Mi primer Frod rojo
"Mi primer Frod rojo"
"Mi primer Frod rojo "
Había pasado ya casi una semana, A. me había dejado varios mensajes diciéndome que lo había pasado muy bien y que le encantaría repetir, yo evidentemente le contesté y le dije que también me lo había pasado muy bien, porque era verdad y además como bien diría una amiga mía: nunca hay que cerrarse frentes, lo suyo es ir abriendo y cuantos más mejor, porque así si se te cierra alguno no te deprimes sólo miras hacia otro frente y voilá ahí hay otro tío. Así que siguiendo el fiel consejo de mi amiga Lorie no cerré el frente lo dejé abierto sólo que con el paso del tiempo el frente se fue cerrando poco a poco y finalmente se esfumó. Tampoco es algo que me deprima en demasía por que a fin de cuentas los frentes son fáciles de abrir y sobre todo los pene-frentes porque siempre les puedes poner cualquier excusa que ellos si bien es cierto no se la terminan de creer sí que la aceptan porque lo único que quieren es mojar, es simple quizás demasiado pero es verdad, para muchos hombres tener relaciones sin ningún compromiso es lo mejor y así lo dejan patente, yo simplemente me aprovecho de esa visión que tienen.
Dejando poco a poco a A. apartado de mí vida me fui centrando en otros hombres que aún tenía agregados y decidí continuar con ellos. Escogí a uno de los que había dejado apartado casi al final de la última selección (sé que suena muy mecánico pero es una buena manera de ser objetiva, y me ayuda el analizar las cosas con detalle, por lo general me suelo fijar en como escriben de que hablan como lo hablan y en definitiva en como sacan los temas de sexo, eso me dice muchas cosas sobre ellos y me ayuda a tener más control en la situación). Así que durante esta semana me dedique a hablar con él que yo he apodado como Ford rojo, sí lo sé, soy lo peor, pero es que no me acuerdo de su nombre porque no es que fuera algo que me gusta recordar porque fue un completo capullo.
Estuve cerca de dos semanas tonteando con Ford rojo por Messenger todo iba medianamente bien, exceptuando por algunas cosillas que yo no terminaba de ver bien pero las deje pasar a fin de cuentas era un polvo, nada más, no es que me fuera a casar y tener hijos con él.
Finalmente quedé con él un viernes por la noche en una zona un poco apartada de mi ciudad (porque él también es de aquí). Decidimos quedar en un sitio apartado para poder hacerlo en el coche ya que el muy tacaño no quería gastarse dinero en una habitación medianamente decente, así que quedamos cerca de un gran aparcamiento algo alejado pero lo suficientemente cerca de la ciudad como para sentirme segura. Cuando llegué, aparqué el coche entre los pocos que habían para que se camuflara, soy muy celosa de mi intimidad y para ese tipo de encuentros cuanto menos sepan de mi mucho mejor es más por lo general no suelo dar mi nombre de verdad sólo lo he hecho un par de veces y cuando doy un nombre me lo invento haciéndome llamar por nombres que me parecen bonitos o que siempre he querido tener.
Ford rojo llegó media hora después, yo estaba algo alejada y sentada en un bordillo fumándome mi tercer cigarro seguido (siempre me pongo muy nerviosa justo antes de quedar con algún hombre). Llegó y aparcó cerca de donde me encontraba, se bajo de su Ford rojo (de ahí su nombre, tampoco me he complicado mucho) y la verdad es que me desagradó bastante, se le veía… no sé, se veía como el típico tío de treinta y tantos que se te acerca en una discoteca de muy buenas maneras ( o eso consideran ellos) y le miras de arriba abajo mal para que se vaya porque sabes que es de los gilipollas, pero él continua allí, insiste, se pone desagradable y al final se larga diciendo algo desagradable o insultando. (dios podría haberlo resumido mas diciendo que simplemente era un creído con bastante seguridad en sí mismo pero que no deja de ser un inmaduro )Pues ese justamente es del tipo de persona que era él. Alguien desagradable vamos y no tardó en dejarlo en evidencia. Me miro de arriba a abajo como si yo fuera inferior como si se creyera importante (y tal vez lo fuera, en su casa) me hizo sentir bastante mal porque siempre he tenido el complejo de persona gordita de hecho lo soy, y lo dejo bien claro cuando quedo con alguien, porque no me avergüenza decirlo ya que lo que no quiero es que luego en vivo y real, en el face to face pasen cosas incomodas. Y él estaba de acuerdo pero al parecer lo que vio no le gusto o yo que sé que movidas tendría el ese día, yo pienso que simplemente era forma de ser porque después de aquel primer encuentro me dijo de quedar otra vez, pero eso ya lo contaré más adelante.
