Mi primer relación zoo-rica
él sin titubear se acercó y Aaahh!!! Ahhh!! Oh! por dios sssí entro por mi trasero todo lo que pudo, se sentía riquísimo, me volvía loca, gemía y gritaba de placer pues su enorme lengua daba tremendos lengüetazos que iban desde mi coñito hasta mi culito-
UN PLACER RICO SIN COMPROMISO Mi primer relación zoo-rica
Esta es mi verdad que me sucedió hace 3 días, he decidido contarla porque es un secreto y me excita mas contárselos, porque no animo a contarlo a alguien en persona, seria una forma de compartir mi secreto con ustedes sin tener que verlos. Soy una nena hot de 22 años que actualmente vive con sus padres en México, soy blanca de aproximadamente 1.75 de estatura mi cabello pintado de rojizo, delgada y de piernas largas roisas, pechos bastante abultaditos, pompas mido 90 bueno se los dejo a su imaginación. Mi locura empezó cuando empecé a ver unas imágenes de chicas cogiendo con su perro eso me excitaba demasiado que empecé a descargar videos zoo, yo vivo en casa de mis padres, tengo un hermano y mi perrito "Hitler" es un hermoso rotwailer, fiel a mi su dueña y amada cachorra.
Desde que lo compramos a Hitler, me sentí enamorada por ese hermoso animalito de pelito oscuro, aunque ahorita tiene ya un año tiene una excelente fisonomía atlética, auque aunque es un cachorro de tan solo un año, ya había tenido mis primeros acercamientos ricos con Hitler. La primera vez que lo alimente desde de mi mano, sentí un cosquilleo muy placentero que al comienzo me causo risa, pues imaginaba que maravillas podía hacer Hitler con su enorme y áspera lengua. Pasaron varios meses imaginándome como se sentiría su lengua en mis agujeritos, pues en lo personal creo que mis agujeritos son unos de los puntos clave para comenzar a experimentar los inicios del cortejo mujer-hombre, bueno pues después de haberlo soñado e imaginado por varios meses, me decidí a hacerlo, y esperé y espere ya que mis familiares salían por unas cuantas horas y yo quería estar con mi perrito un día entero solita dispuesta a lo que el me ordenara pues en verdad ya sentía una gran ansiedad por descubrir que tan rico era estar con mi perrito ya que en los videos que he descargado se ve que las chicas que cogen con su perro se ve que en verdad lo disfrutan, hasta que ese día por fin llego.
pues mis padres y mi hermano tuvieron que salir de emergencia ya que un tío se había puesto enfermo,(y yo no fui porque en verdad este tío del que les hablo me intento violar y no me llevo con el bueno pero esa es otra cosa) bueno la cosa es que lo fueron a visitar al hospital y mi papa me dijo te quedas cuidando la casa mamita ya que el sabe lo que me intento hacer mi tío, también me dijo que lo iban a cuidar dos días después de empacar se fueron y por fin me encontraba sola por completo, pues esos gloriosos días se me presentaron, era una mañana lluviosa y mi familia se había marchado, estábamos solo Hitler y yo, me encontraba yo muy nerviosa, incluso temblaba de mis piernas, pues el solo echo de imaginar lo que quería hacer, me propiciaba que mi tanguita se humedeciera por completo.
Llamé a Hitler y lo hice entrar en la casa, recordé que a él le gustaba las cosas dulces como los caramelos, entonces fui a la cocina y tomé un frasco que contenía miel, subí a mi cuarto y me puse un liguero y unas medias que llegaban justo a media pierna, luego mi faldita muy corta que era parte del uniforme escolar y una blusa roja que hacia juego con mi escotada tanga, cuando baje Hitler estaba echado en la alfombra de mi sala, entonces me dirigí hacia allá dispuesta a hacer realidad mi fantasía, baje las escaleras y noté como mis pequeños pezones estaban apunto de estallar, se resaltaban por completo de mi pequeña y escotada blusa.
