Mi primer contacto con un gigolo- Segunda parte

Nunca me canso ni me cansare de contemplar su belleza, sobre todo sus ojos del color del musgo en invierno y de su sonrisa de bebe con sus maravillosos hoyuelos, cada día conocía más cosas nuevas sobre él, detalles maravillosos y otros que no lo eran tanto

Lo

primero es decir que este relato es cien por cien real, lo único que he cambiado son los nombres de algunas personas y los lugares de los sucesos como mi trabajo  o mi casa por privacidad.

Hola esta es la segunda parte del relato encuentro con un gigoló para quienes no hayáis leído.

Los días de espera pasaban muy poco a poco, el viaje de mi pareja se retrasaba cada vez más y como comente en el relato anterior Alan  y yo nos conformábamos con hablar y tener encuentros por la cam. de vez en cuando, nunca me canso ni me cansare de contemplar su belleza, sobre todo sus ojos del color del musgo en invierno y de su sonrisa de bebe con sus maravillosos hoyuelos, cada día conocía  más cosas nuevas sobre él, detalles maravillosos y otros que no lo eran tanto; un ejemplo de ello, es que era una persona muy culta e inteligente de las típicas que te pasarías hora hablando con ellas sin llegar a cansarte o aburrirte, siempre tenía un detalle cariñoso conmigo o un comentario que me hacía sentir muy a gusto, lo malo es que fumaba y solía beber todos los fines de semana cuando salía que eran muchos, para mí una persona que siempre he considerado que mi cuerpo es un templo eso no encajaba con mi estilo de vida.

En muchos de nuestros encuentros le demostré que no era esa cara de niña buena si no que tenía un gran fondo detrás, le confesé mis más perversa fantasías y mis gustos sexuales; por ejemplo el beso negro era algo que me llamaba muchísimo la atención y nunca lo había probado ya que mi pareja siempre se cierra en banda ante este tema, mi fascinación por el sexo anal o la posibilidad de la doble penetración con un vibrador, también quería saber que se siente cuando se corren dentro y bajan a limpian su propia semilla con la lengua eso es algo que me pone de sobre manera y por ultimo le confesé una cosa que llevaba guardándome durante veinte años desde que era pequeña, recuerdo que conocí a una chica amiga de mis  primas, se llamaba Rocío era morena de pelo y piel de etnia gitana, un cuerpo de infarto y unos ojos de gata verdes azulados y nunca me olvidare de ellos, en esos momentos no supe porque siempre quería verla abrasarla o tener cualquier parte de mi cuerpo en contacto con el suyo, ella entre risas le decía a mis primas que yo era lesbiana años más tarde yo misma me di cuenta que había estado locamente enamorada de ella cuando aun no savia que era eso, y descubrí que me gustaban ambos sexos hombre y mujer por igual, también me di cuenta que mi familia nunca aceptaría a una hija con gustos sexuales un poco peculiares, así que cerré mis sentimiento y deseos con llave en el fondo de mi corazón para mi sola, y después de veinte años hay estaba yo contándole toda esta historia a un extraño a un gigoló nada menos que había conocido en una página de contactos, pero solo él me ha hecho sentir tan a gusto como para poner hablar del tema.

En muchas ocasiones me ha sugerido que tiene amigas que se dedican a la prostitución igual que él, que podríamos hacer un trío para que yo probara lo que estar con una mujer por primera vez y que él estaría conmigo por si en algún momento me sentía mal o incomoda, me gustaría mucho la verdad pero solo pensar en sus manos en el cuerpo de otra mujer y encima delante de mía hace que me recorra una oleada de sudor frío por la espalda y me entre unas ganas horribles de vomitar, se que el mantiene sexo con otras clientas, pero como dice un gran dicho ojos que no ven corazón que no siente, por este motivo siempre le digo que no, alegando que me quiere dejar sin blanca entre tanto gigoló aunque él y yo sabemos que el dinero no es un problema.