El quería hacerlo fuera, al aire libre ¡en pleno diciembre! Insisto, Diciembre, que vale, que es una zona dónde no hace excesivo frío pero… vamos, NO es el lugar más adecuado. MI desacuerdo quedó patente con mi cara de incredulidad con un poquito de:¡pero tú estás loco o que! Así que finalmente Ford rojo me invitó a entrar a su coche. A mí no me hacia especial ilusión follar con él después de la primera malísima impresión pero me dije a mí misma que: oye, ya estaba allí, a lo mejor quien sabe será un capullo que folla bien.
Le empecé besar en el cuello pues quería controlar un poco la situación para sentirme un poco mejor y dejar claro los limites, en ese caso los limites eran que nada de besos en la boca, lo tenía más que claro. A Ford rojo no pareció importarle ya que se desabrochó los pantalones enseguida y me dijo que le hiciera un felación ( no lo dijo con esas palabras pero no quiero que se os revuelva demasiado el estomago) así que le dije que no y se puso un tanto…no lo llegaría a calificar como violento pero digamos que no le gusto nada que le dijera que no. Y yo como creía saber por dónde iba decidi jugar a su juego. Cabe decir que he tenido algunas experiencias con ese tipo de hombres, antes de él con muy pocos en real pero virtualmente sí (y por suerte para mí esa vez me salió bien), por lo general quieren una cosa, salir de la monotonía y tener un poco de sexo sucio y duro, así que me propuse a dárselo pero bajo unas condiciones mutuas.
Para que yo le diera placer oral, él antes me lo tenía que dar a mí, y lo hizo, bastante bien me estuvo lamiendo durante un buen rato, no consiguió que me corriera( no dejaba de recrear esa mirada que me hecho cuando bajo del coche) opte por mirarlo mientras lo hacía, siempre me ha parecido muy pero eso tampoco no me excitó, es más me cansó, así que opte por darle yo placer oral, me costó bastante ,porque tenía un gran pene que apenas cabía en mi boca pero se la hice , no se llego a correr por que prefirió como dijo él en aquel momento: prefiero follarte un rato con mi polla dura hasta que grites de placer. Me puse contra la atrás del asiento del copiloto dejando toda mi parte trasera expuesta a él me introdujo su gran pene en mi coño poco lubricado fruto de la falta de atracción cuando me penetro al ser tan grande y estar tan poco mojada me produjo una sensación peculiar, me fascino, me lleno, me excitó era tan grande que me llevó hasta el punto donde se mezcla el placer con el dolor, no porque fuera excesivamente brusco si no porque era tal su envergadura que cada vez que me penetraba era como si me colmara por primera vez fue algo excitante, sucio, duro, placentero, mi coño empezó a humedecerse rápidamente y en grandes cantidades hasta el punto de que empezó a caer un hilo de humedad por mi pierna derecha. Su pene enorme, su forma de introducirse en mi , su manera de colocarme las manos en mi cadera para que no me moviera hizo que me corriera dos veces seguidas por puro placer me ( se me están erizan los pelos de los brazos y me humedezco nada más de volver a rememorarlo las sensaciones que me provocó) cuando terminó de satisfacer mis apetitos me pidió que se la chupara de manera bastante brusca, algo típico en él, pero en esos instantes estaba algo extasiada por el placer que me cegaba el juicio y accedí, no me avisó cuando estaba a punto de correrse y lo hizo en mi boca a la vez que me decía: - Trágatelo zorra asquerosa, comete mi corrida putita.
Eso no me gustó nada, porque no me lo esperaba, nunca me ha gustado tragarme el semen de nadie, a pesar de que lo he hecho un par de veces, pero nunca a traición y eso acompañado de su frase lapidaria y su mirada me provoco una sensación que me revolvió el estomago y casi me hizo vomitar.
Una arcada recorrió mi garganta, escupí el semen que aun permanecía en mi boca, no puede evitar insultarle, vestirme con toda la dignidad que pude y salir del coche.
Me quedé de pie esperando a que se fuera, cuando lo perdí de vista me dirigí hacia el coche con una sensación no muy buena en el cuerpo que tardó en disiparse bastante tiempo.