Mi primer macho

Les contaré cómo mi gusto por los orgasmos anales me llevaron a ser travesti de closet

Les contaré cómo mi gusto por los orgasmos anales me llevaron a ser travesti de closet,  primero les diré que soy alto, mido 1.80 complexión delgada, algo de espalda sin caer en espaldon, simplemente un tipo normal, bueno regresando al tema, les contaré la primera vez que tuve sexo con otro hombre, en aquel entonces tenía 28 años, si bien tenía sexo seguido con algunas amigas y lo disfrutaba y sigo disfrutando, cada cierto tiempo me daba placer con un dildo que compre por internet, era un pene de 20 centímetros insertable con chupón para quedar pegado en superficies planas, siempre me perdia dandole una buena mamada, incluso aprendí a introducirlo todo en mi boca y sacar la lengua, pensando que algún día mi lengua alcanzaría los huevos de un hombre, luego de un rato de mamar me daba unas buenas cojidas de más de 40 minutos hasta no poder más y quedar totalmente extasiado, un día curioseando en la red leí que existían lugares para encuentros casuales de homosexuales llamados vídeo cabinas, busque con la esperanza que hubiese  en Tampico, hasta que encontre dos uno por la curva y otro en el centro de Tampico al lado del hospital civil abandonado, en aquel tiempo estaban dentro de un sexshop llamada Open Mind.

Llevaba semanas fantaseando, con ir a las cabinas y por fin mamar una verga y que me cogiera un hombre, tantas se volvieron mis ganas que me decidí y fui varias veces, me estacione a una cuadra, pero al llegar a unos pasos de la puerta no me atrevía a entrar, fueron unas 3 o 4 veces que no logré entrar, porque sabía que al atravesar la puerta, era seguro que acabará penetrado por otro hombre.

Un sábado a medio día estaba en mi casa, aburrido, saque mi dildo favorito, el más grande que tenía y en lo que fantaseaba mamando el dildo decidí que ese sería el día, me aplique un edema casero, pues quería que la primera vez fuera como en las peliculas porno que sale completamente limpia y la puedes volver a mamar.

Después de el enema me puse un pans y sudadera sin nada de bajo y salí rumbo a las vídeo cabinas, me estacione en la calle de un lado donde está una de rayos X, camine hacia el local y antes de cruzar la calle mi corazón latía a mil y dude un segundo. En ese momento se hizo un espacio entre el tráfico en el cual era un momento para cruzar la calle y por reflejo cruce rápido la calle y cuando me di cuenta estaba parado frente a la puerta del sexshop, había gente en la acera de enfrente y sentía que sabían a que iba, por lo que por la pena entre rápido.

Al entrar había un chico en el mostrador, le pregunté cual era el costo y si se podía hacer de todo, me dió el costo y me dijo que si. pague y entre.

Di una vuelta curioseando, pase por las video cabinas , entre a la sala común y había un marco de madera con unos huecos dónde se aprisionan las manos y la cabeza, luego supe que se llamaba cepo, cuando lo ví me imaginé desnudo con la cabeza y las manos en el cepo lo cual me dejaría empinado y cualquiera en el lugar me podría coger, sin que lo pudiese evitar, después de observarlo detenidamente, me di cuenta que podría ponerme solo en el cepo, pero no lograría safarme y no estaba seguro si alguien me ayudaría a liberarme , no sin antes me hubiesen cogido todos en el lugar, por lo que mejor seguí conociendo el lugar, entre a un area oscura sin nada de luz, y se escuchaba que le daban duro a alguien, eso me éxito bastante pensando que en unos momentos sería yo quien recibiera una verga en su culo.

Me senté en la sala común y me di cuenta que nunca pensé como me acercaría a otro hombre y menos como sabrían que era pasivo, me quedé sentado desilusionado, pensando que no me cogerían ese día, pasaron unos quince minutos que fueron eternos y decidí irme, cuando un hombre como de 1.70 delgado, moreno, con un cuerpo algo fitness, me puso la mano en la pierna y se me quedo viendo, le sonreí un poco nervioso y me devolvió la sonrisa, me agarró la mano y me la puso en su verga, no dude en agarrarsela, lo que me hizo estremecer de felicidad, por fin tenía una verga de verdad en mis manos.