Cada vez nuestros juegos por la cam. son más diversos, en ocasiones llevo vibradores a mi oficina para enseñarle a él como yo misma me penetro con ese falo de plástico aunque con  todas mis ganas deseo que sea su polla la que haga eso, le encanta verme los pezones porque dice que son muy bonitos de color rosaditos como el pétalo de una rosa  y a mí me fascina sus huevos, son muy grandes y parecen estar cargados de leche para mí, siempre hace su gran puesta en escena el pequeño Alan cuando él se pone mirando a la cámara y  hecha el pellejo para atrás haciendo que me humedezca hasta puntos insospechados, me he dado cuenta que él es el dominante de nuestra relación y de calle, en todas nuestras sesiones de cámara él es quien dice que tenemos que hacer en cada momento y a distancia me daba el mayor placer del que me ha dado nadie, de esa manera pasaban nuestros días cada vez que me masturbaba o tenía relaciones con mi pareja Alan ocupaba mi mente al principio era poco de vez en cuando veía su mirada su sonrisa en pequeños flas, pero después tenía que pensar en él para poner llegar al orgasmo y esto me dejaba destrozada por dentro.

Un lunes por la tarde llego la gran noticia mi pareja se iría de viaje en dos semanas, se iría el sábado a primera hora y volvería el domingo por la tarde lo que me dejaba veinticuatro horas para poner disfrutar de Alan a gusto, casi no pude disimular la alegría que me invadió en ese momento cuando en verdad tendría que estar triste porque mi pareja me dejara un fin de semana sola, mi pareja no había salido por la puerta y yo ya estaba con el teléfono en la mano para llamar a Alan y contarle la gran noticia.

  • Alan- Hola bebe que paso? porque me llamas sabes que ahora estoy en el trabajando y no podemos jugar. (La última palabra la largo y suspiro, un nerviosismo se apodero de mí la había cagado debería haber esperado a llamarlo por la noche cuando no estuviera en su horario laboral, pero no podía aguantarme estaba muy eufórica pero ahora tenía un profundo terror a que me dijera que no podía o que yo era muy pesada que lo había llamado fuera del horario de las clientas etc.)

-Yo- Lo siento mucho Alan, quería decirte que mi pareja ya me ha dado la fecha, pero no te molesto más, dame un toque cuando quieras que hablemos y yo te llamo. (No sé si porque noto el amargor en el fondo de mis vos pero su manera de hablarme cambio totalmente)

  • Alan- Dios mío mi vida ya tenemos nuestra fecha?, estoy tan contento, cuando es que empiezo hacer las maletas.

  • Yo- Pues dentro de dos semanas, este fin de semana no el siguiente te viene bien¿?

  • Alan- Ese fin de semana tiene tú nombre puesto vale?

  • Yo-   Vale esta semana saco tus pasajes me tienes que dar tus referencias para ello.

  • Alan- Mi amor hablamos esta noche sobre eso y alégrate falta menos de diez día para que me tengas dentro… (Estas últimas palabra me ruborizaron y me hicieron reír como una niña chica mientras a él se le contagiaba también la risa al final nos quedamos callado y entonces el dijo algo que nunca espere que saliera de sus labios).

  • Alan- Oye bebe TE QUIERO.

Y con esto colgó su teléfono, esa noche hablamos y concretamos las horas y la documentación que me hacía falta para comprarle el pasaje de ida y vuelta, si fuera por mi nunca le compraría el pasaje de vuelta al igual que a mi pareja la única diferencia es que a uno quería que se quedara y el otro que no volviera, los días pasaron como si el titán cronos se hubiera cogido unas vacaciones y las horas ya no pasaran, limpiaba mi casa como una energúmena para que lo viera todo como los chorros de loro cuando viniera, me fui a la peluquería a depilarme con cera caliente todas las zonas de mi cuerpo para estar preparada para él.

