que se babea por poseerte me tenía al máximo de mi excitación, ya sentía que su papel se le iba de las manos y que su excitación estaba llegando al límite de su aguante.

Sé que es un momento peligroso, podría salir de su papel y simplemente violarme allí mismo, por eso le tomé de la mano y coquetamente le pedí que me llevara a ver el apartamento modelo…

Estaba el mismo ascensor de las cajas allí esperándonos, esta vez le dije que pasara el primero, al yo entrar dándole la espalda y con mi cara a la puerta del ascensor le pregunté en qué piso era, me dijo el 14, a lo que yo apreté el botón del piso y mientras las puertas se cerraban apoyé completamente mi culo en su miembro dejándole casi poseerme y le dije, esta visita esta muy divertida, gracias. El casi murmurando me dijo que a la orden, a lo que yo sin separar mi culo de su polla encarcelada, me voltee y le di un besito de agradecimiento en su cachete… soy muy arriesgada, este hombre estaba que me rompía toda mi ropa allí mismo y me daba hasta la madre.

Llegamos al piso 14 y saliendo le cedí la delantera para que me indicará adonde iríamos…

Su cara era un poema a la desesperación, este pobre hombre estaba a la merced de mis designios y deseándome cada vez más si es que eso era aún posible.

Caminamos por un largo pasillo y abrió la puerta del departamento permitiendo que yo pasara primero. Una vez más unos ventanales panorámicos me daban la bienvenida a un lugar delicadamente decorado y de muy alto nivel, caminé hacia los ventanales y le dije ; esta precioso… se acercó a mi espalda y me invitó al cuarto, y claro que le seguí.

Al llegar a el, se sentó en una cama King size que coronaba esa estancia y mientras el se quedaba sentado a la orilla de la cama una vez más me dirigí a las ventanas panorámicas dándole la espalda y sabiéndome deseada, el se mantuvo en silencio mientras yo me pegaba a esa ventana enorme. Poco a poco comencé a bajarme por las caderas mi pantalón peruano… a medida que lo bajaba lentamente descubría mis nalgas que orgullosamente y a juego con su bronceado se tragaban mi tanga perfecta, sentí que a mis espaldas el se puso de pie y como un loco se quito toda su ropa para volver a sentarse en la orilla de la cama completamente desnudo y comenzó a masturbar su gigante serpiente negra, yo permanecía allí pegado a los ventanales y sacando mis pantalones por los tobillos me voltee hacia el, le vi y quedé embobada viendo tal animal que moría de deseo por mi culo.

Volví a voltearme y dándole la espalda estiré mis brazos al cielo y empinado aún más mi culito me saqué la sudadera, la tiré al piso y puse mis brazos hacia los ventanales y apoyando mis manos me entregué a lo que viniera, sentí como el se levantó acercándose poco a poco a mi espalda, mi respiración estaba súper acelerada…

Lo primero que sentí fue un calor intenso entre mis nalgas, era su falo que babeaba por mi, lo dejé penetrar entre mis nalgas y luego sentí su pecho en mi espalda y sus brazos rodearme mientras sus manos hacían el camino recorriendo desde mis caderas hasta mis pezones , pellizcarlos dulcemente y seguir su camino hacia mi cara mientras sentía más aun su fiero animal, que resbalando ante la imposibilidad de seguir su camino natural hacia mi hoyito, se atravesó entre mis muslos hasta llegar a tocarme con su glande mis bolas, solo cubiertas por mi tanga y dejando un rastro de líquido deseo a lo largo de su travesía. Sus manos siguieron hasta mi cuello y yo bajando mi boca y abriéndola comencé a chuparle su pulgar derecho mientras el me besaba el cuello y me pasaba la lengua, me dijo… quiero hacerte lo que te hice ayer desde lejos pero acá justo dentro de ti…

Diciendo esto se fue agachando mientras recorría toda mi espalda con la lengua y sus besos, siguió bajando hasta llegar a arrodillarse ante mis nalgas y como fiel feligrés comenzó a besarlas dulcemente. Bajé mis brazos y comencé a bajarme la tanga muy lentamente mientras el llenaba de besos y lengua cada parte nueva que se iba descubriendo. Cuando llegue al final de mis nalgas el prosiguió con la tarea bajándolas hasta quitármelas y luego de sacarlas de mis tobillos comenzó a abrir mis piernas y yo a empinar mi colita aún más entregándome toda a él, sus manos y su boca. Metió su cara totalmente entre mis nalgas y su lengua me penetró completamente,  haciéndome lanzar un gemido desde mis entrañas, dejándome comer por este hombre del continente negro y que me tenía temblando toda mi piel, con la ciudad a mis pies… estaba en el cielo…

Definitivamente sabía lo que hacía, estaba haciendo que mi culo se relajará al máximo con esa lengua enorme que entraba y salía de mi, llenando todo mi trasero con su saliva lubricante.

