Mi primer novio, parte VI

Me puse de pie, cogí de la mano a Ana que tenía las tetas llenas de saliva y algo marcadas por los mordiscos de Cesar, y la lleve a mi habitación. Vi como César se quitaba la camiseta y completamente desnudo nos seguía con su polla apuntándonos. Al entrar en la habitación comencé a besar a Ana.

El lunes me levanté tarde y no hacía muy buen día para ir a la playa,así que me preparé y fui al gimnasio. Esa mañana había 2 chicos bastante guapos que no conocía. Desde que estaba con Cesar andaba más cachonda que antes pese a estar muy bien atendida y me fijaba bastante más en el paquete de los chicos. Cuando acabe me duché en los vestuarios mientras me hacía un dedo, el morbo de estar en un sitio público hizo que no tardara mucho en acabar. Luego me fui para casa y después de comer fui a trabajar en mi coche en lugar de en autobús, me había quedado casi dormida después de comer y no hubiera llegado a la parada a cogerlo.

En el trabajo saludé a Ana dándole 2 besos como siempre, ella parecía muy cortada. No le comenté nada del fin de semana y durante la tarde ya trabajando de forma normal, vi como ella se iba relajando. Cuando salimos le ofrecí llevarla a casa en el coche y aunque la vi algo nerviosa me dijo que si. Durante el trayecto intente no hablar sobre lo que había pasado ese fin de semana y ella tampoco sacó el tema, nos centramos en hablar y criticar a algunos compañeros de trabajo y ella se notaba que se iba relajando, volvía a ser la Ana de siempre.

Después de llegar a casa preparé las cosas para ir el día siguiente a tomar el sol y después de ver un rato la TV con mis compañeras, me fui a mi habitación a leer y dormir.

El martes el tiempo seguía sin ser nada bueno así que repetí la rutina del día antes, gimnasio y trabajo. La primavera estaba siendo muy calurosa, era la primera semana que el sol no calentaba. Ana ya parecía más tranquila aunque tenía la intuición que de momento era mejor no sacar el tema de nuestra aventura.

Al llegar a casa cené y me fui rápido a la habitación, el libro que estaba leyendo me estaba enganchando. Al rato Cesar me llamó por el teléfono.

  • Hola princesa.

  • Hola guapetón. ¿Qué tal estás?

  • Bien, el martes la ruta suele ser más corta. ¿Qué tal tu en el trabajo?

  • Con poco movimiento, parece que Gandía está quedando otra vez muy tranquila, solo con la gente del pueblo.

  • Bien, mejor para que no te agobies mucho. ¿Y Ana?

  • Ayer la noté nerviosa pero intente actuar como si nada y hoy me parecía más la Ana de siempre.

  • Muy bien peque, déjala unos días como si no hubiera pasado nada, hasta el viernes no vuelvas a hablarle del tema, como si fuera algo natural.

  • Muy bien. Tengo ganas de que llegue el sábado para que vengas.

  • Seguro que si. Eres una putita y te mueres de ganas por que te folle a ti y a tu amiga.

  • Si, me da mucho morbo pensarlo, me pongo cachonda imaginando como le comes las tetas.

  • Jajaja, como eres. Esta noche puedes masturbarte viendo sus fotos.

  • Vale, pero veré también alguna de tu pollón para calentarme aún más.

  • Genial. Pero te llamaba para otra cosa que te va a encantar.

  • ¿Si?, cuéntame.

  • Un amigo tiene una casa cerca de Alcoy, con piscina y todo donde se juntan algunos fines de semana en familia o en el verano. El jefe me ha dicho que la semana que viene tengo vacaciones y mi amigo me ha ofrecido la casa para ir esos días. ¿Puedes pedir tu algún día para que vayamos? - unos días en una casa con piscina y con Cesar sonaba a vacaciones perfectas en ese momento, así que casi salté de alegría cuando me lo dijo.

  • Claro, no creo que tenga ningún problema. ¿Cuantos días querías ir?

  • No se, he pensado que podemos ir desde el miércoles al domingo. Comprar víveres y no salir de la casa en los 5 días.

  • Suena estupendo. ¿No quieres que invitemos a nadie más?

  • No se, depende como se nos de este fin de semana con tu amiga podemos invitarla a ella y a Pau para que vayan el viernes o el sábado y ya habremos estado tu y yo unos días solos antes.

  • Estupendo, mañana hablo con el director y te lo confirmo. Me encanta la idea.

  • Muy bien peque. Te dejo descansar, un besazo.

  • Un beso para ti.

Unos días en una casa con piscina con Cesar me parecían la mejor idea del mundo. Muchísimas ideas me venían a la cabeza y me rajita se empezaba a mojar, así que hice lo que Cesar me había dicho, saqué el móvil y mirando fotos de Ana y de la polla de Cesar me masturbé hasta quedar rendida en la cama.

El miércoles me desperté y seguía muy ilusionada con la noticia que Cesar me había dado, esperaba que no hubiera ningún problema. En cuanto llegué al trabajo fui a la oficina a hablar con el director y le pregunté si la semana siguiente podría coger vacaciones, por lo menos unos días. Todos los compañeros tenía un cuadro con las vacaciones escogidas casi desde enero pero yo y mi otro compañero encargado teníamos más libertad para escogerlas durante el año. El director me dijo que no había problema y estuve toda la tarde con una sonrisa en la boca. Había momentos en los que había pensado que no podía salir todo tan bien y que me pondría problemas para coger las vacaciones, pero al final todo estaba saliendo perfecto.

Estaba como loca esperando que Cesar me llamara para decirle que no habría problema en coger esos días y que podríamos ir. Cuando me llamó y se lo dije le noté tan contento como yo y eso me gustó mucho. Estaba muy contenta, mi cabeza no paraba de imaginar cosas y tuve que volver a masturbarme antes de dormir.

El jueves pasó igual que el resto de la semana aunque el calor parecía que volvía y por fin las nubes se iban. Igual el viernes o el sábado podría ir a la playa por fin.

El viernes cuando me levanté el sol brillaba así que cogí la mochila que llevaba preparada desde el lunes y fuí a tomar el sol. Serían cerca de las 12 cuando Cesar me llamó.

  • Buenos días peque.

  • Buenos días. Que raro que me llames a estas horas.

  • Bueno, he hecho un hueco para hablar contigo. ¿Qué haces?

  • Pues he venido a la playa un rato, en toda la semana no había podido y me apetecía. En un rato iré a casa a comer y prepararme para el trabajo.

  • Muy bien, me alegro, se que te encanta ir a la playa. ¿Has pensado que decirle hoy a tu amiga? Deberías empezar a tantearla.

  • No se, a principio de semana lo veía más sencillo pero según se acerca el momento tengo más dudas de que decirle y de como responderá.

  • Vale. No le hagas preguntas, tienes que ser directa y que vea quien manda, actuar como el sábado pasado. Ella tiene que hacer lo que le digamos y punto, no le des opciones.

  • ¿Y si no quiere?