Me invitó a ir con el a una cabina, accedí y lo seguí, entrando me besó apasionadamente mientras yo masajeaba su verga y sentía como crecía en mi mano, no aguante ni un minuto y me inque enfrente de el, desabroché su pantalón y cuando baje su boxer salto ante mi una verga de unos 21 cm gruesa y se curvaba en caída hacia la izquierda, con un glande grande ,era una verga en toda la extensión de la palabra, pase mi lengua desde sus huevos hasta la cabeza y la introduje en mi boca, por fin podría disfrutar mamar una verga y para mí suerte una vergota.

Se la mame, se la bese y lamí como una puta, al principio batalle para tragarmela toda, porque era más cabezona que mis dildos, después de unos minutos logre meter toda su verga en mi boca y con mi mano acercaba sus huevos para poder alcanzarlos con mi lengua mientras tenía toda su verga dentro de mi boca, estaba dándome vuelo mamandosela, a pesar de que el se veía perdido de placer y le salía mucho líquido preseminal, yo creo que yo fui el que más disfruto esa experiencia, pues era mi primera

verga

, cuando sentí que está cerca de venirse, a pesar de que me moría porque se viniera en mi boca y jugar con su semen en mis labios y tragarmelo, baje el ritmo porque pudo más la tentación de que me cogiera, saque un condón y se lo puse con la boca, creanme cuando les digo que había practicado demasiado con dildos, así que logré ponerle casi todo el condón con la boca, aunque no llego bien hasta la base de su vergota.

Mientras le ponía el condón, me puse lubricante en el culo y con la misma mano le agarre la verga para dejar el poco lubricante que quedaba en mi mano, me quite el pans y la sudadera quedando desnudo, solo en tenis, me empine sobre la silla, parando lo más que pude las nalgas, me abrió las nalgas con ambas manos y escupió en mi culo, puso su cabezón en mi culo y empujó despacio, cuando entró la cabeza, sentí que me partió el culo, pero fue más el placer, me sentía como toda una puta, estaba viviendo la fantasía de mi vida, me deje ir para atrás de golpe, mordí la sudadera para aguantar, en un punto sentí que me lastimo pero con la fuerza que lo había hecho, me entró toda.

Gemi intentando ignorar el dolor, hasta que lo logré y solo quedo el placer, el estaba vestido con los pantalones al tobillo, me bombeaba sin tocarme, me parecía raro pero me encantaba que me tuviera ensartado o mejor dicho ensartada, yo era su puta, de momento me la saco y me sentí vacío, necesitaba más, lo bueno es que solo me la saco para quitarse el pantalón, me agarro de la cintura y me la dejo ir sin piedad, me tenía perdida de placer, yo sentía que se escuchaba el choque de mis nalgas en su pelvis y mis gemidos por todo el lugar, no sé cuánto estuvimos así, pero me hizo llegar al orgasmo anal 3 veces, me agarraba de la cadera y me daba duro, luego me soltaba para acariciarme la espalda y bajaba el ritmo, para después volver agárrame de las caderas y  bombearme duro, en una de esas bombeadas sin piedad sentí como se vino y empujó su vergota lo más profundo que pudo, sin dejar un centímetro fuera de mi culo, fantasee que se venía dentro de mi sin condon.

Me dejó toda su vergota dentro un minuto, me pido que apretara culito para que al sacarme la le exprimiera hasta la última gota, a pesar de todo el castigo que recibió mi culo, sentí cuando saco su cabezota, tarde un momentos en reincorporarme y me di cuenta que nos observaban por los Glory hole, mientras el me platicaba que venía de fuera, cuando me pare de lo empinada que estaba en la silla me traicionaron un poco las piernas, nos reímos y nos besamos, me dijo que estaba guapo y apenó un poco, me apresure a vestirme y me despedí sin pedir su número o alguna manera de contactarlo, la verdad no sé me ocurrió y no buscaba eso. Me hubiera gustado pedir su número porque es de las mejores vergas que me han cogido.

Salí del sexshop y di una vuelta a la cuadra para ver qué no me siguiera uno de los curiosos que no vieron, no se porque lo hice, pero así lo hice. Me subí al carro, me quedé un momento sintiendo mi culo latir por la batalla que acaba de tener y el sabor a verga en mi boca, mientras conducia iba perdido disfrutando el sabor que dejó esa vergota en mi boca, pase al Oxxo de enfrente de la Náutica, al bajarme sentía que todo el mundo sabía que había que me habían cogido y olía a verga, compré un Gatorade para reponerme, y continúe mi camino.

Esa fue la primera vez que me cogió un hombre, espero les haya gustado. Besitos