Comencé a arrodillarme lentamente para que el no dejara de comerme, ya de rodillas y casi sin poder respirar de lo excitada que me tenía, puse mis manos en el piso hasta estar completamente en cuatro y arqueando mi espalda mientras empinaba mis nalgas su labor continuaba, me lo hacía con fascinación, con deseo, con hambre… lo detuve.

Me puse frente a el que también arrodillado me miraba como en transe, le besé su carnosa boca y comencé a bajar por su pecho limpio y sin un solo pelo, le mordí con amor sus pezones mientras el me acariciaba las nalgas, seguí bajando hasta que me encontré cara a cara con ese enorme falo, negro y brillante, repleto de pre semen y que con sus palpitaciones me invitaba a besarle. Así lo hice, abriendo poco a poco mis labios fui introduciendo ese animal en mi boca con amor, deseo y tratando de no ahogarme con sus casi 23 centímetros de negro pecado… el se recostó en la alfombra entregando totalmente su carne a mi deseo…

Desde las bolas, hasta el glande, lamiendo su tronco hermoso me la comía toda mientras el se retorcía levemente de placer. Fui moviéndome mientras me comía su polla maravillosa hasta que mis nalgas estuvieron en las coordenadas de su cara, el las tomó con sus manos y sin preámbulos me introdujo su pulgar, sentí una corriente que me recorrió toda mi espalda haciendo que dejara de comerme su polla para poder dar paso a un gemido de loba en celo al sentirle dentro de mi. Pasé mi pierna derecha por encima de su cabeza y el llenando mis nalgas con sus dos manos dirigió mi culo a su boca permitiendo que su lengua me volviera a poseer y yo me senté en su cara viendo al cielo y llena de placer.

Comencé a moverme sobre el de manera que mi culo estuviera ya casi en su vientre y seguí moviendo mis piernas hasta posar mis nalgas sobre el, sentí como me tomaba por mis brazos mientras recostaba mi espalda en su pecho y mis nalgas totalmente entregadas se dejaban conocer por su polla que buscaba donde meterse.

Estando en es posición y sintiendo la comodidad de su piel arqueé poco a poco mi cintura buscando la cabeza de la bestia con mi ano, la encontré y con mi mano la ayude a entrar en mi, poco a poco, le dije… poco a poco…

Era enorme, alguna vez en mi vida me dejé penetrar por penes así de enormes pero nunca tienes la certeza de sentir placer, si su dueño es un bruto, todo el momento puede dejar de ser placentero. Este no era el caso…

Este hombre sabia que debía dar placer y comenzó a moverse poco a poco, deteniendo su entrada por partes, se detenía y me acariciaba mi pecho, cuando sentía que yo arqueaba más mis caderas buscando más carne el entraba un poco más y así fue pasando un buen rato de absoluta perfección y placer descomunal… hasta que con un movimiento final de mis caderas y las suyas entró todo dentro de mi… me quedé quieta mientras lograba un poco más de aceptación por parte de mi cola… el comenzó a moverse dentro de mi, salía un poco y volvía a entrar suavemente llevándome a la locura mientras sus manos me acariciaba desde mi cuello hasta mis bolas, estábamos empapados de sudor.

El ritmo era constante y maravilloso, entraba y salía de mi haciéndome sentir cada centímetro de su carne en mis entrañas,  era sublime y ya mi culito se había adaptado a su grandeza…

Con mucha ternura y sin salir de mi, cosa que era muy difícil debido a sus longitudes, me puso de lado y siguió moviéndome hasta que me tenía boca abajo en la alfombra y el enterrándome su polla apoyándose en el piso siguió con su ritual de mete y saca. Yo levantaba mi colita permitiéndole una coreografía erótica digna de la madre naturaleza.