Me senté en el sillón de la sala y después de pensarlo largamente unos minutos tomé el frasco de miel y comencé a untármelo en el cuello, lentamente fui llenando de miel mi cuello y algo de ella se alcanzo a escurrir hacia mis senos, cuando llame a Hitler lo pensé nuevamente pues no estaba completamente decidida, pero inesperadamente se levantó me olfateó y dirigió su cabeza hacia mi cuello, y empezó a lamer todo el dulce que había allí, en ese momento di un gran suspiro por la emoción y el miedo que experimentaba en ese instante, ni siquiera me había dejado pensarlo cuando se atrevió a lamerme, él rápidamente lamía todo lo que allí se encontraba y poco a poco se dirigía hacia el área de mis senos, entonces le ordené con voz quebradiza y titubante que parara, mas en realidad lo decía con un acento que pedía a gritos que siguiera, como si él leyera mis pensamientos rápidamente introdujo su largo hocicó dentro de mi escote y extendía su lengua hasta alcanzar la más mínima porción de miel, fue allí cuando paso su húmeda lengua por mis pezones y solté en un pequeño quejido que expresaba aquella nueva y placentera experiencia jamás vivida.
Él se abalanzaba sobre mi cuerpo tratando de comer todo lo que allí había, para esto mi tanguita estaba completamente mojada, incluso recuerdo que mis fluidos escurrían a lo bruto por mis ricas y torneadas nalgas, yo estaba completamente loca y caliente, me despoje de mi blusa y tomé mas miel, ahora la había untado por todo mi pecho y abdomen, el seguía como loco comiendo todo el dulce, mientras yo completamente excitada me dedicaba a contemplar como su enorme lengua recorría cada sección de mi pecho, a decir verdad me causo un poco de asco el estar completamente bañada en sus babas, pero yo estaba tan caliente que me valió, así que lo empecé a acariciar primero por el lomo y poco apoco me dirigía hacia su órgano sexual, pero antes de llegar a su sexo, lo pensé algunas veces antes de hacerlo, finalmente él volteó y me miró a los ojos como animándome a hacerlo, para mí eso fue mas que suficiente, contuve la respiración y temerosa lo toqué y en mis piernas empezó de nuevo ese temblor, se sentía tibio y picudo, entonces comencé a masturbarlo lentamente, pues no quería lastimarlo, recuerdo que al comienzo podía envolverlo todo con mi pequeña mano, pero al cabo de unos cuantos segundos noté como empezaba a crecer dentro de su piel y aquella punta picuda que sentí, daba sus primeras salidas, se veía rojiza y daba la sensación de parecer un trozo de carne húmedo y filoso, entonces aceleré un poco el ritmo, para esto el ya había dejado de lamerme y simplemente se prestaba a mis caricias, jadeaba un poco, seguramente había logrado aumentar su ritmo cardiaco.
Seguí masturbándolo con ritmo acelerado pero cuidando de no lastimarlo, veía asombrada y excitada como crecía a una velocidad increíble, con una mano lo masturbaba a él y con la otra me daba gozo a mi misma, mi corazón latía con una fuerza impresionante, y mi mano empezaba a temblar, no se si era de la emoción o del miedo al ver tremenda polla sostenida por mi pequeña y delicada mano, llego hasta el punto que ya no podía sostenerlo con una sola mano, yo creo que media aproximadamente unos 20 cm. debido al tamaño tuve que incorporar mi mano izquierda, se sentía de manera muy diferente al pene de un hombre, pues este en lugar de ser chato y liso, presentaba una textura áspera llena de venas rojas que lo envolvían por completo, además era mucho más rígido y grueso que el de un hombre, y su punta no era chata sino que terminaba en forma de bala, era muy caliente y estaba completamente lubricada de un fluido que no tenía olor.
Entonces Hitler comenzó a temblar de las patas traseras, yo creo que lo estaba disfrutando igual que yo el desgraciado, en eso empecé a sentir unas ganas tremendas e incontenibles de sentir ese enorme pene dentro de mi vagina, mas no estaba completamente segura si sería del todo placentero, pues tremendo pene seguramente sería casi imposible que entrara en mi estrecha y pequeña vagina la cual ya había disfrutado de los placeres carnales, sin embargo hasta ese momento nunca había visto un pene de esas dimensiones, estaba lloviendo mas sin embargo hacia calor dentro de mi casa, cuando mire mi pecho descubierto, noté que estaba todo húmedo no sabía si se debía a la saliva de Hitler o el sudor de mi cuerpo que hervía de ganas de sentir la lengua de Hitler dentro de mi pequeño ano, así que sin mas rodeos le ofrecí mis suaves, blancas y bien formadas nalgas, él sin titubear se acercó y Aaahh!!! Ahhh!! Oh! por dios sssí entro por mi trasero todo lo que pudo, se sentía riquísimo, me volvía loca, gemía y gritaba de placer pues su enorme lengua daba tremendos lengüetazos que iban desde mi coñito hasta mi culito, les juro que era de lo mas rico, como nunca antes lo había probado, mientras tanto yo le suplicaba que siguiera, "sí perrito hermoso sigue papacito, come todo lo que quieras mi rey, si por favor haz feliz a tu dueña" y como si el desgraciado entendiera palabra continuó dándose un festín con mis nalgas y mi coñito, a él también le encantaba pues escudriñaba cada parte de mí, buscaba hasta en le mas mínimo rinconcito de mi trasero para saboreárselo, yo completamente caliente tuve mis primeros orgasmos con Hitler, su lengua me había echo lo que hasta entonces ningún hombre ha logrado, el mejor sexo oral de mi vida, en ese momento era completamente feliz, extasiada y sacudida por los orgasmos caí arrodillada sobre el sillón, no estaba en mis 5 sentidos pues quedé ebria de tanto placer.