  • No te preocupes por eso. Tu sabes que ella si quiere, ya verás. De momento esta semana la has dejado tranquila, que se relaje, hoy es el momento de volver a ponerla nerviosa, que la cabeza le de vueltas. Cuando os despidáis por la noche dile que mañana iré a buscaros a la salida del trabajo y que he dicho que me muero de ganas de follármela y de comerle bien esas tetas que tiene.

  • Vale, ya te contaré como ha ido todo.

  • OK, tu tranquila, que note que eres tu la que manda.

  • Muy bien, por la noche te escribo. Un besazo.

  • Un beso peque.

La conversación me había puesto algo caliente y nerviosa al mismo tiempo, con el tema de las vacaciones con Cesar me había olvidado un poco de Ana pero ahora tenía que plantear bien como decírselo para que todo saliera bien con ella, tal como Cesar y yo queríamos. Recogí las cosas y me fui a casa a comer y prepararme para el trabajo.

Llegué al trabajo y todo el día transcurrió muy normal. Vi a Ana tranquila, tal vez ella pensará que el tema se había olvidado de verdad o que simplemente no se acordara. Al salir de trabajar lo hicimos juntas y fuimos a la parada de autobús andando.

  • Esta mañana pensé en tomar algo al salir de trabajar, pero estoy bastante cansada - dijo Ana.

  • Si, yo algún viernes acabo sin fuerzas. Tengo ganas de llegar a casa, ver un rato la TV y dormir. Hoy igual me quedo en el sofá dormida y no voy ni a la cama, aprovecho que tengo el piso para mi sola.

  • Jajaja, vaya perezosa.

  • Si, quiero descansar bien para tener fuerzas para mañana. Cesar me dijo que vendría a buscarnos cuando saliéramos. Se muere de ganas de follarte y de comerte las tetas - Ana se quedó un rato callada y luego quiso empezar a hablar.

  • Verás Azu, he pensado...

  • Tu no piensas nada. Ya le he dicho a Cesar que podrá follarte y hacer contigo lo que quiera y no vas a venir tu ahora a “pensar” - tenía que llevar yo la situación, como me había dicho Cesar, no darle opción a que sus miedos no le dejaran hacer lo que los 3 queríamos.

  • Azu, es que es tu novio y...

  • Cesar es mi novio y lo seguirá siendo, tu eres una puta que se muere por tener una polla enorme en su coño y te digo yo que mañana la tendrás, así que trae una maleta con alguna cosa, la ropa interior más sexy que tengas que ya te dije que a Cesar le encanta, y dile a tus padres que mañana duermes en mi casa. ¿Entendido? - le dije en el tono más serio del que fui capaz pero sin resultar enfadada.

  • De acuerdo.

  • Muy bien.

Nos quedamos calladas y pronto llegaron su autobús y el mio y nos despedimos. Cuando llegué a casa le mande un mensaje diciéndole a Cesar que todo seguía según lo previsto y el me respondió con una sonrisa. Al final todo estaba saliendo bien y dormí tranquila.

El sábado por la mañana preparé la casa, cambie las sábanas, fui a comprar para llenar la nevera con cosas para desayunar y para poder comer los 3. Al salir de trabajar el sábado tan tarde no teníamos mucho tiempo para estar juntos y pensé que igual Cesar preferiría comer en casa y no tener que salir, así tendría más tiempo para estar con nosotras. Luego comí y me fui a trabajar. Estaba algo nerviosa por lo que iba a pasar esta noche, pero confiaba en Cesar y esperaba que el supiera llevar la situación con Ana con maestría y que todo resultara tan excitante como esperaba. Al llegar al trabajo la saludé de nuevo con 2 besos, actuando con total normalidad. Ella me los devolvió pero noté que no sabía muy bien como actuar. En los vestuarios había visto que al llegar Ana llevaba una pequeña maleta y eso me tranquilizó, parecía que los planes seguían su curso. Ese día hubo bastante más trabajo que el resto de la semana y me cruce muy poco con ella. Al acabar el turno y salir de los vestuarios, Ana cogió su maleta y vino conmigo en silencio, sin decir ni una palabra. Se había puesto una falda corta y una camiseta que marcaban bastante sus tetas, yo llevaba unas mallas bastante apretadas y una camiseta de sport. Nos despedimos de los demás y salimos a la calle. Allí estaba Cesar esperándonos fuera del coche, se acercó y me beso en la boca con pasión.

  • ¿Qué tal peque? Me moría de ganas de verte.

  • Muy bien amor - después se acercó a Ana y le dio 2 besos.

  • ¿Qué tal Ana?

  • Bien, gracias - Cesar sonrió.

  • Montar, vamos a casa. He encargado una pizza para cenar y la llevaran a casa a eso de las 11.

  • Perfecto - le dije - Piensas en todo.

  • Se intenta, pero si supiera Ana alguna de las cosas que he pensado no se subiría al coche, jejeje  - montamos en el coche, yo a su lado y Ana en la parte de atrás. Cesar puso su mano sobre mi pierna y siguió hablando - Tengo la polla que me revienta. Les dije que llevaran la pizza a las 11, así da tiempo a que me comáis las 2 la polla y a correrme en vuestra cara antes de cenar ¿os parece bien?

  • Ya sabes que a mi me encanta - le contesté.

  • Ana, ¿y a ti?

  • Si, me parece bien.

  • No se, igual no te gusta que se corran en tu cara.

  • No lo se, nunca me lo han hecho.

  • ¿No?, me cuesta creerlo con la cara de zorrita que tienes. ¿Te gusta más que se corran en tu boca?

  • No sé, tampoco lo han hecho nunca - contestaba Ana en voz baja.

  • Bueno, ¿dónde se suelen correr los chicos cuando te follan?

  • Bueno, la mayoría de veces en el condón cuando la tienen dentro y un par de ellos quisieron correrse en mis tetas.

  • Jajaja, claro, como no. ¿Y tu les dejaste?

  • Si bueno, no me importó.

  • ¿Te gustó que se corrieran en tus tetas?

  • Si.

  • Ya me lo imaginaba. Tus tetas van a tener mucha atención este fin de semana, ¿vale?

  • Como quieras.

  • ¿Has pensado que hacerle a tu amiga este fin de semana putita? - preguntó Cesar mirándome.

  • He pensado que podíamos comerle las tetas y quedarnos dormidos con una teta en la boca cada uno.

  • Jajaja, ¿no tienes pensado dejar que me la folle?

  • Claro, puedes hacer con ella lo que quieras.

  • Ya lo se, y ya creo que lo haré. Con ella y contigo, a ver si tengo energía suficiente para hacer con vosotras todo lo que me viene a la cabeza. Ahora no tardaré mucho en correrme Ana, llevo toda la semana pensando en vosotras y vengo muy cachondo, pero te aseguro que después aguanto bastante más, tus agujeritos van a quedar satisfechos.

Llegamos a casa. Cesar cogió su maleta y la de Ana y nos hizo subir las escaleras delante suyo como era su costumbre.

