Mi primer gang bang, sexo grupal con 7 pendejos
Un par de veces me los crucé cuando entraba a mi departamento, y los pendejos calentones, me miraban mal, cuando pasaba se callaban todos y miraban, esos silencios incomodos, se murmuraban entre ellos, pero sabía que hablaban de mí.
Un jueves escucho que llega mi vecino como todos los jueves, con sus compañeros de futbol, suelen ser en total entre 7 y 8.
Un par de veces me los crucé cuando entraba a mi departamento, y los pendejos calentones, me miraban mal, cuando pasaba se callaban todos y miraban, esos silencios incomodos, se murmuraban entre ellos, pero sabía que hablaban de mí.
Por dentro se me cruzó la idea de que mi vecino y sus amigos podrían ayudarme a cumplir la fantasía.
Al día siguiente, eso de las 3 de la tarde, fuí a visitar a mi vecino. Fuí vestida con un short muy apretado blanco, sin tanga que se marcaba el culo y mi concha depilada, con solo verme podías saber como la tenía, una musculosa azul sin corpiño y sin calzado. Golpé su puerta, sabía que estaba solo, porque sus padres son separados y su madre que vivía con el llegaba despues de las 18 hs del trabajo.
Me abríó mi vecino, cuando me vió se puso colorado y la voz le salía bajito, no esperaba ver a la puta de su vecina vestida tan perra. Le pedí permiso para entrar, me dejó pasar y me senté en el sillón del living. El cerró la puerta y se quedó al lado de esta. Le pedí que se siente al lado mio, y le dije que le iba a ser una proposición, pero que primero le iba a dar una muestra y que despues decida. Me arrodillé en frente de el y le bajé su pantalon bermuda y su boxer, ya tenía su pija bastante erecta, era de buen tamaño entre 17 y 18 cm y bien proporcionada. Le agarré los huevos y se los empecé a amasar mientras lo miraba con mi cara de perrita. Cerraba sus ojos y gemía agitadamente. Su pija ya estaba al maximo y me metí su cabeza en mi boca, le succionaba esta y le daba pequeños masajes con mi lengua, de a poco iba tragandome su chota, hasta llegar a tener mis labios contra sus huevos, empecé a masturbarlo con mi boca, mis labios recorrian todo su tronco de arriba a abajo, cuando no lo esperaba, escuche que empieza a gritar de placer y a contraerse su cuerpo, hasta que me eyacula en la boca, aguanto menos de 5 minutos. Tiró su cuerpo bien contra el respaldo del sillón y su cabeza hacia atrás, me limpie con mis dedos los restos de semen que salieron por mi boca y me volvía meter su pija en la boca esta vez limpiando la leche de su chota y huevos, se la seguí chupando hasta que se le puso bien dura de nuevo, me levanté, me saqué el short, y me puse encima de el con mis rodillas a sus costados, para montarlo a el que seguía sentado. Quedé con mis tetas en su cara, se las puse en su boca para que chupe mis pezones erectos y con mi mano derecha agarré su chota y la acomodé en la entrada mi concha. Me froté mis labios vaginales con la cabeza de la chota un par de veces y me metí su cabeza dentro mió. Empecé a montarlo muy fuerte, me encantaba el golpeteo que hacía mi cuerpo contra el suyo, todo el trabajo lo hacía yo pero por lo menos me estaba comiendo una rica pija, gemía el pendejo como loco y yo también, mis tetas saltaban y me las trataba de chupar como podía. En un momento exploto y me eyaculo en mi concha, quedó respirando muy fuertemente y yo seguí montandolo hasta que tuve mi orgasmo. Pobre pendejo parecía que lo habían consumido todas sus energías. Deseaba que me rompa el culo, pero se notaba que llegó a su límite por lo menos de momento y yo tenía que irme a una reunión. Sin salirnos de la posición que estabamos, le conté que estaba buscando un grupo de hombres para hacer un gang bang y si el y sus amigos estaban interesados lo podíamos llevar a cabo. El me dijo que si de una, y que sus amigos seguro que también, porque estaban re caliente conmigo y se contaban las pajas que se hacían en mi honor. Quedamos que me confirmaba. Me vestí y volví a mi casa.
Al día siguiente había estado muy ocupada y me olvidé completamente, llegué a mi casa despues de medianoche y debajo de mi puerta, había una nota, me decía que ya quedaban, que esperaba verme pronto y al finalizar escribió su nombre, Ezequiel. Por dentro pensé que puta que soy, me lo re garché y ni le pregunté el nombre.
