Mi primer piso de estudiantes... IV (La boda).
Los meses pasaban y la convivencia y la amistad entre los tres compis del piso iba creciendo. Tanto es así que un día vino Laura invitándome a la boda de su prima a su pueblo... ¡menudo compromiso! pero a ver quién se libraba de tal evento con lo bien que nos llevábamos y la afinidad que había...
Los meses pasaban y la convivencia y la amistad entre los tres compis del piso iba creciendo. Tanto es así que un día vino Laura invitándome a la boda de su prima a su pueblo... ¡menudo compromiso! pero a ver quién se libraba de tal evento con lo bien que nos llevábamos y la afinidad que había.
Por su parte Marta iría a tal evento con Juanjo y tendría que aguantar al "cateto de los cuernos" de nuevo... pero en este tiempo ya no me había vuelto a acostar con Marta y lo que quedaba entre nosotros era mucha complicidad.
En esas estábamos preparando la boda cuando tuve el infortunio de caerme de la bici de camino de la facultad fastidiándome la pierna. Y lo clásico, entre que no quería ir con las muletas a la boda y que pasaba de ir al medico llegó el día, teniendo que ir a la boda con alguna pastilla de más y dando "cojetadas"...
Marta y Laura me insistieron para que no fuera pero bueno el efecto de las pastillas suavizaron las molestias, enfundándome mi traje, que me quedaba como un guante, y me fui con ellas.
Llegamos al convite con ganas de comer y bueno... de beber... Yo por las pastillas no podía beber pero por un poco de vino blanco me dijeron que no pasaba nada y bueno no pasó nada, tan solo estaba achispado. La cuestión fue que luego llego el tinto... el champagne para brindar... Acabó la comida y comenzó el baile. Era una hacienda con hotel y la verdad que yo no estaba para bailar así que Laura de vez en cuando se pasaba por mi mesa y me tome alguna copa que otra. Y en esas estábamos mientras Marta y Juanjo discutían en la barra. Yo medio achispado medio en mi mundo solo reía con Laura. En ese momento la tía de Laura, llamada Marisol, se acercó y me dijo que por qué no me levantaba a bailar y le expliqué mi lesión. Junto a la tía de Laura se acercó su marido, un carnicero muy dicharachero que se reía de en tono de broma de mi desdicha. Hicimos buenas migas y me contaba sus lesiones y cortes. Entre copa y copa su mujer Marisol (la tía de Laura y mujer del carnicero) me dijo que ella tenía una crema muy buena que aliviaba dolores y que su marido no viajaba sin ella. Yo pregunté la marca y me dijeron que ellos me la dejaba para que me la pusiera. Ellos se habían hospedado en el mismo hotel de la hacienda de la boda y le dije si podía aplicármela ya. El carnicero me dijo que acompañara a su mujer, viendo mi cara de estar incomodo con la molestia de mi pierna. (el carnicero me veía como un niño de dieciocho años amiguito de su sobrina y fui con ella).
Subí por las escaleras mientras los demás se quedaban en el convite. Marisol era castaña, con media melena, de estatura media y a sus 40 años pese a no estar delgada se notaba que hacía deporte. Era una mujer apretadita y embutida en un vestido amarillo que remarcaba sus curvas.
Llegamos a la habitación, era una estancia típica de madera donde lo rustico y lo moderno se mezclaba. Me senté en una silla mientras ella buscaba la crema en el neceser en el baño. Cuando salió Marisol yo me había remangado el pantalón y bajado el calcetín ejecutivo. Marisol se comenzó a reír y me dijo que la crema era bastante viscosa y que me mancharía si me la aplicaba así... que era un niño y que si me quitaba el pantalón no se asustaría. Me quité el pantalón y me senté en la cama....me quede con la camisa... la corbata y en bóxer. En cualquier momento me habría dado reparo pero bueno quería el efecto de esa crema milagrosa en mi rodilla. Marisol me hablaba un poco como si fuera mi madre y la verdad es que me imponía bastante.