  • Peque, súbele la falda que quiero ver lo que me espera esta noche - yo agarré a Ana para que se detuviera. Después le hice ponerse de espaldas a mi y le levante la falda enrollándola con la goma del tanga que llevaba. Ella tenía la cabeza agachada. Cesar soltó una de las maletas y le agarró una nalga y note como se la apretaba con mucha fuerza, luego se la soltó y le dio un azote que sonó en todo el portal. Volvió a agarrar la maleta - Seguir subiendo, que bien me lo voy a pasar con vosotras. Peque, ¿le dijiste que viniera en tanga?

  • No, pero si le dije el otro día que a ti te gustaba que los llevara. Le mande meter en la maleta la ropa interior más sexy que tuviera.

  • Muy bien, parece que quiere complacerme, aunque este tanga que lleva no me gusta mucho - Ana seguía subiendo las escaleras sin decir nada, detrás de mi para que Cesar pudiera verla de cerca - Espero que lo que tiene en la maleta si me guste, no quiero tener que castigarla ya el primer fin de semana.

Cuando llegue arriba me giré para verles y pude ver que Ana estaba muy colorada, imagino que estaba muy avergonzada de enseñar el culo a Cesar en el portal y de que alguien pudiera verla. Abrí la puerta y entramos al piso. Cesar soltó las maletas y se acercó a mi, me agarró del pelo y me besó con pasión, metiendo su lengua en mi boca y luego mordiendo mis labios.

  • Ven aquí - dijo Cesar mirando a Ana. Ella se acercó y Cesar le quitó la camiseta de un tirón, casi se la arranca. Luego puso una mano a su espalda y con habilidad le desabrocho el sujetador y luego se lo tiro al suelo - Tienes unas tetas preciosas - dijo justo antes de lanzarse sobre ellas y empezar a lamer y morderle los pezones. Ana comenzó a gemir y yo aproveche para ponerme de rodillas y desabrocharle el pantalón a Cesar y bajárselo hasta el suelo. El levantó los pies ayudando a que le desnudara del todo. Lo que dijo en el coche era cierto, tenía la polla ya en su máxima expresión. Sin muchos preámbulos empecé a chupar esa polla que me volvía loca y a meterla en mi boca - Muy bien peque, pero vamos a la habitación, quiero estar cómodo mientras me la chupáis las dos.

Me puse de pie, cogí de la mano a Ana que tenía las tetas llenas de saliva y algo marcadas por los mordiscos de Cesar, y la lleve a mi habitación. Vi como César se quitaba la camiseta y completamente desnudo nos seguía con su polla apuntándonos. Al entrar en la habitación comencé a besar a Ana. Cesar al entrar detrás empezó a jugar con sus nalgas, todavía seguía con la falda levantada. Se las apretaba y le daba azotes.

  • Putita, separa las nalgas de tu amiga - baje mis manos al culo de Ana y agarrando sus nalgas las separé - Vamos a ver como de apretado esta este culito - Cesar sin más preparativos empezó a meterle un dedo en el culo de ella, que se retorcía entre mis brazos mientras yo no paraba de morder su boca - Que apretadito está, luego se lo tendrás que preparar muy bien para que no le haga daño a tu amiga cuando le clave toda mi polla en el - sacó el dedo y la volvió a dar 2 cachetes que sonaron con fuerza en la habitación - Desnudaros.

Yo seguí besando a Ana, luego fui bajando, chupando y mordiendo su cuello, sus pezones que ya estaban durísimos, su vientre, hasta que de rodillas frente a ella le baje la falda y el tanga, le quité las sandalias y comencé a jugar con mis dedos y mi lengua en su coñito. Ella gemía sin parar y notaba como se retorcía mientras agarraba mi cabeza con sus manos y la apretaba contra su sexo. Antes de que se corriera me detuve y al mirar hacia arriba vi como Cesar estaba pegado a su espalda y con las manos no paraba de jugar con sus pechos y sus pezones, los cuales no paraba de pellizcar. Me levanté y empecé a desnudarme yo.

  • Túmbate en la cama - le ordenó Cesar a Ana que obedeció sin rechistar colocándose boca arriba con su cabeza en la almohada - Así no zorrita, a lo ancho - Ana cambio de posición poniéndose a lo ancho de la cama. Cesar se coloco del otro lado de la cama, cogió los brazos de Ana y tiro de ella dejando su cabeza fuera del colchón - Puta - dijo mirándome a mi que ya estaba desnuda - Chupa el coño a tu amiga, yo mientras voy a ver que come una buena polla - yo hice lo que decía mientras veía como Cesar sin más preámbulos metía su polla en la boca de Ana y empezaba a follársela. Mientras comía el coño de mi amiga y le metía los dedos no podía evitar levantar la cabeza para ver como Cesar violaba la boca de Ana. Ella se revolvía para intentar liberarse ya que no podía tragar casi ni la mitad de la polla de Cesar. Tenía la cara llena de babas y lagrimas cuando Cesar por fin me miró y le saco la polla de la boca - Eres un desastre comiendo pollas, pero ya aprenderás, yo me encargaré. Ven aquí putita, vamos a enseñar a tu amiga como se hace.

Yo me fui acercando a la polla de mi novio frotando mi cuerpo con el de Ana. Cuando estaba justo encima de ella, con mis tetas sobre las suyas, Cesar me cogió de la cabeza y metió de golpe su polla en mi boca, casi hasta el fondo. Empezó a follar mi boca, sacándola casi toda llena de mi saliva que caía sobre Ana y metiéndola cada vez un poco más, hasta que por fin consiguió que toda me entrara en la boca. En ese momento me tapo la nariz con su mano mientras que con la otra no dejaba de apretar mi cabeza contra el. Cuando me soltó por fin sacó toda su polla de golpe. Yo abrí la boca lo más que pude para coger aire, cayendo más saliva sobre la pobre Ana, que tenía una visión en primer plano de la mamada que le estaba haciendo a Cesar. Cesar agarró su polla con su mano y comenzó a pajearse, no tardando ni 5 segundos antes de que se corriera con una enorme cantidad de leche que me echo en la cara, entrando mucha en mi boca, y en la cara de Ana. Después de un rato cuando acabó de correrse volvió a agarrarme del pelo y me acercó de nuevo a su polla.

  • Límpiala, que vea Ana como se hace - yo metí su polla en mi boca y ayudándome con mi lengua y mis labios le chupe hasta la última gota de leche. Me tomé mi tiempo en hacerlo despacio, así que aproveche el tiempo en deleitarme chupando esa polla, me encantaba mimarla - Muy bien, ahora limpia la cara de tu amiga - yo miré a Ana que estaba justo debajo de mi con los ojos abiertos como platos. Cogí con mis dedos el semen de Cesar de la cara de Ana y lo llevé a mi boca. Luego repetí la operación pero lleve mis dedos a la boca de Ana que los chupo con lujuria. Miré a Cesar y este sonrió - ¿Te gusta Ana? - Ana solo pudo asentir, no tenía casi ni aire para hablar - Bien, sigue limpiándola Azu - yo pasé mi lengua por la cara de Ana, recogiendo todo la leche que podía de mi novio y llevándolo a la boca de Ana, donde las 2 nos besábamos mientras la tragábamos - Habéis estado muy bien, pero Ana tiene todavía mucho que aprender sobre como comer bien una polla. Voy a limpiarme un poco - se fue al baño y no pude evitar mirarle. El ver como nos chupábamos la una a la otra y el tiempo que había estado limpiando su verga con mi boca, había hecho que estuviera otra vez a punto, tenía el pene totalmente erecto. Mientras Ana y yo nos quedamos en la cama tumbadas boca arriba una al lado de la otra si hablar.