El día anterior a su llegada estaba tan despistada que en muchas ocasiones tenía que salir corriendo al baño porque se me olvidaba que tenía que ir a servicio, y no hablar del trabajo a media mañana fingí estar indispuesta para irme a casa y empezar con otro maratón de limpieza que viendo lo visto era lo único que atinaba hacer, esa noche prepare todo, me hice la manicura y la pedicura eso quería decir que ya estaba preparada para recibirlo, mi pareja me comento que me veía más radiante como más feliz de lo normal y eso era muchísimo ya que como os he dicho suelo ser una persona muy contenta y amable con la gente.

Esa mañana mi pareja se levanto temprano para coger su vuelo, yo espere en la cama hasta que oí su coche partir, salte de la cama como una exhalación tenía que dejar totalmente la casa lista para Alan y la ropa que me iba a poner para irlo a buscar a el aeropuerto; ya que, tenía que trabajar ese sábado por la mañana, el trabajo se me hizo muy pesado por mi mente no dejaban de transitar imágenes de alto contenido sexual, madre mía no había llegado y yo ya estaba más salida que la pata de una silla, me pude escapar antes para irme a mi casa a bañar, me lave a conciencia poniendo mucho más énfasis en mis partes intimas sobre todo en el ano ya que le había pedido el beso negro y se lo conflictiva que es esa zona, me  eché una buena dosis de mi mejor perfume ( Tous in heaven, para quien lo quiera probar es una pasada) mezclado con unas gotitas de feromonas que compre en mí tienda erótica favorita, me puse un short negro y un sujetador negro con rosas de encaje, unas medias negras, unas camisa de ajustada de manga larga negra y una mini falda gris pegada al cuerpo y unos tacones grises  de infarto elegí esta ropa por que se ajustaba muy bien a las curvas de mi figura, también me puse una flor roja muy pequeña en el pelo que aunque parezca que puede desentonar le da mucha vida al conjunto y hace que mi cara se parezca a la de una muñeca.

Ya completamente preparada fui a buscarlo al aeropuerto normalmente suelo tardar alrededor de una hora para llegar, pero estaba tan nerviosa que para mí fue un suspiro, aparque el coche y fui a esperarlo y como no, los vuelos entre las islas siempre van con retraso, cuando comunicaron la llegada del vuelo di tal brinco que la gente de alrededor se me quedo mirando añadiendo más rubor a unas mejillas rojas como un tomate, de pie delante de las puertas automáticas esperaba con impaciencia que saliera, yo buscaba con la mirada un chico muy moreno con una camisa verde de botones, (Antes de salir me había mandado un mensaje comunicándome la ropa que llevaba puesta para que yo lo distinguiera, lo que me pareció una gran tontería porque su belleza resalta a kilómetros) no lo vi. llegar hasta que lo tuve justamente de pie delante de mí, mis ojos empezaron su curioso reconocimiento desde los zapatos negros de diseño, su pantalón de pinza negro y la famosa camisa verde de botones, pero lo que me dejo más ensimismada no fue su magnífico cuerpo musculoso, o lo moreno que estaba en comparación con mi piel blanca como la nieve, fue la profundidad de esos ojos verde cómo el musgo, la pasión y el amor que estos transmitían, creo que estuve cerca de una hora mirándolo con la mandíbula desencajada, por que fue él quien hablo por primera vez cara a cara.

  • Alan- Hola peque, como estas? (Yo no podía articular palabra todos los músculos de mi cuerpo temblaban y no me hacían puto caso, yo había pensado acércame a él y ser yo quien llevara las riendas pero no, estaba mirándolo de arriba bajo sin saber que hacer o que decir, no sé si por mi cara de miedo o que Alan ya me conocía bastante bien, que poso una de sus grandes manos sobre mi hombro y me susurro)