Durante muchos minutos siguió con esa penetración haciéndome el amor como pocos me lo habían hecho, su aguante era digno de récord, por que varias veces sentí que estallaría dentro de mi y el cambiaba el ritmo haciendo perdurar mas esta cópula divina. Yo solo gemía y gemía totalmente entregada a él y a su miembro, parecía una muñeca de trapo insertada por completo, era su marioneta y su pene era el cordel con el que dirigía mis movimientos, así siguió y yo gemía más aun… ahora sí el estallido era inminente y con un grito viril y animal se corrió dentro de mi llenando por completo su agujero, por que era suyo, el lo había hecho con su taladro….

Siguió hasta haber exprimido todo su néctar dentro de mi y quedándose satisfecho sobre mi espalda mientras me llenaba de besos diciéndome lo mucho que le fascinaba toda yo…

Sin permitir que su carne me abandonará y sintiendo como su dureza disminuía, empujé e hice que ambos quedáramos de lado, el aprovechó y me rodeo con sus brazos y yo le dije; espero que haya más de donde vino eso, por que quiero más, así sin más ni más sentí un pequeño movimiento de su miembro aun dentro de mi diciéndome; hay mucho más para ti mi reina hermosa, mientras me besaba el cuello buscando mi boca…

Le pedí que buscará un poco de papel a lo que el me dijo que nos podíamos dar un baño mientras sacaba la serpiente de su madriguera. La invitación era más que fabulosa y excitante pero antes quería fumarme un cigarrillo. En ese apartamento no podemos fumar, solo en la terraza me explicó, mientras me limpiaba dulcemente mi colita con el papel, yo le pregunté si podíamos ir, el respondió que si y comenzó a vestirse,  yo le detuve y le pregunté que qué hacía? Por qué se estaba vistiendo? Acaso no estábamos solos en ese edificio, mientras me levantaba y tomando mi paquete de cigarrillos y el encendedor, con cara de niña a punto de hacer una súper travesura me dirigí moviendo mis nalgas hacia la puerta, el con cara de zombi me siguió.

Entré al ascensor y el detrás de mí pisó el PH, al cerrarse las puertas lo tomé de su brazo y le pegué mi culo a su polla que apenas me rozó comenzó a crecer de nuevo, me pegué más y más y tomando su carne con mi mano puse su glande en mi huequito haciéndole que me penetrara de nuevo allí mismo en el ascensor, yo gemí como loca y hice lo posible con mi cuerpo por sentirla toda adentro mientras esta crecía a su máximo nivel. El me abrazaba y me penetraba como si me estuviera violando, ni nos dimos cuenta que las puertas se habían abierto hacia ya un buen rato…

Le pedí que saliera de mi y del ascensor y me permitió salir, el sol me llenó por completo y el me seguía como un verdadero perro en celo, tocándome mis nalgas y tratando de que me quedara quieta para volver a estar dentro de mi. Nuestros cuerpos brillaban con el sudor y la sensación de lubricación absoluta era de más excitante. Me acerqué al borde del balcón y mientras encendía un cigarrillo el se pegó de nuevo a mi espalda y con un movimiento muy ágil me introdujo su polla de nuevo, ayudada por el sudor y lo que quedaba de su néctar dentro de mi, fue un proceso sencillo, yo levanté mi colita para ayudarle en su tarea…

Allí estaba yo apoyada en ese borde, con el sol calentando mi piel más aun y mientras fumaba mi cigarrillo el me penetraba a lo loco una y otra vez… fue algo totalmente surrealista.

No podía fumar, así que lo tiré y haciendo que saliera de mi me puse frente  el y le comí su boca mientras con mis manos le acariciaba su serpiente.

Lo fui acercando a una tumbona que estaba a escasos metros de nosotros e hice que se recostara, una vez allí me dispuse a comerme su miembro por completo.

Cuando comencé a sentir que volvería a explotar detuve mi labor y subiéndome a mi caballo de esta tarde me la introduje toda mientras me ponía sobre el, le cabalgué como una amazona borracha de placer, subía y bajaba toda esa magnífica piel dentro de mi y justo cuando sentí que sus rugidos anunciaban su orgasmo, sentándome por completo me corrí con el orgasmo anal más maravilloso de la vida mientras el me rellenaba como un dulce recién salido del horno.