Cesar no tardó en volver, y justo cuando entraba en la habitación sonó el telefonillo.

  • Venga, ir al baño a limpiaros un poco para cenar que ya traen la pizza, luego continuaré con vosotras - dijo agarrándose el pene con una de sus manos.

Cogí a Ana del brazo y la lleva hasta el baño. Allí nos metimos debajo de la ducha y la lave la cara y el cuerpo quitándole la saliva y la leche que le quedará de Cesar. Me tome mi tiempo en frotar sus pechos que cada vez me gustaban más, y después me lavé yo. Oíamos como Cesar hablaba con el repartidor y como luego se cerraba la puerta.

  • ¿Te ha gustado? - la pregunté.

  • Ha sido una pasada, te ha metido toda la polla en la boca, no se como has podido tragártela entera.

  • Tu también podrás, yo antes no era capaz ni con la mitad, y ahora ya ves - le dije acariciando su cara.

  • Me parece imposible, no creo que pueda.

  • Ya verás como si, tendrás esa polla entera en tu boca, en tu coño y en tu culo. Vas a disfrutar como nunca - ella sonrió y me beso. Después nos secamos y fuimos al salón donde Cesar nos esperaba vestido con un pantalón corto y una camiseta de tirantes. Ya tenía la pizza, los platos y alguna bebida en la mesa.

  • ¿Habéis tardado mucho y todavía estáis así? No me gusta que andéis desnudas por casa, y menos para cenar. Ir a poneros algo.

Fui a la habitación y Ana me siguió. Al entrar me miró con cara de no entender nada.

  • Ya te he dicho que le gusta verme con ropa interior sexy, no le gusta que ande desnuda por casa - no se como se me había podido olvidar, el estar pendiente de Ana hacía que estuviera algo despistada. Me puse las medias que tanto le excitaban, quería compensarle por el error de haber ido desnuda al salón, un tanga de hilo y un sujetador muy sexy que me tapaba prácticamente solo los pezones. Me giré para que me viera - A Cesar le encanta cuando me pongo estas medias.

  • No me extraña, te hacen un culo increíble.

  • Si, la primera vez que me las puse para él no se pudo resistir y me tuvo que desvirgar por atrás. Enséñame que has traído para ponerte.

Ana sacó su ropa interior de la maleta, había traído varios conjuntos. Yo le elegí para que se pusiera uno que tenía con liguero y todo, era precioso. El sujetador solo era como unas cuerdas que dejaban sus pezones totalmente al aire. La miré y ella sonrió.

  • Lo compré esta mañana para estrenarlo hoy.

  • A Cesar le va a encantar, seguramente ni te lo quite para follarte.

Nos “vestimos” y volvimos al salón. Cesar se quedó un rato mirándonos con la boca abierta. Luego con un gesto de la mano nos mando hacer un giro de 360 grados para vernos enteras.

  • Habéis tardado bastante pero la espera ha merecido la pena, estáis impresionantes. Estaba un poco enfadado porque me habéis hecho esperar, pero viendo a mi peque con esas medias le tengo que perdonar todo. Sentaros y vamos a cenar.

Nos sentamos en la mesa y comenzamos una conversación de los más normal, hablando sobre el trabajo y sobre como nos había ido la semana. Cuando acabamos Ana y yo nos levantamos a recoger la mesa y después trajimos unos helados. Cesar nos miraba mientras comíamos los helados y sonreía. Cuando terminamos Cesar separó su silla de la mesa y se hecho hacia atrás.

  • Ven aquí - dijo mirando a Ana. Ella se puso de pie y se acercó quedando frente a él - El sujetador es muy bonito pero prefiero ver esas tetas sin nada puesto, quítalo - Ana se lo desabrocho y lo dejo caer al suelo. Cesar estiró las manos y empezó a jugar con sus pezones apretándolos y retorciéndolos. Después se puso de pie y tiro de ellos con fuerza hacia arriba. A Ana se le escapaban gemidos mezcla de dolor y de placer, momento en el que Cesar le soltó los pezones y empezó a darle cachetes con la mano abierta en las tetas haciendo que estas votaran de manera muy excitante. Yo no podía quitar la mirada de como mi novio castigaba las tetas de mi amiga - Apóyate en la mesa - Ana puso las manos en la mesa y saco el culo hacia fuera, pero no era esa la posición que quería Cesar, que puso su mano en la espalda de Ana y la empujó, haciendo que sus tetas y su cara quedaran apretadas contra la madera - Así - luego le soltó un fuerte azote y cogió la silla, sentándose justo detrás de ella. Pude notar como Cesar apartaba el tanga y empezaba a jugar con el coño y el ano de Ana, que con los ojos cerrados no paraba de gemir. Yo empecé a acariciarme el coño, estaba muy cachonda y no me podía aguantar. Justo en ese momento Cesar se puso de pie y mirándome a los ojos me mandó parar - A ti no te he dicho que te toques. Vaya par de putas que sois, no se aguantan las ganas de correrse, pues vais a tener que ganároslo. Vamos un rato al sofá a ver la TV - dijo mientras se dirigía a sentarse. Ana y yo nos miramos, llevábamos todo el rato sin habernos corrido y a mi me costaba aguantar más, pero sabía por experiencia que era mejor no decir nada y esperar a que Cesar consiguiera arrancarnos un orgasmo con su polla.

Nos sentamos una a cada lado de Cesar y el encendió la TV y se puso a zappear buscando algo que ver. Luego mirando a Ana le preguntó:

  • ¿Te has corrido desde que llegamos?

  • No.

  • Si te digo que no voy a dejar que te corras en todo el fin de semana pero que si quieres puedes irte ahora mismo y follarte al primero que te apetezca, ¿que harías?

  • Quedarme, necesito sentir tu polla dentro de mi.

  • Jajaja, me encantas. Ponte de rodillas y empieza a chuparme la polla, que te hace falta practicar - Ana se puso frente a Cesar, le ayudó a quitarse el pantalón corto, no llevaba ropa interior debajo y su polla salto como un muelle. Se puso de rodillas como le había ordenado y comenzó a lamerle la polla poco a poco. Entonces Cesar me miró - ¿Te has preparado el culo para mi?

  • No, no he tenido tiempo.

  • Menos disculpas, no se que habéis estado haciendo tanto tiempo en el baño pero si te has puesto esas medias es porque querías que te follara el culo, así que vete rápido al baño que tu amiga va a ver como te lo rompo.

Me levanté y fuí al baño casi corriendo. Me senté en el bidet y me limpié como Cesar me había enseñado, abriendo un poco mi ano para que no me doliera tanto cuando me la metiera hasta el fondo. Volví al salón y la escena era la misma que cuando me había ido, Cesar recostado viendo la TV con una mano en la cabeza de Ana que seguía chupándole la polla. Volví a sentarme donde antes y Cesar hizo que Ana levantará la cabeza tirando de su pelo.

