Mi primer desvirgue anal (1)
Hasta ahora solo había recibido algún juguete, ahora comienzo a disfrutar del verdadero sexo.
Hola
En unos de mis primeros relatos publicados, conté como una ex pareja, me había iniciado en mi desvirgue anal. En aquella época, solo habían sido algunos dedos, y más tarde algún consolador de cierto tamaño. Mientras mi novia me chupaba la pija, aprovechaba y metía cuanto se le ocurría dentro mío, dedos, consoladores, etc.
Esa pareja duro unos años, pero jamás pasamos de eso. Yo había disfrutado como una mujer podía darme placer en mi culo. Pero de aquella época, a la actual (en pareja hace varios años con una chica trans) en el medio paso mucha agua bajo el puente. Quería contarles cómo fue la primera vez que recibí una pija dentro de mí.
Eran los finales de la década del 90. Habíamos ido con unos amigos a mar del plata, a pasar unas vacaciones. De día playa, encarando algunas minas y de noche boliche, y después lo que fuera.
Una noche salimos a la zona de Alem, a tomar algo. Éramos 4. Nos sentamos a tomar algo, en un barcito, había dos chicas, y dos de mis amigos las encararon. Pasaron los minutos, hubo onda y arrancaron para un boliche. Damián y yo decidimos quedarnos y ver si enganchábamos algo. Cuando se hizo la medianoche, y no había pique nos fuimos.
Uno de los que se fueron era el dueño del auto, por ende, Damián y yo volvimos a pata desde Alem hasta el centro de mar del plata. Durante la caminata, y típico del verano en Argentina, se largó una fuerte lluvia. Tratando de no mojarnos mucho, seguimos caminando, pero buscando los techos, así podíamos ir zafando.
Al llegar a la curva de la peralta ramos, vemos que de un Remis bajaban 2 bestias, de casi 1.80 mts, una rubia platinada y la otra morocha de pelo corto. ¡Unas patas!, unos culos!, con Damián nos miramos y las seguimos con nuestra vista, hasta que desaparecieron a la vuelta de la esquina.
Nos corrimos, y vimos que entraban a una pequeña puerta, con un cartel que decía “Gaysoline”. ¡Claro!, era el famoso boliche de Moria, que tanto se hablaba. Se decía que era algo muy nuevo, y que había de todo. Preguntamos si podíamos pasar, pagamos y subimos.
Apenas terminamos las escaleras, una chica trans nos saludaba con dos besos en la mejilla. Con Damián decidimos buscar a las bestias que habíamos visto bajar del Remis.
No estaban entre el público. De repente se apagaron las luces, se ilumino el escenario, y subió una chica a cantar, con 3 chicos casi desnudos haciéndole los coros. Era la morocha del Remis. Nos quedamos extasiados, y nos fuimos acercando al frente, para ver mejor.
Cuando termino su show, Gisselle (que así se llamaba) reapareció vestida más formal, entre el público. Me acerque, aunque me daba cuenta que era una trans, sus piernas y su cola eran una locura.
Yo: me encanto tu show
Gisselle: gracias, nunca habías venido?
Y: no, y entramos porque las vimos a vos y a tu amiga.
G: ah, espera que la busco.
Ella busco a su amiga, y yo a Damián. Nos corrimos a un rincón, a tomar algo y a charlar. Damián, que es muy conservador, al cabo de media hora, estaba fastidioso, y Katya (la rubia) lo notaba, así que cuando Damián me dijo que se iba, Katya dejo pasar 10 segundos y también nos dejó solos.
Gisselle me conto que venía a hacer toda la temporada, y que paraba en un chalet en el bosque Peralta Ramos. Le quedaba un show más, y se iba. La charla estaba muy buena, así que la espere, con la idea de seguirla en un café.
Una hora más tarde, bajo del escenario y nos fuimos. La lluvia ya había parado, así que pudimos pedir un Remis tranquilos.
Subimos y ella dio una dirección, yo dejaba hacer. Íbamos para su casa.
Gisselle: discúlpame, pero después de tantas horas con tanto maquillaje, y en estos zapatos, solo quiero llegar a casa y relajarme.
Llegamos, pague, bajamos. A medida que la seguía, al entrar a su casa, pensaba “de verdad es un tipo?”. Era femenina, por donde la mires, tenía una cola que era dibujada, sus rasgos eran muy suaves, sutiles. No se notaba para nada que fuera un hombre.
G: ponete cómodo, dame media hora, ya vuelvo.
Se fue para su cuarto, que estaba arriba y yo me quede mirando la tele abajo en el comedor. Al cabo de casi media hora, yo ya me había servido algo, bajo. Estaba con una remera, sin maquillaje, con un short y descalza.
G: ¿que tomas?, me servís?
Prepare algo, y nos sentamos. La conversación fue subiendo de temperatura, y en un momento me tente y la bese. Gisselle se quedó muda.
Y: ¿discúlpame, te molesto?
G: para nada, es solo que .no sé si podemos seguir vos y yo.
Y: ¿por?
G: no soy lo que parece
Y: ¿lo sé, y?
G: ¿nada, vos estas seguro?
Y: me gustas, y punto.
Volví a besarla, con más ganas y Gise se aferró a mí, apoyando sus tetas en mi pecho. Comenzamos a acariciarnos, ella a quitarme la remera, y yo hacía lo propio. Sus tetas eran perfectas, sin ninguna marca de cirugía. Las chupé, las mordí, Gise estaba muy sensible. Con sus manos buscaba mi pija. Me paro, y me desabrocho el pantalón, bajo mi bóxer, y tomo mi pija, que pedía salir.
Comenzó a chuparla, casi sin detenerse, pero de una manera muy suave. Ninguna mujer me había mamado así antes. Entrecerré los ojos, era como un viaje. Sentía su lengua sobre todo mi tallo. Fueron minutos hermosos. Cuando se hacía inevitable mi final, la detuve. La pare, la abrace, e intente quitarle su short.
G: no, please. No ahora.
Me tomo de la mano, y subimos. Me tiro en la cama. Se metió entre mis piernas, y volvió a chupármela. Cuando estuve a punto de acabar, corrí su cara y exploté en su espalda y hombros.
Y: dios, como me hiciste acabar. No doy más.
G: jaja.no fue para tanto.
Se levanto, fue al baño, y regreso. Luego fui yo, que estaba desnudo.
Y: me gustaría cogerte
G: ¿pero, no tenes miedo? ¿A que no te guste todo?
Me tiré encima de ella, volví a besarla, a chuparle las tetas, y luego comencé a bajar. Llegue al short, y se lo saque. En su pequeña tanga nada se veía. Le seguí besando hasta llegar a sus pies, me salteé su…
Ella giro, se puso boca abajo, y sentí que era una señal. Agarré los forros, y me puse uno. Me ensalive la pija, mientras Gisse corría su tanga para un costado, y la penetre. Suave, para no lastimarla, mientras ella gemia.me agarre de sus tetas, su cintura casi plana, era espectacular, sus caderas, me estaba cogiendo a una verdadera vedette!.
Nos besábamos, y en esos momentos yo dejaba de bombear. Y luego retomaba el ritmo. Cambiamos de posición. Yo me acosté, y ella se montó sobre mi dándome la espalda. Ahí fue la primera vez que note que mientras la cogía, ella se estaba masturbando. De repente gimió y empezó a apretar su culo, era evidente que estaba acabando. Una vez terminado, echo su cabeza para atrás, se giró, me mostro su mano repleta de semen, y fue demasiado para mí. También acabe dentro de su hermoso culo. Fue mi primera cogida con Gisse, pero no sería la última.