Me siguió penetrando hasta ya no tener más que darme y yo terminé mi orgasmo con la ayuda de mi mano… caí sobre su pecho y el me tomó por mis nalgas permitiendo que saliera todo de mi… fue simplemente algo que supe jamás se repetiría,  habíamos vivido un premio de la lotería de la vida, de esas cosas que solo pasan una vez…

De repente, despertándome de mi descanso, me dijo, quiero bañarte… a lo que yo asentí y besándole me levante y tomándole de la mano le ayudé a levantar, caminamos hacía el ascensor y está vez entre primero pero quedando frente a frente a el, pisó el botón para ir al departamento modelo y me abrazó besándome y nuestras lenguas bailaban un rito de resurrección, tanto que nuestros miembros al llegar al piso ya comenzaban a crecer, una vez más…

Caminé delante y el me comía con la mirada por detrás mientras yo le daba un show de picardía tocándome la colita y haciéndome la que lo seducía, caminar y danzar completamente desnudos por esos pasillos era algo prohibido y totalmente cachondo. Al llegar al apartamento entré,  ya que habíamos dejado la puerta abierta, me dirigí a las ventanas y el al baño, escuché como abría el agua y me llamaba…

Entre a la ducha, era grande moderna y espaciosa, toda de baldosas blancas, pasé a su lado por la puerta y el me ayudo acariciándome las nalgas, sin detenerme, cuál esclava lista para su tortura, cerrando mis ojos me apoyé de la pared mientras sentía el agua tibia cayendo por toda mi piel. Sentí el gel en mi espalda y luego una esponja llena de agua tibia comenzó a recorrer todo mi cuerpo, a conciencia, lentamente fui quedando completamente llena de jabón, si dejar de estar de cara a la pared abrí mis brazos y piernas apoyando mi cara de las baldosas blancas mientras el acercaba todo su cuerpo a mi, sentía su miembro rosándome con cada uno de sus movimientos, mis nalgas lubricadas por el jabón le buscaban,  su juego era el ponerme más cachonda de lo que ya estaba, dejó la esponja y comenzó a recorrerme toda con sus manos y su pene. Estaba volviéndome loca de placer mientras yo me chupaba mis dedos , con mi boca abierta permitiéndome respirar profundamente mi placer mientras el se pegaba más y más… sentí su pecho, luego su cara que con su lengua buscaba mi boca y su serpiente queriendo entrar a su cueva buscaba la entrada a la misma… la encontró y allí se quedó quieta, mientras yo empinaba más mi colita sintiendo su glande a punto de volver a entrar en mi. Poco a poco el fue moviendo sus caderas hacia mi y yo fui dejándome clavar de nuevo por su taladro amoroso, con mis manos separé mis nalgas para dejarle entrar totalmente y el tomándome de la cara me metió su lengua toda en mi boca que siempre estuvo abierta permitiéndome respirar mi excitación, gemí al sentirla y luego volví a gemir al el entrar totalmente su carne dentro de mi. Me estaba poseyendo y yo dejándome por completo…

Comenzó a meterla y sacarla suavemente mientras su lengua seguía en mi boca, esa serpiente milagrosa, dura y caliente me estaba volviendo loca, mis gemidos debían ponerle a mil ya que él ritmo iba en aumento, y aumentando su velocidad su cuerpo al pegarse a mi hacia un sonido de percusión que inundaba todo el baño. No puedo ni seguir escribiendo, esto es muy fuerte, me da pena aquel que mientras lee este recuerdo no siente lo que yo siento, sentí y sentiré por el resto de mi vida, toda esa virilidad dentro de mi y yo casi ahogada de placer en un grito profundo, colapsé en un orgasmo total cuando comencé a sentir que el se corría dentro de mi, muy dentro de mi… dejó de besarme para embestirme como un toro salvaje mientras yo apoyando mis brazos con fuerza a la pared hacia lo propio para que el entrará más y más aun, me estaba partiendo y esto me tenía completamente loca y llena.

Caímos al piso de la ducha mientras la regadera nos limpiaba el cuerpo y el alma… estábamos profundamente agotados… plenos y felices…

Luego de descansar allí en el piso, me levanté ayudada por él y saliendo de la ducha, tomó una toalla y me secó con mimo, me vestí y casi sin hablar le besé en los labios despidiéndome dulcemente, mientras salía del piso… por primera vez entré en ese ascensor, sola pero plena de recuerdos que jamás habría de olvidar, ese día lo llevo tatuado en mi piel… es un recuerdo que vive y late en mi alma aun después de muchos años…

Continuará…, apenas eran las 4 de la tarde cuando regresé a mi casa ese día…. No me cambio por nadie…. Plenitud absoluta.