  • Aquí no estoy yo solo, ahora comele el coño a Azu, estás aquí gracias a ella, así que se agradecida.

Ana se acercó gateando hasta mi, me quitó el tanga para lo que yo la ayudé levantando el culo del sofá. Luego me recosté dejando mi culo en el borde y abrí las piernas para dejar que Ana me diera placer con su lengua y sus dedos. Empezó poco a poco a chupar mis labios y mi clítoris, a meter y sacar un par de dedos de mi coño hasta que de pronto noté como Ana ya casi no podía seguir y tenía su cara apretaba contra mi chocho. Me incorporé y vi lo que ya imaginaba que estaba pasando. Cesar se había puesto detrás de Ana y la estaba follando sin mimo ninguno. Empezó a apretarle las nalgas dejando sus dedos marcados y al rato comenzó a azotarla.

  • Venga puta, sigue chupando mientras te meto mi polla hasta el fondo.

Vi como Ana seguía con sus tanga puesto, Cesar solo se lo había apartado para follarla. Aunque le estaba costando mucho, Ana seguía chupando mi coño haciendo que me corriera casi al mismo tiempo que ella. Cesar se levantó y tirando del pelo de Ana la apartó de mi. Luego me cogió y me hizo girarme, poniéndome de rodillas en el suelo con el cuerpo apoyado en el sofá.

  • Bueno, ya os habéis corrido, pero como sabe Azucena, esto solo acaba de empezar. Chupa el culo de tu amiga antes de que le meta mi polla - note entonces como una lengua empezaba a pasar por mi ano y la saliva mojaba mis nalgas y se deslizaba hasta mi coño - Muy bien, ahora déjame a mi - Cesar se puso detrás de mi, apoyó su capullo en mi culo y fue empujando poco a poco hasta tenerla casi toda dentro. Yo mordía los cojines para no gritar y hoy como Ana exclamaba.

  • Uauhhhhh, la tienes casi toda dentro.

  • Ven aquí, ponte encima de ella, quiero ver también tu culo - noté como Ana se ponía encima de mi, sus tetas estaban sobre mi cabeza, cuando Cesar empezó con su mete y saca en mi culo mientras chupaba el coño de Ana y jugaba con los dedos en su culo. Así estuvo un buen rato, haciendo que me corriera de nuevo y por lo que pude notar cuando Ana me apretó con fuerza los brazos, consiguiendo lo mismo de ella. De repente empezó un ritmo más rápido y comenzó a azotar mis nalgas y las de Ana, alternando sin orden unas u otras, hasta que de repente noté como su verga descargaba la leche dentro de mi culo. Después se dejo caer aplastando a Ana contra mi.

  • No hay nada como follarse este culo, eres increíble peque - se levantó y se separó de nosotras. Luego cogió a Ana del brazo y tiro de ella hacia él - Limpiame bien la polla, antes viste como lo hacía Azu, así que esmérate.

Me giré y pude ver como pasaba su lengua por aquella polla, desde la base hasta la punta, para después metérsela en la boca y apretar sus labios para sacarle hasta la última gota. Repitió la operación varias veces hasta que Cesar la mando parar. Cogió su cabeza y la aplastó contra mi ano.

  • Saca la lengua - noté como Ana volvía a chuparme el agujerito y tragaba la leche de Cesar. Después de un rato oí la voz de Cesar algo más lejos - Muy bien, vas aprendiendo. Ahora vete al baño con Azucena y limpiala bien el culo, y que te ayude a prepararte el tuyo por si luego me apetece follártelo. Voy a beber algo - y le vi como iba a la cocina.

Las 2 nos fuimos al baño y nos limpiamos y volví a explicar a Ana como prepararse bien por si Cesar quería follarla por detrás. Cuando volvimos al salón Cesar estaba sentado de nuevo en el sofá y sobre la mesa había 3 copas preparadas.

  • Venga chicas, vamos a brindar por una gran noche - brindamos y bebimos hasta tomarnos casi media copa cada uno - Bien, ahora vamos a la cama, quiero follarme a Ana otra vez y correrme en sus tetas, y tu peque lleva el móvil y no pierdas detalle - miró a Ana a los ojos - Y tu prepárate porque ahora no voy a ser nada suave - se acabó la copa de otro trago y empujó a Ana hacia la habitación.

Entre después de ellos con el móvil en la mano. Cesar le mandó a Ana que se quitara el tanga y se tumbó en la cama completamente desnudo.

  • Siéntate encima de mi, quiero ver como me montas y te metes mi polla entera tu sola - Ana se sentó a horcajadas sobre Cesar y agarrando la verga con la mano mientras bajaba, se la fue introduciendo. Empezó poco a poco a subir y bajar mientras Cesar se mantenía quieto mirando como ella se movía. No se la veía muy cómoda en esa posición así que cambio apoyando sus rodillas en la cama y echando su cuerpo hacia adelante, con las manos en el pecho de Cesar. En esa posición su culo sobresalía más hacia donde yo estaba. Era más pequeño que el mio pero se le veía firme y duro. Me acerqué con el móvil y saque la primera de las fotos, donde se veía perfectamente el agujerito del culo de Ana y como la polla de Cesar estaba casi la mitad dentro de su coño - Échate para atrás quiero ver bien tus tetas.

Ana puso su cuerpo más recto pero siempre con cuidado, sin dejar que la polla de Cesar acabará entera dentro de ella. Seguía moviéndose despacio y Cesar con las manos debajo de su cabeza se limitaba a mirarla. Me acerqué a la oreja de Ana y después de mordisquearla, le dije como tenía que moverse.

  • Mueve la cadera haciendo la forma de un ocho - ella comenzó a contornearse sobre Cesar en lugar de subir y bajar. Veía como cerraba los ojos y suspiraba mientras su cuerpo no se detenía. Volví a fotografiarla desde atrás y vi como se había introducido bastante más del miembro de Cesar - Muy bien - le dije y comencé a besarla metiendo mi lengua en su boca y jugando con ella. Cada vez me gustaba más besar y chupar esos finos labios. A Ana le costaba cada vez más respirar con la boca llena de mi, empezaba a jadear y note como me mordía ligeramente mis labios - Sigue, métela entera - me aleje y volví a ponerme detrás de ellos para seguir con las fotografías, que alternaba con alguna de las tetas y la cara de Ana, que tenía los ojos casi en blanco. Por fin tenía toda la polla de Cesar dentro y tenía la boca abierta, casi desencajada por el placer.

