Mi Primer Pene Grande
Hola En esta ocasión les dejare mi historia con mi primer pene de tamaño considerable espero disfruten mucho tanto como yo de esta experiencia , comenta y valora se vendrán muchos mas . #pene #primeravez #grande
Después de encontrar uno que otro pene en el camino del sexo en donde se le atribuye el goce, fetichismo, atracción, perversión mental y no está demás, la pasión con el amor. Aunque, siendo sinceros, los cuatro primeros son el boom de nuestro siglo, en donde vamos a lo que vamos sin meterle tanto corazón, que en resumidas cuentas, lo llamamos COGER.
Después de esa aburrida intro, ahora sí voy al cuento que es lo que nos interesa, y la verdad es, que jamás pensé encontrarme con un pene que no fuera del tamaño promedio, estamos hablando de unos 13 o 14 cm, éste era un trofeo, algo fuera de serie que definitivamente cualquier mujer desearía tener adentro, o afuera, o como sea, igual el orden de los factores no altera el producto; sin embargo, el asombro va en que el man no prometía mucho, es decir, a simple vista no es el tipo de hombre que una piensa "ese lo tiene grande, es un semental en la cama" sino por el contrario, "lo tiene chiquito, y va a ser una decepción", aunque soy de las que piensan que un hombre merece una segunda oportunidad, pero ojo, sólo en la cama.
Retomando el acto delicioso que viví, porque tenemos que catalogar lo así, sino ustedes más tarde comentarán si no lo es, empezamos con el coqueteo básico, miradita pa' aquí, miradita pa' allá (obviamente solos en el cuarto) ya saben, era la primera vez cogiendo con él, claro está jajaja, porque esa virginidad ya estaba más comprometida de años atrás. Luego de esa mirada, viene esa atracción rara que tenemos los humanos, esa ganas que le pegan a uno de besar a otra persona (qué vaina rara) y de no parar hasta terminar en algo concreto, el caso es que, empezamos a besarnos rico, suavecito, subiendo le el nivel de intensidad con el fin de mojarnos y excitarnos bastante, ese nivel de intensidad es el que detona la culeadera en palabras menores, y es ahí en donde se sabe si el man tiene un paquete bueno o no, pues el bulto se va marcando por debajo del jean o el bóxer, etc, y eso fue lo que pasó, a mi me gusta que si voy besando, voy tocando y delimitando el tamaño, lo cual en este caso uff iba chuleando esas expectativas; el tipo claramente me tocaba también, no vayan a pensar que todo era para él y ya, recuerden que también hay que pensar en una misma (no es consejo sólo para mujeres), el man empezaba a tocarme los senos suave, fuerte pasando del uno al otro, luego bajaba la mano hasta mi vagina y era con ganas de meterme la mano, pero yo nada, primero que se aguante pa' que le den mas ganas de meterme lo ya, porque aja, tampoco matar de una las ganas y chao, total, eso era un bluyineo serio.
Pasados unos 10 minutos de tocadera, estalla el nivel de excitación que una es como "marica métamelo pero yaa" . Vuela ropa para allí, para allá, porque aclaro, si uno va a coger no se va a poner con cosas románticas y suaves, aquí reina las ganas, el fetiche, el sado... En fin, esa ropa vuela como cuando viene un ventarrón y la tenemos afuera colgada en la cuerda; una vez desnudos mi pupila se dilata teniendo un enfoque único en el pene de ese tipo, no puedo decir más que dentro de mis ambiciones no tenía pensado encontrarme uno de ese tamaño y estamos hablando de uno de 18 cm o más, osea hay que ser realistas, a mucho un hombre de color y muchas veces ni eso, pero este era uno blanco, y mi satisfacción desde un principio era algo más normal, sólo por querer coger. Pero, ya cuando lo vi en bola con tremendo palo bien definido, bien marcado, súper parado, hasta bonito y mamable, que sólo me hacia pensar "ya lo quiero adentro y que me dé duro, como a rata", sin embargo, primero tocaba darle su beso con lengua a ese trofeo que provocaba colocarlo en mil y una posición, así que me puse en modo bien perra, él sentado y yo medio acostada boca abajo para que tuviera una vista y agarre tentativo de mi culo con todas las de la ley. Empiezo agarrando con propiedad ese pene daña mentes, y le doy un pico reclamándolo como mío, luego abro mi boca y sacando mi lengua bien húmeda empiezo a pasarla pervertidamente desde la base hasta la punta del glande por cada cara, borde, en resumidas cuentas, TODO, a la vez que ayudo con mi mano agarrada a él subiendo y bajando en repetidas ocasiones, el tipo no se resiste y me manda de tajazo a chuparselo y ahí no hay quien me gane, nada más rico que tener un pene húmedo, mamarlo y sentirlo duro cada vez más, yo le miraba a los ojos mientras le pasaba esa lengua por todo lado y él con su mano agarraba mi cabello y fluía ese movimiento adentro y afuera, lo cual me hace mojar y desearlo más.