Ese día trabajé solo hasta al mediodía, y preparé mi habitación para la gran cojida. Como pude llevé mi cama contra un rincón, para dejar el maximo de lugar posible, sobre el piso puse varias sabanas para no ensuaciar el suelo con los litros de semen que iban a correr esa tarde. El jueves 10 de noviembre, tan solo ayer pasó mi primer gran gang bang. Los esperaba a las 4 de la tarde, pero se ve que cambiaron futbol por mi y llegaron pasadas las 3, el pequeño equipo de futbol estaba ahí, en total eran 7, incluido mi vecino. Los recibí con una ropa interior diminuta un corpiño y tanga extremadamente pequeño, me marcaban las tetas mal que parecía iban a explotar hacia afuera, y la tanga ta ajustada que la tenía toda dentro de mi culo y se me incrustó entre mis labios vaginales.
Los invité a pasar y les pedí que lleven un espejo grande que tenía en el living a mi cuarto porque quería verlos cuando me garchaban. Les conté como sería. Yo me iba a poner en cuatro sobre el piso y me iban a coger en orden por el culo o la concha, era la decisión de llos por donde me la metían, mientras me garchaban el que seguiría despues yo le iba a dar sexo oral para tenerlo listo y me garche por detras, así en orden y el que necesitaba descanso, dejaba pasar al que lo seguía, les dije que se pongan de acuerdo en el orden, discutieron unos minutos y Ezequiel fue el primero. Me saqué mi ropa interior y ellos se desnudaron también. Me arrodille frente Ezequiel y empecé a comersela, cuando estuvo listo me puse en cuatro frente al espejo y le dije al que seguía a Ezequiel que me acerque su pija a mi boca, mientras mi vecino me garchaba por la concha, yo me estaba peteando al siguiente que me iba a garchar. La primera ronda todos me garcharon por la concha, menos uno, su nombre era Martín, que fue el que mas me calentó no solo por tomar la iniciativa en hacerme el orto si no que se lo veía muy seguro de lo que quería y aunque no era muy fachero tenía una presencia excelente y cogía excelente, no solo me lleno el orto varias veces si no que sabía como cojerme y agarrarme, sus manos fuertes cuando me sujetaban por la cadera me hacía mojarme. Luego de la primer ronda ya era un enchastre, toda mi vagina revalsaba de semen, que salía hacia fuera y chorreaba mis piernas hasta legar a las sabanas del piso, que era un real enchastre. Mi culo ya había sido llenado de rica leche. Después que Martín me había hecho el orto, los otros se animaron y la segunda ronda fue toda anal, los siete me cojieron de lleno por el culo, sentir tanto semen dentro mio me produjo multiples orgasmos. Ya para la tercera ronda algunos dejaron pasar su turno, para tomar aire, pero en ningún momento estuve sin ser cojida, siempre tenía una pija dentro mió, aunque se notaba que apenas aguantaban hacían lo imposible para aguantar un poco mas, ya les costaba mas eyacular, pero igual seguían dandome. Martín nunca paró en esas horas me garchó unas 6 o 7 veces, aunque perdí la cuenta. Pero me cogía también, me excitaba ver su cuerpo fibroso y traspirado, me cogio casi siempre por el culo, solo una vez me penetró por la vagina, unque disfruté todas las embestidas de el.
Me encantaba verlos por el espejo, desnudos traspirados, esperando el siguiente turno, hablando entre ellos, el olor a sexo que había en el ambiente era extremo, un olor a traspiración con semen, realmente era un olor tan masculino, que me hacía sentir muy puta. Mi cuerpo me estaba matando de estar en esa posición, en cuatro, bien perrita, me dolia todo, el orto lo tenía hecho pelota, bien dilatado y me ardía demasiado, me dolía la espalda, las rodillas, la mandibula, ya se me trababa de tanto petear, pero ser tan puta y producir tanta calentura me hacía seguir aguantando. El piso que estaba debajo de mis rodillas era un charco de semen. Conté hasta 34 acabadas dentro mio, pero despues perdí la cuenta, creo que habremos llegado a las 40 o por ahí pero no estoy segura.
Llegó el momento en que me acabó Martín por el culo por última vez y ya no había nadie haciendo fila. Oficialmente el gang bang había acabado, eran las 20:25 pm
Se bañaron de a uno, los que esperaban me ayudaron a limpiar mi habitación y a comodar el cuarto. Antes de que lleven de vuelta el espejo al living de vuelta me miré en ano y estaba rojo y bien dilatado, me pasé dos dedos por adentro y los saqué llenos de semen que me chupé, uno de los chicos se les escapó y me dijo que puta sin pensarlo, se me escapó dijo enseguida, le sonreí para que sepa que no me molesto, aunque yo coincidía con él. A las 21:20, se fueron aunque antes de marcharse le iba dando su suvenier, un beso de lengua y una tanga mia a cada uno.