  • Muévete más rápido - le ordenó Cesar justo después de darle un cachete en una de las tetas. Ana empezó a subir y bajar con más ritmo y Cesar le volvió a dar otro cachete que sonó en toda la habitación - Más rápido, quiero ver esas tetas votar sin parar - me moví para ponerme de frente a Ana y grabar un pequeño vídeo de sus pechos saltando, eran preciosos. Cesar empezó a apretarle los pezones y siguió dándole cachetes mientras Ana aceleraba la cabalgada hasta que después de casi 15 minutos encima de esa polla, se corrió dejándose caer sobre mi novio. Cesar la dejo relajarse un par de minutos y luego la apartó a un lado quedando ella en la cama boca arriba - Vaya putita más desagradecida, ni siquiera se ha preocupado de que yo me corriera y ha parado. Mañana la castigaré por eso pero ahora te toca a ti peque - se levantó, me quitó el móvil de la mano y me puso de rodillas en la cama. Mi cara estaba cerca de la de Ana, que aunque con los ojos abiertos, parecía casi desmayada. Cesar apoyo sus brazos en mi espalda haciendo que mi culo quedara en pompa - No aguanto la visión de tu culo con estas medias, me explota la polla - dijo justo antes de metérmela entera en el coño.

Puso sus manos en mis caderas, apretándome con fuerza y empezó un mete y saca rápido y con furia que no tardó en conseguir que me corriera. Ver como Ana había cabalgado aquella verga me había puesto muy cachonda. El tampoco aguantó mucho más y de repente saco su polla de mi coñito, agarró a Ana de los brazos y tiró de ella acercándola hasta él para luego empezar a sacudírsela hasta correrse en las tetas de mi amiga. Yo no pude resistirme y me lancé a chupar su verga y dejarla brillante alternando con las tetas de mi amiga que seguía con los pezones duros. Seguí hasta haberme tragado todo el semen de mi novio que me acariciaba el pelo mientras me miraba sonriendo.

  • Me habéis dejado seco. Peque, coge el móvil y saca unas buenas fotos de esas tetas, quiero tenerlas en mi colección - me dijo Cesar que me dio el móvil y se puso detrás de mi mientras sacaba las fotos para ver en la pantalla lo que iba fotografiando - Muy bien, desnudaros del todo para dormir, ya mañana me volveréis a hacer un pase de lencería.

Yo me quité las medias y luego ayude a Ana a hacer lo mismo con sus medias y su liguero. Cesar se tumbo en un lado de la cama y con su mano le hizo un gesto a Ana para que ella se pusiera en el medio.

  • Tumbate aquí, en el medio, así los 2 podremos disfrutar de tus tetas esta noche.

Ana hizo lo que le había mandado quedando yo en el otro lado de la cama, del lado de la ventana, como Cesar y yo solíamos dormir. Cesar y yo nos abrazamos a Ana y acariciando sus pechos nos dormimos.

Se veía ya entrar el sol por la ventana cuando note que alguien se levantaba. Me giré y vi la espalda desnuda de mi novio, que seguramente se levantaría para ir al baño. Al rato volvió y vi como se volvía a meter en la cama. Intente dormir un poco más y al rato me volví a despertar, ahora era mi turno de ir al servicio. Me levante desnuda y vi a Ana dormir ladeada mirando hacia mi lado de la cama, mientras que Cesar dormía boca arriba. Se podía notar por el bulto bajo la sábana que su polla ya estaba despierta aunque el siguiera durmiendo.

Al volver del baño vi como Ana ya estaba despierta. Estaba boca arriba con los ojos abiertos mirándome y una sonrisa de oreja a oreja.

  • ¿Qué tal has dormido? - le pregunté.

  • Genial, estaba agotada - me contestó riendo.

  • Ya imagino.

En ese momento Cesar abrió los ojos y nos miró sin decirnos nada.

  • Buenos días guapo - le saludé.

Entonces se incorporó un poco apoyando parte de la espalda en el cabecero de la cama, agarró del pelo a Ana y acercó la cabeza de mi amiga a su polla.

  • Venga, a desayunar - Ana se revolvía intentando acomodarse y al final acabo metiendo casi la mitad de aquella verga dentro de su boca. Cesar apretaba con fuerza la cabeza de Ana intentando que le entrara toda dentro - Venga, te vas a tomar tu desayuno. No me olvido que ayer me dejaste a medias sin correrme así que hoy no vas a salir de esta habitación hasta que te hayas tomado hasta la última gota de mi leche. Además, te vienen bien unas lecciones de como chupar una polla - yo seguía de pie mirando la escena. Normalmente Cesar se levantaba excitado pero menos brusco que esta mañana. Ana parecía ahogarse, casi no era capaz de respirar y encima su posición no era muy cómoda. Las babas empezaron a caer por la verga de mi novio y sus ojos se humedecieron con alguna lágrima - Bien, sigue así, mójame bien la polla por si me apetece follarte por el culo no rompértelo.

Cada vez veía más rabo de Cesar en la boca de mi amiga pero eso parecía que a él no le valía y seguía apretando. Pasaron varios minutos cuando por fin Cesar se cansó de esa posición.

  • En fin, veo que me va a costar bastante hacer de ti una buena chupapollas - dijo Cesar mientras tiraba del pelo de Ana para apartarla. Se levantó de la cama y vi como Ana hacía esfuerzos para coger aire - Ven aquí putita - dijo mientras hacía un gesto con la mano hacia mi - Tumbate boca arriba en medio de la cama, con la cabeza pegada al cabecero.

Yo hice lo que me decía, haciendo que Ana se apartara un poco.

  • Ahora tu ponte de rodillas en la cara de Azu, pon bien tu coño en su boca, a ver si excitándote como la perra que eres la chupas mejor, de frente a mi - Ana obedeció poniendo su coño en mi boca, que rápidamente empecé a chupar y mosajear con mis dedos - Muy bien peque, menuda puta estás hecha, tu no te cansas.

Me costaba ver lo que Cesar le hacía a Ana, pero a veces intuía como le pellizcaba los pezones y jugaba con sus tetas. Ana empezaba a chorrear por su coño cuando empecé a oír como Cesar comenzaba a darle cachetes en las tetas.

  • No me cansaré nunca de jugar con estás tetas, son perfectas. Abre la boca y esfuérzate o tendré que ponerte un castigo - Cesar volvió a meter su polla en la boca de Ana y a apretar con fuerza. Poco a poco esa verga fue entrando más y más, la cabeza de Ana estaba apretada contra el cabecero y pude oír como justo en el momento en que Ana se corría en mi boca moviendo sus caderas para frotarse más contra mi, Cesar le decía - Muy bien puta, ya tienes toda la polla en tu boca, muy bien, mueve la lengua de dentro hacia fuera, jajaja, sigue que te está gustando más a ti que a mi, mira como tiemblas - después de unos minutos follando la boca de mi amiga Cesar le dijo - Bien, ahora me voy a correr, trágate hasta la última gota y déjala bien limpia - note entonces como Ana dejaba de moverse y se oía su garganta intentado tragar el semen de mi novio. Paso un rato hasta que Cesar volví a hablar - Muy bien, has mejorado un poco, ya seguiremos con más lecciones, pero ahora haz que Azucena se corra como ella te ha hecho a ti.

Ana se incorporó y se fue moviendo hasta ponerse de rodillas entre mis piernas. Acercó su lengua y sus manos a mi coño encharcado y empezó a darme placer. Cesar todavía debía tener la polla dura porque vi como se ponía detrás de Ana y le metía la polla, momento en el que Ana casi me arranca el clítoris con los labios. Oí la risa de Cesar, imaginé que se la debía de haber metido entera de un empujón, que empezó a retirarse de dentro de mi amiga. Le metió más suavemente los dedos y de repente se los sacó comenzando a darle cachetes en sus labios vaginales. Volví a notar como Ana se estremecía con un nuevo orgasmo, que la hizo apretar más su boca contra mi coño consiguiendo que yo también me corriera en su cara.