Aun no me recuperaba cuando Hitler se aferró a mis caderas y sin previo aviso embistió contra mi trasero, Aouch!!! Nooooo!!! Aaahh!!! Por favor Espera!!! grité y trate de quitármelo de encima, por suerte no me había penetrado, estaba asustada y temblorosa o mas bien aterrada pues me tomó por sorpresa y eso no lo tenía contemplado aún, ahora ya no tenía el control de lo que estaba sucediendo, él se había aprovechado de la situación, en serio quería quitármelo de encima pues me estaba lastimando, sus filosas uñas estaban arañando mis caderas, sus patas apretaban mi cintura y su dorso ejercía un peso sobre mi espalda forzándome a inclinarme quedando prácticamente a su merced, luchaba contra el gran animal pues no quería que me penetrara, no en ese momento pues no estaba lista psicológicamente, sin embargo mi lucha era en vano, pues su fuerza era mucho mayor que la mía, envestía sin acertar y yo gritaba desesperada ordenándole que se alejara, pero el no hacia caso estaba como loco, poseído por el instinto estaba dispuesto a follarme aun en contra de mi voluntad, yo seguía luchando cada vez con menos fuerzas, incluso llegue a pensar en pedir auxilio, gritar para que alguien me escuchara y viniera a rescatarme de la bestia, pero no lo hice, tal vez por la vergüenza de que alguien me viera, hice mi ultimo intento pero no pude escapar, Hitler me tenía atrapada, no había escapatoria y cada vez que intentaba levantarme el desgraciado gruñía como gesto de desagrado o desaprobación a mi intento de escapar. No tenía oportunidad de librarme y sin más opción que servirle y saciar sus instintos acepte y me le entregue, pues al fin y al cabo yo era la responsable de haberlo inducido al festín.
Para esto el ya había echo varios intentos de penetrarme y cada vez se acercaba mas el momento que me dejara ir hasta dentro su enorme pene, sin mas remedio incliné la cabeza, levante mis caderas, abrí un poco mis piernas quedando sobre mis rodillas y mis manos, para que me entiendan quede como una perra, dejando en bandeja de plata mi colita y mi coñito para que él me tomara y me hiciera suya. Tras varios intentos dolorosos y fallidos sucedió, Aaahh!!! Aaahh!!! Aaahh!!! Ohhh!!! Noo!!! Aaayyhhh!! Aaayyhhh!!! entró mas de la mitad de un solo golpe, sentí como si me partiera en dos, toco fondo, era caliente grueso y enorme, prácticamente me hizo rebuznar, me obligo a separar todavía mas mis piernas para facilitar la penetración, nunca antes me habían cogido de tal manera, ni me habían llenado completamente el coñito, fue increíble como un trozo de tal tamaño era capaz de entrar por tan estrecha y pequeña conchita, instantáneamente un fuerte orgasmo me sacudió, mientras él envestía con una fuerza bestial, Hitler estaba completamente loco, me apretaba con muchísima fuerza, y me penetraba tan violentamente que me sentía violada y eso me excitaba muchísimo, una y otra vez metía y sacaba su miembro, lo hacia con mucha rapidez, sentía como si me fuera a desgarrar internamente, era delicioso, riquísimo.