  • Alan- Vamos para el coche bebe. ( Yo asentí y lo dirigí hasta el coche pero más por inercia que por qué le haya yo pedido a mis piernas que se movieran, fuimos hasta el parking y nos metimos dentro del coche, Alan miro alrededor y espero unos segundos que pasaran algunas personas cuando estas estuvieron lo bastante lejos como para no poner ver lo que pasaba dentro del coche Alan se lanzo sobre mí, no me hubiera esperado ni que una pantera fuera tan rápida, con una mano bajo mi asiento del coche y con sumo cuidado de no hacerme daño se ajusto entre  mis piernas, mi coche es tan pequeño que en esa postura casi no podía ni respirar y lo único que veía con claridad era a Alan, su olor me embriagaba era tan dulce ni en mis mejores fantasías me lo había imaginado así.

  • Yo- Cariño nos pueden ver aquí, espera a llegar a casa por favor. (Mi vos apenas era un susurro, estaba tan hipnotizada y acalorada que no podía hacer otra cosa).

  • Alan- Ya lo sé, lo siento pero te necesitaba sentir..

No había terminado de hablar y sus labios estaban conquistando cada parte de mi cuerpo que quedara a su alcance; me besaba el cuello, atrapaba entre sus dientes mi lóbulo de la oreja y recorría el largo de mi mandíbula con su boca, note como su pelvis empezaba hacer movimientos circulares y una gran dureza amenazaba con salir de sus pantalones, yo no pude aguantar y empecé a frotarme contra él con todas mis fuerzas, se levando un poco dejando nuestros pechos a unos 30 cm y un frío glaciar me invadió, no sé si fue por mi cara de pánico que Alan me hizo señales para que mirara para bajo, se abrió la cremallera y metió la mano buscando su polla la saco por el agujero dejando ante mí la más grande y hermosa polla que había visto nunca, yo quería deslizarme hacia abajo y meterla entre mis labios, pero cuando me disponía a ello Alan me paro.

  • Alan- No bebe ahora no, ya abra tiempo para ello en un sitio donde allá menos gente.

Dejo su polla completamente empalmada en el aire mientras dirigía su mano a mi falda para subirla un poco, levante el culo para que su trabajo fuera más fácil, cuando tuvo una media perspectiva de mis short se volvió a acostar encima de mí pero ahora con su mano entre nuestros cuerpos, se agarro la polla y empezó frotarla fuerte contra las medias a la altura de la entra de mi conejito, era maravillo de mi boca se escapaban suspiros de placer, en un momento soltó su polla y medio la mano debajo de mis medias y short buscando mi humedad, cuando dio con ella empezó a mover los dedos muy rápido sobre mi clítoris lo que antes eran suspiros de placer fue intercambiados por gemidos muy fuertes, yo no aguantaba más, si cerraba los ojos veía estrellas eso era un gran indicio de que estaba en el cielo, cuando mi cuerpo empezó a temblar él paro sus rápidos movimientos y metiendo uno de sus grande y largos dedos dentro de mi sexo empecé a correrme, él estampo sus grandes labios contra los míos y nuestras respiraciones se mezclaron, cuando mis espasmos cesaron saco su mano de mi conejito y se  acerco el dedo húmedo a los labios donde se lo metió dentro de la boca y lo saboreo me miro a los ojos y me beso compartiendo conmigo los jugos que yo le había dado con todo mi amor.

Aquí acaba esta parte del relato, no se preocupéis el siguiente lo retomare desde ese mismo momento para no dejarme ningún detalle atrás. Espero que os haya gustado y entendáis por lo que he escrito lo importante que es Alan en mi vida y aunque parezca el macho dominante y yo su la perra que lo persigue, tenéis que saber que él me trata con suprema dulzura y respeto, no cambio un día con él por mil años en el cielo y a todas aquellas personas que os planteéis tener relaciones con un gigoló que sepáis que no es nada malo que es una experiencia maravillosa y que si es bueno os querrá y mimara de manera que ni ustedes sabéis

Un fuerte abraso a todos y  espero que está segunda parte os guste igual o más que la primera