  • Sois estupendas chicas. Voy a ducharme mientras preparáis el desayuno. Hoy os quiero así, cubiertas de jugos y de saliva y no os lavareis hasta que me vaya.

Cesar se fue al baño y yo y Ana nos quedamos un rato en la cama relajadas.

  • Madre mía Azucena, vaya polla tiene tu novio y que manera de usarla, nunca me habían follando así ni parecido. Ni se las veces que me he corrido.

  • Ni yo, pero se ha ido a duchar con la polla todavía dura así que todavía nos queda alguna más hoy.

  • No se si podré chupársela más, me duele la boca, es un poco bruto.

  • Eso es porque no la sabes chupar, tu hazlo bien y ya verás como es suave contigo. De todas formas si no quieres chupársela más, cuando te lo mande, ofrécele que te folle el culo así igual le convences.

  • No se, nunca lo he hecho por ahí y con ese pollón me da miedo.

  • Yo también tenía algo de miedo pero ahora lo disfruto muchísimo. Que tenga esa polla tan grande es una ventaja, no un inconveniente - oí como el agua de la ducha se apagaba así que le dije a Ana - Rápido, vamos a ponernos algo de ropa interior y a hacerle el desayuno antes de que salga.

Las 2 nos levantamos de un salto. Yo me puse un tanga azul con bordados y un sujetador a juego. Ana se puso un tanga negro de hilo muy bonito con lazos a los lados. Iba a ponerse un sujetador a juego cuando le dije que no lo hiciera, que a Cesar le gustaría verle las tetas mientras desayunábamos, y casi corriendo fuimos a la cocina para empezar a preparar las cosas.

Oímos como Cesar entraba en la habitación y al poco rato entraba en la cocina con un pantalón corto y el pecho al descubierto. Nos había dado tiempo a hacer algunas tostadas que comimos con un café, zumo y embutido mientras hablábamos con normalidad.

  • Que gusto desayunar viendo unas tetas como las tuyas - le dijo Cesar a Ana.

  • Gracias.

  • Hazme un favor y vete a la habitación por una camiseta para mi, tengo algo de frío.

  • Claro - contestó Ana. Al pasar junto a Cesar que era el que más cerca estaba de la puerta, este aprovecho para darle un buen cachete en el culo que hizo a Ana dar un salto. Cuando salió de la cocina Cesar me miró - Se ha portado bastante bien, creo que podemos invitarla a venir el fin de semana que viene a nuestra casita de vacaciones con nosotros.

  • Perfecto, me encanta la idea - le contesté imaginando como los 3 follábamos en la piscina y mojándome un poco. Seguimos desayunando y al rato volvió Ana con una camiseta para Cesar.

  • Gracias guapa. La semana que viene Azu y yo vamos unos días de vacaciones a una casa que nos dejan en Alcoy. ¿Te apetece venir?

  • No se, no tengo las vacaciones pedidas.

  • Bueno, tienes tiempo para pedirlo, inventa algo. Nosotros iremos el miércoles por la mañana. Si pides el viernes y el sábado libre puedes ir en autobús hasta Alcoy y yo voy a buscarte para llevarte hasta la casa. Tiene piscina y todo.

  • Bueno, no se - contestó Ana mirándome y buscando mi aprobación. Yo le sonreí y con la cabeza le hice un gesto de que estaba de acuerdo - Bueno, si os apetece que vaya por mi bien.

  • Claro que nos apetece, Azu y yo vamos de vacaciones, necesitamos una chica que nos haga la comida y nos haga de chacha, ¿te parece bien verdad?

  • Claro - contestó Ana que en ese momento agachó la cabeza.

  • Y si además tiene unas tetas como las tuyas y un culo virgen para desvirgar, mejor que mejor. Pero te tienes que ganar que te llevemos. Hoy no te voy a follar más, tengo que cuidar de mi novia que no quiero que se quede con las ganas y ande buscando quien la folle ese culazo que tiene. Pero quiero ver que puedes llegar a ser una buena putita. Nos contarás una fantasía sexual mientras me follo a Azu, si tu historia nos gusta el fin de semana que viene vendrás con nosotros, sino no. ¿De acuerdo?

  • Como quieras.

  • Muy bien. Azu y yo vamos a la cama, quiero pasar un rato con mi novia. Recoge la cocina y mira en la nevera que hay para preparar la comida. Vamos peque - yo me levanté y seguí a Cesar a la habitación. Cuando entramos el cerró la puerta.

  • Que malo eres con ella, ¿no ves como se sonroja cuando la hablas así?

  • Tu eres mi novia sumisa, ella tendrá que ganarse su papel. El de perrita está libre pero tiene que demostrar que puede hacerlo. Vamos a dormir un poco, deja que se vaya metiendo en su personaje. Chupamela mientras me duermo - Cesar se acostó boca arriba y yo empecé a comerle la polla y a llenársela de saliva como a él le gustaba. Estuve un buen rato y el tenía ya la polla durísima cuando tirándome del pelo me separó de ella dejándome con ganas de más - Para, vamos a dormir que me tenéis casi seco y luego quiero volver a follarte.

Yo paré sin protestar como hacía siempre que Cesar decía algo y me tumbe junto a el. Pronto me abrazo poniendo su verga entre mis nalgas y deslizando su mano entre mis piernas, la introdujo por debajo de la goma del tanga y luego metió un dedo en mi sexo. Empecé a gemir y a mojarme y al rato Cesar paró.

  • A dormir, me gusta dejarte cachonda.

Me costó pero al final me quedé dormida un rato. Cuando me desperté besé a Cesar, que me devolvió el beso con pasión.

  • Vamos, a ver que ha estado haciendo nuestra nueva perrita. Y tu métele algo de caña también, quiero ver como lo haces - me dijo Cesar.

Salimos de la habitación, él iba completamente desnudo y fuimos a la cocina. Al entrar vimos a Ana cocinando.

  • ¿Qué tenemos de comer? - preguntó Cesar.

  • Vi que en la nevera había costilla y la he metido al horno. Ahora estoy haciendo una ensalada para acompañarla.

  • Muy bien - le dije yo mientras me acercaba a ella y empezaba a sobarle el culo - huele muy bien.

  • Gracias.

  • Vamos al salón, a ver si en este rato te ha dado tiempo también de inventarte una buena historia para excitarnos - le dijo Cesar.

  • Deja eso, venga - le dije yo al tiempo que le apretaba una de las nalgas y después le soltaba un azote.

Cesar entró el primero en el salón y se sentó en el sofá, recostado.

  • Ponte a mi lado peque. Tu zorrita siéntate allí - dijo señalando al sillón que había al lado - Quítate las bragas, quiero verte el coñito mientras te masturbas - yo me senté junto a Cesar y empecé a sobarle la verga que no tardo en estar tiesa otra vez - Espera, chúpame antes un poco la polla y el coño a Azu.