El solo echo de mirar por debajo de mi cuerpo y ver como ese enorme trozo de carne me estaba atrancando me hacía venirme nuevamente, su aliento sobre mi nuca me ponía todavía mas caliente, me hacía gritar y suspirar de placer, pero tanto él como yo estábamos dispuestos a que me ensartara todito su miembro, yo levante todo lo que pude mis caderas mostrándole que lo quería todo, además de que ayude balanceando mis caderas hacia delante y hacia atrás, facilitando la envestida, y tras varias estocadas Aaayyhhh!!! Mamaaaaaaá!!!!!! ¡!!Gemí fuertemente incluso algo de llanto escapo de mí, Ohhh! mi dios era ENORME, sentí que me faltaba el aire, mi corazón estaba a punto de parar, quede algo inconsciente, estaba en otro mundo, mareada, mi respiración era agitada, adrenalina corría por todas mis venas, mi coñito estaba reventado, lleno y desgarrado por aquella bestia de dimensiones impresionantes, de mis ojos escaparon unas lagrimas de placer mezclado con dolor, lo mas rico que he probado en mi vida, me sentía violada, usada, reventada, pero sobre todo me sentía como una perra, su perra, entonces hice lo que tampoco había echo antes, comencé a balbucear palabras "Cojéeme toda papacito!! Hazme tuya!!! Tómame negrito!!! Hazme rebuznar por favor!!! Hazme feliz!!! Pues soy tu perrita corazón!!! Sí así sigue, no pares Aaahh!!!" orgasmo tras orgasmo, era un frenesí, todo esto mientras me cogía como un violador a su víctima, puedo asegurar que era un miembro de unos 25 cm. de largo, con un grosor que haría ver diminuto el pene del hombre, mi vagina estaba completamente dilatada, era mi fantasía echa realidad, aquella escena nunca la olvidaré, él montado sobre mi nalgas cogiendome con una desesperación incontrolable y yo ofreciéndole todas mis partes, rebuznando y llorando de placer.
Finalmente Hitler descargó toda su rica y calientita leche sobre mi, sentí como hervía dentro de mí, me quemaba internamente lo que me hizo venirme junto con él, me lleno aún más, todo su semen salió a chorros de mi vagina, escurría sobre mis piernas, algo de semen llego hasta mi abdomen, parecía interminable, salía y salía de mí, estaba empapada, una vez descargada su furia quiso apartarse de mí, pero para nuestra sorpresa quedamos trabados, seguramente mi vagina se había contraído a la hora del orgasmo, Hitler hacia intentos por sacármela pero eso solo me hacía gemir, asustada llegué a creer que nunca más saldría de mí, y aun seguía sorprendida de tal penetración, pasaron unos 15 minutos en los cuales recordaba el acontecimiento pasado, y en los cuales finalmente pudo liberarme de su locura, lentamente y con dificultad me puse de pie, estaba agotada y muy adolorida, la vagina me ardía y chorreaba en abundancia, mis rodillas estaban rojas, mis caderitas arañadas y mi conchita completamente abierta, aun escurría semen por mis largas piernas, lo sentía entre mis nalgas, estaba bañada, había dejado un embarradero en el piso, no podía caminar por falta de fuerzas y porque aun no estaba completamente consciente.
Hitler se lamía lo que le quedaba de miembro, aseándose echado en el piso, yo me secaba el sudor de mi cara con mi falda, era un desorden total, había miel y semen por todos lados, me agache y recogí mi blusa roja, para mi sorpresa Hitler me tiro un lengüetazo limpiando mi trasero, mi coñito y mis piernas de su semen, pasaba su lengua entre mis nalgas haciéndome suspirar de placer, él era otro, había vuelto a ser dócil y amable con migo, él trataba de reparar el daño echo por su desenfrenada locura recompensándome con sus caricias y limpiando lo que quedaba de su atrevida y agitada violación, yo solo me deje querer, suspirando y sonriendo de placer tome mis cosas y lentamente subía a mi recamara, con dificultad llegué a mi cama, en donde me tire y me quedé completamente dormida, desnuda y violada pero feliz.
Realmente les recomiendo a todas aquellas que sienten curiosidad por ser montadas por su perrito, que se animen a hacerlo, no pierden nada con intentarlo, nadie se dará cuenta, solo hay que ser discretas, pues nuestras mascotas nunca podrán negarse a sus instintos además de que nunca serán infieles y nunca contarán nuestros más íntimos secretos.
Espero que les haya gustado este relato de mi experiencia con mi rotwailer "Hitler", no fue la última vez, pues lo he dejado que me coja hasta por el culito, pero esa es otra historia. Autor: Wendy y Hitler
Por favor escríbanme necesito tener amigas zoofilicas mi correo es: wendy_12carrillo@hotmail.com