Cuando observó como me aplicaba la crema me dijo que así no me haría nada. Marisol trabajaba en una tienda de perfumería y tenía las manos muy cuidadas. Se acercó y me comenzó a extender la crema que hidrataba a la vez mis piernas depiladas. Mientras me untaba la crema me hablaba de lo suave de mi piel mientras sin darme cuenta me fije en su canalillo en el escote y sus blancos muslos... y sin querer produjo en mi una erección (sabéis por mis artículos que estoy bastante dotado) sin darme cuenta causo que mi miembro se marcara en mi bóxer como una enorme estaca. Ella la miró de reojo sin que yo casi me hubiera dado cuenta y su cara fue de sorpresa pero supo salir del paso y dijo riéndose ahora sé por qué Laura y Marta están tan contentas contigo. Yo me di cuenta e intente acomodármela en el bóxer pero fue peor. Ella murmuró no sabía yo que aún producía esas reacciones en los chicos. Ella me dijo no te preocupes, me halaga (se notaba que también había bebido varias copas de más pues una mujer casada no se habría atrevido a hacer ese comentario). Mientras terminaba y se limpiaba las manos con una toalla le dije... "Nos vamos..." y una sonrisa maliciosa se esbozó en su boca mientras dijo por lo menos enséñame que he producido en ti. Ella estaba de pie y yo recostado. Me agarré mi miembro por encima del bóxer un poco vergonzoso mientras ella decía verla un poco solo. Me sonrojé pero estiré con mis dedos la goma de mi bóxer y mi miembro salió como un resorte enorme. Con las venas de mi tronco muy marcadas y sin descapullar aún pero con la punta brillante de mis líquidos. Marisol soltó un "joder con el niño"... mientras susurro descapúllate que la vea bien... Yo callado y sorprendido estire mi pellejito dejando al aire mi redondo capullo como un fresón babeante... ella murmullaba joder como he llegado a esto si podía ser mi hijo...
Yo sin darme cuenta comencé a masajearme mi miembro mirando su cara de sorpresa mientras en voz baja decía "joder no hagas eso..." se acercó y susurro te voy a hacer la paja de tu vida pero como cuentes algo a alguien te busco la ruina niñato... yo asentí con la cabeza medio asustado... mientras sentía su manita suave masajeando mi polla con autentica devoción sin dejar de mirarla... mis líquidos mojaban mi capullo y mi tronco lubricándome... mientras achispado tuve el valor de decirle "cómetela"... ella dijo nene yo nunca he hecho nada de esto por favor no seas así... mientras acercaba sus labios pintados a mi capullo y daba un lametazo mezclando su saliva con mi humedad haciendo hilos y comiéndose a duras penas pero a la vez tragándose mi miembro con más ganas... mientras se la sacaba lamiéndola y susurrando que rica la polla del niño... mientras me aventuraba a masajearle sus tetas por encima del vestido... tendría una 95 apretada en la copa de su sujetador...
Yo le susurré déjame que te coma las tetas... yo te he dejado que me comas mi polla... despacio arremangando su vestido se sentó a horcajadas sobre mi rozando mi miembro contra su braguita tipo brasileña-... se abrió la cremallera del vestido y abrió su sujetador dejando sus tetas frente a mi boca. Sus pezones rosas de punta duro como piedras pasaban por mi boca... húmedos... y ella jadeaba maldiciéndose y lamentándose por lo que estaba haciendo. Mientras mis manos jugaba pasando de comerme de un pezón a otro...pellizcándolos suavemente...mientras ella se movía en braguitas sobre mi polla haciendo ochos... y murmuraba joder niñato como me estás poniendo...con la punta de mis dedos estire sus braguitas y notaba como la punta de mi capullo rozaba entre su culo y su coñito depilado empapado. Notaba lo dilatada que estaba mientras suplicaba "no nene que no tienes condón..." Pero fue notar mi capullo entre los labios de su coño y dejarse caer sobre mi polla...clavándose... Un gemido y entre jadeos decía "Cabrón...niñato... me estás follando..." mientras comenzaba a saltar despeinada y resoplaba mordiéndose el labio y diciendo entre dientes "que rico joder, que polla..." mientras los labios de su coñito apretaban el tronco de mi enorme estaca.
Con sus forma de cabalgar no tardó en comenzar a correrse queriendo disimular los gemidos para que no se oyeran en el silencio del hotel... parecía que el placer la atravesaba entrelazando orgasmos con mi mirada excitada en su cuerpo y aguantando para no correrme dentro... mientras se corría comenzó a comerme la boca y a decirme repetidamente "córrete...préñame niñato..." y sin poder aguantarme mi polla comenzó a escupir leche dentro de su coñito inundándola por dentro. Mientras gemía descontrolado y jadeante...
No tardó en levantarse de mi y decirme que eso no tenía que haber ocurrido y que me vistiera corriendo... me vestí como pude y salí de allí ... satisfecho y curiosamente sin dolor en la pierna...
Pese a que las chicas me interrogaron después no solté prenda... mientras Marisol se tomó mil copas y no se separó de su marido
Para más ideas y crecer en esta temática os dejo mi email en mis datos. Besos.