Ana se arrodillo frente a él y empezó a metérsela en la boca poco a poco. Pasaron un par de minutos cuando Cesar le tiró del pelo.

  • Ahora come el coño de Azucena - Ana se movió de rodillas hasta ponerse frente a mi, levanté un poco el culo para que ella me quitara el tanga y luego comenzó a comerme el clítoris y a pasar su lengua por mis labios vaginales. Con sus dedos empezó a separarlos y a meter la falange primero, y el dedo entero poco a poco. Yo cogía con mis manos la cabeza de Ana y la apretaba contra mi coño, moviendo mis caderas para frotarme contra ella.

  • Venga puta, chupa como tu sabes, no solo vas a comer pollas - le dije tirándole del pelo.

  • Muy bien, ahora siéntate en el sillón y empieza con la historia. Peque, siéntate encima de mi polla, de espaldas para verte el culo.

Yo hice lo que decía, agarré su polla con mi mano y poco a poco fui bajando e introduciéndola dentro de mi. Cuando más de la mitad estaba dentro me eché hacía delante apoyando mis manos en las rodillas de Cesar y comencé a mover la cadera en círculos. Cesar comenzó a darme azotes y a a sobarme el culo, se notaba que le estaba gustando.

  • La parte como comienza el relato es real, luego es algo con la que he fantaseado mucho - comenzó Ana.

  • Muy bien zorrita, sigue, y tu también putita, no pares de mover el culo.

  • El verano pasado estaba en una discoteca con unos amigos. Fui al baño pero en el de chicas había mucha cola y me meaba mucho, así que entre en el de chicos que estaba casi vacío. Entre en uno de los baños y cerré. Había un par de rayas de coca en el baño que quité con la mano y después me senté y meé. Al abrir la puerta había 2 chicos allí de pie. Intenta pasar por el medio de ellos y uno me agarró del brazo:

“Espera, ¿dónde vas? Esas rayas que te has metido eran nuestras”

“Yo no me he metido nada, las he tirado”

“No me creo que seas tan tonta”

“Me estaba meando, no haberlas dejado allí”

“Fui a buscar a mi amigo”

“Problema tuyo”

“No me creo que no te las hayas metido” dijo el otro chico que hasta entonces no había hablado.

“Yo no me he metido nada he dicho” entonces el chico me agarró por el cuello, acercó su cara a la mía y pasó su lengua por mi cara y por mi nariz. Yo intenté resistirme pero entonces el apretó más fuerte mi cuello y me quedé quieta por el miedo. Hasta aquí es lo que pasó de verdad, lo que viene ahora es mi fantasía.

  • Me da igual zorra, sigue - dijo Cesar mientras apretaba con fuerza mis nalgas y empezaba a meter uno de sus dedos pulgar en mi agujerito. Yo estaba muy cachonda desde que Cesar me había metido mano en la cama y pronto tuve mi primer orgasmo mientras Cesar me follaba y Ana seguía contando su historia. Cada vez sentía como la polla entraba más dentro de mi, hasta que al poco rato pude notar como estaba completamente sentada en Cesar con su polla clavada hasta en fondo.

“Puede que no te hayas metido nada todavía, pero ahora ya te digo yo que si te vamos a meter algo”

“Dejarme en paz por favor”

“Calla puta” decían mientras me empujaban hasta dentro del baño. Me hicieron ponerme de rodillas y los 2 sacaron sus pollas que eran de muy buen tamaño. Yo empezaba a chupársela y pronto uno de ellos se corría en mi cara.

“Ufff, estás muy buena y la chupas de miedo, no me he podido aguantar”

“Quedate fuera, yo voy a follarmela”

“Vale”

“No por favor, te la chupo y te puedes correr en mi boca pero no me folles”

“Callate” dijo al tiempo que me levantaba la camiseta. “Vaya tetas” me levantaba el sujetador y empezaba a chupármelas. Después tiro de mi hacia arriba apoyándome la espalda contra la pared y metía su polla en mi coño apartando mis bragas a un lado. No paraba de follarme mientras me chupaba las tetas hasta que por fin se corrió llenándome el coño de leche.

“Ahora ya puedes ir con tus amigos” dijo mientras me volvía a colocar las bragas.

Yo me vestía como podía y salía de nuevo a la discoteca con el coño lleno de semen.

  • Mira la zorrita, fantasea con que le llenan el coño con una buena corrida. Mira, acércate que vas a ver como se lo lleno a tu amiga. A ti la semana que viene te pienso llenar el culo e igual también me corro en tu coño.

Ana dejó de masturbarse, me había parecido que se había corrido por lo menos una vez mientras contaba la historia y nos veía follar a nosotros. Se acercó y se volvió a poner de rodillas entre mis piernas para ver como Cesar me follaba. Yo la agarré de la cabeza y la hice chuparme el clítoris justo en el momento en el que tenía mi segundo orgasmo y Cesar me llenaba de semen con su polla completamente dentro de mi.

  • Levántate peque, y tu chúpale bien la raja, que no se pierda ni una gota de mi leche.

Me puse de pie y Ana empezó a devorarme el coño y a sacarme la leche con sus dedos consiguiendo que me volviera a correr y cayera sin fuerza en el sofá.

  • Os mereceis un aplauso chicas. Ir al baño y ducharos juntas mientras pongo la mesa para comer, os lo habéis ganado.

Fuimos a la ducha y entramos juntas.

Después de lavarnos fuimos al salón donde ya estaba la comida puesta. Comimos con ansia, el sexo nos había abierto el apetito mientras hablábamos de como organizar el próximo fin de semana. Cesar me pasaría a recoger el miércoles por la mañana, mientras que Ana pediría el viernes y el sábado libres para poder llegar el jueves por la tarde. Después Ana y yo recogimos y al volver vimos que Cesar ya estaba vestido.

  • Vestiros, vamos a llevar a Ana a su casa. Tu y yo podemos ir al cine si te apetece.

  • Claro.

Las 2 nos vestimos, yo con un vestido veraniego y Ana con un pantalón corto y una blusa muy bonita. Recogimos la maleta de Ana y bajamos con Cesar hasta su coche. Dejamos a Ana en su casa y luego Cesar y yo fuimos al cine, no me acuerdo de que película vimos pero si de que estuvimos besándonos todo el rato.

Después me acompañó a casa y al bajar del coche me dijo:

  • El fin de semana que viene va a ser una pasada, no sabes las ganas que tengo de que llegue.

  • Y yo, tengo muchas ganas de pasar todo el tiempo contigo.

  • Te quiero peque. El miércoles a eso de las 11 te paso a buscar, así llegaremos de sobra a Alcoy para comer.

  • Quédate a dormir, estás de vacaciones.

  • Tengo cosas que hacer mañana y el lunes para luego poder dedicarte todo mi tiempo.

  • OK, te quiero.

Nos volvimos a besar y nos despedimos. Subí corriendo y emocionada las escaleras, había sido un fin de semana corto pero muy intenso. Me fui directa a la cama donde estuve leyendo un rato y pronto me dormí.