Pasado ese momento crucial para continuar a la penetracion definitiva, él me pregunta así con voz de excitacion si quiere que ya se lo meta, y yo como que "mi amor para mañana es tarde, eso lo estoy deseando desde que lo vi en bola" , y sin mas precedente me tira boca arriba, se sube en mi, coge lo que ya se podía catalogar como bate y lo lubrica primero con esa mojada tan hijuemadre que yo tenía, me abre bien de piernas, me extiende los brazos y comienza a meter la puntica, eso me pone maaal, porque es un juego que hace pedir y pedir, claramente el tipo sabía lo que quería, hasta que me hace pedirle que me lo meta todo, y sin mas precedentes, ¡fue la gloria! , me lo metió con unas ganas que me hizo gemir como no lo había hecho en mis anteriores cogidas, esa penetracion me hizo erizar y llenar de placer total, que continuaba con movimientos repetidos, a veces dolía un poco porque vaya que eran unos excelentes centímetros, pero me hacía pedirle más y más como perra encendida. También me agarraba los senos, me los lamia, se quedaba pegado ahí mientras mi vagina seguía palpitando con severa culeada que me estaba metiendo, me agarraba de las caderas durisimo para cogerme con más fuerza. Ese misionero duró unos cuantos minutos o no sé, porque no llevaba ni la cuenta del tiempo, eso para qué.
Continuando, luego me subía las piernas en sus hombros e intentaba darme duro y yo como loca gimiendo de placer y dolor, una sí que es mazoquista en esta vida, en fin, era mi turno. Lo acosté y la que se va montando, pa' estas una jinete bien experimentada, no en edad, sólo en cogidas, y claramente no precisamente me iba a subir de frente a él, diría que no hay posición más rica que estar arriba, de espaldas y que un tipo vea como penetra en su máxima expresión, además de ver las nalgas y el culito de la vieja. No saben todo lo que se sentía tener ese control arriba, subiendo y bajando a mi antojo, pegando esas nalgas a ese abdomen, volviéndolo loco, mostrándole todo y mirándolo siempre mientras era yo quien me lo cogía, luego adopté una posición de sentada para que siguiera mi turno de observar, y ash, que cosa tan deliciosa sentir ese pene entrar en mi vagina sin bajarle el nivel de excitación, de humedad, de cosas que definitivamente tienen que probar.
Terminada esa pose y sin dejarnos venir, el volvió a retomar, pero esta vez me puso en cuatro, otras de las poses ricas del sexo, pero eso ustedes ya lo saben... Ahora se podrán imaginar esa postal que le tenía a ese man, primero que todo no podía faltar el besito, una lamidita, un oral, como lo quieran llamar, total ese man me la chupó ahí deliciosamente antes de volver a penetrarme, levantándome bien la cadera, con el culito bien expuesto y usando esa lengua junto con sus dedos de forma circular, que si no fuera porque quería que me cogiera en esa pose, me habría venido de una... cuando ya estaba en un punto de excitacion máxima, cogió mis caderas con una propiedad única, me traccionó hacia atrás, me agarró del cabello halandolo hacia atrás y me penetró sin compasión, duro, con fuerza y rápido, mientras a la vez me nalgueaba duro, intermitente, después me tocaba los senos, los agarraba, me inclinaba hacia la cama y me daba más y más duro, que yo no aguantaba dejar de gemir, de agarrarme fuerte contra las sábanas y dejar que me lo hiciera, dejar que se corriera, de que él gimiera a la vez y ambos difrutaramos de esa escena hasta venirnos.